Las 7 diferencias entre un quiropráctico y un fisioterapeuta

Ambas disciplinas son muy importantes para la rehabilitación física y solucionan dolencias de distintas partes del cuerpo, pero están especializadas en el tratamiento de patologías diferentes.

Diferencias quiropráctico fisioterapeuta

Las lesiones, molestias y patologías osteomusculares, es decir, todas aquellas que afectan a los huesos, músculos y ligamentos del cuerpo, están entre las dolencias con una mayor incidencia en la población y, de hecho, son la primera causa de baja laboral.

Tendinitis, artrosis, lumbalgia, luxaciones, fracturas, roturas musculares, contracturas, ciática, hernias discales, fascitis plantar… Hay infinidad de patologías, así como procesos de rehabilitación después de una cirugía o de un accidente, que requieren de la intervención de los profesionales del sistema locomotor humano.

Preservar la salud de nuestros huesos, articulaciones, ligamentos, músculos y tendones es primordial para gozar de salud tanto física como emocional. Y, en este contexto, los fisioterapeutas y los quiroprácticos son quienes nos ayudan a conseguirlo.

Pero estas dos profesiones, a menudo consideradas erróneamente como sinónimos, son distintas, pues la formación es diferente y los problemas de salud que tratan, así como el modo de abordarlos, tampoco son iguales. Por ello, en el artículo de hoy y con el objetivo de responder a todas las dudas que se puedan tener, veremos las principales diferencias entre un fisioterapeuta y un quiropráctico.

¿Qué es un fisioterapeuta? ¿Y un quiropráctico?

Antes de detallar sus diferencias, es importante definir ambas profesiones. A grandes rasgos, ambos son profesionales que previenen y tratan problemas de salud relacionados con el sistema osteomuscular humano, los cuales siempre suelen consistir en lesiones, rehabilitaciones post cirugía y tratamiento de dolencias traumáticas. Habiendo dejado claro esto, definamos cada una de ellas.

La Fisioterapia: ¿qué es?

La Fisioterapia es una disciplina englobada dentro de las ciencias de la salud que consiste en la aplicación, a través de un profesional conocido como fisioterapeuta, de terapias tanto manuales como físicas para diagnosticar, prevenir y tratar dolencias de los músculos, ligamentos, articulaciones, tendones y huesos.

En definitiva, la Fisioterapia es una ciencia de la salud de carácter multidisciplinar, en el sentido que se relaciona con campos de la Medicina como la traumatología, la neurología, la dermatología, la cardiología e incluso la salud mental, pues el sistema osteomuscular está estrechamente relacionado con todos los órganos y tejidos del cuerpo.

En este sentido, un fisioterapeuta es el personal capacitado para aplicar terapias manuales y físicas para mantener la salud muscular y locomotora del cuerpo. Por un lado, las terapias manuales consisten en sesiones de masajes, kinesioterapia (movimientos del cuerpo sin que el paciente realice contracciones musculares voluntarias), tratamiento de lesiones musculares y óseas (problemas de rodilla, dolor de espalda y cuello, contracturas, roturas musculares, lesiones de cadera…), introducción de posturas para cuidar las articulaciones, estiramientos, desobstruir las vías respiratorias, potenciar el suelo pélvico…

Y, por otro lado, las terapias físicas consisten en técnicas de hidroterapia (ejercicios en el agua), electroterapia y ultrasonidos (aplicación de corrientes eléctricas y ultrasonidos para curar problemas neuromusculares), crioterapia (uso del frío), termoterapia (uso del calor)...

En resumen, un fisioterapeuta es la persona formada y capacitada para diagnosticar, prevenir y tratar cualquier lesión de carácter osteomuscular, detectando la lesión y aplicando terapias tanto manuales como físicas para que esa parte del cuerpo recupere su estado fisiológico normal.

Terapias físicas
Los fisioterapeutas aplican terapias físicas, además de manuales.

La Quiropráctica: ¿qué es?

La Quiropráctica, también conocida como quiropraxia, es una disciplina propia (no es una rama de la Fisioterapia) englobada dentro de las ciencias de la salud cuya especialidad es detectar, analizar y corregir los problemas que pueden existir en la columna vertebral, es decir, arreglar las subluxaciones vertebrales.

Estas subluxaciones vertebrales son alteraciones en la alineación de una o más de las vértebras de la columna vertebral. La quiropráctica basa todo su objeto de estudio en que los problemas en la columna vertebral pueden derivar en molestias en cualquier otra parte del cuerpo, algo que está totalmente confirmado.

Y es que la columna vertebral, formada por un total de 33 vértebras, es el núcleo del sistema óseo humano. Su función es la de proteger a la médula espinal, la cual forma parte del sistema nervioso central y, en esta columna, se ramifica en todos los otros nervios periféricos que conectan el cerebro con literalmente todos los otros órganos y tejidos del cuerpo.

Por lo tanto, no es de extrañar que las subluxaciones vertebrales tengan consecuencias en nuestra salud física y emocional. Corregir estos problemas de la columna vertebral puede ayudar a corregir posturas, reducir el dolor, mejorar la circulación sanguínea, fortalecer los músculos, etc.

En resumen, un quiropráctico no trata las dolencias del sistema osteomuscular, sino que corrige las desviaciones de la columna vertebral para así mejorar la salud de otros sistemas del organismo.

¿En qué se diferencian la fisioterapia y la quiropráctica?

Habiendo definido ambas profesiones, ya va quedando claro en qué se diferencian, pero ahora lo veremos mucho mejor. Estos son los aspectos clave que determinan que, pese a sus semejanzas, sean dos disciplinas muy distintas.

