Los 10 tipos de Mindfulness (características y beneficios)

El Mindfulness es una práctica de meditación y filosofía de vida que busca inducir un profundo estado de consciencia plena para así estimular nuestra salud física y mental. Veamos qué clases existen.

La meditación es el conjunto de prácticas basadas en técnicas que promueven la relajación física y la paz emocional como vía para inducir en el practicante un profundo estado de consciencia plena, sin juzgar ni rechazar aquello que sentimos. Apoyada por la ciencia por sus beneficios en la salud física y mental, existen muchas formas distintas de meditar.

Pero sea como sea, lo que está claro es que en un mundo donde más de 260 millones de personas sufren ansiedad, estamos sometidos a una constante avalancha de información, vivimos a un ritmo antinatural, estamos sometidos a una enorme competencia en el plano profesional y nos crían para autoexigirnos demasiado, conectar con nosotros mismos no es un capricho. Es una necesidad.

Y es precisamente en este contexto que la meditación se alza como una herramienta casi imprescindible para muchas personas. Como decimos, existen muchos tipos distintos de meditación. Pero, sin duda, por popularidad y beneficios, una de las variantes más importantes es el conocido como Mindfulness, una práctica que es no solo una técnica de meditación, sino una filosofía de vida.

Pero igual que ocurre con la meditación en general, también existen distintos tipos de Mindfulness. Por ello, con el objetivo de que encuentres aquel que mejor se adapte a tus necesidades, en el artículo de hoy y de la mano de las más prestigiosas publicaciones científicas, vamos a indagar en las características y beneficios de las diferentes clases de Mindfulness.

Para saber más: “Mindfulness: qué es, características y beneficios”

¿Qué es el Mindfulness y cuáles son sus beneficios?

El Mindfulness es una forma de meditación y filosofía de vida que se basa en aquellas técnicas que inducen, en quien lo practica, un profundo estado de atención o consciencia plena, haciendo que estamos atentos de forma intencional a lo que hacemos y sentimos pero sin juzgar ni rechazar aquello que estamos experimentando en nuestro interior.

Así, es una práctica basada en la conocida como meditación Vipassana, aquella práctica meditativa cuyo principal objetivo es el de inducir la introspección en el practicante, es decir, conseguir que este conecte con su propia mente, siendo capaz de percibir qué ocurre en su interior a través del control de la respiración y del viaje a través de los pensamientos e ideas que pueblan nuestra mente.

Con un origen claro en las enseñanzas budistas, el Mindfulness es una filosofía de vida que entiende la meditación introspectiva como el mejor mecanismo para enfocar nuestra atención en lo que percibimos pero sin focalizarnos en las causas ni consecuencias de nuestros problemas. Es decir, exploramos qué ocurre en nuestra mente pero sin juzgarlo ni rechazarlo.

En su reciente apogeo, se ha separado de las connotaciones más religiosas y espirituales (aunque cada uno es, evidentemente, libre de interpretarlo como quiera) para apoyarse en la ciencia y alzarse como un mecanismo para, a través de esta inducción de la actividad intelectual que nos focaliza en los pensamientos de forma plena, mejorar nuestra salud física y emocional.

De hecho, la práctica del Mindfulness, que no busca ser un arte espiritual, sino un conjunto de prácticas consensuadas que se aplican del mismo modo en cualquier parte del mundo, ha sido objeto de investigaciones científicas para avalar sus beneficios. Y gracias a precisamente a que las técnicas están bien pautadas, se ha podido ver cómo, sin ser obviamente la panacea, el Mindfulness puede, en conjunción con otros hábitos de vida saludables, potenciar nuestra salud física y psicológica.

Así, el Mindfulness, que se basa en focalizar la atención en la respiración pero sin pensar en ella, simplemente escuchándola, observándola y sintiendo cómo fluye, practicado 30 minutos al día puede ayudar a aliviar y controlar los síntomas de la ansiedad, el estrés, el TOC e incluso la depresión, potenciar la autoconsciencia, estimular la capacidad de concentración, mejorar las relaciones interpersonales, potenciar la creatividad, favorecer la memoria de trabajo, reducir la percepción de dolor, estimular el sistema inmunológica, proteger al cerebro del envejecimiento neurológico, estimular la inteligencia emocional… Y todo esto apoyado por investigaciones científicas de primer nivel.

Es evidente que ni es la cura definitiva a todos los males ni que todo el mundo lo necesita para sentirse bien física y psicológicamente, pero sí que puede ser una buena herramienta que, si crees que puede ayudarte, puedes contemplar. Y es que focalizarnos en el “aquí” y el “ahora” aporta más beneficios para nuestra salud de lo que a simple vista puede parecer.

