Las 5 diferencias entre cerebro y cerebelo

El encéfalo es la parte del sistema nervioso central protegida por el cráneo y está formada por diversas estructuras. Veamos las diferencias fisiológicas entre dos de ellas, el cerebro y el cerebelo.

Diferencias cerebro cerebelo

El sistema nervioso central es nuestra sala de mandos. Es la región de nuestro organismo que se encarga de controlar absolutamente todo lo que sucede en el cuerpo. Ver, hablar, caminar, saltar, correr, respirar, leer, reflexionar, levantar pesos, pensar, imaginar, oler… Todo. Absolutamente todo.

Y aunque es cierto que todavía encierra muchos misterios que no conocemos, sí que hay muchas cosas acerca de este sistema nervioso central que entendemos bien. Y una de ellas es, sin duda, su morfología. Está formado por distintas regiones que, trabajando de forma conjunta, hacen posible que estas miles de millones de neuronas regulen la fisiología del cuerpo.

En este sentido, el encéfalo, la parte del sistema nervioso central protegida por los huesos del cráneo es, junto a la médula espinal, uno de los dos grandes componentes del sistema nervioso central. Este es el verdadero centro de mandos. Un centro de mandos que está formado, a su vez, por distintas estructuras.

Y son precisamente el cerebro y el cerebelo dos de estas regiones que conforman el encéfalo. Y a pesar de que su nombre sea similar y de que se suelan confundir, lo cierto es que son dos regiones muy distintas con funciones también diferentes. Y en el artículo de hoy, veremos las principales diferencias entre ambas estructuras encefálicas.

¿Qué es el cerebro? ¿Y el cerebelo?

Antes de detallar sus diferencias en forma de puntos clave, es interesante e importante ponernos en contexto y definir detalladamente ambas estructuras. Y es que viendo individualmente qué es el cerebro y qué es el encéfalo, sus diferencias empezarán a quedar muy claras.

Como hemos visto, el encéfalo es la parte del sistema nervioso central protegida por los huesos del cráneo (la otra es la médula espinal). Es en él que la organización e interconexión de neuronas llega a su máximo esplendor y grado de complejidad. Es el verdadero centro de mandos porque interpreta la información que llega del exterior y del interior y genera respuestas y órdenes con el objetivo de controlar a los otros órganos y tejidos del organismo.

Y este encéfalo está compuesto, a su vez, por tres principales estructuras: cerebro, cerebelo y tronco del encéfalo (regula funciones vitales y permite la conexión con la médula espinal). Centrémenos, ahora sí, en el cerebro y el cerebelo.

Cerebro: ¿qué es?

El cerebro es la parte más voluminosa del encéfalo, representando el 85% de su peso. Es la parte superior del encéfalo y está dividido en dos hemisferios, siendo la estructura del sistema nervioso central que controla los movimientos musculares, la síntesis de hormonas, el desarrollo de las emociones y sentimientos, el almacenamiento de recuerdos, la memorización, el aprendizaje…

En este sentido, el cerebro es el órgano central del encéfalo ya que centraliza la actividad del sistema nervioso al controlar los patrones de actividad muscular e inducir la síntesis de las hormonas, las sustancias químicas que regulan la fisiología de los órganos y tejidos del organismo.

El cerebro es la estructura encefálica que capta los estímulos procedentes de los sentidos, interviene en las funciones vitales, nos permite comunicarnos con el exterior y es el último responsable tanto del pensamiento como del movimiento.

Se trata de un órgano de grandes proporciones en relación al volumen de masa promedio de un humano estándar, al pesar entre 1.300 y 1.500 gramos. Y, como hemos dicho, la corteza cerebral se encuentra dividido en dos hemisferios (izquierdo y derecho) y, cada uno de ellos, por cuatro lóbulos:

  • Lóbulo frontal: El mayor de los cuatro. Es una de las regiones cerebrales más evolucionadas en los seres humanos y controla los movimientos musculares, permite la imaginación, propicia la memoria, permite el aprendizaje, reprime los impulsos, hace posible la planificación, estimula la inteligencia emocional, permite el lenguaje, propicia la resolución de problemas y procesa la información olfativa.

  • Lóbulo parietal: Situado en la parte superior trasera del encéfalo, integra la información sensorial, procesa el dolor, nos hace situarnos en el espacio, desarrolla el razonamiento matemático, permite el lenguaje verbal, controla los esfínteres urinarios, propicia la memoria, hace posible el concepto de “yo”, desarrolla las habilidades manuales y mantiene un estado anímico saludable.

  • Lóbulo temporal: Localizado en la zona inferior lateral del encéfalo, procesa la información auditiva, ayuda a comprender el lenguaje, procesa la información visual, permite vincular palabras escritas con sonidos, permite vincular relieves de letras con sonidos, estimula la percepción del espacio y la capacidad de orientar nuestro cuerpo hacia un sonido, propicia la memoria y la capacidad de atención, vincula percepciones y emociones y almacena información tanto auditiva como visual.

  • Lóbulo occipital: El menor de los cuatro. Ocupando una posición inferior trasera, recibe impulsos nerviosos de los ojos, procesa la información visual, estimula la memoria, interpreta las imágenes, estimula pensamientos y emociones, diferencia los colores, capta el movimiento y permite el reconocimiento espacial.

