¿Qué es la Falacia de Neyman? Definición y ejemplos

Los seres humanos podemos llegar a razonamientos muy complejos, lo que nos permite muchas veces extraer conclusiones acertadas, adquirir conocimientos y conocer mejor la realidad que nos rodea. Sin embargo, muchas veces nuestra lógica no es perfecta y caemos en los llamados sesgos cognitivos, que consisten en interpretaciones erróneas sistemáticas que hacemos de la información disponible. Esto nos hace, sin ser conscientes, emitir juicios y tomar decisiones erróneas.

Uno de los sesgos más curiosos y comunes es el sesgo de supervivencia, que también se conoce como falacia de Neyman. En este artículo hablaremos en detalle sobre este tipo de sesgo y veremos qué implicaciones tiene en distintos ámbitos de la vida real.

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La falacia de Neyman: ¿qué es el sesgo de supervivencia?

El sesgo de supervivencia o falacia de Neyman es un error lógico que lleva a las personas a poner el foco sobre esas personas o cosas que han tenido éxito o superado la adversidad. De esta forma, se ignoran por completo todos esos elementos que quedaron por el camino y no superaron dicho cribado. Esto repercute en las conclusiones que extraemos, pues no contemplamos la totalidad de los datos, sino una pequeña parte de los mismos.

Los orígenes de este sesgo se remontan a la Segunda Guerra Mundial. En pleno conflicto bélico, el estadístico Abraham Wald consideró relevante analizar aquellos aviones que caían en la batalla para poder aprender a minimizar las pérdidas en la medida de lo posible. Es decir, comprendió que no era suficiente con estudiar la parte de los datos querespaldaba el éxito, sino todo el conjunto de información disponible.

En medicina, la falacia de Neyman se traduce en emplear los casos prevalentes en los estudios de casos y controles. Es decir, se incluye también a las personas supervivientes de una patología, por lo que la información puede no representar de manera fiel el total real de casos.

En general, el sesgo de supervivencia hace que los datos se interpreten de una manera distorsionada, lo que modifica la percepción de los resultados. No contemplar una parte de la información puede tener importantes consecuencias en diferentes áreas de la vida, pues conduce a decisiones y conclusiones equivocadas que pueden tener un impacto considerable.

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Causas de la falacia de Neyman

Seguramente te estés preguntando cómo es posible que se produzca este tipo de error de forma tan habitual. Lo cierto es que, si bien nuestro cerebro es capaz de razonar a elevados niveles de complejidad, a veces utiliza atajos para procesar y comprender la información de manera más rápida y eficiente. Por ello, tenemos una predisposición natural a quedarnos con los casos que destacan, con lo que prevalece y es sinónimo de éxito.

Aunque estos atajos que nuestra mente utiliza muchas veces son útiles y nos facilitan la comprensión de la realidad que nos rodea, en ocasiones pueden llevarnos a extraer conclusiones equivocadas. Esta falacia nos hace tener en cuenta sólo una parte de los datos disponibles, lo que se traduce en una visión excesivamente optimista o desajustada de la realidad, pues los fracasos quedan relegados a un segundo plano.

Ámbitos en los que se produce la falacia de Neyman

Como venimos comentando, este tipo de error lógico es muy frecuente y está presente en muy diversos ámbitos de la vida. A continuación, veremos cómo se manifiesta en distintos sectores y qué consecuencias negativas puede acarrear.

1. Economía

La economía no está exenta de este curioso error lógico. Además, las consecuencias que este puede tener a nivel financiero pueden ser devastadoras. Cuando se produce esta falacia en economía, solo se tiene en cuenta la información referente a las entidades que se mantienen en funcionamiento, por lo que se obvian los datos referentes a aquellas que han desaparecido o quebrado. No tener presente este tipo de información puede condicionar seriamente las decisiones financieras y producir importantes daños al sistema económico.

2. Historia

Aunque muchas veces creamos que la historia es objetiva y pura, la realidad es que el relato muchas veces puede verse contaminado por este sesgo lógico tan común. Muchas veces, los diferentes bandos implicados pueden omitir información relevante y alterar así el relato final sobre los sucesos bélicos. Aunque esto no sucede siempre con igual intensidad, hay algunas situaciones en la historia que han requerido un duro trabajo por parte de los historiadores para rehacer la narrativa sin la interferencia de este tipo de error.

3. Mundo laboral

El sesgo de supervivencia también nos hace ver de forma distorsionada la realidad profesional. Muchas veces, nos topamos con referentes en diferentes sectores (deportistas, científicos, escritores…) y asumimos que, si seguimos la misma ruta que ellos, podremos obtener su éxito. Sin embargo, muchas veces olvidamos que, al igual que dichas personas triunfaron, otras fracasaron en el intento siguiendo una fórmula similar. Por ello, siempre debemos tener en cuenta las dos caras de la misma moneda.

