5 señales (y pistas) que indican que una relación de pareja tiene futuro

Las relaciones de pareja suelen pasar por una primera fase de luna de miel en la que todo es felicidad y mariposas. Más allá de eso, hay algunos indicadores que señalan el potencial de una relación para ser estable en el tiempo.

señales-indican-relacion-pareja-tiene-futuro

Las relaciones de pareja son a menudo idealizadas. Esto hace que mucha gente confíe en que el simple hecho de tener un compañero sentimental es garantía de felicidad y bienestar. Sin embargo, la realidad es bastante más compleja. Por supuesto, las relaciones románticas nos deben brindar satisfacción, pero eso no significa que no puedan implicar momentos de dificultad, dudas, miedos y conflictos.

Desidealizar la imagen de lo que es una relación de pareja permite ajustar las expectativas y evitar frustraciones y decepciones, pues nos ayuda a estar preparados para aceptar que, como cualquier tipo de relación interpersonal estrecha, puede pasar por altibajos. Es indiscutible que todas las parejas atraviesan momentos de crisis y discusiones, y es que en el marco de una relación las dos personas que la conforman crecen, evolucionan y cambian.

Por ello, es esperable que a lo largo de una relación se vivan distintas etapas con sus propios hitos y necesidades, de las cuales se puede aprender para avanzar hacia adelante juntos. Muchas veces, cuando se comienza con una nueva pareja se vive la llamada etapa de luna de miel, por la que el otro se ve como un ser ideal carente de defectos. Con el tiempo, podemos empezar a ver de manera más realista a esa persona y tener un amor más calmado y maduro.

Este cambio hace que muchas personas tengan dudas acerca de si realmente están con una pareja potencialmente estable. Dado que siempre se habla de amor en términos de nervios y mariposas, mucha gente cree que esto es el auténtico indicador de la calidad de un vínculo de pareja. Sin embargo, hay otras pistas más realistas que pueden señalar el potencial de una pareja para mantenerse en el tiempo. En este artículo hablaremos acerca del mito del amor romántico, las posibles fases de una relación de pareja y los indicadores que pueden darnos pistas sobre la durabilidad de una relación.

El mito del amor romántico

Antes de profundizar en las etapas que atraviesan todas las relaciones de pareja, es interesante hacer mención al llamado mito del amor romántico. En la sociedad en la que vivimos estamos acostumbrados a recibir mensajes relacionados con el amor muy distorsionados y alejados de la realidad. Esto nos lleva a aceptar que amar a la pareja implica sentir que el otro es nuestra media naranja, hasta el punto de coincidir y estar de acuerdo en absolutamente todo.

Creemos que, en el amor, hay cabida para mariposas, pero no para heridas, críticas, enfados… De igual manera, asumimos que querer tiene que ver con estar continuamente con esa persona, compartiendo siempre actividades e intereses. Además, también nos han inculcado que el amor es estático e invariable y que los sentimientos y el sexo permanecen siempre igual de intensos y floridos.

Por desgracia, el mito del amor romántico es, como su propio nombre indica, sólo un mito. Es decir, sólo es una imagen distorsionada e idealizada de lo que es el amor. Por ello, nada tiene que ver con la realidad de las relaciones de pareja. Lo cierto es que las relaciones pasan por distintas fases, deben lidiar con la adversidad, no coinciden en todo y necesitan tener un espacio individual y privado ajeno a la otra persona.

Muchas veces, el hecho de asumir estas ideas como ciertas es lo que nos conduce a tener unas expectativas irreales acerca de cómo debe ser nuestra relación de pareja. Por ello, es fácil frustrarse al ver que nuestro amor no es tan ideal como nos habían prometido. Amar a una persona de manera real implica dificultades, pero también una enorme satisfacción cuando juntos se consiguen superar metas y obstáculos en sintonía. En este sentido, aceptar que toda relación implica subidas y bajadas y etapas de cambios y crisis, nos ayudará a vivir nuestras relaciones de una manera más consciente, realista y satisfactoria.

mitos-amor-romantico

¿Por qué fases pasa una pareja?

A continuación, vamos a comentar brevemente las distintas etapas en una relación de pareja.

1. Enamoramiento

La fase del enamoramiento es esa en la que el amor se vive tal y como sucede en las películas. Dos personas se conocen e inmediatamente experimentan una fuerte conexión. En este momento se produce una fusión que lleva a ambos a pasar mucho tiempo juntos, percibirse entre ellos de una manera idealizada y, en general, estar en una nube de mucho amor, deseo, pasión…

La relación se vive con una enorme ilusión, y las dos personas sienten una especie de revelación por haber conocido a su nuevo compañero sentimental, con el que parecen conectar a la perfección. En este momento se pone el foco en los aspectos positivos de la pareja, de tal manera que los negativos se obvian y apartan a un segundo plano. Sencillamente, no aparecen conflictos porque se ignoran los posibles puntos de fricción.

2. Vinculación

En esta etapa los miembros de la pareja empiezan a reclamar su espacio y su individualidad. La fusión comienza a deshacerse y la relación empieza a adoptar una dinámica más realista. La idealización y el deseo dan paso a un amor más calmado, donde ambos comienzan a conocerse más y se hacen conscientes no sólo de sus puntos en común, sino también de sus diferencias.

