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El embarazo es un momento muy especial en la vida de la mujer, pues crear una vida constituye una aventura en la que las emociones se encuentran a flor de piel y se experimenta una profunda ilusión por conocer al bebé que está en camino. A pesar de todo ello, cabe señalar que el embarazo y el postparto no están exentos de dificultades y momentos duros, que por desgracia hasta hace muy poco han permanecido censurados.
La felicidad de dar la bienvenida a un hijo no significa que la maternidad sea idílica. Sin embargo, la imagen superficial que las mujeres reciben de todo esto hace pensar que en esa etapa de la vida no cabe otra emoción que no sea una desbordante satisfacción. Así, cuando una mujer vive en primera persona este capítulo vital, puede experimentar frustración, vergüenza e incluso culpa por no sentirse pletórica en todo momento. Por ello, encontrará más difícil hablar con sinceridad acerca de sus sentimientos y pedir ayuda cuando sea necesario.
La realidad es que, incluso cuando el bebé ha sido muy buscado y deseado, el embarazo y los primeros meses de vida tras dar a luz pueden ser todo un reto. En este momento la mujer experimenta intensos cambios a todos los niveles (físico, psicológico, social, laboral…), que la hacen particularmente vulnerable a experimentar problemas de salud mental, entre ellos la llamada depresión postparto.
El sufrimiento de la recién estrenada mamá también repercute, indudablemente, en su entorno más cercano. Especialmente importante es el papel de la pareja, que muchas veces puede sentirse perdida y angustiada por no saber cómo manejar la situación. Por ello, en este artículo vamos a comentar algunas pautas útiles para ayudar a la mujer que está sufriendo depresión postparto.
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La relación entre embarazo y salud mental
La montaña rusa de cambios que la mujer experimenta al convertirse en madre es, como venimos comentando, un importante factor de riesgo para el desarrollo de trastornos psicopatológicos de todo tipo. Entre ellos, la depresión postparto es uno de los más comunes, aunque sigue siendo una realidad silenciada e infradiagnosticada.
Por supuesto, la depresión puede afectar a personas de cualquier edad y sexo, aunque las mujeres embarazadas o que acaban de dar a luz son un sector de la población especialmente vulnerable a desarrollarla. No ha sido hasta hace poco que se ha empezado a abordar la problemática de la depresión postparto sin tabús de por medio, y aún con todo sigue siendo un asunto pendiente para el sistema sanitario.
Generalmente, la tristeza o el malestar emocional después del parto siempre se ha justificado como parte del proceso de cambio que implica gestar un bebé durante nueve meses y parir. Sin embargo, la depresión postparto va más allá de una tristeza transitoria y puede constituir un grave problema de salud que, si no es correctamente abordado por profesionales, puede repercutir seriamente en el bienestar de la madre y su bebé y el entorno que les rodea.
Afortunadamente, cada vez son más los profesionales concienciados y formados respecto a esta cuestión, lo que ha permitido desnormalizar el malestar psicológico de las madres y brindarles la ayuda necesaria para que puedan sentirse bien de nuevo.
Aquellas mujeres que manifiestan tristeza tras el parto deben ser observadas para valorar si los síntomas se agravan o persisten lo suficiente como para hablar de un diagnóstico de depresión. Las estadísticas sorprenden, y es que se estima que hasta un 85% de mujeres experimentan cambios de humor, sensibilidad e irritabilidad durante las primeras semanas tras el parto. Aunque una gran parte de ellas puede recuperarse sin mayores complicaciones, un porcentaje nada desdeñable (17%) llegará a desarrollar un cuadro depresivo que no debe pasarse por alto.
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¿Qué es la depresión postparto?
La depresión constituye el trastorno psicopatológico más habitual asociado al embarazo. Se trata de una depresión que puede tener una intensidad moderada o intensa y que aparece, por lo general, a lo largo del primer año después del parto, especialmente en los primeros tres meses de vida del recién nacido. La probabilidad de sufrirla será variable dependiendo de los factores de riesgo existentes en cada caso.
Entre ellos el más potente de los identificados hasta ahora es que la mujer o algún miembro de su familia hayan tenido una historia previa de depresión. Añadido a esto, hay algunas situaciones que pueden favorecer el inicio de una depresión en la madre, como son la falta de apoyo social, el estrés asociado a eventos negativos o el rechazo hacia el embarazo por parte de la pareja u otros miembros de la familia.
En cualquier caso, la depresión es un problema de salud mental grave que acarrea un enorme sufrimiento a la madre y su bebé. Por ello, detectar la depresión en el embarazo o postparto es fundamental. Por ejemplo, ella puede dejar de ser capaz de atender los cuidados de su hijo así como los suyos propios, recurrir al uso de alcohol y otras drogas e incluso presentar ideación suicida o deseos de herir al recién nacido.