4. Consumo

Seguramente hayas oído en alguna ocasión que los bienes como la ropa, los electrodomésticos y los objetos en general tenían antes una vida más larga que ahora. Aunque pueda parecer cierto, lo cierto es que esta creencia suele responder a este sesgo lógico. Esto se debe a que siempre nos fijamos en aquellos objetos antiguos que tenemos alrededor y que siguen funcionando a pesar del paso del tiempo.

Sin embargo, estamos obviando de la ecuación todos aquellos elementos que en su día fueron útiles pero que terminaron estropeándose o perdiendo sus cualidades originales. Es obvio que si sólo atendemos a los objetos que han durado creamos que antes las cosas tenían una vida más larga, pero esto solo es un resultado de interpretar la realidad a partir de una parte de los datos.

5. Arquitectura

Siguiendo la línea del caso anterior, es probable que pienses que los edificios antiguos son mucho más bonitos que los actuales. Esto se debe a que asumimos que todos los edificios que había antes eran tal y como son las pocas construcciones antiguas que hoy se conservan. Sin embargo, los restos de la arquitectura antigua que vemos son aquellos edificios más bellos, llamativos y mejor cuidados, por lo que estos no representan la generalidad de las construcciones de épocas pasadas.

Por ello, la creencia de que los edificios actuales son peores que los de otros tiempos es resultado de este sesgo. Nuestras conclusiones se basan en una única parte de la realidad, en este caso los edificios más bonitos, que forman parte del patrimonio cultural y han sobrevivido al paso del tiempo y la adversidad mientras que otros eran derruidos para ser sustituidos por obras más funcionales y modernas.

6. Los gatos tienen siete vidas

Seguramente has oído hablar muchas veces de esta idea popular que defiende que los gatos tienen nada menos que siete vidas. Esta afirmación suele basarse en la idea de que los gatos son capaces de sobrevivir a caídas desde grandes alturas, como si fuesen inmunes al impacto. Sin embargo, esta información está ligeramente sesgada.

Lo cierto es que los datos que se contemplan son aquellos referentes a los gatos que sobreviven, pero en ningún momento nos detenemos a reflexionar si ha habido gatos que, tras haberse caído, sí han fallecido. De nuevo, nos quedamos con lo anecdótico y lo extraordinario, hasta el punto de que asumimos que estos casos llamativos representan la norma. Aunque seguramente sean muchos más los gatos que mueren tras una caída que los que sobreviven a ella, el sesgo nos traiciona y creemos que es al revés.

7. Centros educativos

Algunas entidades educativas, como por ejemplo academias de oposiciones o de idiomas, suelen utilizar como estrategia de márketing el hecho de que x personas han logrado con su método aprobar un examen o aprender una lengua. Sin embargo, esta estrategia hace que omitamos la otra cara de la moneda, todas esas personas que, pasando por sus aulas, no consiguieron el objetivo propuesto.

8. Deporte

En los deportes esta falacia también puede jugarnos una mala pasada. Por ejemplo, cuando se realiza una maratón asumimos que quienes han ganado son indiscutiblemente los mejores de la competición. Sin embargo, estamos extrayendo esta conclusión analizando únicamente a los vencedores sin prestar atención a los que han perdido. Quizá ha habido otros factores que han limitado el rendimiento de los demás y ello ha facilitado la victoria a los tres ganadores sin que por ello sean objetivamente los más competentes. En otras palabras, analizamos la situación atendiendo solamente a quienes han conseguido el éxito.

Conclusiones

En este artículo hemos hablado acerca de un sesgo lógico muy común, conocido como la falacia de Neyman. En términos generales, este tipo de error nos lleva a extraer conclusiones erróneas debido a que sólo atendemos a una parte de la información disponible, aquella relacionada con las personas o elementos que alcanzan el éxito o se preservan.

Paralelamente, se obvia todo aquello referente a quienes fracasaron o perdieron en el intento. Aunque nuestro cerebro es capaz de razonar a niveles muy complejos, en ocasiones emplea atajos para ser más eficiente. Sin embargo, estos en ocasiones pueden llevarnos a cometer errores e interpretar la realidad de manera distorsionada, lo que condiciona nuestras decisiones y nos lleva a extraer conclusiones equivocadas. Este tipo de sesgo es muy habitual y está presente en numerosas situaciones de la vida real, afectando a sectores como la economía, la salud, el deporte o el mundo laboral.