Síndrome de Capgras: causas, síntomas y tratamiento

La psicología es un campo apasionante que se encuentra en continuo crecimiento. En las últimas décadas, ha sido notable el avance del conocimiento sobre los problemas mentales, lo que ha permitido brindar una ayuda más eficaz a las personas que los sufren. Esto ha ido acompañado de un menor estigma en torno a la salud mental y una mayor visibilización.

El comportamiento humano es un objeto de estudio de gran complejidad, por lo que a pesar de los logros conseguidos aún son muchos los aspectos pendientes por aclarar. Es por ello que por el momento se desconoce el origen de muchos problemas psicopatológicos y por qué estos aparecen en unos individuos y no en otros.

Además, aún se siguen observando casos que sorprenden por no ajustarse a los trastornos mentales más frecuentes y conocidos. La psicología reconoce algunas alteraciones psicopatológicas que, debido a su carácter excepcional, aún son escasamente conocidas. En general, hablamos de afectaciones que interfieren profundamente en la vida de quien los vive, pero afectan a un número tan bajo de pacientes que siguen siendo una incógnita sin despejar para los profesionales.

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¿Qué es el Síndrome de Capgras?

El síndrome de Capgras es un trastorno psicopatológico por el que la persona sufre ideas delirantes que le llevan a pensar que sus seres queridos están siendo suplantados por impostores. Así, quien sufre este problema muestra un total convencimiento de que sus amigos o familiares no son ellos realmente. Lo más común es que las ideas delirantes vayan enfocadas hacia una persona de manera más incisiva, aunque a veces puedan extenderse a varios individuos del entorno por igual.

En algunos casos, este delirio puede no sólo referir a las personas significativas del entorno, sino también a objetos o animales. En ciertos pacientes, esta desconfianza puede llegar a dirigirse también hacia uno mismo, hasta el punto que sean incapaces de reconocerse con claridad.

Es importante diferenciar esta afectación psiquiátrica de otros problemas como la prosopagnosia, por el cual las personas encuentran dificultades para distinguir las caras conocidas. Aunque saben que están observando una cara, no son capaces de conectar aquello que ven con el área de la memoria dedicada a la identificación. Las personas con Capgras no tienen dificultad para reconocer la cara, sino que una vez reconocida como familiar asumen que esta es una copia o suplantación de la original.

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Causas del Síndrome de Capgras

Son muchas las posibles causas que se han propuesto para entender el desarrollo de este extraño síndrome. Aunque no se ha aclarado realmente el por qué de este trastorno psicopatológico, vamos a comentar algunas de las propuestas hasta la fecha:

• Desconexión entre el sistema de reconocimiento visual y el sistema límbico: Una de las teorías más aceptadas es aquella que defiende la existencia de desconexión entre estos dos sistemas en aquellas personas que sufren Capgras. Esto hace que los pacientes puedan reconocer un estímulo como familiar a nivel visual, y sin embargo no sean capaces de procesarlo y dotarlo de significado emocional.

• Psicopatología previa: En algunos casos el Síndrome de Capgras aparece como parte de otros trastornos psicóticos tales como la esquizofrenia o el trastorno esquizoafectivo. En algunas depresiones con ciertas características psicóticas esto también puede suceder.

• Traumatismos craneoencefálicos: Las personas que han sufrido este tipo de traumatismos pueden experimentar efectos a nivel conductual como consecuencia del daño orgánico.

• Consumo de drogas: El abuso de sustancias produce innumerables daños en el organismo, especialmente en el sistema nervioso. Por ello, no es sorprendente que este fenómeno sea posible en quienes padecen adicción a las drogas.

• Demencias: Las personas con demencias de distinto tipo, como el Parkinson o el Alzheimer, pueden llegar a manifestar problemas psiquiátricos importantes, entre ellos el Síndrome de Capgras.

• Enfermedades cerebrales: Algunas condiciones orgánicas pueden dañar ciertas partes del cerebro y producir alteraciones conductuales como esta. Por ejemplo, la epilepsia o ciertos tumores.

Síntomas del Síndrome de Capgras

El síndrome de Capgras puede identificarse debido a la presencia de algunos síntomas. Destacan los siguientes:

• Identificación distorsionada: El paciente identifica a una persona significativa de su entorno, como amigos o familiares, como un impostor que trata de suplantar a la persona real.

• Despersonalización: El paciente puede no percibirse de una forma integrada y consciente. En cierta manera, puede llegar a sentirse desconectada de su propia mente y cuerpo.

• Extrañeza ante el mundo: El síndrome de Capgras puede hacer a la persona sentirse extraña hasta el punto de percibir el mundo que le rodea desde una sensación de irrealidad.