1. La formación es diferente

La Fisioterapia y la Quiropráctica no son solo dos profesiones distintas, sino que su formación también es diferente. Para ejercer como tal, hay que cursar un grado determinado. En el caso de los fisioterapeutas, han estudiado el grado de Fisioterapia, el cual se completa en cuatro años. Por otro lado, un quiropráctico es aquella persona que se ha graduado en Quiropráctica, un grado propio con una duración de 5 años que se cursa en pocas universidades pero que es altamente respetado internacionalmente.

2. Se centran en estructuras distintas

Como hemos comentado cuando las analizábamos individualmente, la Fisioterapia se centra en el diagnóstico, prevención y tratamiento de lesiones en el aparato osteomuscular, lo que engloba todas aquellas patologías que pueden sufrirse en músculos, ligamentos, tendones, huesos y articulaciones. Por lo tanto, un fisioterapeuta detecta patologías osteomusculares muy concretas y aplica terapias en la zona dañada para que esta recupere su fisiología.

La Quiropráctica, en cambio, no se centra en las lesiones osteomusculares. Se especializa únicamente en los problemas de la columna vertebral, es decir, en las subluxaciones de las vértebras que, en efecto, pueden dar lugar a molestias en cualquier otra parte del cuerpo, pero no solo a nivel de aparato locomotor, sino neurológico, respiratorio, cardiovascular, etc.

En resumen, la Fisioterapia centra su estudio en el aparato osteomuscular, mientras que la Quiropráctica lo hace en el correcto funcionamiento del sistema nervioso, donde el componente óseo de la columna vertebral tiene una enorme importancia.

Quiropráctico
Los quiroprácticos realizan ajustes de la columna vertebral.

3. El quiropráctico no trata síntomas

Otra de las grandes diferencias es que el fisioterapeuta trata síntomas y el fisioterapeuta no. Es decir, el fisioterapeuta detecta problemas en cualquier parte del sistema osteomuscular y, dependiendo de los síntomas que vea, aplicará unas terapias u otras. Es decir, si nos hemos operado de la rodilla y tenemos que recuperar la movilidad, se centrará en la rodilla. Y si nos duele el cuello, hará terapias para relajar la musculatura.

En cambio, a un quiropráctico “no le importan” los síntomas, en el sentido que, aunque puedan ayudarle a saber qué problema tiene su paciente, él irá directamente a buscar algún desajuste en la columna vertebral para corregirlo.

En resumen, un fisioterapeuta trata después de ver los síntomas, mientras que un quiropráctico trata después de analizar las alineaciones de la columna vertebral que, en efecto, llevan a esos síntomas. En otras palabras, cuando nos duele el cuello, el fisioterapeuta trata el cuello; pero cuando vamos al quiropráctico porque nos duele el cuello, no tratará el cuello (o sí, depende), sino que quizás tendrá que ajustar una de las vértebras de la zona lumbar, por poner un ejemplo.

4. El fisioterapeuta no aborda problemas neurológicos

Como ya hemos visto, la Fisioterapia tiene su centro de estudio en el sistema osteomuscular humano, pues trata las lesiones en músculos, huesos, tendones, ligamentos, etc. Por lo tanto, es muy útil para tratar y prevenir dolencias del aparato locomotor, pero su impacto a nivel neurológico, más allá del bienestar emocional, es bajo.

En cambio, un quiropráctico, que se centra en el sistema nervioso central, sí que tiene, evidentemente, impacto a nivel neurológico. Mediante las correcciones de las vértebras, el quiropráctico busca mejorar la salud del sistema nervioso, pues este tiene implicaciones en toda la fisiología.

En resumen, un fisioterapeuta aborda problemas del aparato locomotor, mientras que un quiropráctico aborda problemas neurológicos que pueden derivar en problemas del aparato locomotor pero cuya solución pasa por ajustar la columna vertebral, no por tratar las dolencias directamente en el sistema muscular y esquelético.

5. La fisioterapia se personaliza más en el paciente

Como podemos ver, un fisioterapeuta se centra más en el paciente, en el sentido que, para tratar la lesión, debe tener una visión más íntegra tanto de su fisiología como de las causas que le han llevado a padecer ese problema. Solo así se consigue que las terapias manuales y físicas funcionen.

Un quiropráctico, en cambio, no se personaliza tanto en el paciente, pues de poco sirve saber de dónde viene o qué le ha llevado a sufrir ese problema. Lo único que importa es que las vértebras estén alineadas, y en esto no hay subjetividad que valga.

En resumen, pese a que esto no significa en absoluto que sean profesionales más fríos, la quiropráctica no es una disciplina tan personalizada como la fisioterapia, pues basta con corregir las desviaciones de la columna vertebral, mientras que en esta fisioterapia, es necesario tener una visión general de todo el cuerpo del paciente. Quiropráctica es igual a columna vertebral. Fisioterapia, a toda la fisiología.

6. La quiropráctica cura; la fisioterapia previene

Todo lo que hemos visto nos lleva a la conclusión de que la quiropráctica únicamente se dedica a curar, pues con sus famosos “crujidos”, corrige las desviaciones en la columna vertebral, resolviendo así, de forma más o menos larga, el problema del paciente.

La fisioterapia, en cambio, al abordar directamente el músculo, ligamento, tendón, hueso o articulación dañado, puede, además de curar la lesión, prevenir que esta vuelva a suceder.

7. La fisioterapia va de la mano con otras especialidades médicas

Recordemos que la Quiropráctica, aunque sea menos conocida, es tremendamente respetada por todos los profesionales de la salud. De todos modos, es cierto que los médicos de distintas especialidades (traumatología, neurología, pediatría, cardiología, geriatría…) tienen más tendencia a derivar a sus pacientes a fisioterapeutas. Los quiroprácticos, en cambio, suelen ir más por libre, en centros quiroprácticos o sobre todo en consultas privadas.

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