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De acuerdo a cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 260 millones de personas en el mundo sufren ansiedad, un problema de salud mental que, con perdón del virus que llegó a nuestras vidas en 2020, es la gran pandemia del siglo XXI. Y esto se explica, en gran parte, porque vivimos en un mundo que nos está exponiendo a una constante avalancha de información, a una enorme competitividad laboral, al desarrollo de grandes exigencias autoimpuestas y a un ritmo de vida totalmente antinatural.
De ahí que encontrar momentos para desconectar del mundo y conectar con nosotros mismos sea una auténtica necesidad para nuestra salud tanto física como emocional. Y en este contexto, la meditación se está alzando como una práctica que no solo está siendo apoyada por la ciencia, sino que presenta enormes beneficios para nuestro organismo.
Entendemos por meditación el conjunto de prácticas que, promoviendo la relajación física y emocional en el practicante, inducen en él un profundo estado de consciencia plena, sin juzgar ni rechazar aquello que sentimos. No es la panacea, pero sí una fantástica herramienta para conectar con nosotros mismos y mitigar el estrés de nuestra vida.
Ahora bien, como decimos, es un conjunto de prácticas. Por ello, en el artículo de hoy y con el objetivo de que encuentres la técnica que mejor se adapte a tus necesidades, vamos a indagar en los distintos tipos de meditación que existen, viendo sus características, qué beneficios aportan y cómo deben practicarse.
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¿Qué es la meditación?
La meditación es el conjunto de prácticas basadas en técnicas que promueven la relajación física y emocional como método para inducir en quien la practica un profundo estado de consciencia plena, sin juzgar ni rechazar aquello que siente. Centramos nuestra actividad intelectual en un pensamiento, objeto o elemento perceptible, sin prestar atención a los problemas ni a sus causas ni consecuencias.
Actualmente, la meditación se ha separado (en gran medida) de conceptos abstractos vinculados a la espiritualidad y se ha respaldado mucho más en la ciencia, pues ha demostrado ser una fantástica herramienta que, como complemento a los otros hábitos saludables de vida, puede mejorar nuestra salud tanto física como mental.
Y es que meditar media hora al día nos puede ayudar a aliviar y controlar los problemas de ansiedad, estrés, TOC e incluso depresión, estimular el sistema inmunitario, favorecer la creatividad, estimular la capacidad de concentración, potenciar la aparición de pensamientos positivos, estimular las funciones cognitivas, incrementar la inteligencia emocional, mejorar la memoria, potenciar la autoconciencia, aumentar la tolerancia al dolor, proteger al cerebro del envejecimiento neurológico… No es la panacea, está claro, pero sí una herramienta que puede ayudarnos en todos estos aspectos.
Ahora bien, no existe una única técnica de meditación. Como hemos dicho, la meditación en sí es un conjunto de prácticas, por lo que existen distintos tipos de técnicas para meditar, cada una de ella con unos requerimientos, procedimientos y beneficios particulares. Y ahora que ya hemos analizado qué es la meditación en conjunto, vamos a indagar en este aspecto.
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¿Qué técnicas de meditación existen?
La meditación es un conjunto de prácticas que promueven la inducción de un profundo estado de consciencia plena. Estas prácticas llevan existiendo desde la antigüedad, formando parte de la cultura de muchas sociedades. Muchas de ellas, eso sí, han llegado hasta el día de hoy. Y nosotros hemos recogido las más importantes (y con más apoyo científico) para que puedas encontrar la que mejor se adapta a tus necesidades.
1. Meditación Zen
Seguramente, la más conocida. La meditación Zen, también conocida como Zazen, es aquella que se practica sentado, con la particularidad de que la postura corporal es más estricta que en otras prácticas de meditación, con la columna totalmente recta, barbilla agachada en dirección al suelo, ojos abiertos focalizando la mirada en el suelo y manos sobre el vientre. Esta más recomendada para personas con algo de experiencia en la meditación.
2. Meditación Vipassana
La meditación Vipassana es una práctica basada en el mindfulness, por lo que su principal objetivo es inducir la introspección, conectando con nuestra propia mente, controlando qué ocurre en nuestro interior, eliminando los pensamientos negativos y viendo las cosas tal y como son. Su complejidad es alta, por lo que se recomienda realizar un curso donde aprenderás a controlar la respiración y silenciar ciertos pensamientos para favorecer la introspección.
3. Meditación Mantra
La meditación mantra, también conocida como meditación de sonido primordial, es aquella que está fundamentada en los mantras, una especie de cánticos que pronuncia el practicante como mecanismo para lograr el estado meditativo profundo. Su origen se encuentra en la India y se fundamenta en que estos mantras, por la vibración de las cuerdas vocales y cómo las ondas de los sonidos llegan a la mente, permiten maximizar los beneficios de la meditación.
