Los 11 huesos de la cadera y pelvis (y sus funciones)

La cadera y la pelvis están formadas por distintos huesos y articulaciones que, trabajando de forma conjunta, permiten la locomoción, aguantan el peso del cuerpo y protegen órganos internos.

Cadera

La cadera es una articulación donde se une el fémur (el hueso del muslo) con la pelvis, encajando, gracias a la forma esférica de la parte terminal de este hueso, en una cavidad de la pelvis. La pelvis, a su vez, está formada por distintos huesos que participan en funciones muy importantes en el cuerpo y que, sin embargo, son propensos a sufrir patologías.

La cadera y la pelvis, que es la región inferior del tronco con una forma de embudo y donde termina la columna vertebral, tienen el objetivo de permitir la articulación del tronco inferior, aguantar el peso corporal, resistir las fuerzas de compresión, proteger a los órganos internos (especialmente los sexuales) y transmitir parte del peso a las piernas.

Por lo tanto, cumple con funciones tanto mecánicas como de protección. Por ello, además de estar formadas por músculos, ligamentos y tejidos que permiten esta funcionalidad, disponen de huesos que dan la robustez y grado de articulación necesarias. En el artículo de hoy analizaremos individualmente los huesos que conforman la cadera y la pelvis.

¿Cómo es la anatomía de la pelvis y la cadera?

Partes de la cadera

Tendemos a confundir pelvis y cadera, creyendo que son sinónimos. Pero lo cierto es que la cadera es únicamente la articulación que conecta fémur y pelvis, la cual sí que es la estructura ósea con forma de embudo que tenemos al final del tronco superior.

Algunas de las enfermedades relacionadas con el envejecimiento más frecuentes están precisamente relacionadas con problemas en los huesos de la cadera y la pelvis (fracturas, distensiones, dislocaciones…), por lo que es importante conocer cuáles son estas estructuras óseas. A continuación las presentamos.

1. Ilion

El ilion es el hueso más grande de la pelvis. Junto con el isquion y el pubis, conforman la estructura principal de la cadera y la región que le da su forma característica: el conocido como hueso coxal. El ilion es un hueso ancho y con una forma similar a un abanico, formando una especie de alas que se extienden de forma lateral a cada uno de los lados de la columna vertebral.

Además de la protección mecánica que ofrece y de soportar gran parte del peso corporal, sirve de punto de anclaje para muchos músculos y ligamentos. Una de sus regiones más importantes es la cresta ilíaca, que analizaremos más adelante. El ilion comunica por la región anterior (por delante) con el pubis y por la región posterior (por detrás) con el isquion.

2. Cresta ilíaca

La cresta ilíaca es el borde las alas de cada uno de los dos huesos ilion. Por lo tanto, la cresta ilíaca constituye la prominencia de la cadera y su importancia, más allá de seguir con las funciones del ilion, está más relacionada con el ámbito clínico.

Y es que, debido a su fácil acceso y a al hecho de que tenga mucho hueso disponible, es muy útil para obtener injertos de hueso para realizar implantes en una cirugía. De hecho, casi siempre que se tiene que realizar un injerto óseo, el implante se obtiene de la cresta ilíaca. Además, también es útil para obtener a partir de ella médula ósea, algo muy importante para tratar enfermedades como la leucemia, que es un cáncer en la sangre.

3. Sacro

El sacro es un hueso que nace de la fusión de las cinco últimas vértebras de la columna vertebral. Y es que, si bien durante la niñez las vértebras son diferenciables, la falta de articulación provoca que, con el tiempo, estas se fusionen para dar lugar a un único hueso: el sacro.

Pese a pertenecer a la columna vertebral, se considera un hueso más de la pelvis, pues está en el interior de esta. Su función principal es la de articularse con el hueso ilion, por lo que es esta región sacra la que transmite el movimiento y el peso del cuerpo hacia la pelvis. Por lo tanto, el sacro es el punto de unión entre la pelvis y el tronco superior.

4. Articulación sacroilíaca

La articulación sacroilíaca es el punto de unión entre el hueso sacro y la pelvis. Se trata de una estructura que, gracias a distintos ligamentos, une la parte inferior de la columna vertebral con las anteriormente mencionadas crestas ilíacas. Es una articulación muy fuerte. Y debe serlo, pues es el punto de conexión entre el tronco superior y el inferior y el lugar por el que se debe transmitir la fuerza y el movimiento.