En este momento puede que aparezcan las primeras iniciativas para crear una vida compartida, como por ejemplo irse a vivir juntos. En este momento es habitual que aumenten las discusiones, ya que todos los puntos de fricción que se evitaban en la fase enamoramiento deben ponerse encima de la mesa a medida que la relación madura. Este punto obligará a los dos a esforzarse y trabajar para llegar a un punto de encuentro y construir una relación armónica y saludable. En esta fase de la relación entran en escena los respectivos entornos de cada miembro (amigos y familiares), lo que puede crear situaciones de conflicto que habrá que gestionar.

3. Convivencia

En esta fase de la relación se comienza a dar forma a esa nueva vida en común. El amor deja de ser única y exclusivamente afectivo-sexual, aportando también apoyo, compañía, apego, etc. Al aumentar la confianza, pueden aparecer roces en el día a día que pueden dar pie a pequeñas discusiones sobre situaciones cotidianas. Además, en este punto entran en juego las preconcepciones de cada uno y las costumbres que han traído de sus respectivas familias de origen. Por todo ello, que la relación funcione dependerá de la medida en la que ambos sepan dialogar y negociar.

4. Autoafirmación

En este punto ambos miembros de la pareja comienzan a retomar sus respectivas áreas individuales con mayor intensidad. La fusión inicial se rompe definitivamente y, en su lugar, se comienzan a crear parcelas independientes a la relación. Esto es parte del avance saludable de una relación, pues se favorece el crecimiento personal de cada uno al margen de la pareja.

5. Colaboración

En este momento es posible que la pareja ya haya formado una familia con hijos de por medio. La llegada de la descendencia es un momento crítico, pues transforma totalmente el curso de la relación. Pueden aparecer nuevos conflictos o tensiones y la intimidad de la pareja se ve claramente perjudicada, por lo que supone todo un reto mantener la conexión y el bienestar. No obstante, cuando esta crisis se supera con éxito, la pareja suele salir más afianzada que nunca. De esta manera, pueden construir proyectos y planes comunes, apoyarse y, en definitiva, vivir la vida compartida.

6. Adaptación

Las parejas que llevan unidas más de quince años son aquellas que se encuentran en un momento de adaptación. En este momento, la relación vive totalmente aferrada a la realidad, sin resquicio de las fantasías e idealizaciones del comienzo. Los dos miembros son maduros y necesitan una vida más estabilizada.

En este momento la pareja puede romperse por el mero desgaste del tiempo, pero también puede continuar y consolidarse en un formato nuevo, con una rutina adaptada a la nueva realidad sin hijos en casa. En este momento ambos pueden explorar sus intereses individuales y buscar sentirse realizados dentro de la sociedad. La pareja es la base segura desde la que afrontar el paso del tiempo, los golpes de la vida, los cambios de la edad, las dudas existenciales, etc.

fases-relacion-pareja

5 señales de que una relación puede tener futuro

A continuación, comentaremos algunos indicios que pueden señalar que una pareja puede llegar a durar en el tiempo y mantenerse estable.

1. Los dos piensan en el otro cuando están separados

Las parejas con vínculos saludables tienen parcelas independientes y trabajan en su propio desarrollo personal. Sin embargo, incluso separados piensan en el otro, le recuerdan y asocian su persona con eventos que les ocurren en esos momentos. Aunque sea de manera periférica, se tiene a la pareja en mente porque hay mucho amor y afecto hacia ella.

2. Ambos tenéis espacios separados de desarrollo

Las parejas más estables y duraderas son aquellas en las que ambos miembros tienen espacios de desarrollo individuales. Salen con amigos, hacen planes y trabajan…sin tener siempre a la otra persona pegada. Esto favorece que haya frescura en la relación, evitando el desgaste y la saturación porque cada uno puede crecer al margen del vínculo que les une.

3. Se comparte el sentido del humor

Las parejas que comparten un mismo sentido del humor y tienen bromas privadas suelen mantener un vínculo más estrecho y profundo. El humor es una forma de complicidad, por lo que las dinámicas en las que está presente suelen favorecer la armonía y la diversión en la relación.

4. Convivencia bien organizada

Muchas parejas terminan teniendo muchas fricciones en la rutina. Uno de los problemas más frecuentes suele tener que ver con el reparto desigual de las tareas y obligaciones domésticas. Cuando solo uno de los dos soporta el mayor peso de estos asuntos, es cuestión de tiempo que se sienta desgastado y surjan discusiones. Por ello, una pareja con reparto igualitario de las obligaciones comunes tiene mucho más a su favor para durar.

5. Hay estabilidad, la relación no es una montaña rusa

Las parejas que muestran subidas y bajadas muy intensas no suelen tener buen pronóstico. Al contrario del clásico “los que se pelean se desean”, la realidad es que el amor tiene más que ver con la paz y la serenidad que con la angustia, la incertidumbre y los altibajos bruscos. El problema suele ser el confundir la tranquilidad de un vínculo seguro con el aburrimiento y la monotonía, cuando en absoluto son sinónimo.

pistas-indican-relacion-pareja-tiene-futuro
Comparte:
¿Te ha gustado?
MédicoPlus Logo
MédicoPlus te acerca al mundo de la medicina. Rigor científico y médico en cada artículo. Contacta con tu médico y mejora tu salud en tu portal especializado de confianza.
  • Estilonext
  • azsalud

Suscríbete a
nuestra newsletter

Cada semana te enviamos tips de salud,
nutrición, noticias y más.

Puedes darte de baja cuando quieras.

© Copyright 2024 MédicoPlus. Todos los derechos reservados.Aviso legal,política de privacidad,cookies