Los 16 tipos de ríos (y sus características)

Los ríos pueden clasificarse en distintos tipos en función de su geometría, periodo de actividad y condiciones del transporte sólido. Veamos las características de todos ellos.

Tipos ríos

En la Tierra hay 246 ríos con más de 1.000 km de longitud. Pero está claro que, del primer al último río del mundo, todos ellos son importantes no solo como pieza clave de la topografía del planeta, sino como protagonistas dentro del equilibrio entre ecosistemas, siendo fuente de agua y, por lo tanto, de vida.

Siendo fuente de agua potable y para las actividades agrícolas, recurso energético y vía de transporte, los ríos han sido, son y seguirán siendo parte indispensable de nuestro progreso como especie. Por desgracia, la actividad humana está haciendo que su integridad se vea amenazada, así como las especies de plantas y animales que los habitan.

Estos sistemas dulceacuícolas que consisten en flujos de agua que fluyen, por acción de la gravedad, desde su nacimiento en las montañas hasta su desembocadura en el mar, contienen menos del 3,5% del agua total de la Tierra, pero no por ello son menos importantes.

Y en el artículo de hoy, además de entender y definir exactamente qué es un río, veremos cómo estos se clasifican en función tanto de su geometría como de su periodo de actividad, así como de las condiciones del transporte sólido que realizan. Empecemos.

¿Qué son exactamente los ríos?

Los ríos son sistemas dulceacuícolas en los que el agua fluye, por acción de la gravedad y a través de unas depresiones en la corteza terrestre, desde su nacimiento en las montañas hasta su desembocadura en el mar, en un lago o en otro río más grande. Todos ellos, en conjunto, conforman lo que se conoce como ecosistema fluvial.

Un río, pues, es un flujo de agua que circula como una corriente natural de agua dulce que fluye con continuidad por un cauce presente en la corteza terrestre, pasando por su curso alto, medio y bajo, y teniendo un caudal concreto, que queda definido como la cantidad de agua que fluye por una sección del cauce concreta por unidad de tiempo.

Como ya hemos mencionado, un río no tiene por qué desembocar en el mar. Algunos pueden hacerlo en un lago, en otro río más grande (si sucede esto se conoce como afluente) e incluso en zonas desérticas donde el agua, por evaporación o por infiltración en la tierra, se pierde.

Los ríos modelan el paisaje a través de la erosión de las rocas y la depositación de sedimentos, formando lo que se conoce como modelado fluvial y abriendo valles en zonas montañosas que determinan la topografía de una cuenca hidrográfica concreta.

Y, aunque contengan menos del 3,5% del agua total de la Tierra (el 96,5% restante corresponde a mares y océanos), más de 126.000 especies diferentes de peces, plantas, reptiles, moluscos, insectos y mamíferos habitan los ríos de nuestro planeta.

¿Cómo se clasifican los ríos?

Ahora que ya hemos entendido qué es exactamente un río, ha llegado la hora de ver cómo se clasifican y qué tipos distintos existen. Hay muchos parámetros clasificatorios para los ríos. Nosotros hemos rescatado los tres que consideramos más representativos, por lo que veremos los diferentes tipos de ríos según su geometría, periodo de actividad y condiciones del transporte sólido. Vamos allá.

1. Según su geometría

Empezamos con la que es la clasificación más extensa pero también, seguramente, la más relevante de todas. Este parámetro describe diferentes tipos de ríos en función tanto de su forma como de la región de su curso en la que se encuentra. Veamos los nueve tipos de ríos clasificados según su geometría.

1.1. Río rectilíneo

Su nombre lo dice todo. Los ríos rectilíneos tienen un cauce similar a una línea recta. Evidentemente, no son perfectamente rectos, pero sí que tienen un canal principal con pocas bifurcaciones en el que el agua fluye de forma bastante lineal. Esto hace que el agua fluya con más velocidad y que, por lo tanto, tengan una fuerza mayor y su capacidad de erosión sea también más intensa.

1.2. Río meándrico

Un río meándrico es aquel que tiene una geometría basada en meandros. Los meandros son una región del curso medio de un río en el que este fluye por su cuenca siguiendo una forma de S. Tiene una forma de curva pronunciada y son más frecuentes en las llanuras aluviales, pues su aparición se ve favorecida por la pendiente escasa. Sea como sea, en estos ríos, tienen lugar procesos tanto de sedimentación como de erosión: en la zona interna de la curva se sedimentan los sólidos y en la zona externa de la curva se produce la erosión del terreno.

Río meándrico

1.3. Río sinuoso

Un río sinuoso es aquel que está a medio camino entre uno rectilíneo y uno meándrico. Su geometría se aparta de la forma rectilínea, pero su trazado no es de una S como en los meandros. Los ríos sinuosos presentan sinuosidad, pero no es tan pronunciada como en los meándricos. Tienen lugar también fenómenos de sedimentación y erosión, aunque la sedimentación no es tan intensa como en los meandros.

1.4. Río en manglar

Un río en manglar es aquel que conforma un ecosistema en el que los árboles crecen en contacto estrecho con el agua del mar, teniendo así especies vegetales que toleran la salinidad. Es una transición entre los ecosistemas dulceacuícolas, terrestres y marítimos. Son ríos propios de latitudes tropicales y subtropicales en los que el río desemboca al mar “inundando” las costas.

