Las 6 diferencias entre Psicología y Coaching (explicadas)

El Coaching se ha presentado en los últimos años como la clave para que las personas puedan lograr sus metas vitales. Su aparición ha generado muchas dudas respecto a la relación entre este movimiento y la Psicología.

Diferencias psicología coaching

En los últimos años, el término coaching se ha extendido a la velocidad de la luz, generando revuelo y curiosidad a partes iguales. Esta metodología se presenta como la herramienta perfecta para ayudar a todo aquel que desee lograr sus objetivos vitales, lograr el máximo desarrollo personal y alcanzar todas las metas que se proponga.

La aparición del coaching en el panorama actual ha abierto todo un debate en el que se ha hablado mucho de intrusismo y de ausencia de rigor científico. Así, han aparecido muchas dudas respecto a qué es y qué no es psicología. Todo este embrollo de conceptos ha provocado una enorme confusión, especialmente en aquellas personas ajenas a la psicología. De esta forma, quienes buscan a un profesional de salud mental se topan, con frecuencia, con este anglicismo que se vende muy bien. Tan bien que, la mayoría de veces, el coste de un servicio de coaching supera con creces la formación y los conocimientos de quien lo ofrece.

Psicología y Coaching: ¿quién es quién?

Los coaches, aquellos profesionales formados en esta materia, han decidido desvincularse radicalmente de la psicología. Si bien esto podría interpretarse como un acto de ética profesional, por aquello de no asumir competencias no correspondidas (y, por ende, jugar con la salud mental de las personas), nada más lejos de la realidad.

Este empeño por alejarse de la psicología no es otra cosa que una estrategia, que en marketing se conoce como diferenciación. Y es que la psicología puede desbancar al coaching en muchos aspectos, pero el márketing no es uno de ellos. Así, los coaches han sabido hacer de su metodología un producto altamente atractivo. Dicho todo esto, cabe señalar que, aunque los coaches no siempre cuentan con un título en Psicología, el coaching sí es, en esencia, psicología pura y dura. Pero, entonces, ¿en qué quedamos? ¿qué es qué?

Es muy sencillo. El coaching no es más que una metodología que utiliza técnicas y conceptos tomados de la psicología, con el fin de ofrecer un servicio de acompañamiento a un cliente que quiere alcanzar objetivos y desarrollar su potencial. La cuestión es que muchos de los profesionales que ofrecen un servicio de coaching nunca han estudiado psicología. Es decir, carecen de la formación de quienes sí conocen las bases del comportamiento: los psicólogos.

Esto no significa que el coaching sea en sí mismo algo negativo. Muchos psicólogos deciden formarse en coaching, ya que este tipo de método se ha demostrado eficaz y cada vez está más demandado, tanto por particulares como por empresas.

Coaching

Los problemas vinculados al coaching tienen que ver, principalmente, con el intrusismo, la confusión y el desconocimiento que rodea a este método y sus diferencias respecto a la psicología. Generalmente, se suele afirmar que el coaching tiene un enfoque positivo y no directivo, frente a la psicoterapia, directiva y enfocada en los aspectos negativos de la persona. En realidad, todas estas creencias sobre la psicoterapia, que a veces se defienden desde el coaching, son falsas.

La psicoterapia no se centra en lo positivo o en lo negativo, ya que no establece dicotomías del tipo normal-anormal, bueno-malo, sano-patológico. Realmente, desde la psicología se busca aplicar terapia para lograr el bienestar del paciente, con independencia de su punto de partida. Esta creencia de que la psicoterapia solo ensalza lo patológico es la causante de que ir al psicólogo aun sea tabú para muchas personas, ya que se asocia hacer terapia con estar “enfermo”. Realmente, la terapia psicológica puede ser un camino de crecimiento y autoconocimiento en personas que, sin tener ninguna patología, no se sienten bien a nivel emocional. Para aclarar este lío de conceptos, vamos a recoger aquí aquellas diferencias clave entre el coaching y la psicología.

Las diferencias entre psicología y coaching

Sabemos que ambos conceptos pueden confundirse fácilmente y no es sencillo entender sus diferencias. Por eso, en este artículo vamos a repasar los puntos clave que distinguen coaching y psicología.

1. La naturaleza

En lo más esencial, coaching y psicología son muy distintos. La psicología está reconocida como una ciencia, mientras que el coaching es una metodología o enfoque centrado en el desarrollo personal que se basa en técnicas y teorías de la psicología.

2. El fin

La psicología busca lograr el bienestar de la persona, pudiendo abordar demandas relacionadas o no con alguna psicopatología. Aunque la psicología se dedica al estudio, diagnóstico y tratamiento de las psicopatologías, es importante recordar que no es su único fin y que existen múltiples ámbitos y aplicaciones de esta ciencia.

El coaching se centra en trabajar con personas “sanas”, poniendo el foco en el trabajo que permita al cliente crecer y desarrollar sus potencialidades. Es decir, en ningún caso se deberían abordar cuestiones sanitarias desde esta metodología.

3. La formación de los profesionales

La formación de los psicólogos es mucho más amplia que la de un coach (siempre y cuando este no sea psicólogo de base, obviamente). Los psicólogos destinan, como mínimo, varios años para obtener su título de Psicología, por lo que conocen de manera profunda los principios de la conducta humana y los procesos mentales de las personas.

