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La medicina alternativa quizás no sea una ciencia en el sentido estricto de la palabra, pues no evoluciona, no está sujeta a modificaciones dentro de su propia comunidad ni se fundamenta en la realización de experimentos científicos para avalar la eficacia de los remedios que la misma ofrece. Pero esto no significa, en absoluto, que sea mala.
Lo verdaderamente dañino de la medicina alternativa viene cuando ciertos gurús o empresas afirman que esta puede sustituir a la Medicina convencional, a la ciencia pura. Esto jamás será así. Quizás pueda ser un complemento, pero jamás una sustitución. Ni las hierbas medicinales, ni la acupuntura, ni la hipnosis, ni la homeopatía ni la ozonoterapia curan enfermedades.
Aun así, cuando hay hierbas que llevan utilizándose desde hace siglos, deberíamos, por lo menos, prestar atención. Las hierbas medicinales pueden tener algunas propiedades que hacen que su consumo reporte beneficios que, si bien nunca serán equiparables a los ofrecidos por la medicina actual, pueden ayudarnos a llevar una vida más saludable.
Y de entre todas ellas, la que cuenta con mayor respeto dentro de la Medicina y la Nutrición es, sin lugar a dudas, la manzanilla. Esta planta originaria de Europa occidental lleva usándose con fines medicinales desde hace mucho tiempo. Y en el artículo de hoy, de la mano de las más prestigiosas publicaciones científicas, exploraremos sus características, propiedades y beneficios.
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¿Qué es la manzanilla?
La Chamaemelum nobile, más conocida como manzanilla, camomila común o camomila roma es una planta herbácea perenne de la familia de las asteráceas originaria de Europa occidental que crece en campos secos, alrededor de jardines y, actualmente, en terrenos cultivados en Europa, América del Norte y Argentina.
La manzanilla es una hierba cuyo uso medicinal se remonta a los tiempos antiguos del Antiguo Egipto, la Antigua Grecia y la Antigua Roma. Se trata de una planta resistente a los cambios climáticos y de fácil adaptacción geográfica que lleva siglos siendo utilizada para tratar diversas dolencias.
Desde esos tiempos antiguos, la manzanilla se ha utilizado para aliviar dolores estomacales, la fiebre, las molestias de los golpes, las infecciones, los espasmos cólicos, etc. Se ha usado en la medicina tradicional como hierba terapéutica y se ha ido utilizando generalmente a modo de infusión, pero también de perfumes, cosméticos e incluso como ingrediente culinario.
Aun así, debemos dejar claro, desde ya, que todavía no hay suficientes evidencias científicas que validen la supuesta eficacia y los beneficios de la manzanilla como hierba medicinal. Es importante recordar esto cuando analicemos sus propiedades.
Sea como sea, la manzanilla es una de las plantas más consumidas en forma de infusión y una de las hierbas medicinales más antiguas de las que tenemos constancia. Las primeras civilizaciones, atraídas por su aroma intenso, terminaron por descubrir las propiedades que hicieron de ella un auténtico éxito que ha llegado a nuestros días.
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¿Qué propiedades tiene la manzanilla?
La manzanilla es una planta que florece a principios de verano, que tiene unas flores similares a las de una margarita y que puede alcanzar una altura de unos 60 centímetros. Pero no hace falta convertir esto en una clase de botánica. Lo que nos interesa ahora es conocer las propiedades de esta hierba y así entender sus beneficios en el cuerpo.
Esta hierba tiene una composición basada principalmente en, además de agua (representa el 99,7%), hidratos de carbono (fructosa, galactosa en el tallo y glucosa en la flor), mucílago (sustancia vegetal viscosa), ácidos grasos, calcio, potasio, zinc, magnesio, hierro y, en cantidades mucho menores, vitamina C, alcoholes (farnesol, borneol y geraniol) y ácidos orgánicos (salicílico, cafeico y péptico).
Todos estos “principios activos” son los que han hecho que la manzanilla sea utilizada, por sus propiedades, como hierba medicinal desde tiempos muy antiguos. Por lo tanto, de sus componentes deriva el hecho de que tenga propiedades antiinflamatorias, antiespasmódicas, sedantes, antieméticas y antialergénicas.
De estas propiedades derivan sus beneficios, pero no debemos olvidar que, como hemos visto, la mayoría de sustancias asociadas a estas propiedades se encuentran en cantidades ínfimas, por lo que no está muy claro si realmente los beneficios son tan importantes como ciertas marcas comerciales prometen.
Debates a un lado, la manzanilla puede usarse de distintas formas. En primer lugar, en forma de infusión, la más frecuente. Las infusiones con agua y flores de manzanilla se siguen usando como remedio para el insomnio (por la relajación que induce su efecto sedante) y para mejorar la digestión.
En segundo lugar, la manzanilla también puede usarse como crema, ungüento o loción para aliviar las molestias ocasionadas por heridas, picaduras de insectos, reacciones alérgicas o eczemas. En tercer lugar, como enjuague para lavar heridas. Y en cuarto y último lugar, como colutorio para aliviar molestias en encías inflamadas.
