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Si hay algo que nos hace humanos es, sin duda, nuestra capacidad para comunicarnos de una forma increíblemente compleja. Y es que aunque evidentemente son muchas las proezas de la evolución que reunimos en nuestro ser y que nos han convertido en un animal único (y en la especie dominante, para bien y para mal) en el mundo, el lenguaje ha sido el factor diferencial para permitir el increíble progreso que hemos logrado, estamos logrando y lograremos.
En este contexto, la habilidad de nuestro cerebro para guiar la generación de sonidos fonológicamente complejos y de dar cohesión y comprender los mensajes sonoros que nos llegan de otras personas ha sido el pilar para el desarrollo de los distintos idiomas humanos. Y aunque cada lenguaje sea, por suerte, único, todos ellos comparten un elemento en común: la oración.
Todos los idiomas del mundo, con sus particularidades, se fundamentan en el desarrollo de frases, es decir, unidades lingüísticas con palabras relacionadas entre sí a nivel gramatical y que expresan enunciados con sentido pleno. Son muchos los elementos léxicos que componen las oraciones, pero hay unos especialmente interesantes. Estamos hablando de los adjetivos.
Los adjetivos son los elementos que, en una oración, acompañan al sustantivo para definir sus cualidades o determinar su extensión. Existen muchos tipos distintos de adjetivos dependiendo de su función en la oración. Y en el artículo de hoy, para que descubras muchas formas diferentes de enriquecer el lenguaje, vamos a analizar las características de las distintas clases de adjetivos que existen.
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¿Qué son los adjetivos y cómo se clasifican?
Los adjetivos son unos elementos léxicos que, en una oración, acompañan al sustantivo para designar sus cualidades y/o definir su extensión. Son palabras que complementan a un nombre para así expresar sus propiedades, atribuirle características, calificarlo, resaltar un aspecto de su naturaleza o limitar su extensión.
En las lenguas fusionantes (donde está incluido el español y las otras lenguas indoeuropeas), el adjetivo suele tener la misma flexión que el sustantivo al que acompaña. Es decir, dependiendo del género y número del sustantivo, el adjetivo también altera sus morfemas para que exista concordancia entre él y el nombre. Hay algunos, eso sí, que no tienen variación de género, pero sí de número.
Del latín adiectīvus, que significa “que se agrega”, un adjetivo es, ya enfocados en el idioma español, un tipo de palabra que, en una oración, actúa como adyacente del sustantivo, es decir, como un complemento nominal que, situado antes o después de dicho nombre sustantivo al que se refiere con el cual concuerda en género y número, aporta información sobre él.
Habiendo dejado claro esto, podemos empezar a indagar en la cuestión que nos ha reunido hoy aquí, que no es otra que la de descubrir la clasificación de los adjetivos. Veamos, pues, qué clases de adjetivos existen, cuáles son sus propiedades sintácticas y de qué forma debe usarse cada uno de ellos. Empecemos.
1. Adjetivos calificativos
Los adjetivos calificativos son aquellos que se limitan a designar cualidades, características o propiedades del sustantivo al que acompañan. Como indica su nombre, califican al sustantivo. Como por ejemplo: “una mujer inteligente”.
2. Adjetivo adjunto
Los adjetivos adjuntos son todos aquellos que van enganchados al sustantivo con el que están unidos sintáctica y gramaticalmente. No existe ningún elemento entre el adjetivo y el nombre. Como por ejemplo: “un día soleado”.
3. Adjetivo atributivo
Los adjetivos atributivos son todos aquellos que no van enganchados al sustantivo con el que están unidos sintáctica y gramaticalmente. Existe un elemento entre el adjetivo y el nombre, que en este caso es un verbo copulativo, es decir, ser o estar y sus distintas conjugaciones. Como por ejemplo: “mi hermano es guapo”.
4. Adjetivo predicativo
Los adjetivos predicativos son todos aquellos que no van enganchados al sustantivo con el que están unidos sintáctica y gramaticalmente. Igual que en los atributivos, existe un verbo entre adjetivo y nombre, pero en este caso es cualquiera excepto los copulativos. Es decir, hay un verbo no copulativo, de ahí que el adjetivo tenga función de complemento predicativo. Como por ejemplo: “mi padre trabajaba feliz”.
5. Adjetivo de aposición
Los adjetivos de aposición son todos aquellos que están unidos gramaticalmente con el nombre y no los separa ningún elemento léxico, pero sí un signo de puntuación. Se coordinan con el sustantivo sin estar enganchados pero sin que haya tampoco un verbo entre ellos. Como por ejemplo: “el partido, espectacular”.
6. Adjetivo explicativo
Los adjetivos con valor explicativo son todos aquellos que designan cualidades de un sustantivo pero sin que dicha expresión tenga la intención de distinguirlo de otros sustantivos. Es decir, subrayan propiedades expresando cualidades concretas o abstractas. Estos adjetivos, más comunes en el lenguaje poético y conocidos también como epítetos, suelen ser redundantes en su significado, pues como están asociados intrínsecamente con el sustantivo, pueden ser eliminados sin que nos falte información. Como por ejemplo: “el cielo azul”.
