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El cannabis es la droga ilegal más consumida en toda Europa y, más concretamente, en nuestro país. Millones de adultos de todas las edades recurren a esta sustancia que cada vez se encuentra más aceptada en nuestra sociedad, equiparándose progresivamente a otras drogas como el alcohol, el tabaco o la cafeína.
Si bien en los últimos años hemos asistido a una banalización del uso de esta droga, lo cierto es que no son pocas las consecuencias físicas, mentales y sociales que esta puede provocar en los consumidores.
Esta sustancia estupefaciente parece haber calado especialmente en los más jóvenes, algo que no es sorprendente teniendo en cuenta que la adolescencia es una etapa de particular vulnerabilidad en cuanto a consumo de drogas se refiere.
Así, muchos adolescentes asumen que consumir cannabis no es arriesgado y no tiene repercusiones importantes en su salud, iniciándose en su uso muchas veces por deseo de experimentación o influencia de los iguales.
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La droga más consumida del planeta
Es cierto que esta sustancia puede ser aplicada con una finalidad terapéutica, aunque esto sólo cobra sentido en determinados casos y bajo el consejo médico. En todos los demás escenarios donde el uso es lúdico, recurrir a la marihuana constituye un importante peligro para la salud, especialmente en los adolescentes.
Dado que el cerebro de los más jóvenes aún no ha culminado su maduración, la exposición a tóxicos puede acarrear daños a corto y largo plazo que en algunos casos pueden ser irreversibles.
La popularidad del cannabis es tal que en la actualidad es considerada la droga más consumida del planeta. A ello ha contribuido no sólo su buena fama, sino también su fácil accesibilidad y el hecho de que está legalizada en algunos países.
No existe un perfil único de adicto al cannabis, aunque sí es cierto que todos los consumidores se inician en situaciones sociales y de ocio, siendo el consumo en solitario más propio de personas que han desarrollado una adicción severa tras años de consumo habitual.
En este artículo vamos a hablar acerca de qué es la marihuana y qué efectos puede provocar en nuestro organismo a corto y largo plazo.
¿Qué es la marihuana?
La marihuana es una mezcla de hojas y flores secas trituradas de color verde grisáceo. Esta procede de la planta del cáñamo, conocida como cannabis sativa, una planta cultivada en zonas templadas y en áreas tropicales.
Hay diferentes formas de consumir esta sustancia, aunque la más popular debido a la rapidez de sus efectos es la inhalada. Algunas personas elaboran cigarrillos conocidos como porros, mientras que otras emplean pipas de agua.
Hay quienes incluyen esta mezcla de hierbas en alimentos como dulces y galletas para consumirlas de manera lúdica, mientras que en su uso medicinal es común tomarla en forma de infusión. En cualquier caso, el THC pasa a nuestro torrente sanguíneo y llega a nuestro cerebro.
La principal sustancia psicoactiva contenida en la marihuana es el delta-9-tetrahidrocannabinol, conocido por sus siglas THC. Esta es la responsable de los efectos típicos de la marihuana en las personas y la que hace que esta sea altamente adictiva, aunque la planta también contiene otros cientos de sustancias químicas similares al THC, que se denominan cannabinoides.
¿Qué efectos tiene la marihuana en cuerpo y mente?
Como venimos comentando, la marihuana es una droga cada vez más aceptada en la sociedad, acercándose cada vez más en términos de consumo a otras sustancias que sí son legales, como el alcohol o el tabaco.
Sin embargo, la realidad es que sus efectos en el organismo pueden ser devastadores, especialmente cuando el consumo se produce en la adolescencia. A continuación, vamos a comentar algunos de los efectos más comunes a corto y largo plazo de esta sustancia psicoactiva.
1. Consecuencias de fumar marihuana a corto plazo
Como ya adelantamos anteriormente, el THC es el principal componente activo de la marihuana, siendo responsable de su potencial adictivo y sus efectos sobre la salud. Al ser ingerido por cualquiera de las posibles vías, este es capaz de acceder a nuestro cerebro a través del torrente sanguíneo, provocando importantes efectos en el corto plazo.
¿Cómo lo hace? Pues bien, el THC es capaz de conectar con receptores situados en las células de nuestro cerebro, lo que altera la respuesta de placer, la percepción sensorial, la memoria, la coordinación…entre otras muchas funciones del sistema nervioso. Así, algunos de los efectos inmediatos de la marihuana son:
1.1. Dificultad para pensar
Esta droga hace que la capacidad para razonar se vea mermada, así como la habilidad para resolver problemas. En este sentido, la persona se encuentra “nublada” y tiene problemas para pensar de forma clara.
1.2. Problemas de memoria y aprendizaje
Esta sustancia puede dificultar la retención de información y la recuperación del contenido almacenado en nuestra memoria. Por ello, la adquisición de aprendizajes puede verse claramente afectada.
