Las 5 ramas de la Logopedia (y qué estudia cada una)

La logopedia se encarga de estudiar y corregir los problemas en la lengua y el habla. Hacemos un repaso por las cinco ramas más importantes de esta disciplina.

Ramas logopedia

La fonación o producción de sonidos es básica para la existencia y permanencia de los seres humanos en el tiempo. Más allá de este mecanismo basal de comunicación rudimentaria (gruñidos, aullidos, cantos y tonalidades), el ser humano tiene una capacidad que el resto de animales todavía no han alcanzado: el habla. Esta herramienta comunicativa es la manifestación de conceptos tan abstractos como la voluntad o inteligencia, pues nos permite materializar nuestros pensamientos individuales en todo momento que deseemos.

El habla es una herramienta para la interacción, con la que compartimos ideas, creencias, opiniones y emociones, entre otras muchas cosas. De media, articulamos unas 18.500 palabras al día, dirigidas a comunicarnos con algunas de las 5.000 personas que un ser humano conoce entre su nacimiento y los 60 años. Somos seres sociales, y ejercemos esta socialidad mediante el habla, la lengua y la comunicación.

Como podrás imaginar, los impedimentos en el habla dificultan la socialización y, por ende, el bienestar individual. Muchos de estos problemas se solucionan con el tiempo y un desarrollo neuropsicológico adecuado (como el retraso del habla), mientras que otros requieren de la intervención de un profesional. Con esta idea en mente, hoy te contamos las 5 ramas de la logopedia y sus características. No te lo pierdas.

¿Qué es la logopedia y cuáles son sus ramas?

La logopedia, también conocida como fonoaudiología o terapia del lenguaje, es una disciplina profesional cuya finalidad es tratar y corregir los trastornos que afectan a la voz, a la pronunciación y al lenguaje oral y escrito, mediante técnicas de reeducación. Esta rama de atención tanto sanitaria como socio-asistencial requiere de la ayuda de otras ramas de estudio, como la psicología, las ciencias de la salud (sobre todo para explicar posibles desajustes neurológicos) y la lingüística aplicada.

La funcionalidad general del logopeda radica en detectar, evaluar, intervenir y orientar al paciente con un problema del habla. Este profesional engloba en su marco de acción los siguientes ámbitos:

  • Los aspectos cognitivos de la comunicación: atención, memoria, resolución de problemas y funcionalidades ejecutivas.
  • El habla en sí misma: fonación, articulación, fluidez, resonancia,etc. En este ámbito también se incluyen los mecanismos respiratorios que posibilitan la comunicación.
  • La lengua: el habla es el uso de la lengua. Por ello, el logopeda también incurre en la fonología, sintaxis, semántica y la puesta en práctica de todos estos elementos.
  • La comunicación alternativa y aumentativa (SAAC): el desarrollo de nuevos métodos de comunicación para pacientes con un habla dañada de forma irreparable.
  • La voz y todos los problemas que esta pueda tener.

La visita al logopeda puede ir propiciada en la edad pediátrica por una entidad clínica propia (anormalidades genéticas o desajustes anatómicos al nacimiento) o tras un evento dañino durante la vida adulta, como un accidente cerebrovascular, parálisis cerebral o una situación extremadamente traumática, entre otras cosas. A continuación, te presentamos las 5 ramas de la logopedia.

1. Logopedia para niños con retraso del habla

El retraso del habla oscila entre el 3 y el 15% de la población general, dependiendo de los grupos muestrales analizados y la zona geográfica en la que centremos nuestra atención. En este tipo de terapia hay que tener en cuenta dos posibles escenarios: retraso del habla (el niño utiliza palabras y frases para expresarse, pero puede ser difícil de entender) y retraso del lenguaje (puede decir palabras bien sueltas, pero no es capaz de encadenarlas en frases coherentes).

Este retraso comunicativo puede ser leve, grave o moderado. Dependiendo de la causalidad de la disfunción, se utilizan distintas técnicas para fomentar el habla en el infante, desde juegos que inducen la comunicación hasta lenguajes de signos y la terapia con cartas y símbolos. Si la causa de este impedimento no es únicamente emocional, también puede ser necesaria la ayuda de otros profesionales (por ejemplo, si el niño está sordo o si presenta alguna anormalidad cromosómica).

