Los 10 tipos de lesiones (y sus características)

Una lesión es cualquier cambio en la morfología individual por la acción de un daño interno o externo. Te presentamos los tipos más comunes.

Tipos lesiones

A pesar de todos los esfuerzos realizados por los profesionales en medicina deportiva, a día de hoy no existe una definición clara sobre qué es exactamente una lesión. Cada autor le otorga a este término un significado concreto, dependiendo del estudio abordado y de la naturaleza de los percances citados. Por ejemplo, las heridas de la piel pueden considerarse como un tipo de lesión provocada por traumatismos, pero no todos los autores las aceptan dentro de su concepción general.

Intentando llegar a un puerto común, varios profesionales en la materia han tratado de definir una lesión como “cualquier queja física o psicológica consecuencia de una competición o entrenamiento, independientemente de la necesidad de atención médica o pérdida de tiempo”. Claramente, esta descripción se asocia al ámbito deportivo, pero no necesariamente todas las lesiones suceden como consecuencia del ejercicio.

A nivel clínico, una lesión es simplemente todo cambio anormal en la morfología o estructura de una parte del cuerpo producida por un daño externo o interno. Cualquier nivel de organización se puede ver afectado: moléculas, células, tejidos, órganos y sistemas, entre otros. Con un pie dentro de esta temática tan compleja, hoy te mostramos los 10 tipos de lesiones y sus características.

¿Cómo se clasifican las lesiones?

Si entendemos una lesión como cualquier tipo de daño, podríamos describir tantas variantes de lesiones como tejidos tiene el cuerpo. Teniendo en cuenta que nuestro organismo cuenta con más de 600 músculos y 206 huesos, esta tarea sería prácticamente imposible. Por ello, categorizamos el concepto de lesión primariamente con base en unos parámetros generales, para luego destacar los tipos de lesiones deportivas más comunes que todo atleta debe conocer. Vamos a ello.

1. Según su causa

No tiene nada que ver una lesión provocada por un trastorno inmune que otra causada por un golpe. Por ello, este criterio clasificatorio funciona como “barrera de entrada” a cualquier concepto relacionado con una lesión.

1.1 Lesiones de causa externa

Las lesiones físicas externas causadas por traumatismos son los tipos más comunes. Todos hemos sufrido algún percance corriendo o realizando alguna actividad deportiva, pues, sin ir más lejos, el 25% de los deportistas presentan algún tipo de lesión muscular al menos una vez al año.

De todas formas, una lesión externa no siempre se debe a un mal movimiento o a un golpe. Entre otras causas físicas encontramos la exposición a radiación, el contacto con electricidad, la exposición al calor (quemaduras) e, incluso, las reacciones alérgicas. Además de las lesiones físicas, encontramos en las externas a las de naturaleza química, causadas por el contacto directo con una sustancia tóxica o corrosiva. Por último, las lesiones biológicas causadas por virus, bacterias y parásitos también se conciben en este bloque.

Lesión causa externa

1.2 Lesiones de causa interna

Como su propio nombre indica, en este caso el problema viene de dentro, no de fuera. Los trastornos inmunológicos, enfermedades congénitas, patologías hereditarias, trastornos metabólicos y deficiencias nutricionales pueden causar lesiones en el interior del cuerpo.

Por ejemplo, algunos trastornos autoinmunes focalizan su acción en tejidos sanos, pues los linfocitos identifican como foráneas y amenazantes partes del propio organismo. Así, en este tipo de patologías, las células inmunitarias provocan lesiones en tejidos perfectamente normales.

2. Según el tiempo de desarrollo

Es otro de los parámetros a tener en cuenta a la hora de clasificar una lesión. Te presentamos las categorías dentro de este bloque en las siguientes líneas.

2.1 Lesiones agudas

Son aquellas que suceden de forma rápida y brusca, es decir, justo en el momento en el que se está practicando la acción dañina. Un esguince, una fractura o una distensión de espalda se pueden colocar en el tiempo perfectamente por parte del paciente: en cuanto aparecen, se nota de forma evidente que algo no va bien.

