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Siempre que hablamos sobre vacaciones de verano pensamos en descanso, desconexión, sol y playa. Sin embargo, el tiempo de parón laboral puede darnos mucho juego y permitirnos hacer infinidad de cosas que mientras trabajamos no podemos realizar. Una de las cosas que podemos hacer en esta época del año es aprender nuevas habilidades y ampliar nuestros conocimientos, algo que puede ayudarnos a mejorar nuestra preparación profesional.
Formarnos durante el verano puede ayudarnos a permanecer activos y tener rutina a pesar de estar descansando, por lo que puede ser una alternativa interesante si deseas progresar en tu carrera. Por ello, en este artículo vamos a comentar algunas pautas útiles para hacer de la temporada estival el momento idóneo para aprender.
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Consejos para aprovechar el verano aprendiendo y formándote
A continuación, vamos a comentar algunas pautas que pueden ser de ayuda para aprovechar el verano y formarte más a nivel profesional.
1. Elige tu área de interés
En primer lugar, es importante que puedas definir qué área te interesa y qué deseas aprender exactamente. Piensa en habilidades y conocimientos que puedan ayudarte a impulsar tu carrera y que el resto del año no puedas adquirir. Por ejemplo, aprender o mejorar un idioma, desenvolverte con un programa informático o simplemente aumentar tu conocimiento sobre un tema que sea de tu agrado.
2. Piensa qué modalidad se ajusta a ti
Una vez que hayas decidido el tema sobre el que te quieres formar, es momento de pensar en la forma en la que quieres aprender. Aunque quizá te sientas más cómodo en formato presencial, lo cierto es que en verano la modalidad online te permitirá moverte y viajar sin ataduras. En internet existen infinidad de cursos 100% online que te permitirán adquirir formación sin alterar tus planes veraniegos. Muchos de ellos son, además, gratuitos, por lo que puedes aprender cosas nuevas sin desembolsar grandes cantidades de dinero.
3. Elige desde que dispositivo quieres aprender
Lo cierto es que llevarte tu portátil allá donde vayas puede ser algo incómodo. Por ello, es preferible que sigas tus cursos desde dispositivos más pequeños. Hay quienes se desenvuelven bien con su móvil, al que puedes colocar una funda protectora si vas a estar en zonas de agua y arena. Nosotros te proponemos como opción intermedia una Tablet, pues esta tiene un tamaño más cómodo para leer al mismo tiempo que es fácil de transportar cuando viajas. Además, a diferencia del móvil te tentará menos distraerte con otras aplicaciones o redes sociales, por lo que te resultará más fácil concentrarte.
4. Encuentra un momento y lugar tranquilo
Aunque formarte a distancia durante el verano es un proceso flexible y relajado, siempre es imprescindible disponer de un entorno tranquilo que te permita concentrarte. Te será difícil aprender y poner tu atención en el curso si estás rodeado de ruidos, mucha gente o numerosos distractores. Para mejorar la concentración, puedes recurrir a tapones o auriculares de música. Prueba a elaborar una lista con canciones tranquilas que te aíslen del ruido exterior y te permitan estar más centrado.
5. Utiliza herramientas de apoyo
Estudiar va a constituir una pequeña parte de tus vacaciones, pues la prioridad es descansar. Sin embargo, para que realmente te compense debes sacar partido al tiempo y ser eficiente. Muchas veces, creemos que por estar más tiempo ante la pantalla vamos a rendir más y no es para nada así. Lo importante es la calidad del tiempo que empleamos y la medida en la que sabemos exprimirlo. Habitualmente, el móvil nos distrae y la mitad del tiempo estamos más pendientes de las notificaciones que de la tarea que tratamos de abordar.
Para evitar esto, existen numerosas aplicaciones que te pueden facilitar la concentración y la productividad. Por ejemplo, algunas te ayudan a gestionar los tiempos de estudio y los descansos de forma eficiente, o te bloquean las aplicaciones distractoras durante un lapso de tiempo para que no caigas en la tentación. Emplear tu tiempo de forma productiva te permitirá hacer más en menos, por lo que dispondrás de más tiempo libre para disfrutar y descansar y te sentirás más satisfecho al rendir mejor.
6. El descanso es sagrado
Aunque resulte paradójico, en verano muchas veces tendemos a dormir menos y peor que en la época de trabajo. Esto se debe a varios motivos, como el incremento de las temperaturas o el desajuste de la rutina. Así, nos vamos a dormir más tarde porque no tenemos que madrugar, pero nuestro organismo está tan habituado a despertarse pronto que no logra compensar en la mañana esas horas de sueño. El resultado es que tenemos un descanso peor y ello repercute en nuestra energía durante el día. Si deseas formarte durante tus vacaciones, es recomendable que puedas cuidar tu sueño, pues de lo contrario te será muy difícil concentrarte y rendir bien.
