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El calentamiento global es un incremento de la temperatura media de la Tierra a raíz de perturbaciones en el equilibrio térmico de este nuestro planeta. A lo largo de la historia, han sido muchos los calentamientos globales que han surgido por factores como, por ejemplo, periodos de alta intensidad volcánica. Y estos aumentos de las temperaturas globales es lo que conduce a los famosos cambios climáticos.
El problema es que el calentamiento global actual se debe, en un 95%, a la actividad humana, en concreto a la excesiva emisión a la atmósfera de los conocidos como gases de efecto invernadero, aquellos que, por su estructura molecular y propiedades químicas, retienen la energía calorífica del Sol y contribuyen al calentamiento de la Tierra.
Este aumento en la concentración de dichos gases intensifica el efecto invernadero, un proceso natural que ha sido injustamente demonizado. Y es que el efecto invernadero no es malo. Todo lo contrario. Es absolutamente necesario para el mantenimiento de la vida. El problema es que nuestras actividades lo han intensificado hasta convertirlo en el desencadenante del cambio climático que estamos viviendo.
Pero, ¿qué es exactamente el efecto invernadero? ¿Y el cambio climático? ¿En qué se diferencian estos dos conceptos? Si quieres encontrar la respuesta a estas y otras muchas preguntas, estás en el lugar adecuado. Y es que de la mano de las más prestigiosas publicaciones científicas, vamos a analizar las bases del efecto invernadero y del cambio climático y a indagar en sus diferencias en forma de puntos clave.
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¿Qué es el efecto invernadero? ¿Y el cambio climático?
Antes de entrar en profundidad a analizar sus diferencias en forma de puntos clave, es interesante (y también importante) que nos pongamos en contexto comprendiendo, individualmente, en qué consiste cada uno de estos términos. De este modo, su relación pero también sus diferencias empezarán a quedar más claras. Veamos, pues, qué es exactamente el efecto invernadero y qué es el cambio climático.
Efecto invernadero: ¿qué es?
El efecto invernadero, conocido también por su nombre en inglés greenhouse effect, es un fenómeno natural que ocurre a nivel de la atmósfera y que calienta la superficie terrestre, tratándose así de un proceso que, viniendo desencadenado por los conocidos como gases de efecto invernadero, permite que la temperatura global de la Tierra sea lo suficientemente cálida y estable como para permitir el mantenimiento de la vida.
Gracias a la presencia en la atmósfera de los gases de efecto invernadero (principalmente el dióxido de carbono, el vapor de agua, el óxido nitroso, el metano y el ozono), este fenómeno hace que no haya grandes diferencias térmicas entre el día y la noche. Y es que el efecto invernadero se fundamenta en evitar que todo el calor del Sol se pierda.
Teniendo en cuenta que solo el nitrógeno y el oxígeno representan, respectivamente, el 78% y el 28% del total de gases de la atmósfera, los gases de efecto invernadero representan menos del 1% del total, pero eso no significa que no sean esenciales. Y es que son capaces de absorber la radiación solar térmica e irradiarla en todas las direcciones de la atmósfera, consiguiendo así calentar la superficie terrestre.
Cuando la luz del Sol llega a la atmósfera de la Tierra, el 30% de ella es reflejada de nuevo al espacio, es decir, que la perdemos. El 70% restante sí que atraviesa la atmósfera e incide sobre la superficie terrestre, calentándola. Pero en cuanto se ha generado este calor en tierra y mar, la energía volverá a ser irradiada al espacio. Es decir, que también la perderemos y las noches serían increíblemente frías.
Por suerte, es aquí donde entra en juego el efecto invernadero. Los gases que lo estimulan, por su estructura molecular y propiedades químicas, absorben la energía calorífica y la emiten en todas las direcciones de la atmósfera, evitando así que toda ella regrese al espacio. De esta manera, conseguimos que una importante porción no escape y regrese a zonas inferiores de la atmósfera, calentando nuevamente la superficie y manteniendo un clima cálido y térmicamente estable en el planeta.
Pero, ¿por qué, si vemos que es necesario para la vida, este efecto invernadero ha sido demonizado? Porque con nuestras actividades, los humanos estamos rompiendo el equilibrio térmico. La quema de combustibles fósiles (el nivel de dióxido de carbono ha aumentado un 47% desde que empezara la era industrial), la ganadería, la actividad agrícola, la desforestación, el uso de fertilizantes, el uso de gases fluorados, la producción de cemento, etc, liberan enormes cantidades de gases de efecto invernadero.
