¿Cómo formular tus propósitos de año nuevo? En 9 consejos

La llegada de un nuevo año siempre se acompaña con la formulación de propósitos. Sin embargo, a menudo estos se quedan en simples palabras que no se materializan en acciones.

como-formular-propositos-año-nuevo

Cuando termina el año es ya una tradición el formular los clásicos propósitos que se desean cumplir en el nuevo año que comienza. Nos planteamos numerosas metas y con gran convencimiento afirmamos que vamos a trabajar por ellas incansablemente. Sin embargo, esta promesa se repite año tras año y siempre obtenemos el mismo resultado: desistimos y nada de lo que nos habíamos propuesto se cumple.

Este curioso fenómeno es algo muy extendido en la población, por lo que en este artículo hablaremos acerca de algunas claves que pueden ayudar a formular de mejor manera los propósitos de año nuevo y evitar frustración y decepciones futuras.

¿Por qué abandonamos siempre nuestros propósitos de año nuevo?

En general, nuestro cerebro es amante de las rutinas. Le gusta tener todo en orden y disfrutar de la certidumbre, porque en ella sabe que hay seguridad. Por ello, cuando tratamos de introducir novedades y hábitos distintos ello suele implicar esfuerzo. En este punto, es común que utilicemos hasta las excusas más descabelladas para tirar la toalla y volver a nuestra zona conocida.

El problema es que muchas veces nos marcamos propósitos demasiado ambiciosos. Ignoramos el punto de partida que tenemos y pretendemos hacer cambios drásticos en poco tiempo. Sin embargo, introducir modificaciones o mejorar en algunas cosas puede llevar tiempo y paciencia, lo que hace que sea esencial una aproximación progresiva en lugar de ejecutar cambios intensos de la noche a la mañana. Por ello, se hace fundamental aprender a formular nuestros propósitos de manera ajustada, teniendo en cuenta nuestra propia realidad y huyendo de objetivos abstractos que terminan quedando en simples palabras.

9 claves para formular tus propósitos de año nuevo

Como venimos comentando, es importante saber formular nuestros propósitos de forma adecuada para que estos sean viables y podamos cumplir con aquello que nos habíamos planteado al empezar el año.

1. Establece objetivos bien definidos

Muchas veces formulamos propósitos generales o abstractos que no son operativos. Por lo tanto, en el día a día no tenemos un plan real acerca de cómo queremos mejorar en algo, lo que nos lleva a olvidarnos del propósito y dejarlo a un lado. En lugar de ponerte como propósito aprender inglés, piensa en qué nivel de inglés quieres conseguir, cuántas horas a la semana le podrás dedicar y de qué manera quieres aprenderlo (clases online, presenciales, por tu cuenta…). Una vez aclarados todos estos matices, ya sabrás con exactitud qué tienes que hacer en este nuevo año para cumplir con tu meta. Si tan sólo hubieras pensado que vas a aprender inglés sin cuestionar nada más, es posible que tras unas pocas semanas ya hayas desechado la idea.

2. Ordena tus prioridades

Cuando comienza un nuevo año es tentador pensar en un gran número de cosas que queremos mejorar en nuestra vida. Sin embargo, es imposible poder concentrarte en muchas cosas con la misma intensidad, por lo que deberás ordenar en una lista tus prioridades desde las más urgentes hasta las menos importantes. Puede que te hayas planteado dejar de fumar y también comer más verdura, pero quizá todo a la vez te cueste demasiado. Por ello, puedes empezar por lo más urgente (abandonar el tabaco) y, una vez que lo tengas controlado, puedas pensar en mejorar tu forma de comer.

3. Haz una lista breve y sencilla

En la línea del punto anterior, es importante no saturarnos con infinidad de propósitos. Cuando vemos frente a nosotros una cantidad desmedida de cosas por conseguir, lo que logramos es el objetivo contrario al deseado. Nos sentimos abrumados y vemos inviable conseguirlo, por lo que desistimos al poco de haber empezado. En lugar de exigirnos tantas cosas de golpe, lo ideal es fijarnos dos o tres objetivos con los que sintamos que nos vamos a comprometer de lleno porque nos importan de verdad.

propositos-año-nuevo

4. Divide los propósitos en metas más pequeñas

Cuando tenemos objetivos muy ambiciosos, aunque estos sean pocos y se hayan definido de forma operativa, podemos sentir que estamos muy lejos de llegar a ellos. Por lo tanto, nos veremos incapaces de trabajar de manera sostenida para alcanzar la meta. Con el fin de evitar esta desmotivación, podemos dividir los propósitos en pequeñas metas. Haciendo esto podemos ver el camino mucho más llano y sencillo. Si, por ejemplo, tenemos como meta dejar de fumar, podemos marcar pequeños objetivos partiendo de la cantidad de cigarrillos que consumimos en la actualidad.

Podemos ir marcando como pequeñas metas un número cada vez menor de cigarros, lo que nos ayudará a sentirnos capaces y motivados hasta conseguir erradicar el tabaquismo en su totalidad. Para que esta estrategia funcione es importante marcar fechas y tiempos claros, ya que de lo contrario podemos quedarnos atascados en una de estas pequeñas metas y “conformarnos”, pensando que ya dejamos para otro momento el seguir avanzando.