7. Distribuye el estudio en tandas cortas
Es posible que pretendas concentrar tu rendimiento en unos pocos días al realizar sesiones de estudio más largas. Sin embargo, esa idea no está en absoluto aconsejada. Para mantener viva nuestra motivación y capacidad de concentración, lo ideal es que puedas repartir el estudio en períodos breves de 30-40 minutos, pues de esta forma será menos probable que te desgastes. Es mejor que cada día hagas un poco a reservarte para un puñado de días en los que darlo todo.
8. Incorpora pausas en tus sesiones de formación
Hacer pequeños descansos en las sesiones de estudio es de gran ayuda para despejarte y mantener el rendimiento. Puedes probar a hacer pausas de unos 10 minutos cada 45 minutos. En ese tiempo puedes tomar un café, darte una vuelta o comer algo. A la vuelta, te notarás con mucha mejor disposición.
9. Ajusta tu horario al calor
Si vives en una zona de veranos muy calurosos, es importante que no te dediques a estudiar en las franjas horarias de mayor temperatura. El calor te debilitará y te impedirá concentrarte adecuadamente, lo que puede hacerte sentir frustrado. Para que esto no suceda, debes ajustar tus momentos de estudio para que estos se hagan en momentos donde el calor remita un poco y tú te encuentres más activo. Por ejemplo, a primera hora del día. Añadido a esto, es fundamental que fijes una hora de comienzo y final concreta, ya que si no estableces horarios tendrás la falsa sensación de tener todo el tiempo del mundo y no rendirás como deseas.
Beneficios de formarse en verano
Hay personas que ni siquiera se plantean la posibilidad de formarse durante sus vacaciones. Sin embargo, para otras esta es una excelente actividad que no pueden hacer el resto del año mientras trabajan. A continuación, vamos a comentar algunos de los beneficios que puede proporcionar el formarse en verano.
1. Podrás ganar especialización
Aprovechar el verano para ganar especialización es una forma de mejorar tu perfil profesional con un esfuerzo no demasiado intenso. Existen numerosos cursos breves que, con una cantidad de horas razonable, te permiten obtener conocimientos muy útiles para tu carrera profesional, con independencia del ámbito al que te dediques.
2. Actualización y reciclaje
El verano puede ser un momento excelente no sólo para aprender contenidos desde cero, sino también para revisar actualizaciones de aquello que ya conocer. Muchas veces, los profesionales se quedan anclados en su formación universitaria, pero hoy en día el reciclaje continuo cada vez es más valorado. Con independencia de tu edad, mantenerte actualizado te convertirá en un profesional excelente y capacitado para desempeñar tu puesto de la mejor manera posible.
3. Aprendizaje placentero
Muchas veces asociamos aprender con estrés y obligaciones. Sin embargo, adquirir conocimientos puede ser un proceso placentero que te enriquece como persona. Formarte en verano te permite ampliar conocimientos a tu ritmo, sin horarios rígidos ni tensiones, por lo que podrás disfrutar más de la experiencia y retendrás mejor la información. Sin duda, estudiar en verano por iniciativa propia cambia totalmente la disposición ante los contenidos.
4. Orden y rutina
Descansar y no tener horarios es el sueño de muchos y, sin duda, muchas veces es justo lo que necesitamos para poder recargar pilas. Sin embargo, hay quienes no llevan nada bien el estar totalmente desocupados durante cierto tiempo. Así, muchas personas necesitan siempre tener alguna ocupación que les permita tener rutina y orden y sentirse realizadas. La formación en verano es una manera de mantenernos activos sin renunciar a descansar y pasar tiempo libre con nuestros seres queridos.
Conclusiones
En este artículo hemos hablado acerca de cómo aprovechar el verano para formarse profesionalmente. Aunque siempre que hablamos de verano pensamos en tiempo libre, sol y playa, lo cierto es que el descanso estival puede ser aprovechado para hacer otras muchas cosas que no podemos realizar cuando trabajamos. Un ejemplo de ello es aprender y seguir formándose con cursos, especialmente cuando son a distancia. Siguiendo algunas pautas, es posible aprender cosas nuevas o reciclarse profesionalmente, experimentando el aprendizaje como algo placentero y no como una obligación tediosa. Mantener una rutina, saber descansar, elegir una materia que realmente te apetezca...son algunos ejemplos de pautas que ayudan a formarse en verano siendo eficiente.