Esto hace que sus concentraciones atmosféricas se incrementen peligrosamente y que el efecto invernadero se intensifique, por lo que se retiene más calor del que se debería y, por tanto, se da un aumento global de las temperaturas. Desde que empezara la era industrial, la temperatura media del planeta ha aumentado 1 °C. Y esto, que es lo que de hecho está impulsando el cambio climático actual (que después analizaremos), es lo que se conoce como calentamiento global.
El calentamiento global actual, originado por una intensificación del efecto invernadero por las actividades humanas, se debe en un 95% a factores antropogénicos. Los humanos somos responsables directos de una intensificación del efecto invernadero en el que, por la global subida de temperaturas, se ha roto el equilibrio entre los distintos niveles geológicos de la Tierra. El calentamiento global es la causa del cambio climático.
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Cambio climático: ¿qué es?
Por cambio climático entendemos una variación prolongada en los parámetros y valores climatológicos de la Tierra. Así pues, un cambio climático es una situación que se alarga en el tiempo (décadas e incluso siglos) en la que se rompe el estado de equilibrio entre los distintos niveles geológicos ( la atmósfera, la litosfera, la hidrosfera, la criosfera y la biosfera) como consecuencia de una perturbación en el estado térmico de la Tierra.
Intensa actividad volcánica, alteraciones en los movimientos orbitales del planeta, impacto de meteoritos, variaciones en la radiación solar o, como está ocurriendo actualmente, una intensificación del efecto invernadero. Son muchas las circunstancias que pueden provocar un aumento o una disminución brusca de las temperaturas medias del planeta.
Así, tanto un calentamiento global como un enfriamiento global son los principales desencadenantes de los cambios climáticos, los cuales acarrean una serie de consecuencias potencialmente graves para la vida en la Tierra con efectos adversos para la misma que perduran hasta que los ecosistemas en conjunto sean capaces de recuperar el equilibrio climatológico que se había perdido.
La Tierra ha pasado por muchos cambios climáticos, pero es la primera vez en la que un ser vivo es el responsable de, en este caso, un calentamiento global. La intensificación del efecto invernadero y el consecuente calentamiento global de origen antropogénico es lo que ha desencadenado un cambio climático que ha tenido, tiene y, por desgracia, tendrá consecuencias devastadoras para la vida en la Tierra.
Aumento del nivel del mar, más eventos climatológicos extremos, extinción masiva de especies, reducción del hielo ártico, acidificación de los océanos… Estos son algunos de los efectos adversos del calentamiento global actual. Estamos siendo responsables del cambio climático más brusco y rápido de la historia de la Tierra.
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Efecto invernadero y cambio climático: ¿en qué se diferencian?
Una vez analizados ambos conceptos, seguro que las diferencias entre ellos han quedado más que claras. Aun así, por si necesitas (o simplemente quieres) disponer de la información con un carácter más visual y esquemático, hemos preparado la siguiente selección de las principales diferencias entre efecto invernadero y cambio climático en forma de puntos clave.
1. El efecto invernadero es un proceso natural; el cambio climático, no
El efecto invernadero no solo es un proceso natural, sino un fenómeno totalmente necesario para el mantenimiento de la vida en la Tierra. Los gases de efecto invernadero absorben la energía calorífica del Sol y la emiten en todas las direcciones de la atmósfera, evitando que toda regrese al espacio y manteniendo un clima cálido y estable.
En cambio, un cambio climático es un proceso desencadenado cuando se rompe el equilibrio térmico del planeta. Ya sea por un aumento (calentamiento global) o por un descenso (enfriamiento global) de las temperaturas medias, se desarrollan una serie de alteraciones y perturbaciones negativas en los ecosistemas que conforman dicho cambio climático.
2. El efecto invernadero es la causa del calentamiento global
Las actividades humanas (quema de combustibles fósiles, ganadería, actividad agrícola, uso de fertilizantes, producción de cemento, desforestación…) están emitiendo a la atmósfera cantidades excesivas de gases de efecto invernadero, por lo que este fenómeno se está intensificando, se está reteniendo más calor del que se debería y, por tanto, se está estimulando el calentamiento global, debido, como hemos dicho, en un 95% a las actividades humanas.
3. El cambio climático es la consecuencia del calentamiento global
Y este calentamiento global, a su vez, es lo que ha desencadenado, por la perturbación del equilibrio térmico del planeta, que vivamos sumidos en un cambio climático que ha tenido, tiene y tendrá consecuencias devastadoras para la Tierra. Es decir, el cambio climático actual es la consecuencia del calentamiento global de origen antropogénico derivado de una intensificación del efecto invernadero por la emisión a la atmósfera de cantidades excesivas de los gases que lo estimulan. Este es el resumen de todo.
