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Ante un mismo evento, las personas pueden mostrar respuestas emocionales diferentes. En este sentido, podríamos decir que la reacción que tenemos frente a la adversidad no depende exclusivamente de las características del suceso en cuestión, sino también de nuestro temperamento y forma de ser. De esta forma, hay quienes parecen encajar con sorprendente facilidad las dificultades, mientras que otros muestran una tendencia a vivir los obstáculos de la vida con enorme negatividad y pesar. La capacidad para ver el lado bueno de las cosas se conoce como optimismo, y quienes lo practican parecen preservar una mentalidad positiva ante todo. En este artículo hablaremos acerca de las características que definen a las personas optimistas.
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¿Qué es el optimismo?
El optimismo se puede definir como la tendencia a percibir las situaciones de la vida desde una perspectiva positiva o favorable. Las personas que viven desde esta actitud suelen disfrutar de un mayor bienestar físico y psicológico, por lo que ser optimista es una cualidad muy interesante. A diferencia de lo que se suele creer, las personas optimistas no siempre tienen una vida fácil. El optimismo nada tiene que ver con la ausencia de problemas, sino con la habilidad para extraer aspectos positivos de las situaciones más problemáticas. Entrenar el optimismo puede brindar beneficios como los siguientes:
- Estado de ánimo: Las personas optimistas suelen disfrutar de un estado de ánimo mucho más favorable. Esto les ayuda a mantener la calma y la serenidad incluso en los episodios más difíciles.
- Habilidad para resolver problemas: El optimismo permite mantener una visión mucho más eficiente y clara de las situaciones, buscando así soluciones y vías de salida ante los problemas sin hundirse en el intento.
- Esperanza: Mantenerse optimista permite conservar la esperanza y mirar al futuro con ganas e ilusión.
13 características de las personas optimistas
A continuación, vamos a hablar de las principales características de las personas optimistas.
1. Perseverancia
Las personas optimistas son capaces de perseguir con ganas sus objetivos. Aunque en el camino se encuentren con obstáculos y reveses, su actitud les permite no tirar la toalla y levantarse las veces que haga falta hasta lograr lo que se han propuesto. En definitiva, las personas que viven desde el optimismo suelen ser perseverantes.
2. Realismo
Es habitual confundir el optimismo con vivir en un mundo de color de rosa. Las personas optimistas se caracterizan por ser realistas, de manera que saben interpretar la realidad de forma ajustada. Esto les permite hacer un buen análisis de los sucesos que les ocurren y evitar la frustración por esperar demasiado de la vida, aunque siempre tratan de enfatizar los aspectos favorables.
3. Aprendizaje
El optimismo permite a las personas tolerar el fracaso sin inconvenientes y extraer aprendizajes de todos sus intentos. Lejos de sentirse fracasadas ante un fallo, saben reflexionar y extraer enseñanzas de lo que han vivido. Esto les ayuda a crecer como personas, corregir errores y avanzar para conseguir lo que se desea.
4. Autoconocimiento
Las personas optimistas suelen conocerse muy bien y aceptan sin problemas defectos o errores. No aspiran a la perfección, sino a mejorar y conocerse cada vez mejor. Su actitud abierta en este sentido les ayuda a reconocer cuando se equivocan sin angustia, con naturalidad.
5. Autoestima
Las personas optimistas suelen mantener una relación saludable consigo mismas. Se aceptan y quieren y esto hace que afronten la vida con confianza y seguridad en sus capacidades. Su autoestima también les previene de compararse con los demás de manera injusta y esto les ayuda a no vivir preocupados por ser inferiores al resto.
6. Motivación
El optimismo ayuda a muchas personas a mantenerse motivadas incluso en los momentos más difíciles. Esta actitud ante la vida les ayuda a implicarse en sus proyectos con muchas ganas e ilusión. Encuentran sus propios motivos para hacer algo y esto les permite ponerle ganas y actitud positiva a todo, sorteando los problemas sin grandes dificultades.
7. Autocompasión
Las personas optimistas no se castigan o juzgan a sí mismas, pues se tratan con compasión y afecto incluso cuando cometen errores. Aceptan que equivocarse y sufrir es parte de la vida y se permiten hacerlo sin fustigar por ello.
8. Cooperación
Las personas optimistas suelen ser tendentes a cooperar y ayudar a los demás. Tratan a los otros de manera adecuada, pues se sienten bien consigo mismas y viven la vida con una actitud de calma y serenidad. El optimismo les permite valorar a los otros sin problemas y darles la importancia que merecen.