5. Coxis

El coxis es la porción de la columna vertebral que sigue al sacro y con una forma triangular. El coxis es la parte terminal de la columna y está formada por cuatro vértebras muy estrechas que, al igual que sucede en la región sacra, están fusionadas y carecen de movilidad.

El coxis no cumple con ninguna función dentro del organismo, ya que no transmite el movimiento del tronco inferior a la pelvis como sí hacía el sacro. De hecho, se trata de un órgano vestigial, es decir, una estructura que no desempeña ningún papel en el cuerpo pero que queda como remanente de la evolución, pues lo hemos heredado de nuestros antepasados que tenían cola.

6. Pubis

El pubis es la segunda estructura que conforma, junto con el ilion y el isquion, el hueso coxal. El pubis está por debajo del isquion, situado en la parte más central de la cadera, localizado en la región frontal.

El pubis está formado por un cuerpo que se prolonga hacia la parte posterior (por detrás) y que comunica con el cuerpo del otro hueso púbico a través de la sínfisis púbica. Tiene también dos ramas. Una superior que se junta con el ilion y una inferior que se junta con el isquion.

7. Sínfisis púbica

La pelvis es una estructura simétrica, es decir, hay dos hemisferios (derecho e izquierdo) con los mismos huesos: dos ilion, dos pubis, dos isquion, etc. Como si fuera un espejo. La sínfisis púbica, sin tener en cuenta la unión que se da con el sacro, es la región que comunica un hemisferio con el otro.

La sínfisis púbica es una articulación cartilaginosa que une los cuerpos de los dos huesos púbicos, conectando así ambos hemisferios. Está situada justo por delante de la vejiga urinaria y cumple con la función de mantener la estructura de la pelvis, además de proteger, junto al pubis, los órganos internos.

Además, en los hombres, el ligamento suspensorio del pene está anclado a esta estructura. Y en las mujeres, la sínfisis púbica está en una zona muy cercana al clítoris.

8. Isquion

El isquion es la tercera y última de las estructuras óseas que conforman el hueso coxal. Constituye la parte más inferior de la pelvis y está localizado en la parte posterior, es decir, por detrás del pubis. El isquion tiene una forma plana y estrecha con una curvatura importante.

Está fusionado con el ilion y el pubis para dar lugar a este hueso coxal que conforma el cuerpo de la pelvis. Además de articularse por la parte inferior con el pubis y por la superior con el ilion, su principal función es la de unirse con el tronco inferior, es decir, con las piernas.

Y es que es el isquion el que conforma la cadera, que es la articulación que une la pelvis con la cabeza del fémur, la cual tiene una forma esférica para poder insertarse en la cavidad del isquion preparada para esta articulación.

9. Acetábulo

El acetábulo es una región localizada en el cuerpo del isquion. Consiste en una cavidad donde se introduce la cabeza del fémur, por lo que es parte imprescindible de la articulación de la cadera. Forma lo que se conoce como fosa acetabular, que abarca todo el hueso coxal, aunque la mayor parte es aportada por el isquion.

10. Tuberosidad isquiática

La tuberosidad isquiática es el nombre que recibe una zona robusta y de textura irregular localizada en el isquion, pero no en el cuerpo como sucede con el acetábulo, sino en las ramas inferiores. Consiste en una protuberancia de la que nacen los músculos más importantes del muslo: el bíceps femoral, el semimembranoso y el semitendinoso.

Por lo tanto, la tuberosidad isquiática es una región muy importante para permitir la locomoción y la funcionalidad muscular de las piernas. Además, se recomienda que al sentarnos, lo hagamos encima de estas tuberosidades, pues se mantiene mejor la integridad de la pelvis y se asegura que la espalda se mantiene recta.

11. Agujero obturador

El agujero obturador es una apertura que se forma al unirse los huesos del pubis y el isquion, dando lugar a dos agujeros característicos de la pelvis que tienen una gran importancia. Y es que es a través de ellos que pasan muchos vasos sanguíneos y nervios desde la cavidad abdominal hasta el tronco inferior.

Referencias bibliográficas

  • Chiva, L., Magrina, J. (2018) “Abdominal and Pelvic Anatomy”. Anatomy and Principles of Surgery.
  • Ball, D.D. (2008) “Biomecánica de la pelvis”. Medigraphic.
  • Hattersley, L. (2014) “The Pelvis”. Anatomy4beginners.
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