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Has oído cientos de veces eso de que el perro es el mejor amigo del hombre. Los canes nos brindan amor y compañía y nos transmiten una profunda lealtad. En definitiva, cuando un peludo entra en nuestro hogar, este pasa a convertirse en un miembro más de la familia.
Además de ser una fuente inagotable de alegría y afecto, los perros también se caracterizan por ser especialmente sensibles e inteligentes. Por esta razón, no sorprende que en los últimos años hayan sido no sólo animales de compañía, sino también agentes de ayuda para personas con diversas condiciones, como por ejemplo la discapacidad.
El desarrollo de la terapia con animales ha incluido a diversas especies, pero sin duda la modalidad canina es la que más popularidad se ha ganado. La facilidad de los perros para jugar, dar amor y ser entrenados ha hecho que su papel terapéutico haya cogido una gran fuerza, permitiendo mejorar la vida y la salud de muchos humanos. En este artículo profundizaremos sobre qué es la terapia con animales y veremos qué beneficios puede proporcionar a las personas.
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¿Qué es la terapia con animales?
En términos generales, las Terapias Asistidas con Animales (TAA) son intervenciones que se aplican en algunos casos con el fin de mejorar las funciones físicas, cognitivas, emocionales y relacionales de las personas. Para ello, tal y como su nombre indica, se recurre a la participación de un animal para que actúe como un agente entre el terapeuta y el paciente.
Los perros son la especie más popular para llevar a cabo esta tarea, pues son fáciles de entrenar y tienden a ser muy cercanos con las personas. Gracias al papel de los canes, muchas personas ven mejorada su salud física y/o mental, por lo que estos animales constituyen una pieza clave en el puzzle de la terapia.
La terapia con perros es un proceso que sigue una estructura, es decir, es guiado. Un requisito fundamental es que el animal se encuentre entrenado especialmente para cumplir este papel, pues de lo contrario no será posible trabajar con él. Además, en el caso de los perros se tiende a optar por aquellos canes que se encuentren totalmente sanos y sean especialmente obedientes y tranquilos, de forma que pueda sentirse cómodo alrededor de varias personas. Entre las personas que se pueden beneficiar de este tipo de intervención se encuentran aquellas con ciertas enfermedades físicas, pero también quienes padecen afecciones psicológicas como traumas, ansiedad, Trastornos del Espectro del Autismo (TEA), discapacidad…
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Objetivos de la TAA
La terapia con perros puede permitir alcanzar distintos tipos de objetivos a diferentes niveles (físico, cognitivo, social…). Entre ellos cabe destacar:
- Reducir los niveles de ansiedad y depresión
- Mejorar la autoestima
- Incrementar la autonomía
- Reforzar el sentido de responsabilidad
- Mejorar las relaciones y habilidades sociales (aprender a saludar, preocuparse por el otro, dar afecto…)
- Mejorar las habilidades de comunicación
- Favorecer la psicomotricidad (por ejemplo, a través de los cuidados al animal, como cepillarle el pelo o acariciarlo).
- Motivar el movimiento y la conciencia corporal
- Mejora de la atención
- Aprendizaje de límites
¿Dónde se realiza la TAA?
Aunque hay muchas personas que no conocen la TAA, lo cierto es que esta adquiere cada vez una mayor popularidad. Esta tiene diversas aplicaciones y se desarrolla en distintos escenarios y con diferentes grupos de población. Entre ellos destacan los siguientes:
1. Centros educativos
Algunos colegios y escuelas emplean la TAA con el fin de ayudar a sus alumnos en algunos aspectos que les pueden resultar difíciles. Esta suele emplearse con aquellos niños y niñas que poseen necesidades educativas especiales y muestran problemas tales como trastornos del aprendizaje, TDAH, TEA… Gracias al apoyo de los perros, este sector más vulnerable del alumnado puede mejorar su estado emocional y su autoestima.
Por ejemplo, un alumno con dislexia puede practicar la lectura en voz alta junto a un perro entrenado para ello. Mientras lee, puede acariciarlo y estar acompañado por él. Esto puede, junto a otras medidas, reducir su ansiedad al exponerse a este tipo de situaciones. Aunque la TAA no resuelve el problema de forma definitiva, sí que permite brindar a los alumnos herramientas para sentirse mejor y disfrutar de un mejor estado psicológico.
3. Centros hospitalarios
En algunos hospitales también se realiza la TAA. Gracias a ella, los pacientes pueden verse beneficiados de la interacción con perros para sentirse mejor física y emocionalmente. Este tipo de intervención permite a personas con distintas patologías reducir sus niveles de depresión y ansiedad y lidiar mejor con el proceso que están viviendo.
