8 frases que no debes decir a una persona con depresión

La depresión es una de las enfermedades mentales más extendidas en la población. Por ello, es altamente probable que alguien cercano a ti se encuentre lidiando con ella. Lo cierto es que alguien en esta tesitura necesita más que nunca el apoyo de su entorno, aunque no siempre es así. Los problemas psicológicos siguen rodeados de mucho estigma e incomprensión, lo que lleva a los pacientes a sentirse permanentemente invalidados.

Por esta razón, es clave mostrar empatía y tacto a la hora de comunicarnos con alguien que está viviendo el dolor de un trastorno depresivo. Por desgracia, muchas veces palabras bienintencionadas pueden resultar altamente hirientes. Evitar hacer daño sobre el daño es clave y por eso en este artículo vamos a comentar esas frases que debes evitar pronunciar hacia alguien deprimido.

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¿Qué sucede cuando una persona tiene depresión?

En primer lugar, es importante señalar que la depresión no es un capricho ni una característica de personalidad, sino un problema de salud mental que puede llegar a ser muy severo e incapacitante. Las personas que se encuentran deprimidas manifiestan alteraciones en el estado anímico y en la conducta, con una tristeza y apatía persistentes, así como una notable reducción de la vitalidad y la motivación debido a la pérdida de interés por las cosas.

Todo ello lleva a que el paciente deje de realizar sus actividades cotidianas, como ir a trabajar, socializar, realizar actividades lúdicas, mantener relaciones sexuales e incluso asearse. Progresivamente, la persona deprimida va reduciendo sus interacciones con otras personas, produciéndose un aislamiento cada vez más acusado.

En algunas personas toda la sintomatología emocional y conductual puede ir acompañada de síntomas físicos, como por ejemplo dolores corporales. En los casos más severos, pueden aparecer ideas suicidas e intentos de suicidio. En resumen, podríamos decir que los signos más comunes que nos indican que alguien sufre depresión son los siguientes:

• La persona no disfruta de los placeres y alegrías de la vida: Existe una apatía e indiferencia total hacia las cosas, que en psicología se conoce como anhedonia. No se trata solo de sentirse triste, sino de experimentar una total incapacidad para sentir felicidad y disfrute hacia la vida misma.

• Problemas cognitivos: Las personas con depresión suelen mostrar problemas para concentrarse y razonar, incluso cuando se trata de tareas sencillas y rutinarias. Pueden experimentar dificultades para pensar de manera lúcida y percibir los sucesos que ocurren a su alrededor. Se podría decir que sufren una especie de neblina mental.

• Desesperanza: Las personas deprimidas no sólo sienten tristeza, sino que van un paso más allá y pueden experimentar desesperanza. Esta emoción es mucho más devastadora, pues el paciente vive percibiendo la vida con una visión túnel muy limitada. El futuro se presenta como algo desconocido y oscuro, sin un sólo resquicio de luz.

• Insomnio: Es frecuente que las personas con depresión vean mermada la calidad de su sueño. Pueden aparecer despertares nocturnos o una sensación de no haber alcanzado el sueño profundo a pesar de haber dormido durante muchas horas. Todo ello produce un enorme desgaste y agotamiento.

• Problemas físicos: Muchas personas con depresión tienden a experimentar síntomas somáticos. Así, pueden manifestar dolores en el cuerpo, náuseas, dolores de cabeza, etc.

8 frases que no debes decir a una persona con depresión

A continuación, comentaremos las frases que debes evitar a toda costa cuando te dirijas hacia alguien que está sufriendo depresión.

1. No pareces deprimido/a

Popularmente existe la creencia extendida de que la depresión tiene una única manifestación posible. Así, sólo se visualiza a una persona deprimida como aquella que llora, no se levanta de la cama y se muestra alicaída permanentemente. La realidad es que la depresión puede expresarse de muy diversas formas dependiendo de la persona. No hay una manera correcta o verdadera de estar deprimido, pues todas ellas son válidas.

También es importante tener presente que lo que vemos de los demás no siempre refleja su realidad. De cara al exterior hay muchas personas que aparentemente parecen felices y, en cambio, por dentro lidian con mucho dolor. De la misma forma, tenemos que tener presente que la sociedad actual es intolerante a las emociones difíciles, por lo que únicamente ensalza aquellas consideradas “positivas”, ocultando a su vez las “negativas”.

Las redes sociales son un claro ejemplo de cómo el escaparate perfecto que mostramos rara vez coincide con la complejidad de la vida real. Por ello, atrevernos a juzgar al otro indicando que no parece deprimido/a es un gesto osado e irrespetuoso, pues desconocemos lo que está pasando y cómo lo está gestionando.