1.5. Río en pantano

Un río en pantano es aquel que desemboca en una ciénaga, formando así una capa de agua estancada, poco profunda y sin prácticamente movimiento, cosa que favorece un desarrollo de poblaciones microbianas y vegetales muy densas. Muchas veces, en lugar de ser un punto muerto en el que desemboca, es lo que se conoce como brazo muerto.

Los brazos muertos son pequeños pantanos que se forman cuando un río meándrico corta el cuello de una curva de un meandro para acortar su curso. Una parte del río queda separada, en principio, para siempre, haciendo que se forma una ciénaga con forma generalmente de media luna y sin flujo de agua.

1.6. Río en delta

Un río en delta es aquel que desemboca al mar a baja velocidad. Esto hace que su tasa de sedimentación sea muy alta, por lo que se acumulan sustancias sólidas en la desembocadura que hacen que el río llegue al mar a través de diferentes canales pequeños.

1.7. Río en estuario

Un río en estuario es el caso contrario al anterior. Son aquellos que desembocan al mar a alta velocidad, por lo que su tasa de sedimentación es muy baja. Esto hace que no puedan formarse pequeños canales, sino que el río desemboque al mar a través de un único canal. Los sedimentos, pues, se depositarán en el mar, no en la desembocadura.

Río estuario

1.8. Río con islas

Un río con islas es aquel que presenta una geometría en la que están incluidas islas fluviales, es decir, que tiene masas de tierra en medio de su curso fluvial. A diferencia de las islas marítimas, estas islas fluviales suelen formarse por acumulación de depósitos y sedimentos del propio río, pero no por la acción erosionante de su cauce. Suelen ser islas pequeñas, aunque en el río Araguaia, en Brasil, tenemos la isla fluvial del Bananal, que tiene una extensión de 19.162 km².

1.9. Río anastomosado

Un río anastomosado es aquel que presenta una geometría en la que no hay un canal principal, sino que el cauce discurre como la suma de pequeños canales separados por islas fluviales. El río, pues, es la suma de canales que se entrelazan entre ellos. Su capacidad erosionante es mucho menor, pero tienen un poder de sedimentación mayor.

2. Según su periodo de actividad

Cambiamos de parámetro y pasamos a ver los diferentes tipos de ríos según su periodo de actividad, es decir, en función de cómo varía su caudal (que ya hemos dicho que es la cantidad de agua que fluye por una sección del cauce concreta por unidad de tiempo) a lo largo del tiempo. En este sentido, tenemos cuatro tipos de ríos: perennes, estacionales, transitorios y alóctonos.

2.1. Río perenne

Un río perenne es aquel que no presenta cambios importantes en su caudal a lo largo del año. Se encuentran en cuencas hidrográficas con tasas constantes de precipitaciones y lluvias abundantes, por lo que siempre reciben la misma cantidad de agua.

Río perenne

2.2. Río estacional

Un río estacional es aquel que presenta importantes variaciones en su caudal a lo largo del año. Se encuentran en cuencas hidrográficas con una marcada estacionalidad, por lo que hay importantes diferencias entre las épocas de precipitaciones (el caudal es alto) y las de sequía (el caudal es bajo). Son propios de zonas de montañas.

2.3. Río transitorio

Un río transitorio es aquel que puede desaparecer durante meses e incluso años. Se encuentran en climas muy secos (o directamente desérticos), por lo que solo emergen cuando las precipitaciones lo permiten. El resto del tiempo, no hay caudal de agua, así que no hay río. El problema es que cuando hay lluvias torrenciales, pueden ser muy destructivos.

2.4. Río alóctono

Un río alóctono es aquel que atraviesa zonas desérticas o muy secas pero que tiene su origen en regiones con tasas altas de precipitación. Un claro ejemplo de ello es el Río Nilo, el cual, si bien presenta gran parte de su recorrido por el desierto, nace en el corazón de un bosque tropical en Ruanda.

3. Según las condiciones del transporte sólido

Llegamos al final de nuestro viaje y analizamos el último de los parámetros, aquel que clasifica a los ríos en función de las condiciones del transporte sólido. Es decir, según si predominan los fenómenos de sedimentación (deposición de sólidos) o de erosión (desgaste de la superficie terrestre). En este sentido, tenemos tres tipos de ríos: estables, depositantes y erosionantes.

3.1. Río estable

Un río estable es aquel en el que, debido a su geometría y condiciones (especialmente en lo que a pendiente se refiere), presenta un equilibrio entre la sedimentación y la erosión. No varían mucho (de ahí el nombre), ya que ambos procesos se contrarrestan.

3.2. Río depositante

Un río depositante es aquel en el que, debido a una velocidad baja, predomina la sedimentación. Tiene una baja capacidad de erosión pero muchas sustancias sólidas, al viajar con poca fuerza, se depositan en su cuenca.

3.3. Río erosionante

Un río erosionante es aquel en el que, debido a una velocidad alta, predomina la erosión. Como viaja con mucha fuerza, no solo es que las sustancias sólidas no puedan sedimentar, sino que provoca el desgaste de la superficie terrestre sobre la que fluye. Un ejemplo extremo de río erosionante es el Río Colorado, que tras millones de años de erosión, ha hecho que se formen depresiones de hasta 1,5 km de profundidad, conformando así El Gran Cañón.

Río erosionante
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