El MIR (Médico Interno Residente) es la prueba de evaluación requerida para que los médicos graduados en medicina, tanto españoles como extranjeros, obtengan una plaza como médico especialista en formación en el Sistema Nacional Público de Salud de España. El examen MIR es una condición necesaria, aunque no suficiente, para convertirte en médico especialista. Es crucial para tu futuro profesional que apruebes este examen y saques buena nota para poder optar a la especialidad médica que quieres ejercer.
Es un examen que consta de 200 preguntas tipo test y tiene una duración de 4 horas. No tiene un temario específico, te pueden preguntar por cualquier cosa que hayas estudiado en los 6 años de carrera, por lo tanto, requiere de una preparación minuciosa y reflexiva.
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¿Cómo estudiar el examen del MIR?
Pero tranquilo que en el artículo de hoy hemos venido a ayudarte con la preparación de tu examen MIR. A continuación encontrarás las mejores recomendaciones para afrontar este reto de la manera más eficaz y llevadera.
1. Conciénciate: eres opositor
El primer consejo para estudiar el MIR es que de lo primero que debes concienciarte es que ya no eres estudiante sino opositor. Cuando somos estudiantes al principio de curso vemos que aún queda mucho tiempo para el examen, estudiamos menos y vamos aumentando el ritmo a medida que se acercan los exámenes, haciendo el sprint final unos días antes de la evaluación.
Pero si preparas una oposición, esto no te va a funcionar. Este sistema lo único que va a provocar es que acumules materia y estrés para la etapa final. Es mejor que estudies desde el principio respetando más o menos un mismo número de horas, que llegar a los últimos meses con un horario imposible de cumplir que solo hará que quemes neuronas.
Hay que añadir que un examen de oposición es una prueba particular, así que hay que prepararla específicamente. Hay facetas concretas que debes aprender a dominar para obtener tu plaza: memorización, cómo ejecutar el tipo de examen que te toque (en este caso tipo test) y cómo mantener un ritmo alto pero razonable, a largo plazo y sin poner en riesgo la salud. Serían los tres factores más importantes a tener en cuenta.
2. Encuentra tu motor
Recuerda por qué haces lo que haces, aunque suene a frase motivacional barata y no somos muy fans del coaching gratuito, ni de dar este tipo de consejos. Es verdad que a la hora de preparar un examen como el MIR donde la dedicación es completa y tú eres tu única gasolina, ayuda tener claro desde el principio que quieres hacer una especialidad y por qué quieres hacerla. Si no tienes un objetivo claro habrá muchos días en los que las ganas de no hacer nada te puedan frente a la obligación de ponerte a estudiar.
También debes tener claro que tu vocación médica sigue presente y recordarte que cuando acabe, podrás cumplir con tu sueño de ayudar y mejorar la vida de los pacientes que atiendes haciendo lo que más te gusta. Son motivaciones que pueden ayudarte en los días de bajón cuando todo el mundo está disfrutando de su tiempo libre y tú sigues estudiando. Piensa que ya llevas 6 años o más estudiando y este es el último escollo en el camino para empezar a ejercer la medicina.
3. Haz simulacros
Haz todos los simulacros posibles. Una de las técnicas más efectivas para prepararse para el MIR es realizar simulacros. Esta es la mejor manera de enfrentarse al proceso real y medir la eficacia de nuestra preparación. Recuerda que estos simulacros serán lo más útiles posible cuanto más se asemejen a la realidad del examen.
Sin embargo, ten en cuenta que los resultados en los exámenes de práctica pueden estar algo inflados. Es normal obtener puntuaciones más bajas el día del examen debido a los nervios u otros factores.
Corrige todos los simulacros. Debes intentar hacer todos los simulacros y, por supuesto también corregirlos. A medida que hagas más y más, te sentirás más cómodo con ellos. Aprenderás a administrar el tiempo, leer las preguntas correctamente e incluso sabrás cuándo hacer una pequeña pausa durante el examen.
4. Mantén un calendario de estudio
Organizarse de una forma adecuada es esencial y con esto me refiero a varias cosas: Lo primero es que tienes que tener un calendario de estudio claro donde no hace falta saber que vas a estudiar cada día, pero sí que sepas todos los meses que vas a estudiar y los temas que vas a superar.
Este calendario puede ser flexible en el sentido que va a haber temas que aprendas más rápido que otros o que recuerdes mejor de la carrera. Puedes utilizar para organizarte un “Calendario restrospectivo”. Este tipo de calendario te ayuda a saber qué temas deberías trabajar más y cuáles llevas mejor preparados. Un calendario retrospectivo es una herramienta propuesta por el conocido youtuber estudiante de medicina Ali Abdaal.
Los calendarios de revisión retrospectiva invierten el método convencional. En lugar de empezar con un calendario de fechas, empezamos con una lista de asignaturas y los temas que debemos conocer. Este desglose de asignaturas es, en sí mismo, muy valioso. A menudo, un tema puede parecer imposible de estudiar hasta que se divide en partes más pequeñas.
