¿Por qué mentimos? 8 razones detrás de las mentiras

La mentira es una tendencia natural del ser humano. Así, mentir no es una acción buena o mala de por sí, sino que depende de las circunstancias en las que se produce y la motivación que hay detrás de ella.

por-que-mentimos

Si hay una conducta especialmente castigada en nuestra sociedad, esa es mentir. Por norma general, las personas que son descubiertas mintiendo son tachadas de malvadas y malintencionadas. Sin embargo, criticar el acto de mentir es cuanto menos hipócrita, pues no hay un solo individuo en toda la faz de la tierra que no lo haya hecho alguna vez. De hecho, la mayoría de nosotros mentimos a diario, de una forma tan cotidiana y automática que en ocasiones ni siquiera somos conscientes de ello.

Luces y sombras de las mentiras

Aunque la mentira tiene muy mala fama, lo cierto es que forma parte de nuestra naturaleza. En muchas ocasiones, esta sirve como un mecanismo adaptativo que nos permite protegernos y proteger a los demás. En numerosas situaciones sociales la sinceridad absoluta tendría unas consecuencias devastadoras, lo que perjudicaría seriamente nuestro bienestar y nuestras relaciones con los otros. Así, aunque hay muchas mentiras que tienen un carácter malicioso, también es cierto que otras tantas son necesarias y útiles.

Basta con pensar en algunos ejemplos comunes para darnos cuenta de cuántas veces podemos llegar a mentir a lo largo de nuestra vida. En nuestro trabajo, está claro que no siempre decimos todo lo que pensamos a nuestro jefe, pues de lo contrario quizá nos despediría. Tampoco somos cien por cien sinceros con nuestra pareja, pues decir la verdad podría ser hiriente o poner en riesgo nuestra relación.

Incluso cuando acabamos de conocer a una persona tendemos a ser mentirosos, pues esto nos permite mantener nuestra privacidad y ocultar esa parte de nosotros que no nos interesa que los demás conozcan. Por todo ello, la mentira no puede ser tachada como buena o mala sin tener presente el contexto en el que esta es utilizada.

Así, esta puede ser un arma para hacer mal a los demás, pero también un indicador de que entendemos lo que piensan o sienten y, por tanto, de que somos hábiles a la hora de relacionarnos con otras personas. Debido a la enorme presencia que tienen las mentiras en nuestra vida cotidiana, en este artículo vamos a comentar algunas de las razones más comunes por las que podemos llegar a mentir.

por-que-decimos-mentiras

¿A qué edad comenzamos a mentir?

Mentir es una conducta aprendida, que adquirimos desde edades muy tempranas. Las investigaciones al respecto han permitido conocer que la capacidad de mentir se adquiere en torno a los 5 años. Esta habilidad es posible a esta edad gracias a una capacidad conocida en psicología como “Teoría de la Mente”, por la cual somos capaces de atribuir pensamientos, conocimientos e intenciones a los demás, teniendo en cuenta que estos pueden ser diferentes a los nuestros.

Así, los niños que se encuentran en torno a esta edad pueden entender que sus contenidos mentales son diferentes a los de los demás. Esto les permite ser capaces de modificar y manipular la información disponible. Antes de adquirir la Teoría de la Mente tenemos un pensamiento más bien egocéntrico, pues asumimos que los pensamientos y creencias ajenos son idénticos a los propios. De esta manera, no es viable la posibilidad de mentir, pues no se contemplan los estados mentales de los otros.

¿Por qué decimos mentiras?

Como fenómeno, mentir es universal y forma parte de todas nuestras relaciones. Como venimos comentando, la mentira no es buena o mala per se, sino que esto depende de las circunstancias en las que se produce. Por ello, es interesante analizar los diferentes motivos que pueden llevarnos a mentir.

1. Protección

En muchas ocasiones, la mentira puede servir como un mecanismo de protección ante consecuencias negativas. En algunas situaciones, podemos anticipar un determinado castigo o desenlace desagradable, que tratamos de evitar con mentiras más o menos trascendentales. Esta motivación para mentir se puede dar desde que somos niños, pues enseguida aprendemos que no decir la verdad puede liberarnos de escenarios que no nos gustan.

razones-por-las-que-mentimos

2. Búsqueda de aprobación

En algunos casos es posible que la mentira nos ayude a encajar con los demás. Mediante esta estrategia, podemos ocultar esa parte de nosotros que creemos que menos puede gustar a los otros y ensalzar características que son más deseables. Aunque los seres humanos queremos por naturaleza sentirnos aceptados por los demás, este tipo de mentira puede ser especialmente común en la adolescencia. En esta etapa evolutiva el grupo de iguales cobra una especial relevancia y somos capaces de mentir con tal de que los otros nos den su aprobación.

3. Adaptación

Tal y como comentamos al principio, en muchos casos la mentira es útil y adaptativa. En ciertos escenarios sociales la sinceridad es contraproducente, de manera que mentir se convierte en la mejor estrategia para ajustarse a las normas y el funcionamiento del entorno. En aquellos casos en los que nuestros actos no se ajusten a los cánones establecidos, es altamente probable que tengamos que recurrir a la mentira para salir del paso y ser funcionales.