7. Adjetivo especificativo
Los adjetivos con valor especificativo son todos aquellos que designan cualidades de un sustantivo con la pretensión, ahora sí, de diferenciarlo de otros sustantivos. Estos adjetivos resaltan cualidades y, a la vez, buscan que se distinga de otros. No son redundantes, son necesarios, pues sin ellos nos estamos quedando con menos información acerca del sustantivo. Son los más habituales en el día a día. Como por ejemplo: “una mochila blanca”.
8. Adjetivo relacional
Los adjetivos relacionales son aquellos que tienen el objetivo de relacionar el sustantivo al que acompañan con otro grupo de palabras con el cual comparte propiedades o atributos. Así, gracias a ellos, vinculamos el sustantivo con una temática concreta. Como por ejemplo: “esta pintura barroca”.
9. Adjetivo determinativo
Los adjetivos determinativos son aquellos funcionan como determinantes. Los mencionamos ya que todavía se suele hablar de ellos en algunas fuentes, pero lo cierto es que actualmente ya no son considerados como adjetivos. Se habla simplemente de determinantes como un grupo a parte. Como por ejemplo: “algún libro”.
- Para saber más: "Los 10 tipos de Determinantes (características y ejemplos)"
10. Adjetivo interrogativo
De forma similar al caso anterior, los adjetivos interrogativos, considerados ya simplemente como determinantes, son aquellos que se usan en frases interrogativas o exclamativas, anteponiéndose al sustantivo y estando siempre acentuados. Como por ejemplo: “¿Cuántos niños?”.
11. Adjetivo cuantificador
Siguiendo en esta misma línea, los adjetivos cuantificadores, considerados ya simplemente como determinantes, son aquellos que expresan una cantidad asociada al sustantivo al que acompañan, pudiendo ser numerales (“tres libros”) o indefinidos (“muchos libros”).
12. Adjetivo actualizador
Siguiendo en esta misma línea, los adjetivos actualizadores son aquellos que, situándolo en el espacio y en el tiempo, hacen que el sustantivo pase de ser un elemento desconocido a uno conocido. Como por ejemplo: “mi hermana”.
13. Adjetivo no restrictivo
Los adjetivos no restrictivos son todos aquellos que designan una cualidad o atributo del sustantivo sin que dicha expresión implique que otros nombres no gocen de esa misma propiedad. Como por ejemplo: “esta película es muy buena”.
14. Adjetivos modales
Los adjetivos modales son todos aquellos que tienen la función de delimitar el contexto en el que actúa el sustantivo al que apela. También conocidos como deícticos, son adjetivos generalmente antepuestos al sustantivo. Como por ejemplo: “una posible explicación”.
15. Adjetivo gradual positivo
Los adjetivos graduales positivos son aquellos adjetivos de gradación, es decir, cuyas cualidades expresadas son graduables y modificables en intensidad, que no modifican el significado del sustantivo, pero sí que aportan información extra. Como por ejemplo: “una casa preciosa”.
16. Adjetivo gradual comparativo
Los adjetivos graduales comparativos son aquellos adjetivos de gradación en los que la expresión de la intensidad se consigue a través de una comparación de los atributos de otro sustantivo. Pueden denotar superioridad (“un villano más poderoso que el héroe”), de igualdad (“dos partidos igual de aburridos”) o de inferioridad (“este invierno será menos frío que el anterior”)
17. Adjetivo gradual superlativo
Los adjetivos graduales superlativos son aquellos adjetivos de gradación que admiten la agregación de prefijos o sufijos como vía para incrementar la intensidad de la cualidad del sustantivo expresada. De este modo, modificando la estructura del adjetivo, expresamos los atributos del nombre en un grado más intenso. Como por ejemplo: “esta chica es guapísima”.
18. Adjetivo sustantivado
Los adjetivos sustantivados son aquellos adjetivos que, en determinados contextos, pueden funcionar como sustantivos en la oración. Es decir, quien actúa como centro del sintagma nominal es un adjetivo. Como por ejemplo: “la pesada acaba de llegar”.
19. Adjetivo intersectivo
Los adjetivos intersectivos son aquellos adjetivos que aparecen junto a un adjetivo sustantivado, aportando información extra. Es decir, el propio adjetivo que funciona como sustantivo tiene asociado un adjetivo que sí que está funcionando puramente como un adjetivo. Como por ejemplo: “la rubia pesada acaba de llegar”.
20. Adjetivo adverbial
Los adjetivos adverbiales son aquellos que, en determinados contextos, pueden funcionar como adverbios en la oración. Acompañan al sustantivo pero no están designando sus cualidades, sino que más bien están aplicándose a la acción desarrollada por el mismo, ya sea dando nociones de modo o de tiempo. Como por ejemplo: “el actual presidente del Gobierno”.
