Los 6 efectos psicológicos de la Endometriosis (cómo afecta a la salud mental)

Una de cada diez mujeres en edad reproductiva padece endometriosis. Esta es una enfermedad crónica inflamatoria, caracterizada por la presencia de tejido endometrial fuera de la cavidad uterina. Su síntoma más definitorio es un dolor agudo e incapacitante que, muchas veces, es erróneamente normalizado. Así, con frecuencia, se asume que el dolor intenso es algo común durante la menstruación.

Sin embargo, cuando las molestias son tan intensas que interfieren en la vida normal, es indudable que algo no marcha bien. Todo el sufrimiento físico que produce esta patología conlleva un correlato psicológico. De esta manera, las pacientes con endometriosis muestran a menudo problemas emocionales, relacionales, sexuales e incluso laborales. En este artículo vamos a hablar acerca de la endometriosis y los efectos psicológicos que produce en las mujeres que con ella conviven.

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¿Qué es la endometriosis?

La endometriosis es un trastorno que cursa con un dolor intenso, por el cual el tejido que normalmente recubre el interior del útero crece fuera de él. Por lo general, la endometriosis afecta a los ovarios, las trompas de Falopio y el tejido que recubre la pelvis. Sólo en casos excepcionales dicho tejido crece más allá de los órganos pélvicos.

En el curso de la enfermedad, el tejido que crece fuera del útero se comporta de manera similar a como lo hace el tejido endometrial. Así, este se engrosa, se descompone y sangra en cada ciclo menstrual. El problema es que dicho tejido no encuentra forma de salir del cuerpo, por lo que queda atrapado en el interior. Esto puede conducir a la formación de quistes en los ovarios, así como bandas de tejido que hacen que los órganos pélvicos se adhieran entre sí.

El dolor provocado por la endometriosis puede generar un dolor muy severo, especialmente durante el período menstrual. Añadido a esto, es posible que aparezcan problemas de fertilidad. No obstante, el tratamiento para esta enfermedad ha avanzado y, si bien se trata de una condición crónica, es posible manejarla y mejorar la calidad de vida de la paciente.

En la actualidad, las causas y mecanismos que dan lugar a la endometriosis no están del todo claros. No obstante, parece que la herencia y los factores inmunológicos y ambientales ocupan un papel relevante. El gran problema de la endometriosis reside en su diagnóstico, que suele darse de forma muy tardía. Esto hace que las pacientes atraviesen años de sufrimiento sin un tratamiento adecuado, lo que agrava el avance de la enfermedad y, por consiguiente, su calidad de vida.

El intenso dolor que caracteriza esta enfermedad merma seriamente la salud de la mujer, que puede ver alterada la calidad del sueño, sufrir mayores niveles de estrés y ansiedad, reducir su desempeño en la vida cotidiana, etc. Ocupar continuamente el rol de enfermas implica una merma de la autoestima y un profundo sentimiento de culpa por no poder afrontar la jornada con normalidad. Añadido a esto, los problemas de pareja son una constante debido a las dificultades sexuales asociadas a la endometriosis.

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Síntomas de la endometriosis

El dolor es el síntoma estrella de la endometriosis. No obstante, los síntomas de esta enfermedad son variados:

• Períodos dolorosos: el dolor menstrual o dismenorrea produce dolor pélvico, que aparece antes y durante los días del período. En algunas pacientes, este dolor se extiende a la región lumbar y el abdomen.
• Dolor en las relaciones sexuales: el dolor durante o después de las relaciones sexuales es habitual en las pacientes con endometriosis.
• Dolor al defecar u orinar: este dolor suele aparecer especialmente durante los días del período.
• Sangrado excesivo: las pacientes con esta enfermedad suelen mostrar un sangrado muy abundante, mostrando incluso sangrados entre períodos.
• Infertilidad: Los problemas de fertilidad son otra constante en las pacientes con endometriosis. De hecho, en muchos casos sucede que el diagnóstico llega cuando se busca solución a los problemas para concebir.
• Otros síntomas: La paciente puede mostrar otro tipo de síntomas, como fatiga, diarrea, estreñimiento, hinchazón, náuseas, etc.

Cabe destacar que la intensidad del dolor no es un indicador fiable de la severidad de la enfermedad. Algunas pacientes con endometriosis avanzada pueden mostrar un dolor menor que aquellas con endometriosis inicial. Añadido a esto, es esencial que el profesional realice un adecuado diagnóstico diferencial, pues la endometriosis puede confundirse con patologías digestivas y otras enfermedades de la zona pélvica.

¿Cómo afecta psicológicamente la endometriosis?

Como venimos adelantando, la endometriosis constituye una enfermedad complicada que puede interferir enormemente en la calidad de vida, especialmente cuando no es detectada de forma precoz. Por todo ello, es esperable que las mujeres que la padecen experimenten consecuencias negativas a nivel psicológico y social. A continuación, vamos a conocerlas.