4. Agradar a los demás

Son muchas las situaciones en las que nos interesa quedar bien con los otros. Esto tiene un sentido, y es que si no utilizáramos la mentira para ganarnos a los demás correríamos el riesgo de perder muchas de las relaciones sociales que tenemos. Por ello, solemos no decir la verdad con mucha frecuencia para parecer amables, educados y cercanos. Por ejemplo, podemos alabar la ropa o el peinado de una persona aunque en realidad no nos guste, solo por el hecho de que nos interesa caerle bien.

5. Interés

Son muchos los casos en los que utilizamos la mentira motivados por intereses secundarios. El interés que nos mueve puede ser bueno o malo, pero en cualquier caso la ocultación o manipulación de la información nos sirve para lograr algo que deseamos. Aunque esto no esté bien visto, lo cierto es que todos nosotros tenemos intereses particulares y muchas veces nos servimos de esta estrategia para conseguir un fin concreto.

interes-mentira

6. Piedad

Todos hemos oído hablar de las llamadas mentiras piadosas. Estas son las únicas que no se suelen asociar con la maldad de forma popular, pues se consideran una estrategia que busca evitar el daño a los demás. Las personas que mienten de esta manera tienden a tener buenas intenciones y suelen buscar la protección de sus seres queridos, como amigos, pareja o familiares.

Aunque el actor de la mentira no la lleve a cabo de forma maliciosa, las consecuencias si esta se descubre son impredecibles. La persona afectada por la mentira puede llegar a sentirse dolida porque se le haya ocultado información, o bien puede agradecer a quien le ha mentido su intento de protegerle. Por ello, mentir de manera piadosa implica determinados riesgos, pues la relación con esa persona puede verse dañada.

7. Venganza

Aunque muchas de las razones que hemos comentado no son maliciosas, en algunos casos las personas sí mienten para hacer daño a los demás. La venganza es una de las motivaciones más comunes en este sentido, lo que hace que este tipo de mentiras puedan llegar a ser tremendamente dañinas para la persona afectada.

Aunque las personas que mienten desde la venganza puedan arrepentirse después, el daño que este tipo de acciones dejan no suele ser fácil de reparar. Por ejemplo, si se acusa como culpable de un delito a una persona inocente es difícil que la sociedad le perciba como un ciudadano cien por cien libre de culpa, ya que la acusación falsa deja su huella.

8. Mentiras para cubrir otras mentiras

En muchos casos las mentiras tienden a enredarse y unas llevan a otras de forma indirecta. Así, cuando mentimos solemos vernos obligados a seguir elaborando más mentiras para cubrir la inicial. De esta forma, podemos entrar en un bucle del que es muy difícil salir. Así, es altamente probable que alguna de ellas se descubran en un renuncio, lo que puede afectar seriamente a nuestra imagen frente a los demás.

Consecuencias de la mentira

Como venimos comentando, mentir es una conducta normal en las personas. Sin embargo, a veces las mentiras pueden ser demasiado habituales en nuestra dinámica de funcionamiento, lo que puede llegar a ocasionarnos importantes problemas de salud mental. Veamos algunos de ellos:

  • Ansiedad: Cuando mentimos tenemos que destinar una gran cantidad de recursos mentales para elaborar la mentira y manipular la información sin errores. Añadido a esto, sentimos miedo a ser descubiertos, lo que genera un estado de tensión permanente que resulta agotador.

  • Aislamiento: Las mentiras nos llevan a tomar distancia de los demás, ya que en nuestras interacciones corremos el riesgo de vernos en un renuncio y que nuestras mentiras sean detectadas. Cuando esto efectivamente sucede, los demás pueden además dejar de confiar en nosotros, lo que debilita seriamente nuestra red social.

  • Autoimagen negativa: Cuando adoptamos el acto de mentir como un hábito, esto puede llegar a repercutir seriamente en nuestra autoestima. De esta manera, nos vemos a nosotros mismos como personas poco confiables y carentes de vínculos sólidos con los demás.

consecuencias-mentiras

Conclusiones

En este artículo hemos hablado acerca de la conducta de mentir, una tendencia que, a pesar de ser duramente castigada por la sociedad, es parte de la naturaleza humana. La mentira no es buena o mala per se, sino que depende del contexto en el que es llevada a cabo. De esta forma, son muchas las motivaciones que pueden llevarnos a mentir.

Comparte:
¿Te ha gustado?
MédicoPlus Logo
MédicoPlus te acerca al mundo de la medicina. Rigor científico y médico en cada artículo. Contacta con tu médico y mejora tu salud en tu portal especializado de confianza.
  • Estilonext
  • azsalud

Suscríbete a
nuestra newsletter

Cada semana te enviamos tips de salud,
nutrición, noticias y más.

Puedes darte de baja cuando quieras.

© Copyright 2024 MédicoPlus. Todos los derechos reservados.Aviso legal,política de privacidad,cookies