El calendario funciona de una manera sencilla. Cada vez que estudias un tema escribes la fecha actual en la que lo has estudiado y le otorgas una calificación de cuánto conoces el tema, puedes utilizar colores que significan mal, regular, bien o muy bien. Esta tabla te permite hacer un seguimiento no sólo de la última vez que estudiaste ese tema, sino que, al codificar por colores cada tema en función de tu comprensión, puedes saber cómo llevas cada uno y detectar tus puntos fuertes y flojos.
5. Enfócate en la eficacia
Estudia las horas que hayas decidido estudiar y dedica realmente toda tu atención para sacarles el máximo provecho y el máximo rendimiento. Para eso deberás evitar otras distracciones como Facebook, Instagram, Whatsapp, Tiiktok y otras redes sociales, casi recomendaríamos que te dieses de baja, pero tampoco vamos a ser exagerados.
También procura tener todo lo que necesitas a mano antes de ponerte a estudiar. Esto incluye apuntes, libros de referencia pero también agua o café, así te evitarás interrupciones innecesarias. Sobre todo, prioriza que te cundan las horas que echas, en lugar de enfocarte en echar más horas. Tiene más sentido echar una siesta de una hora y estudiar tres, que estudiar cuatro horas cansado.
6. Introspección
Como dice el famoso aforismo griego atribuido a Sócrates :"Conócete a ti mismo". La introspección es uno de los pilares fundamentales para tener éxito en la preparación del MIR. Si sabes analizarte a ti mismo con objetividad, te va a ayudar en muchos aspectos durante tu oposición, ser consciente de tus fortalezas pero también de tus debilidades será clave a la hora de preparar el examen.
Conocer tus fortalezas te ayudará a ganar confianza, ver que algunas materias se te dan bien te permitirá dedicarles menos tiempo confiando en lo que ya sabes, mientras que conocer tus debilidades te permitirá no frustrarte y simplemente enfocarte en los puntos que tienes que mejorar, identificándolos como una debilidad.
La introspección también te ayudará a saber qué días no has dado el cien por cien y eso te ayudará a motivarte para empezar el día siguiente dando el máximo. Recuerda que el MIR es una carrera de fondo y todos los días no pueden ser buenos. También tener claro que estás dando lo mejor de ti y que, aunque a veces los días de estudio o los simulacros de examen no vayan como uno desea es importante saber decirte de una manera objetiva que estás haciendo un gran esfuerzo.
Esto te permitirá ser permisivo y no flagelarte con los malos resultados o los días malos. Esa forma de pensar también te va a ayudar a quitar estrés y permitirte estudiar más tranquilo, también a la hora de afrontar el examen de una forma más relajada.
7. Desarrolla una técnica de examen
Desarrolla una técnica de examen para poder contestar los simulacros y luego el examen real, apégate a ella durante todo el proceso de preparación. Es muy importante saber cómo vas hacer el examen, realmente tienes que saber perfectamente cómo vas a abordarlo: cuántas preguntas hacer en términos de bloques y cuándo vas a pasar las preguntas a la plantilla de respuesta, cuando vas a realizar los simulacros etc.
Toda esta estrategia te ayudará durante la preparación del MIR pero también a la hora de hacer el examen, tendrás toda esta técnica tan interiorizada que cuando llegue el día de la prueba lo harás automáticamente. Por eso es importante que durante tu preparación vayas pensando en que técnica vas a utilizar y cuando encuentres una con la que te sientas cómodo mantenerla hasta el día del examen.
8. Rentabilidad
Los planes de estudios MIR pueden ser infinitos, es humanamente imposible recordar todo, por lo que es importante aplicar el concepto de rentabilidad. En el MIR, algunos temas caen con más frecuencia que otros, hay temas que es más probable que se pregunten y otros temas que es menos probable que salgan. Puede ser difícil al principio dejarse materia, pero es importante tener en cuenta el concepto de rentabilidad durante la preparación.
9. Descansa y diviértete
Nuestra mente tiene límites. Es necesario tener un día a la semana en el que desconectemos por completo. Si este día puedes hacer algo divertido para ti, mejor que mejor, así afrontarás la semana de estudio con más energía.
10. Crea tu propio estilo de aprendizaje.
Por último, utiliza los recursos adecuados para tu estilo de aprendizaje. Mientras te preparas para el MIR encontrarás millones de consejos (como estos) sobre qué libros leer, qué planes de estudio seguir, cómo organizarte, métodos eficaces de estudio, academias. Pero la verdad es que cada estudiante es un mundo y no existe un enfoque único para todos, ni un método milagroso. Y tu eres el que mejor sabe que te funciona a ti. Esperamos que estos consejos te sean de ayuda durante la preparación del MIR y mucha suerte para tu examen.