Quienes se forman en este campo no solo adquieren conocimientos sobre la salud mental, sino también sobre otros aspectos relacionados, como la estadística, la sociología y la biología. El ámbito de la psicología se caracteriza, además, por su enorme riqueza. Aunque su aplicación más conocida es la psicología clínica, también existen la psicología educativa, organizacional, social, etc.

Generalmente, los coaches se forman a través de cursos y posgrados que tienen una duración mucho más limitada, de manera que adquieren conocimientos concretos, sin la base amplia y sólida de un psicólogo. Es por ello que el coaching no está reconocido como una carrera profesional en la actualidad.

Psicología formación

4. La regulación

La psicología, como ciencia y profesión sanitaria, se encuentra regulada por la ley. Los psicólogos, cuando ejercen su labor como clínicos en el campo de la salud mental, deben estar obligatoriamente colegiados. En el caso de España, el Colegio Oficial de Psicólogos (COP) es la institución que mantiene unos estándares que todo psicólogo debe cumplir para poder ejercer su profesión.

De igual manera, en caso de darse cualquier situación inadecuada, el paciente tiene derecho a informar de ello al COP, que cuenta con un comité ético que valora la adecuación de la labor del profesional en ese caso, aplicando una sanción si es pertinente. En el caso del coaching, si bien existen instituciones de referencia, por el momento no hay una regulación explícita.

5. Clientes vs Pacientes

En el caso del coaching, siempre se habla de clientes. El coaching es concebido como un servicio que se presta a un consumidor que lo solicita para obtener unos resultados. En el ámbito de la terapia psicológica hay quienes emplean el término paciente, aunque también hay psicólogos partidarios del empleo de la palabra cliente.

A pesar de las distintas consideraciones, el trabajo en psicoterapia implica siempre un vínculo mucho más íntimo e intenso con el profesional. No se abordan meros objetivos, sino que se desentrañan aspectos muy privados de la persona, que en el marco de la terapia se abre ante el terapeuta de una forma que quizá nunca haya hecho antes.

6. La historia

La psicología como disciplina científica ya comenzó a gestarse en el siglo XIX, de la mano de autores como Carl Wernicke. No obstante, mucho antes del auge de la psicología científica ya existían teorías y razonamientos que trataban de entender el pensamiento y la conducta de las personas. Ya los grandes pensadores de la antigüedad comenzaron a plantearse muchas preguntas relacionadas con eso que hoy llamamos psicología.

Por tanto, esta disciplina tiene una larga historia detrás, ya que el ser humano siempre ha sentido interés hacia sus propias emociones, pensamientos y acciones. En el caso del coaching también se pueden encontrar antecedentes muy remotos en autores clásicos como Sócrates o Platón. Estos ya empleaban la formulación de preguntas como método para sacar las respuestas más profundas y reveladoras de la persona, algo muy común en las sesiones de coaching.

No obstante, el coaching como tal tiene una historia muy reciente. Fue a finales del siglo pasado, en la década de los setenta, cuando un profesor de la Universidad de Harvard se percató de que los deportistas podían ver mermado su rendimiento no por factores físicos sino mentales. Fue a partir de este momento que se inició el estudio de los aspectos motivacionales sobre el rendiminto deportivo y la importancia de contar con un buen entrenador (coach).

Conclusiones

En este artículo hemos tratado de clarificar aquellos aspectos que nos permiten diferenciar el coaching de la psicología. La psicología es aún una gran desconocida para la población general, aunque afortunadamente cada vez es mayor la información que tienen las personas sobre esta ciencia y sus aplicaciones.

En el tiempo en el que vivimos, el coaching ha cobrado mucha fuerza debido a que atravesamos una época profundamente individualista, esto es, centrada en la propia persona, sus capacidades y metas personales. Aunque el coaching puede tener su lugar como herramienta para empresas e individuos, preferiblemente si este es llevado a cabo por un psicólogo, nunca podrá ni deberá sustituir al ejercicio de la psicología en sí misma.

No cabe duda de que el coaching está fuertemente ligado a la corriente conocida como psicología positiva. Este movimiento ha calado recientemente con mucha intensidad en la sociedad, ya que parte de la premisa que afirma que todo es posible y que la felicidad se puede conseguir si uno se esfuerza. En este sentido es fundamental conocer las limitaciones del coaching y ser cautos con este tipo de mensajes subliminales.

La vida es más que una lista de objetivos pendientes y no siempre el esfuerzo va seguido de una recompensa. El trabajo hacia una meta no es una vía hacia la felicidad, sencillamente porque la felicidad no es un ente material ni un estado permanente que se consigue con esfuerzo y optimismo. Sencillamente, la felicidad es un estado que vivimos en algunos momentos de la vida. Esta solo existe en la medida en que se entremezcla con otros estados no tan agradables, aunque igual de necesarios, como la rabia, la tristeza o la culpa.

En definitiva, podríamos decir que un psicólogo puede ejercer como coach, aunque en ningún caso un coach podrá ejercer como psicólogo. Así, el coaching puede tener sentido en ciertos escenarios, aunque no es la panacea para la humanidad.

Psicología coaching
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