2.2 Lesiones crónicas

Por el contrario, una lesión crónica es aquella que aparece de forma paulatina, después de practicar repetidamente una actividad demasiado demandante para un tejido. Los problemas en las rodillas, las lesiones en el Tendón de Aquiles y la hinchazón muscular son ejemplos de ello. El paciente se va sintiendo progresivamente peor, pero no hay un momento concreto en el que se produzca la lesión (aunque sí puede hacerse más vigente o empeorar de forma drástica en un punto).

3. Las lesiones deportivas más comunes

Una vez hemos explorado la naturaleza de las lesiones en diversos frentes, es hora de sumergirnos en el mundo de los ejemplos, teniendo en cuenta las quejas y dolencias más comunes entre deportistas y afines.

3.1 Contusión

Una contusión es un tipo de lesión física no penetrante sobre el cuerpo, generalmente causada por la acción de objetos duros de superficie obtusa o roma, que generan daños sobre la zona en la que se ha aplicado la fuerza.

En este caso, hablamos de lesiones que se producen a nivel muscular. Estas se pueden presentar en forma de dolor agudo, hematomas, inflamación y un ligero edema. Se diferencian de la herida en que es un tipo de lesión cerrada, así que la piel permanece intacta en todo el proceso (no hay un corte o discontinuidad epidérmica).

Contusión

3.2 Calambre

Se trata de una contracción repentina de un músculo que genera un dolor súbito y punzante durante unos segundos. Después del pico de malestar, este dolor remite casi en su totalidad, pero puede pasar un rato hasta que se normalice del todo el tejido implicado.

En la mayoría de los casos, los calambres son benignos y responden a una actividad física demandante o, en su defecto, suceden en momentos de reposo nocturno por causas desconocidas. Una minoría de los calambres pueden ocurrir por trastornos musculoesqueléticos graves o problemas neurológicos.

3.3 Contractura

Una contractura muscular es, como su propio nombre indica, una contracción muscular continuada e involuntaria. El esfuerzo ejercido para mantener el músculo contraído es grande y, por tanto, este se encuentra en constante tensión y puede causar diversos síntomas en el paciente.

Los síntomas habituales de una contractura muscular son el dolor y la limitación de movimiento en la zona afectada, pero también pueden causar malestar y rigidez en articulaciones y debilidad en la musculatura afectada. La contractura puede aparecer durante un esfuerzo, tras el esfuerzo o presentarse de forma residual.

Contractura

3.4 Distensión

La distensión muscular se presenta cuando un músculo es sometido a un esfuerzo excesivo y se produce un desgarro. Este evento provoca síntomas en el paciente como dolor y dificultad del movimiento lesionado, hematomas y cambios de color en la piel e hinchazón localizada en el área afectada.

Las distensiones suelen surgir tras una actividad o esfuerzo excesivos, por un calentamiento inadecuado antes de realizar un ejercicio o, en su defecto, por una falta de flexibilidad individual.

3.5 Rotura fibrilar

También conocida como desgarro muscular, la rotura fibrilar consiste en la rotura de más o menos fibras que configuran el tejido muscular. La gravedad de este tipo de lesión depende del músculo y número de fibras que se han roto, lo que determina también el tiempo de recuperación: una rotura leve tarda en sanar de 8 a 10 días, una moderada se demora a las 2 o 3 semanas y, por último, una grave no se soluciona del todo hasta que pasen 2 o 3 meses.

Rotura fibrilar

3.6 Tendinitis

La tendinitis es una lesión del tendón que se caracteriza por la inflamación, irritación o hinchazón del mismo. La sobrecarga de la zona afectada, el esfuerzo continuado en el tiempo, la edad y ciertas enfermedades (como la diabetes y la artritis reumatoide) pueden fomentar su aparición.

Resumen

Te hemos presentado los tipos de lesiones con base en sus causas, duración y situación en la que aparecen. De todas formas, recordamos que una lesión es prácticamente cualquier cambio anatómico que se produzca en una célula, tejido u órgano por la acción de un daño, tanto interno como externo. Por ello, está claro que una contractura muscular es un tipo de lesión, pero una llaga en la boca o una úlcera gástrica también se engloban en la acepción más amplia del término.

Así pues, casi cualquier daño a nivel tisular que se te ocurra se puede concebir como una lesión. Te hemos contado algunos de los más usuales en la práctica deportiva, pero existen muchísimos más tipos de lesión, cuya gravedad depende del agente etiológico, las estructuras dañadas y la posibilidad (o no) de recuperación.

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