9. Trabajan en sí mismas
Las personas optimistas suelen dedicarse tiempo y buscan formas de conocerse cada día más. Tratan de cultivarse y darse el valor que merecen.
10. No se autoengañan
Las personas optimistas no huyen de los problemas ni niegan el dolor o la existencia de situaciones complejas. Por el contrario, miran de frente su realidad y tratan de gestionarla de la forma más adaptativa posible. Su pensamiento constructivo les permite no caer en el error de autoengañarse y tratar siempre de solucionar los posibles conflictos que se les pongan por delante.
11. Foco en el presente
Las personas optimistas son capaces de conectar con el momento presente, viven enfocadas en el aquí y el ahora. Esto les ayuda a disfrutar mucho más de sus vidas, pues experimentan lo que les ocurre de forma real, sin desviar la mente al pasado o al futuro. En lugar de rumiar lo que ya ha pasado o pensar siempre en lo que puede suceder, se quedan con lo único certero: el ahora.
12. No dejan que las críticas les hundan
Las personas optimistas pueden encajar las críticas constructivas sin dificultad, aunque no dejan que lo que los demás opinen sea lo que dicte el rumbo de sus vidas. Tienen claros sus valores y objetivos, se aprecian y valoran, por lo que las opiniones ajenas son valoradas en su justa medida. Saben darles su lugar sin perder de vista lo que ellas mismas piensan y quieren.
13. Toman las riendas de su vida
El optimismo ayuda a las personas a ser más seguras de sí mismas, confiar en sus capacidades, extraer aprendizajes de los errores y vivir de forma más serena. Todo ello les ayuda a no dejarse llevar por la corriente, tomando las riendas de sus vidas para que esta vaya en la dirección que realmente quieren.
La mala fama del optimismo
Curiosamente, el optimismo no suele ser muy bien visto en nuestra sociedad. Las personas que afirman sentirse felices o que tratan de ver lo que les sucede desde una mirada optimista suelen ser vistas con desconfianza y recelo. En general, hay ciertas normas no escritas acerca de cómo las personas deberíamos reaccionar ante ciertos eventos. Por eso, cuando alguien no responde como se espera, suele ser visto como algo extraño.
Muchas personas con tendencia al optimismo pueden llegar a sentirse culpables si extraen aspectos positivos de sus situaciones más dramáticas. Por ejemplo, si una persona pierde su puesto de trabajo, se espera que esté devastada. Si eso no ocurre y reacciona con ganas de buscar otro nuevo empleo, esa respuesta puede sorprender a quienes le rodean, que pueden incluso tacharla como irresponsable o despreocupada.
Socialmente hay ciertas situaciones en las que la tristeza es una emoción casi obligada, donde el optimismo puede vivirse como algo políticamente incorrecto. Sin embargo, esta actitud positiva puede ser para muchas personas una manera de ser resilientes y lidiar mejor con una realidad dolorosa. No obstante, también es cierto que el optimismo mal entendido puede jugarnos malas pasadas y ser una forma de evitar conectar con nuestro dolor. Por ello, es fundamental practicarlo comprendiendo realmente qué es ser optimista. Quienes adoptan una actitud optimista no ignoran sus situaciones problemáticas, sino que tratan de hacerles frente para hacer de ellas un aprendizaje constructivo.
Conclusiones
En este artículo hemos hablado acerca de algunas características que definen a las personas optimistas. El optimismo es una actitud por la que un individuo interpreta su realidad desde un prisma favorable. Esto no implica vivir en un mundo color de rosa, sino mirar de frente hacia los propios problemas y dificultades para gestionarlos de la manera más eficaz posible.
El optimismo permite a las personas disfrutar de un mejor estado de salud física y psicológica, por lo que es interesante aplicarlo en la vida. Las personas optimistas suelen tener algunas características comunes, entre las que destacan la autoestima, la autocompasión, la perseverancia, el realismo, la motivación, el autoconocimiento o la cooperación. Además, el optimismo hace que un individuo sea más tendente a cooperar y ayudar a los demás, tomar las riendas de su vida con firmeza o enfocarse en el aquí y el ahora.
Ser optimista también ayuda a darle a las críticas la importancia justa, sin que estas se conviertan en el centro que dirige la vida. Añadido a todo esto, vivir la vida con esta actitud ayuda a tolerar el fracaso y encontrar en él una oportunidad de aprendizaje que permita crecer y progresar. A pesar de la mala fama que muchas veces tiene el optimismo, aplicarlo puede ayudarnos a ser más resilientes y sobrellevar situaciones complicadas de la vida.