1. Menor productividad

Las mujeres con endometriosis pueden ver seriamente limitada su capacidad para desarrollarse como personas y profesionales, pues sus molestias les impiden hacer una vida normal. Es por esta razón que habitualmente se ausentan del trabajo, teniendo que reducir sus jornadas para poder preservar el empleo. El dolor les hace imposible afrontar una jornada completa con normalidad, y las horas que se pasan en el trabajo son mucho menos aprovechadas.

2. Hipervigilancia y ansiedad

Las pacientes con esta enfermedad suelen sufrir elevados niveles de ansiedad. Entre otras cosas, una mujer con este diagnóstico debe aceptar que convivirá con una patología dolorosa crónica que, si bien puede ser manejada, nunca se curará del todo. Esta expectativa de sufrimiento sostenido en el tiempo puede generar una tensión continua por temor a seguir sintiendo dolor. Por otro lado, conocer la posibilidad de infertilidad puede ser un aspecto ansiógeno, especialmente para aquellas pacientes que desean ser madres.

3. Problemas sexuales y de pareja

Una de las cuestiones que más preocupan a las mujeres con endometriosis tiene que ver con su vida sexual y de pareja. El dolor intenso que acompaña esta patología impide disfrutar de las relaciones íntimas con normalidad, lo que puede desgastar el bienestar en la relación de pareja. Las molestias terminan por eliminar el deseo y la excitación, pues la paciente se anticipa al dolor que va a sufrir durante el sexo.

4. Estigma y rol de enferma

Las mujeres con endometriosis a menudo sufren un enorme estigma en torno a su enfermedad. El hecho de sufrir dolor y molestias con mucha frecuencia hace que, a ojos de los demás, sean vistas como mujeres débiles, enfermas… Lo que atenta seriamente contra su autoestima y sentimiento de valía.

5. Aislamiento social

El desconocimiento acerca de la endometriosis y la errónea normalización del dolor menstrual lleva a que las pacientes se sientan, a menudo, muy incomprendidas por parte de su entorno. Los demás pueden infravalorar su sufrimiento, lo que lleva a que progresivamente reduzcan sus contactos sociales. Esto, a su vez, hace que el malestar emocional crezca cada vez más.

6. Pérdida de reforzadores

En la línea de lo anterior, las pacientes con endometriosis suelen reducir sus actividades de ocio debido a las molestias que sufren. Esto hace que se dejen a un lado cosas agradables que antes se hacían, perdiendo una enorme cantidad de reforzadores. Todo ello conduce a un estado de ánimo negativo.

Intervención psicológica para la endometriosis

Las pacientes con una enfermedad como la endometriosis pueden beneficiarse del apoyo de un profesional de salud mental. La terapia psicológica puede ayudar a reducir la ansiedad y mejorar el manejo y afrontamiento de esta condición y sus implicaciones. Con el fin de rebajar los niveles de ansiedad, puede ser interesante recurrir a la relajación muscular progresiva de Jacobson, una estrategia que ayuda a que la mujer pueda diferenciar las sensaciones de tensión de aquellas de relajación mediante un entrenamiento específico. Con la práctica regular de Jacobson es posible recuperar niveles de activación fisiológica normales.

A nivel de pensamientos, es recomendable intervenir mediante técnicas de reestructuración cognitiva, ya que estas contribuyen a identificar pensamientos irracionales acerca de la enfermedad, para sustituirlos después por otros más flexibles y ajustados a la realidad. También es posible ayudar a la paciente a regular mejor sus emociones, promoviendo en primer lugar su adecuada expresión y ventilación. De esta manera, la mujer puede tener un relato que manifestar acerca de lo que le sucede y aceptar cómo ello le hace sentir. Una vez hecho esto, es posible aprender estrategias para gestionar los estados emocionales que se sienten.

A nivel conductual, puede ser interesante recurrir al entrenamiento en solución de problemas, de manera que la mujer aprenda a lidiar con las dificultades derivadas de su enfermedad y buscar soluciones eficaces. También es importante recurrir a la activación conductual, de manera que ella pueda volver a obtener reforzadores que le permitan salir del bucle de aislamiento y malestar en el que se encuentra.

Conclusiones

En este artículo hemos hablado acerca de los efectos psicológicos de la endometriosis. Esta enfermedad cursa, entre otros síntomas,con un dolor muy intenso. Ello hace que sea una condición incapacitante, que merma seriamente la calidad de vida de la paciente. Añadido a esto, se trata de una enfermedad infradiagnosticada, que se descubre tras años de molestias debido a la errónea normalización del dolor menstrual. Por este motivo, es esperable que las pacientes muestren malestar emocional que requiere un apoyo específico.