5. Planifica un horario

Especialmente cuando nuestros propósitos tienen que ver con el cambio de hábitos, lo mejor que podemos hacer es organizar un horario por el que cada día ese hábito tenga su sitio sin excusas. Si, por ejemplo, deseamos hacer más ejercicio, es clave fijar por adelantado el momento del día en el que vamos a practicarlo y no improvisar. Si, por el contrario, queremos comer más fruta y verdura, tendremos que planificar cuándo vamos a cocinar para asegurarnos de que no acabamos comiendo comida preparada todos los días.

6. Informa a tu entorno de tus objetivos

Una excelente manera de comprometernos con nuestros objetivos sin desistir a la primera de cambio es buscar apoyo en nuestro entorno cercano. Informar a los demás de nuestros propósitos nos ayudará a tener esa “presión” que nos permitirá mantenernos más firmes en nuestro compromiso. Contar con el sostén de amigos y familiares es muy importante en el camino, ya que pueden darnos ese extra de motivación en los momentos más difíciles y felicitarnos cuando hemos conquistado algún logro.

También pueden hacernos recordatorios, señalarnos nuestra pérdida de compromiso, etc. Si, por ejemplo, estamos dejando de fumar, nuestra familia puede ayudarnos al no ceder a comprarnos tabaco. El simple hecho de no querer decepcionar a los que tenemos alrededor puede ayudarnos a perseverar en los objetivos marcados a pesar del esfuerzo que supone.

7. Conoce tus excusas

Todos utilizamos distintas excusas para autoengañarnos y no hacer cosas que deberíamos hacer pero cuestan. Si, por ejemplo, queremos dejar de fumar, es posible que nos digamos que de algo hay que morirse o que fumar nos relaja. Conócete e identifica tus excusas porque ello te permitirá estar preparado para actuar en consecuencia y rebatir tus propios argumentos. Si sientes que el tabaco te está ayudando a relajarte, busca alternativas que te brinden esa sensación de relajación en su lugar (deporte, técnicas de relajación, pintar…).

8. No pierdas de vista el autocuidado

Formular propósitos es positivo, siempre y cuando los establezcas sin perder de vista el autocuidado. Huye de los objetivos universales que todo el mundo se fija si no encajan contigo y con tu realidad. Puede que quieras hacer más deporte pero tengas una jornada laboral tan larga que tu disponibilidad sea pequeña. Trata de siempre escuchar qué necesitas, qué te hace sentir bien en el fondo y actúa siempre acorde a ello. Fijarse un propósito no debería ser una lacra que sólo nos haga sentir mal con nosotros mismos. Cuando nos proponemos objetivos siempre tiene que existir un deseo de crecer, de mejorar y de sentirnos mejor con nuestra persona.

9. Vigila la autoexigencia

Cuando nos fijamos metas podemos llegar a ser muy duros con nosotros mismos si no las alcanzamos tal y como habíamos planeado. Recuerda que eres un ser humano y tus circunstancias y estado emocional y físico pueden variar. Por ello, no siempre es viable tener un camino lineal hacia lo que nos habíamos marcado y no pasa nada. Se flexible y no te exijas más de lo que puedes dar en cada momento.

consejos-propositos-año-nuevo

Conclusiones

En este artículo hemos hablado acerca de algunas claves para formular propósitos de año nuevo adecuadamente. Siempre que un año se acaba, pensamos en cosas que deseamos conseguir para el año siguiente. Sin embargo, a veces esto nos puede llevar a marcarnos metas demasiado ambiciosas, alejadas de la realidad y que nos resulta imposible cumplir. En estos casos, es difícil lograrlas y por ello experimentamos frustración. Repetimos este proceso cada año, confiando en que el año que comienza será el definitivo.

Sin embargo, este fracaso reiterado suele relacionarse con un diseño de los objetivos inadecuado. Es recomendable marcarse metas concretas, operativas, bien definidas. También debemos ordenar nuestras prioridades y marcarnos unos pocos objetivos sin abrumarnos con muchos a la vez. De la misma manera, es recomendable dividir nuestros propósitos en metas más pequeñas y asequibles para mantener la motivación.

A veces puede ayudarnos marcar un horario (especialmente si queremos cambiar hábitos) e informar al entorno de nuestras intenciones de cambio para contar con su apoyo. Conocer de antemano nuestras excusas es también muy interesante, pues así evitamos caer en el típico autoengaño para desistir. Añadido a todo esto, es esencial rebajar la autoexigencia, ser flexibles y no perder de vista el autocuidado.

Comparte:
¿Te ha gustado?
MédicoPlus Logo
MédicoPlus te acerca al mundo de la medicina. Rigor científico y médico en cada artículo. Contacta con tu médico y mejora tu salud en tu portal especializado de confianza.
  • Estilonext
  • azsalud

Suscríbete a
nuestra newsletter

Cada semana te enviamos tips de salud,
nutrición, noticias y más.

Puedes darte de baja cuando quieras.

© Copyright 2024 MédicoPlus. Todos los derechos reservados.Aviso legal,política de privacidad,cookies