Logopedia habla

2. Logopedia para personas con apraxia

La apraxia es un trastorno neurológico, caracterizado por la pérdida de la habilidad para llevar a cabo movimientos de propósito. En este cuadro clínico, existe una disociación entre la idea (el paciente sabe lo que quiere hacer) y la ejecución a nivel motor de dicha idea (falta de control sobre la acción). Se estima que esta condición se presenta en 1 de cada 1.000 niños, casi siempre provocada por lesiones en el hemisferio cerebral dominante.

Los infantes con apraxia saben lo que quieren decir durante la comunicación, pero no son capaces de transmitir la idea con eficacia, lo cual puede ser una fuente de frustración y distrés emocional. Si esta condición es un síntoma de un problema neurológico subyacente, este siempre debe tratarse primero, pero las terapias del lenguaje también pueden ser de gran ayuda. Las actividades de habla melódica pueden ayudar mucho al infante a poner énfasis en las palabras adecuadas.

3. Logopedia para el tartamudeo

Uno de los desajustes del habla más comunes. Según estudios, 70 millones de personas en todo el mundo presentan algún tipo de tartamudeo, o lo que es lo mismo, esta condición se manifiesta en el 1 % de la población general. Existen múltiples teorías que tratan de explicar este rasgo maladaptativo, desde la genética hasta la aparición de tics complejos en el paciente.

Como se concibe primariamente como un problema comportamental, el logopeda trata de enseñarle al paciente, mediante una serie de pautas y conductas, cómo controlar la condición. Por ejemplo, hablar de forma lenta y pausada y controlar el ritmo respiratorio durante la fonación puede ser de gran ayuda.

De todas formas, en la tartamudez es tan importante el desarrollo personal como la paciencia del entorno. Un niño tartamudo nunca debe ser presionado para hablar más rápido, ni tampoco hay que completar sus frases: cuanto más se le presione, más probable es que se ponga nervioso y tartamudee aún más. Lo ideal es dejarle su espacio para expresarse, mantener contacto visual con él, no concentrarse en el problema y bajo ningún concepto culparle de su condición.

Logopedia tartamudeo

4. Logopedia para la afasia

La afasia es una patología que impide la comunicación entre el paciente y el entorno. La persona afectada puede decir oraciones sin sentido, sustituir unas palabras por otras, no comprender lo que están diciendo las personas que le rodean, escribir oraciones sin sentido o decir palabras irreconocibles. Dependiendo de la variante del cuadro clínico, se puede decir que la afasia es uno de los mayores impedimentos a la hora de utilizar el lenguaje.

En este caso abandonamos el terreno infantil, pues la afasia suele ser producto de un accidente cerebrovascular, que provoca la muerte de grupos neuronales encargados de modular el habla. En la clínica de logopedia, la terapia grupal con la finalidad de fomentar las habilidades comunicativas o el desarrollo de gestos y escrituras pueden ser de gran ayuda. Por desgracia, la recuperación de la normalidad absoluta no suele ser posible.

5. Logopedia para las personas con dificultad para tragar (disfagia)

La disfagia también es un problema bastante común en la sociedad, alcanzando una prevalencia de hasta el 10% en algunas poblaciones analizadas. Puede suceder por muchas cosas, desde anormalidades fisiológicas en el esófago hasta desórdenes neurodegenerativos (Parkinson y esclerosis), así como tumores orofaríngeos, problemas en la musculatura esofágica de naturaleza idiopática y otras muchas cosas más.

Una persona con disfagia orofaríngea suele acumular saliva en la boca (sialorrea), lo cual dificulta mucho la capacidad de expresión. Por ello, un logopeda puede intentar ayudar al paciente a recuperar su fuerza en el aparato digestivo superior (lengua, boca, garganta), con la finalidad de permitirle tragar de nuevo y mantener este acto de forma natural.

Logopedia disfagia

Resumen

Casi todas estas terapias van enfocadas a los niños por el momento de presentación de los síntomas, pero también pueden aparecer en adultos, sobre todo derivadas de problemas neurológicos o neuromusculares. En todos los casos hay que intentar tratar estas anormalidades, pero debes tener en cuenta que quien las porta sigue siendo una persona y, por tanto, tiene el derecho a ser escuchada, aunque no sea de forma “normativa”.

Con esto queremos decir que todo paciente en el ámbito logopeda debe tratar de mejorar por su propia voluntad (si es que lo desea), pero el entorno nunca puede ser un estresor o desencadenante de un complejo. Mientras la persona pueda comunicarse de alguna forma, ser paciente, inclusivo y comprensivo será la clave para que el afectado no desarrolle problemas emocionales derivados de su condición.

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