Nosotros lo que te recomendamos, eso sí, es que si no tienes experiencia con la meditación, busques un profesional que te guíe, ya sea de forma presencial o a través de locuciones. Lo importante es que los beneficios máximos se consiguen practicando media hora diaria de mindfulness (aunque se recomienda que los principiantes empiecen con diez minutos), en una habitación libre de ruidos, con ropa cómoda, con la espalda recta para asegurar una óptima respiración y con la voluntad de entrenar a nuestra mente para que desarrolle la capacidad de atención plena y, con el tiempo, sea capaz de vaciarse y quedar en blanco, el objetivo final del Mindfulness, pues es aquí cuando podemos observar nuestros pensamientos e ideas sin juzgarlos, logrando la total introspección.

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¿Qué clases de Mindfulness existen?

Ahora que ya hemos visto las bases científicas y beneficios del Mindfulness, llega el momento de sumergirnos en lo que nos ha reunido hoy aquí. Descubrir las distintas variedades de Mindfulness, analizando sus características, requisitos y beneficios para que así puedas encontrar la que mejor se adapta a ti y a tus necesidades.

1. Mindfulness de atención centrada

El Mindfulness de atención centrada o focalizada es aquel en el que la práctica meditativa se basa en focalizar toda nuestra atención hacia un punto de nuestro cuerpo el mayor tiempo posible, como si dirigiéramos un láser y tuviéramos que mantenerlo estable. Así, obligando a la mente a centrarse en un punto concreto, la apartamos de todo el ruido que pueda tener y hacemos que deje de pensar en el pasado y de preocuparse por el futuro. Todo lo que importa es el presente y el punto donde nos estamos centrando.

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2. Mindfulness de atención abierta

El Mindfulness de atención abierta es aquel en el que la práctica meditativa se basa en “iluminar” un área mayor de nuestro cuerpo, notando todas las sensaciones corporales, emociones y sentimientos que aparezcan. No obligamos a la mente a centrarse o focalizarse en un punto concreto, sino que la dejamos libre para descubrir qué estamos sintiendo en nuestro organismo.

3. Mindfulness Metta

El Mindfulness Metta es aquel que se fundamenta en la conocida como meditación del amor benevolente, una práctica meditativa que tiene, como principal objetivo, promover la bondad y la compasión. Promover estos dos conceptos nos lleva a estimular nuestra empatía y a mejorar la relación no solo con nosotros mismos, sino con todo aquello que nos rodea.

4. Mindfulness centrado en la respiración

El Mindfulness centrado en la respiración es aquel en el que la práctica meditativa se centra principalmente en un atención absoluta de la respiración. La meditación se basa en percibir cómo el aire entra por las fosas nasales y cómo recorre todo el aparato respiratorio. No la controlamos ni influimos en ella, simplemente la escuchamos, observamos y sentimos.

5. Mindfulness de escáner corporal

El Mindfulness de escáner corporal es aquel en el que la práctica meditativa se fundamenta en realizar un scanner de todo el cuerpo. Empezando por la cabeza y terminando por los pies, vamos bajando a través del cuerpo, focalizando nuestra atención cada vez en un punto concreto, viendo qué sentimos y qué percibimos.

6. Mindfulness Vipassano

El Mindfulness Vipassano es aquel que se fundamenta especialmente en la conocida como meditación Vipassana, por lo que la práctica meditativa persigue, por encima de todo, lograr la introspección, viendo las cosas tal y como son y viendo cómo fluyen por nuestra mente los pensamientos, ideas, recuerdos, deseos, etc.

7. Mindfulness de Inteligencia Emocional Plena

El Mindfulness de Inteligencia Emocional Plena es aquel que busca potenciar las habilidades socioemocionales del practicante especialmente en lo que a materia de inteligencia emocional y empatía se refiere. De este modo, a través de la práctica meditativa, logramos las herramientas para ser más conscientes de los sentimientos ajenos.

8. Terapia Cognitiva basada en el Mindfulness

La Terapia Cognitiva basada en el Mindfulness es un tipo de psicoterapia que utiliza la práctica meditativa como parte del tratamiento psicológico de problemas como la ansiedad o la depresión. Así pues, combina las herramientas propias de la terapia cognitiva con la meditación, para así dar al paciente técnicas para aliviar el malestar emocional y potenciar su autoconocimiento.

9. Programa de Reducción de Estrés basado en el Mindfulness

El Programa de Reducción de Estrés basado en el Mindfulness es un tipo de intervención psicológica que busca reducir el estrés del paciente a través de prácticas meditativas. Desarrollado por Jon Kabat-Zin en 1979, las investigaciones científicas han demostrado que es una de las mejores formas de tratamiento para mitigar los efectos del estrés y dar herramientas al practicante para que sea capaz de manejarlo.

10. Mindfulness Guiado

Por Mindfulness guiado entendemos cualquier práctica meditativa de este tipo en el que la sesión no se hace solo, sino con un guía, el cual puede ser un profesor experto de forma presencial o un audio, con sesiones grabadas que escuchamos en la comodidad de nuestro hogar. Al principio y hasta que dominemos esta forma de meditación, se recomienda que hagamos sesiones guiadas.