Los 11 efectos negativos para la salud de dormir mal

Dormir las horas necesarias y que estas sean de calidad es imprescindible para garantizar un buen estado de salud tanto físico como mental.

Dormir mal

Casi el 50% de los adultos tienen problemas para conciliar el sueño o para mantenerlo. Y en gran parte, esto es debido a que no cuidamos nuestra salud del sueño del mismo modo que vigilamos la alimentación o procuramos hacer deporte.

Dormir bien es el pilar de toda vida saludable. Si no dormimos las horas necesarias y/o el sueño no es de calidad, nuestra salud empieza a resentirse y aparecen problemas tanto a corto como a largo plazo. Adoptar hábitos de vida que ayuden a mejorar el sueño y alejarse de todos aquellos que pueden interferir en la calidad de este es imprescindible.

Y es que tener dificultades para dormir se traduce rápidamente en problemas de salud, tanto a nivel físico como mental. Aumenta el riesgo de desarrollar todo tipo de enfermedades e incluso se ve afectado nuestro estado anímico.

Por ello, en el artículo de hoy haremos un repaso de los principales efectos negativos que tiene dormir mal para la salud, además de detallar cómo podemos mejorar nuestra salud del sueño.

¿Cómo conseguir un sueño saludable?

Pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo. El sueño es parte vital de nuestros ciclos biológicos y es de suma importancia cuidarlo para disfrutar de un óptimo estado de salud. Y es que es durmiendo que nuestro cuerpo se regenera y renueva.

Por lo tanto, hay que hacer todo lo que esté en nuestras manos no solo para conseguir dormir las horas necesarias, sino que estas sean de calidad. Irse a dormir y despertarse siempre a la misma hora, hacer deporte pero no más tarde de las 19:00 h, si se hacen siestas procurar que sean de menos de 30 minutos, evitar la cafeína por la tarde, no fumar ni beber, evitar las cenas pesadas, no beber mucho líquido antes de dormir, reducir el consumo de azúcar, no estar consultando el móvil a altas horas de la noche, salir a la calle cuando hace sol, eliminar el ruido de la habitación, procurar que la temperatura sea correcta (ni mucho frío ni mucho calor), no estar en la cama dando vueltas, escuchar música o meditar...

Todos estos consejos nos ayudan tanto a que los niveles hormonales se ajusten para que nos sea más sencillo conciliar el sueño como a que nada interfiera en la calidad de este. Cuantas más pautas se respeten, más saludable será tu sueño y menos probabilidades habrá de que desarrolles los problemas de salud que veremos a continuación.

¿Cuánto tenemos que dormir?

No hay una cifra exacta de horas necesarias, pues depende tanto de la edad como de la fisiología de cada persona. De todos modos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio las siguientes indicaciones.

Los adultos deben dormir entre 7 y 9 horas cada día. Los adolescentes, jóvenes de entre 10 y 17 años, deberían dormir entre 8 horas y media y 9 horas y media cada día para conseguir un buen rendimiento a lo largo del día. Los niños en edad escolar, de 5 a 10 años, necesitan entre 10 y 11 horas de sueño para garantizar un correcto desarrollo. Los niños en edad preescolar, entre 11 y 12 horas de sueño. Y los recién nacidos necesitan dormir entre 16 y 18 horas diarias.

No respetar estos horarios tiene un grave impacto en la salud. En el caso de los adultos, la OMS alerta que dormir menos de 6 horas al día abre la puerta a todo tipo de problemas tanto físicos como mentales. A continuación los presentaremos.

¿Qué problemas para la salud trae dormir mal?

Problemas gástricos, bajo rendimiento, trastornos del estado de ánimo, aumento del riesgo de desarrollar enfermedades… No dormir las horas recomendadas y/o no lograr que el sueño sea profundo trae consigo todo tipo de problemas de salud, tanto a nivel físico como mental.

Debemos cuidar nuestra salud del sueño del mismo modo que todos los otros hábitos de vida saludable. De nada sirve comer bien, hacer deporte, no fumar, etc, si esto no se complementa con unos buenos patrones de sueño.

A continuación presentamos todas las consecuencias negativas para la salud que tiene dormir mal, detallando la sintomatología y las complicaciones vinculadas.

1. Aumento de la presión arterial

La privación de sueño, ya sea por dormir pocas horas o porque el sueño no llegue a ser de calidad, ha demostrado estar relacionado con un incremento en la presión arterial. Que la sangre fluya con demasiada fuerza a través de los vasos sanguíneos, situación que se conoce como hipertensión, está vinculada a su vez con el desarrollo de muchas otras enfermedades cardiovasculares.