1.3. Problemas de coordinación y psicomotricidad
El uso de la marihuana repercute en nuestra psicomotricidad, algo que puede impedir el desarrollo de actividades como conducir, con el peligro que esto puede suponer para la propia persona y para los demás.
1.4. Alteraciones perceptivas
Al consumir cannabis es habitual experimentar un cambio en la experiencia sensorial, apareciendo una intensa sensación de relajación, con la sensación de estar prácticamente flotando. Añadido a esto, es común que también se vea alterada la noción del tiempo, que se percibe de manera enlentecida.
1.5. Desinhibición
Tal y como sucede con otras sustancias como el alcohol, el cannabis es capaz de generar en las personas una notable desinhibición y una alegría desmedida. De esta manera, son muchas las personas que recurren a esta droga para lidiar con situaciones que en condiciones normales les resultan ansiógenas.
1.6. Alteración del apetito y del aparato digestivo
El cannabis suele contribuir a incrementar el apetito. Añadido a esto, esta sustancia también ocasiona irritación en nuestro aparato digestivo y puede provocar problemas, como por ejemplo náuseas.
1.7. Pánico
Aunque la marihuana se asocia típicamente con un estado de relajación y desinhibición, lo cierto es que esta droga a veces da lugar a una respuesta totalmente contraria, caracterizada por la ansiedad, el miedo, la desconfianza o el pánico.
Normalmente, estos efectos aparecen en aquellas personas que consumen demasiada cantidad, cuando la marihuana consumida es muy potente o cuando la persona no tiene experiencia previa con dicha sustancia.
1.8. Psicosis
Las dosis muy altas de marihuana pueden provocar estados psicóticos transitorios caracterizados por alucinaciones, delirios y pérdida de la identidad personal. La diferencia entre este tipo de fenómeno y los trastornos psicóticos como la esquizofrenia reside en la duración, ya que estos suelen ser transitorios y se resuelven al cesar el consumo.
2. Consecuencias de fumar marihuana a largo plazo
Si todos los efectos a corto plazo que hemos comentado no te parecen suficiente motivo para evitar el consumo de marihuana, a continuación vamos a repasar algunos de los efectos a largo plazo más comunes. Estos aparecen normalmente en aquellas personas que consumen cannabis durante largos períodos de tiempo.
2.1. Cambios cerebrales
El uso continuado de esta droga puede desencadenar cambios en partes de nuestro cerebro cruciales para un desempeño cognitivo normal. Así, puede reducirse de manera permanente la capacidad cognitiva y atencional así como el rendimiento intelectual, de manera que no puede revertirse el daño y recuperar el estado anterior al inicio del consumo.
2.2. Infertilidad
Algunos estudios realizados con animales parecen haber encontrado una asociación entre el uso repetido de marihuana y el descenso en la cantidad de espermatozoides de los machos, así como un retraso en la ovulación de las hembras.
2.3. Daños en el feto
El consumo de cannabis en mujeres embarazadas incrementa la probabilidad de que el feto sufra problemas de desarrollo y conducta a posteriori.
2.4. Problemas respiratorios
Fumar marihuana de manera habitual puede dañar seriamente el sistema respiratorio, incrementando la mucosidad, produciendo tos crónica y bronquitis.
2.5. Problemas inmunitarios
El uso de esta droga de manera persistente puede reducir la capacidad del sistema inmunológico para hacer frente a los agentes dañinos del entorno, lo que incrementa la probabilidad de enfermar.
2.6. Trastornos psicológicos
El abuso continuado de marihuana incrementa el riesgo de que una persona desarrolle trastornos como la depresión o la ansiedad. Además, esta droga puede empeorar problemas psiquiátricos preexistentes, como la esquizofrenia o el trastorno bipolar.
Otras consecuencias del abuso de la marihuana
Aunque los efectos de esta droga sobre nuestra salud física y mental son innumerables, lo cierto es que sus consecuencias también se pueden apreciar en otros aspectos del individuo.
- Problemas legales:
El abuso de esta sustancia puede, en primer lugar, acarrear problemas legales. No olvidemos que esta sustancia está regulada de manera distinta en cada país, por lo que su uso es legal en algunos territorios y no lo es en otros.
Por ello, dependiendo del contexto en el que se encuentre la persona el consumo de cannabis puede suponer un serio problema con la ley, con penas que varían en su severidad dependiendo del caso y el país en cuestión. Cabe señalar que en algunas situaciones estas pueden incluir el ingreso en prisión.
- Problemas académicos y profesionales:
El abuso de la marihuana puede impedir a la persona rendir de manera adecuada en el plano escolar o laboral. Añadido a esto, si la persona cuenta con antecedentes penales por tráfico o posesión de esta droga, esto puede suponer un importante obstáculo para prosperar en estas áreas de la vida.