2. No tienes motivos para estar deprimido

Las personas deprimidas suelen ser objeto de una constante invalidación por parte de los demás. A menudo, se les dice que carecen de motivos para estar deprimidas y eso no hace más que incrementar su dolor. Al sufrimiento que viven se le añade la culpa por sentirse como se sienten, lo que resulta enormemente injusto.

La depresión es, en primer lugar, una condición multifactorial que aparece como resultado de la confluencia de diversas variables. Es decir, rara vez hay un motivo concreto que la desencadene. Por otro lado, ¿Quién dicta qué motivos o razones son válidos para deprimirse? Nuestras emociones siempre son reales y nadie tiene derecho a negarnos el poder sentirlas con libertad.

Creer que cosas como el dinero, el éxito o la belleza son garantía de bienestar ignoran la enorme complejidad de la mente humana. Hay cuestiones mucho más profundas y existenciales que pueden fallar y llevar a la persona a un gran vacío interior. Cuando pronunciamos estas palabras a alguien deprimido, estamos invalidando su dolor y, por ello, estamos haciendo todo lo contrario a ayudar. Recuerda que las palabras siempre deben pronunciarse si con ellas vamos a hacer el bien. Si no es así, lo mejor es el silencio.

3. Todos tenemos problemas

Estas palabras son otro gran ejemplo de ignorancia y atrevimiento. Al contrario de lo que se suele creer, la depresión no guarda relación proporcional con el número de problemas y situaciones dolorosas que se viven. Como comentamos anteriormente, esta enfermedad mental resulta de la confluencia de muchas variables diversas a todos los niveles: personal, social, familiar, genético, etc. Valorar el derecho de otra persona a sufrir utilizando como criterio nuestras propias vivencias es un acto egocéntrico, pues cada uno atraviesa su propia historia de vida como puede.

4. Deberías animarte

Decirle a una persona con depresión que tiene que animarse no sólo es inútil, sino que contribuye a que esa persona se sienta doblemente mal. Con estas palabras estamos transmitiendo la idea implícita de que estar deprimido es una elección y no una enfermedad mental. Las personas que sufren depresión no pueden elegir animarse a voluntad, ya que si así fuera es evidente que lo harían. Nadie tendría la osadía de decirle a alguien con una enfermedad orgánica que debe esforzarse para curarse. Sencillamente, no tenemos el control de las patologías que tenemos a nivel físico y mental.

5. Eres un egoísta, no piensas en los demás

Uno de los ejemplos más hirientes de lo que no debemos decir lo encontramos en esta expresión. Muchas personas con depresión son injustamente tachadas como egoístas. De nuevo, se asume que esa persona ha elegido deprimirse y que no cambia porque no desea hacerlo. Por ello, se le reprocha no pensar en los demás.

Es comprensible que el entorno de la persona deprimida se encuentre desgastado a raíz de la convivencia con una enfermedad tan tediosa. Sin embargo, este malestar debe ser canalizado con estrategias como la ayuda profesional o el autocuidado. En ningún caso podemos dañar más a esa persona con palabras de este tipo.

6. Deberías cuidar tus hábitos

Todos sabemos que el deporte y la alimentación saludable son beneficiosos para la salud. Sin embargo, eso no significa que sean la solución a todos los problemas. La depresión es una enfermedad mental que, como cualquier otra condición de salud, requiere un tratamiento específico de la mano de profesionales. De hecho, lo ideal es que el paciente cuente con la atención de un equipo multidisciplinar, pues muchas veces se precisa combinar la psicoterapia con el apoyo de fármacos. Decirle a alguien deprimido que salir a correr o comer más lechuga aliviará su sufrimiento es sencillamente irresponsable.

7. Sé por lo que estás pasando

El desconocimiento puede llevarnos a herir incluso cuando tenemos las mejores intenciones. Deseando ser empáticos y cercanos, podemos pronunciar esta frase que resulta desacertada. No podemos saber lo que esa persona está pasando, así de simple. Si nunca hemos vivido una depresión no podemos imaginarnos lo que implica su dolor. Incluso si hemos vivido una depresión tampoco sabemos cómo afecta a esa persona en particular. Por ello, hay otras frases mejores para expresar empatía: “Entiendo que lo que estás viviendo tiene que ser muy doloroso” “Estoy aquí para acompañarte en esto” “No estás solo”.

8. Tienes que ser fuerte

Vivimos en una época en la que mostrar vulnerabilidad no está muy bien visto. Acostumbramos a mostrar nuestra mejor cara y guardar lo peor para la intimidad. Esto hace que, cuando alguien está pasando un problema como la depresión, nos cueste tolerar su malestar. Nos incomodan las emociones difíciles de los otros y esto nos hace pedirles que sean fuertes. Este tipo de expresiones hacen un gran daño porque llevan a la persona a sentirse, de nuevo, culpable por sentirse como se siente. Es decir, estas palabras son una clara expresión de la invalidación emocional en todo su esplendor.