Muchas veces, el trabajo con animales también favorece a quienes están en proceso de rehabilitación. Por ejemplo, alguien que ha sufrido un accidente de tráfico necesitará no sólo recibir ayuda para el trauma que esta experiencia pudo generar, sino también recuperar la movilidad. Peinar al animal, acariciarlo o jugar con él pueden ser excelentes maneras de conseguirlo, siempre con la supervisión del terapeuta.
4. Centros de mayores
Las personas mayores constituyen un colectivo que se puede ver ampliamente beneficiado por la TAA. No podemos olvidar que los ancianos suelen sufrir una importante soledad, algo que la compañía de los animales puede aliviar. Al tratarse de animales entrenados, esto no supone un riesgo para los mayores y puede devolverles la alegría y el bienestar.
¿Cómo beneficia la perroterapia?
Con independencia del tipo de pacientes que realicen la TAA, los beneficios son siempre similares. A continuación, vamos a ver los más reseñables:
1. Nivel Físico
Las terapias con perros permiten a los pacientes mejorar sus habilidades físicas y su capacidad psicomotriz. El trabajo con los canes permite favorecer la motricidad fina y gruesa, así como el equilibrio y la coordinación. El organismo se relaja en compañía de los peludos y esto permite que la presión arterial baje y que físicamente el cuerpo esté relajado. Añadido a esto, realizar actividades con perros permite poner el cuerpo en movimiento y mejorar la forma física y la conciencia corporal.
2. Nivel cognitivo
El trabajo con perros también permite a los pacientes mejorar sus habilidades cognitivas, favoreciendo el aprendizaje y la memoria. Pasar tiempo con ellos, jugar y hacer actividades en su compañía es una excelente forma de estimular nuestro cerebro. Las personas con problemas del lenguaje también pueden beneficiarse de este tipo de intervenciones, pues pueden trabajar la comunicación en un contexto relajado y divertido.
Otra capacidad que se puede entrenar en la terapia con perros es la atención, pues jugar e interactuar con ellos requiere mantener la concentración. Cuando la terapia con perros se realiza en espacios abiertos o al aire libre, esto puede permitir, además, la realización de actividades en las que se ponga en marcha la orientación y la memoria visoespacial.
A nivel sensorial, la terapia con perros favorece también el desarrollo del sistema vestibular, lo que nos permite organizar mejor la información que recibimos del entorno, contribuyendo al equilibrio del cuerpo. De igual forma, estar en contacto con los canes nos permite trabajar nuestros sentidos al estimularnos a nivel auditivo, visual y táctil. Por último, este tipo de terapia fomenta la propiocepción, que es la que nos permite ser conscientes de la posición de nuestros músculos y sus respectivos movimientos.
3. Nivel emocional
A nivel emocional, la terapia con perros favorece que los pacientes puedan sentir mejores niveles de autoconfianza y una adecuada autoestima. Añadido a esto, el trabajo terapéutico con los canes permite desarrollar la empatía, mejorar el sentimiento de competencia y la capacidad para dar y recibir afecto. Para muchas personas, el tiempo de terapia junto a los animales es la primera experiencia en la que se sienten seguras para manifestar sus emociones de forma calmada.
4. Nivel social
En el plano social, las personas que participan en terapia con perros pueden mejorar notablemente sus habilidades sociales y comunicativas. Pueden entrenar su empatía y evitar el aislamiento y la soledad. El perro se convierte en un agente clave que ayuda a la persona a participar en actividades conjuntas donde se relaciona con otros individuos.
Conclusiones
En este artículo hemos hablado sobre la terapia con perros y los beneficios que esta puede proporcionar a la salud de las personas. El perro es el mejor amigo del ser humano por su gran capacidad para brindar afecto y compañía. El amor de los canes, unido a su inteligencia y facilidad para ser entrenados, hace que en los últimos años estos hayan dejado de ser sólo animales de compañía en los hogares. Recientemente se ha popularizado la terapia con animales, especialmente con perros, ya que estos son un agente de gran ayuda entre terapeuta y paciente.
Los beneficios de este tipo de intervención se observan a todos los niveles: emocional, cognitivo, social, físico ... Es por ello que la terapia con perros se aplica en diferentes escenarios y grupos poblacionales. Especialmente interesante es la terapia con perros en los centros escolares, los hospitales y las residencias de ancianos. Quienes sufren algún problema de salud mental o físico pueden mejorar su bienestar y calidad de vida gracias a este tipo de intervenciones, siempre y cuando se trate de perros entrenados para este fin y con la supervisión de un profesional cualificado.