2. Enfermedades cardiovasculares

Cuanta mayor sea la afectación al sueño y más prolongada sea en el tiempo, la presión arterial alta cada vez hará más probable el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, que son la principal causa de muerte en todo el mundo.

Dormir mal aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca, problemas en los vasos sanguíneos… Todas estas patologías son graves y son responsables de unas 15 millones de defunciones cada año en todo el mundo.

3. Accidente cerebrovascular

Relacionado con la afectación a la salud cardiovascular, los problemas para dormir también incrementan el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, más popularmente conocido como ictus. Se trata de una emergencia médica en la que el flujo de sangre al cerebro se ve interrumpido, por lo que las neuronas empiezan a morir.

De no actuar inmediatamente, hay muchas probabilidades de que la persona termine con discapacidades permanentes a causa de los daños cerebrales e incluso puede acabar con la muerte. De hecho, es la tercera causa de defunción en el mundo.

4. Tendencia al sobrepeso

Dormir mal incrementa el riesgo de desarrollar sobrepeso y obesidad. Y es que debido a la falta de energía causada por la privación de sueño, las personas que duermen mal son más propensas a comer más durante y el día y a elegir alimentos menos saludables, con muchas calorías y ricos en azúcar y grasas saturadas y transgénicas. Y este sobrepeso está vinculado a todo tipo de problemas de salud: enfermedades cardiovasculares, problemas óseos, diabetes...

5. Ansiedad

Se ha observado que las personas con problemas para dormir son más propensas a sufrir ansiedad en el día a día, pues la privación de sueño afecta a nuestra capacidad para responder de manera coherente a los problemas con los que nos podemos encontrar. Es común que los que tienen trastornos del sueño estén más afectados por el estrés, cosa que puede derivar en ansiedad.

6. Depresión

Los problemas para dormir, debido a los desajustes hormonales que provocan, interfieren enormemente en nuestro estado de ánimo. Es común que las personas que duermen mal se sientan con menos energía, lo que deriva en unos sentimientos de tristeza que pueden llegar incluso a convertirse en trastornos graves del estado anímico como es la depresión.

7. Cansancio e irritabilidad

Dormir mal hace que nos sintamos más cansados, pues nuestro cuerpo no tiene tiempo para renovarse correctamente y notamos que nos falta energía. Del mismo modo, provoca que estemos más irritables, con todos los problemas en las relaciones personales y profesionales que esto puede causar.

8. Aumenta el riesgo de diabetes tipo 2

Dormir mal provoca todo tipo de desajustes hormonales que, junto con los problemas que acabamos de ver, pueden derivar en el desarrollo de diabetes tipo 2, una enfermedad crónica potencialmente mortal que requiere de tratamiento de por vida. Se trata de un trastorno endocrino en el que las células se vuelven resistentes a la acción de la insulina, una hormona que regula los niveles de glucosa en sangre. Esto provoca que haya azúcar libre circulando por la sangre, una condición grave que debe frenarse con inyecciones de insulina para evitar problemas mayores.

9. Aumenta el riesgo de cáncer

Dormir mal incluso aumenta el riesgo de desarrollar cáncer. Y es que aunque el impacto no sea tan grande como el de otros agentes cancerígenos, se ha demostrado que las personas con problemas de sueño tienen más probabilidades de sufrir cáncer colorrectal y de mama.

10. Afectación a la salud ósea

Los problemas para dormir aumentan el riesgo, especialmente entre la población más adulta, de desarrollar osteoporosis, una enfermedad de los huesos en la que se va perdiendo la densidad ósea, aumentando así el riesgo de sufrir fracturas.

11. Problemas renales

A causa de la afectación a la salud cardiovascular, dormir pocas horas o que el sueño no sea de calidad compromete la funcionalidad de los riñones, unos órganos vitales que se encargan de filtrar la sangre y desechar las sustancias tóxicas, eliminando después los compuestos nocivos a través de la orina.

Con el tiempo, este daño a los riñones puede derivar en el desarrollo de distintas enfermedades renales, las cuales son trastornos crónicos que ponen en peligro la vida de la persona y que pueden terminar con la necesidad de realizar un trasplante de riñón.

Referencias bibliográficas

  • Orzeł Gryglewska, J. (2010) “Consequences of sleep deprivation”. International Journal of Occupational Medicine and Environmental Health.
  • National Institute of Health. (2011) “Your Guide to Healthy Sleep”. U.S. Department of Health and Human Services.
  • National Institute of Health. (2013) “Sueño saludable”. U.S. Department of Health and Human Services.
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