4. Meditación Metta
La meditación Metta, también conocida como meditación del amor benevolente, es aquella práctica meditativa que, teniendo su origen en las enseñanzas budistas tibetanas, busca, por encima de todo, promover la compasión y la bondad, dos herramientas para mejorar la relación con nosotros mismos y con todo aquello que nos rodea. Ha demostrado ser muy positiva para estimular la empatía.
5. Meditación Chakra
La meditación Chakra es aquella que se fundamenta en estimular estos chakras, los puntos energéticos que, de acuerdo a esta disciplina, están distribuidos por nuestro cuerpo. Siendo una meditación guiada, nos hace visualizar estos puntos como espirales de energía que se van expandiendo para así mejorar el flujo energético por el cuerpo y estimular nuestro bienestar físico y mental.
6. Meditación Kundalini
La meditación Kundalini es aquella que se fundamenta en despertar la conocida como energía Kundalini, una forma de energía que, de acuerdo a quienes practican esta técnica, vive en la base de la columna vertebral. Esta meditación busca liberarla para que viaje por la columna vertebral hasta el cerebro, dotando a nuestra mente de toda esa energía.
7. Meditación Tonglen
La meditación Tonglen es aquella que, con un origen que se encuentra en las enseñanzas budistas tibetanas, tiene la particularidad de no buscar que el practicante huya del dolor o silencie los pensamientos negativos, sino que se enfrente a ellos, conectando con nuestro propio sufrimiento para así demostrar que somos más fuertes que él. Solemos huir siempre del sufrimiento, pero esta meditación nos hace luchar contra él para manejar mejor las situaciones difíciles de la vida.
8. Meditación Trascendental
La meditación trascendental es aquella que gozó de gran éxito en la década de los sesenta como una variación de la meditación Mantra. Y es que al igual que esta, se basa en pronunciar estos cánticos, pero con la particularidad de que el practicante debe realizar esta práctica durante 20 minutos dos veces al día.
9. Meditación Budista
La meditación Budista es aquella que, evidentemente con un origen en las enseñanzas budistas, tiene el principal objetivo de conseguir que el practicante se centre en el “aquí” y el “ahora”. A través de una profunda atención en la respiración, la práctica nos lleva a vivir el presente y a atender los pensamientos, sensaciones y emociones que pasan por nuestra mente.
10. Meditación Wicca
La meditación Wicca es aquella que, teniendo unos orígenes en las antiguas tradiciones de la brujería, simula un ambiente de estas prácticas paganas. Así, se suele recurrir a una especie de altar, se prenden velas y se pone incienso en la habitación para estimular la relajación y, a partir de ahí, sin importar la postura (solamente que estés cómodo), empiezas a visualizar las imágenes que pasan por tu mente hasta conectar contigo mismo.
11. Meditación Kabbalah
La meditación Kabbalah es aquella que, teniendo sus orígenes en ciertas prácticas religiosas judías, tiene el principal objetivo de conectar no con nosotros mismos, sino con Dios. Quienes practican esta forma de meditación afirman visualizar a Dios, siendo así la fuente de su bienestar emocional y la vía para descubrir qué necesitamos en nuestra vida. Los practicantes afirman que es el arte de acceder a mundos superiores.
12. Meditación Dzogchen
La meditación Dzogchen es aquella que, teniendo su origen en las enseñanzas budistas tibetanas (de hecho es la que practica el actual Dalái Lama), no obliga a concentrarse en la respiración ni en los mantras, sino en lograr un profundo estado de consciencia de nuestro poder interior. Siempre en conjunción con la naturaleza, busca que seamos conscientes de todas nuestras capacidades.
13. Meditación Mindfulness
La meditación mindfulness es aquella que persigue, por encima de todo, que el practicante llegue a un estado de atención plena, estando intencionalmente atento a todo lo que hace y siente, sin juzgar ni rechazar nada de lo que experimenta en su interior. Nos permite viajar por nuestra mente para ser conscientes de forma plena de aquello que pensamos y sentimos.
14. Meditación Guiada
La meditación guiada es toda aquella práctica meditativa que no realizamos solos, sino con una persona experta que nos guía. Especialmente si somos principiantes, que guíen la meditación, ya sea de forma presencial o a través de audios, es una muy buena forma de asegurarnos de que vamos a meditar como es debido.
15. Meditación Kinhin
La meditación Kinhin es una práctica que deriva de la meditación Zen y que tiene la particularidad de que se practica caminando. Los practicantes caminan en círculo en el sentido de las agujas del reloj y de forma lenta o de paso ligero.