Además, las investigaciones han permitido detectar un comportamiento diferente en aquellos hijos de madres deprimidas en comparación con aquellos con madres sanas. Los primeros muestran menor número de vocalizaciones y expresiones faciales positivas y pueden ser más difíciles de calmar. Entre los síntomas que una mujer con depresión postparto puede manifestar destacan:
- Tristeza profunda
- Irritabilidad
- Insomnio
- Pérdida de apetito
- Cambios de humor
- Incapacidad para disfrutar de las cosas
- Llanto
- Sentimientos de vergüenza y culpa
- Dificultad para vincular y cuidar del bebé
- Evitación de la familia y los amigos
Cómo ayudar a una mujer que sufre depresión postparto
La madre y el bebé son los principales afectados por la depresión postparto, pero no podemos olvidar el rol que ocupa la pareja en estos momentos de dificultad. Los padres también pueden sufrir depresión postparto y experimentan un enorme dolor al ver a la madre en este estado. Muchos de ellos se sienten impotentes por no saber cómo manejar la situación para ayudar. Por ello, a continuación vamos a comentar algunas pautas básicas para ayudar a esa madre que está atravesando una depresión:
1. No culpabilizar
Un primer paso esencial para ayudar a esa mujer que está sufriendo es no hacerle sentir culpable por ello. La depresión postparto es un problema grave de salud y lo que ella necesita es sentirse escuchada y comprendida, no juzgada. La sociedad en la que vivimos ya es lo suficientemente crítica con las madres, así que en casa procura recordarle que nada de lo que ocurre es su responsabilidad.
2. Escuchar
En la línea de lo anterior, es fundamental escuchar. Por desgracia, la mayoría de nosotros no estamos acostumbrados a escuchar realmente, sino que nos limitamos a oír o esperar nuestro turno para hablar. Por ello, es esencial aprender a escuchar de manera real, mirando a los ojos, cogiendo las manos y dejando que ella pueda hablar abiertamente acerca de sus sentimientos. A veces puede que no quiera hablar, pero hacerle saber que estás ahí para escucharla cuando ella desee es algo que ayuda mucho.
3. Realizar las tareas domésticas
Cuando en una pareja uno de los dos miembros se encuentra indispuesto o atraviesa un mal momento, es esperable que el otro asuma, de forma transitoria, ciertas tareas o responsabilidades extra. Una forma de ayudar a esa mujer que está sufriendo de presión es liberarle de ciertas cargas, como determinadas tareas domésticas o quehaceres.
4. Animar a que se dedique tiempo a sí misma
Cuando una mujer sufre depresión, es habitual que la autoestima se encuentre muy baja y que no encuentre fuerzas para cuidarse y dedicarse tiempo a sí misma. Por eso, una forma de ayudar puede ser animarla cada mañana a levantarse y darse una ducha, estimularla para que realice actividades que antes le gustaban, darse un capricho…
5. Brindar afecto
La mujer que atraviesa una depresión necesitará afecto a raudales. En estos momentos es normal que no desee tener relaciones ni contacto de tipo sexual. Por ello, respeta sus deseos y dale cariño en forma de besos, abrazos, mimos…
6. Apoyar para que vaya a terapia
Si ella aún no está en manos de profesionales, debes saber que es fundamental que esto cambie. La depresión es un problema grave y como tal merece ser atendido de forma correcta. Puedes ser de gran ayuda a la hora de animarla a empezar terapia, hablar con ella acerca de sus dudas y miedos, ofrecerte para acompañarla…
7. Realizar actividades conjuntas
Igualmente importante será que ambos podáis pasar tiempo juntos de calidad. Podéis salir a caminar y hacer un poco de ejercicio, ver una película, salir a comer, hacer una pequeña escapada, cocinar algo que a ella le guste…
Conclusiones
En este artículo hemos hablado acerca de la depresión postparto y algunas pautas que pueden ser de ayuda para ayudar a una mujer que la está sufriendo. Este problema de salud mental es particularmente común y son muchas las mujeres que lo experimentan después de dar a luz. Lo cierto es que el embarazo y el postparto son momentos repletos de cambios intensos a todos los niveles, por lo que la vulnerabilidad a desarrollar problemas como este se dispara en esta etapa.
Hasta hace no mucho no se hablaba de depresión postparto, ya que existía un enorme tabú al respecto. Se tendía a justificar el malestar de las madres en base a los cambios hormonales, pero lo cierto es que la depresión es una enfermedad grave que va más allá de la simple tristeza. Aunque la tristeza transitoria después del parto es muy común, no todas las mujeres llegan a desarrollar depresión. No obstante, el porcentaje de las que sí se llegan a deprimir no es nada desdeñable y es por ello que resulta fundamental el control de estas pacientes para intervenir si es necesario.