Y además de estos lóbulos, encontramos otras regiones en el cerebro como el cuerpo estriado, el hipotálamo, la amígdala, el hipocampo, el tálamo, etc. Como vemos, la complejidad de este órgano es abrumadora y, aunque esté plagado de mitos (como lo de que solo usamos el 10% de nuestra capacidad mental), debe ser así ya que es nuestro verdadero centro de mandos.

Cerebro

Cerebelo: ¿qué es?

El cerebelo es una estructura pequeña del encéfalo que representa el 10% del peso del mismo. Es la parte posterior (la parte más trasera del cráneo) e inferior que, estando situada por debajo del cerebro, tiene la principal función de integrar la información sensorial y las órdenes motrices generadas por el cerebro.

En este sentido, el cerebelo se encarga de hacer que nuestros movimientos voluntarios estén correctamente coordinados y de que sucedan justo en el momento necesario. Conocido también como “pequeño cerebro”, es la parte más antigua del encéfalo a escala evolutiva.

Esta estructura situada por debajo del cerebro controla funciones corporales tales como la postura, el equilibrio o la coordinación, siendo así indispensable para que los humanos nos movamos como es debido. Al mismo tiempo, es el regulador del temblor fisiológico.

Aun así, y pese a que se creía que su única función estaba asociada a controlar y precisar las órdenes motoras que el cerebro enviaba al aparato locomotor (de ahí la conexión del cerebelo tanto con el cerebro como con el tronco encefálico), lo cierto es que estudios recientes apuntan en la línea de que el cerebelo podría estar vinculado con funciones cognitivas como la percepción de la música, el aprendizaje, la atención, el lenguaje y, en ocasiones, la memoria.

Sea como sea, el cerebelo es una estructura que, estando pegada a la pared posterior del tronco del encéfalo, tiene un peso aproximado de 150 gramos y una forma de cono truncado aplastado donde se pueden diferenciar tres caras: superior, inferior y anterior. Además, se divide en tres lóbulos:

  • Lóbulo anterior: Situado por delante de la fisura prima (que divide el cerebelo en dos mitades más o menos iguales) y abarca parte de la cara anterior y superior. Se subdivide en língula, lobulillo central y culmen.

  • Lóbulo posterior: Situado entre las fisuras prima y posterolateral (localizada en la cara anterior) y abarca parte de la cara superior e inferior.

  • Lóbulo floculonodular: Situado por delante de la fisura posterolateral.

En resumen, el cerebelo es una estructura poco voluminosa del encéfalo pero no por ello menos importante, pues, comunicándose con el cerebro a través del bulbo raquídeo, es esencial para la coordinación del movimiento muscular y, de acuerdo a estudios modernos, podría ser también importante para distintas funciones cognitivas.

Cerebelo

¿En qué se diferencian el cerebro y el cerebelo?

Después de analizar individualmente ambas estructuras, seguro que las diferencias han quedado más que claras. De todos modos, por si quieres o necesitas tener la información con un carácter más visual, hemos preparado la siguiente selección de las principales diferencias entre cerebro y cerebelo en forma de puntos clave.

1. El cerebro es más voluminoso que el cerebelo

Mientras que el cerebro representa el 85% del peso del encéfalo, el cerebelo, solo el 10%. El cerebro adulto tiene un peso aproximado de entre 1.300 y 1.500 gramos. El cerebelo, por su parte, suele pesar unos 150 gramos. Solo hace falta ver las imágenes para darnos cuenta de que las diferencias de tamaño entre ambos son más que evidentes.

2. El cerebelo está por debajo del cerebro

Una de las mejores formas para diferenciarlos es su localización dentro del cráneo. Y es que mientras que el cerebro es la parte más superior del encéfalo, el cerebelo se encuentra por debajo del cerebro, en una posición trasera y enganchado al tronco del encéfalo.

Encéfalo

3. El cerebro se divide en cuatro lóbulos; el cerebelo, en tres

Como hemos visto, tanto cerebro como cerebelo están divididos en dos hemisferios, pero tienen un número distinto de lóbulos. Mientras que el cerebro está dividido en cuatro lóbulos (frontal, parietal, temporal y occipital), el cerebelo está dividido en tres (anterior, posterior y floculonodular).

4. El cerebro planifica el movimiento muscular; el cerebelo, lo coordina

Las diferencias más importantes, sin embargo, tienen que ver con las funciones. Las del cerebro ya la hemos detallado y, como hemos visto, son muy extensas. Y no es de extrañar, pues es el centro de mandos del organismo y tiene el objetivo tanto de iniciar y planificar los movimientos musculares como de controlar la fisiología del cuerpo a través de la modulación de la síntesis de hormonas.

Las funciones del cerebelo no son menos importantes, pero sí menos extensas. Y es que su papel dentro del encéfalo se limita principalmente a coordinar las órdenes motoras que el cerebro quiere enviar al aparato locomotor, consiguiendo así que nos movamos correctamente y que la coordinación, postura y equilibrio sea adecuada.

5. Las funciones cognitivas están más asociadas al cerebro

El razonamiento, los pensamientos, el aprendizaje, la memoria, las emociones, la imaginación, la integración y procesamiento de la información sensorial, el habla… Todas estas funciones tienen su origen en el cerebro. Y, a pesar de que recientes investigaciones indican que el cerebelo también podría participar en algunas de ellas (la música, el aprendizaje, la atención, el lenguaje y, en ocasiones, la memoria), la regla general es que el cerebelo se limita a esta coordinación de las órdenes musculares.

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