Pero, ¿todas estas propiedades se traducen en beneficios reales y medibles en la persona que toma manzanilla? Esto es precisamente lo que exploraremos en el siguiente apartado. Veamos qué dice la ciencia acerca de los beneficios de la manzanilla.
¿Cuáles son los beneficios de la manzanilla?
Por sus “principios activos”, hemos visto que la manzanilla tiene propiedades antiinflamatorias (reduce la inflamación), antiespasmódicas (reduce los espasmos musculares), sedantes (induce la relajación), antieméticas (reduce las náuseas) y antialergénicas (reducen los síntomas de las reacciones alérgicas).
Recordando tanto que todavía no hay suficientes estudios científicos que avalen la verdadera eficacia de la manzanilla para tratar los problemas que supuestamente trata como que nunca podrá sustituir a un tratamiento recetado por un médico, veamos los principales beneficios de la manzanilla.
1. Favorece la digestión
Uno de los principales beneficios de la manzanilla es que ayuda a hacer la digestión, especialmente cuando nos sentimos pesados. Gracias a sus propiedades, induce la relajación del epitelio gastrointestinal, favoreciendo así los movimientos gástricos necesarios para que la digestión suceda correctamente.
2. Ayuda a relajarse
Uno de sus usos más típicos. Gracias a sus propiedades sedantes, una infusión de manzanilla puede ayudarnos a relajarnos. Un beneficio muy útil cuando nos sentimos nerviosos y que hace que normalmente sea consumida para combatir el insomnio y así conciliar más fácilmente el sueño las noches de preocupaciones.
También se ha dicho que ayuda a controlar el estrés e incluso a mejorar la sintomatología de la ansiedad. Pero esto no es cierto. En cuadros de mucho estrés, excesivo nerviosismo y, evidentemente, ansiedad, la manzanilla no puede hacer nada. No olvides que la salud mental debe protegerse. Y la protección no pasa por tomar una infusión, sino en, si es necesario, la ayuda de un profesional.
3. Reduce dolores asociados a la artritis
La artritis es una enfermedad reumatológica que se basa en la inflamación de una o varias articulaciones del cuerpo. Las infusiones de manzanilla, por sus propiedades antiinflamatorias, pueden, aunque sea un poco, reducir esta inflamación articular y, por tanto, aliviar la sintomatología dolorosa y de rigidez propia de la artritis.
Del mismo modo, hay fuentes que hablan de que podrían mejorar la sintomatología del asma, la gripe, la sinusitis e incluso la gota, pero lo cierto es que necesitaríamos más pruebas para poder afirmar esto en un artículo. También se dice que refuerza el sistema inmune y que, por tanto, podría prevenir infecciones. Pero estamos en lo mismo. Necesitamos más fundamentos.
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4. Reduce inflamaciones en la piel
Gracias también a sus propiedades antiinflamatorias, los ungüentos, cremas y lociones a base de manzanilla pueden ayudar a reducir inflamaciones dermatológicas causadas por reacciones alérgicas, heridas, picaduras de insectos o eczemas. Siempre será mejor usar un producto diseñado para este fin, pero puede ser de ayuda.
5. Ayuda a cicatrizar heridas
Gracias a sus propiedades antiinflamatorias sobre la piel que ya hemos comentado, las cremas hechas a base de manzanilla pueden estimular todo el proceso de cicatrizado de heridas, al ayudar a que las plaquetas y otros componentes sanguíneos realicen la coagulación necesaria para cicatrizar esa abertura en la piel.
6. Reduce los espasmos musculares
Gracias a sus propiedades antiespasmódicas, la manzanilla puede ayudar a reducir los espasmos musculares en caso de que sea necesario. Ni que decir tiene que ante cuadros clínicos con graves brotes de espasmos musculares, no puede recurrirse a la manzanilla, sino a fármacos diseñados para tratar estas circunstancias.
7. Reduce las náuseas
Gracias a sus propiedades antieméticas, las infusiones de manzanilla pueden ayudarnos a combatir los episodios de náuseas y/o arcadas. Sus “principios activos” inhiben parcialmente la emesis, que es el proceso por el cual evacuamos el contenido gástrico.
8. Reduce las molestias de la menstruación
Por sus efectos sedantes y antiinflamatorios, las infusiones de manzanilla pueden ayudar, en casos concretos y leves, a reducir los dolores asociados a la menstruación. Si sueles sufrir molestias durante la regla, puedes probar con la manzanilla, recordando, eso sí, que no será una cura 100% efectiva.
9. Aclara el cabello
La manzanilla también cuenta con propiedades en el mundo de la cosmética. Y es que aplicándose sobre el cabello en forma de ungüento, puede ayudar a aclararlo, limpiarlo de impurezas y darle un aspecto más rejuvenecido. De nuevo, recordamos que no es una crema mágica.
10. Disminuye los síntomas de las alergias
La manzanilla presenta propiedades antialergénicas, por lo que uno de sus beneficios pasa por disminuir los síntomas de las alergias, tanto de las que tienen efectos externos como de las que tienen efectos internos. Aun así, solo debería usarse en cuadros de alergia muy leves. Ante una emergencia por reacción alérgica, solicitar atención médica es absolutamente obligatorio.