• Alteración de los vínculos: El hecho de no reconocer de una manera normal a las personas cercanas genera una respuesta emocional de rechazo hacia los amigos y familiares. Inevitablemente, esto merma los vínculos con los seres queridos y puede fomentar el aislamiento social.

• Angustia: Toda la situación de extrañeza es vivida con gran angustia por parte del paciente, que no reconoce sus ideas como delirios sino como contenidos totalmente reales.

• Paramnesia duplicativa: Este fenómeno consiste en la creencia de que un lugar frecuentado en la vida cotidiana ha sido duplicado y que existen dos versiones diferentes de dicho escenario. Se cree que las personas que padecen este síntoma pueden padecer afectación en la zona del lóbulo frontal.

Tratamiento del Síndrome de Capgras

Tal y como comentábamos al principio, el síndrome de Capgras es poco frecuente en la población y esto se traduce en que son pocas las evidencias disponibles acerca del tratamiento más adecuado. En la actualidad, parece que la alternativa más eficaz y utilizada es aquella que combina el empleo de psicofármacos con el uso de la terapia cognitivo-conductual.

En lo que respecta a los psicofármacos, se utilizan principalmente los antipsicóticos, que permiten reducir los pensamientos delirantes. También pueden emplearse los anticonvulsivos y otros fármacos como apoyo de los primeros si el médico lo considera necesario.

En cuanto a la terapia psicológica, parece que la técnica más interesante es la conocida reestructuración cognitiva. Gracias a ella, se puede conseguir que el paciente modifique sus ideas irracionales, de forma que pueda comprender que las personas que le rodean no son extraños como dice. Añadido a esto, se le podrán proporcionar algunas estrategias que permitan compensar estos sesgos y lidiar con la ansiedad que estas distorsiones le pueden producir.

El papel de la familia en este problema mental tiene una importancia notable, pues son los seres queridos los que cargan sobre sus hombros la tensión de convencer diariamente a la persona de que no son impostores. Esto perjudica seriamente el funcionamiento normal de la unidad familiar y los vínculos y relaciones existentes en ella, por lo que incluir a los seres queridos puede ser de gran ayuda.

De esta forma, se puede evitar el aislamiento de la persona con Capgras y el distanciamiento de sus allegados. Trabajar con ellos el hecho de que se trata de un síndrome y no una decisión consciente del paciente puede ayudarles a cooperar y comprender que, a diferencia de lo que puede parecer, no es una cuestión personal.

En cualquier caso, debe ser un profesional de salud mental el que valore si una persona padece realmente Síndrome de Capgras y, en caso de que así sea, cuál es la mejor opción de tratamiento. En muchos casos, sucede que este fenómeno sucede en el marco de una patología previa, por lo que en esta situación la intervención deberá ir enfocada al problema primario, de manera que el Capgras pueda resolverse de forma indirecta.

También es conveniente tener en cuenta que la duración de este síndrome puede variar en cada persona. Mientras que algunos pacientes manifiestan el problema de una manera transitoria, otros pueden pasar años en esta situación de una forma prácticamente crónica. La severidad del trastorno también será un aspecto fundamental a tener en cuenta, pues en algunos casos el tratamiento ambulatorio no es suficiente y puede ser necesario un ingreso para garantizar la seguridad del propio paciente y de las personas cercanas a él.

Aunque objetivamente las personas de alrededor saben que sus ideas no son reales, no podemos olvidar que el paciente las vive como si sí lo fueran. Así, su convencimiento de que sus amigos y familiares son impostores puede llevarle a agredir a alguna de estas personas con las consecuencias graves que esto puede implicar. En los casos en los que la extrañeza también se manifiesta hacia uno mismo, también deberá aplicarse un protocolo para evitar conductas autolesivas en el paciente.

Conclusiones

En este artículo hemos hablado acerca de un curioso trastorno mental conocido como Síndrome de Capgras. Esto lleva a la persona que lo sufre a mantener la creencia delirante de que sus seres queridos son, en realidad, impostores que tratan de suplantar a sus allegados. Se trata de una condición que puede aparecer por sí sola o como parte de otros trastornos psicóticos y enfermedades orgánicas.

Se trata de un fenómeno poco habitual, pero cuando sucede tiene unos efectos devastadores sobre las relaciones de la persona, pues esta se muestra agresiva hacia quienes le rodean. Es por ello que la atención psiquiátrica es esencial, siendo el tratamiento combinado con psicofármacos y terapia cognitivo-conductual la mejor alternativa.

En este sentido, el trabajo terapéutico con la familia también es de gran ayuda para evitar el distanciamiento del paciente con su red social. En cualquier caso, debido a su baja frecuencia en la población se trata de una cuestión poco estudiada y sobre la cual se tienen pocas evidencias.