-small.jpg&w=96&q=75){kind=small}
La llegada de las nuevas tecnologías ha cambiado profundamente la forma en la que nos relacionamos con los demás. La hiperconexión actual ha facilitado el contacto con otras personas, ya que a golpe de click podemos hablar inmediatamente con quien deseemos, incluso si se trata de alguien a miles de kilómetros de distancia. Mensajes, chats, videollamadas, publicaciones en redes… son una constante en nuestro día a día, y lo difícil parece más bien mantenerse ajeno a esta vorágine de contactos.
Sin embargo, también es importante tener en cuenta la otra cara de la moneda. Las redes sociales permiten cortar y terminar las relaciones sociales con la misma facilidad y rapidez con la que estas se inician. Basta con borrar un número de teléfono o bloquear a un usuario en redes para fingir que nunca nada ha sucedido. En el ámbito de las citas online esto ha dado pie a un fenómeno conocido como “ghosting”, por el cual una persona corta el contacto con otra de forma repentina sin dar ningún tipo de explicación.
Vivir una experiencia como esta es algo que puede resultar muy doloroso, especialmente cuando ha existido contacto en persona y se ha experimentado química inicial. El rechazo inesperado, sin un motivo aparente, puede producir un estado de enorme confusión y angustia, ya que no se comprende qué ha ido mal. Si bien el ghosting puede parecer la solución fácil cuando se desea poner punto y final al contacto con una persona, esta alternativa conlleva una gran irresponsabilidad afectiva hacia ella.
Quien es ignorado puede sentirse frustrado, dolido y decepcionado, por lo que esta forma de ruptura nunca debe ser llevada a cabo si respetas a la otra persona. En este artículo vamos a hablar acerca de qué es el ghosting y qué pautas puedes seguir en caso de que lo hayas experimentado, con el fin de sufrir lo menos posible ante esta situación.
- Te recomendamos leer: "¿Cómo dejar una relación sin hacer daño? 8 claves (consejos) para no lastimar a la pareja"
¿Qué es el ghosting?
El término ghosting se deriva de la palabra inglesa “ghost”, que significa fantasma. Este fenómeno consiste en que una persona finaliza una relación afectiva con otra cortando de manera abrupta el contacto con ella, sin brindar ningún tipo de explicación. En otras palabras, la persona que hace ghosting desaparece como si de un fantasma se tratase.
Aunque el ghosting se popularizó debido a que era habitual en las webs de citas, lo cierto es que esta forma de despedirse a la francesa también se puede dar en los vínculos de amistad. En cualquier caso, este tipo de rechazo no es adecuado y se ha debatido mucho si son las redes las que nos hacen desconsiderados con los demás o estas solo acentúan nuestra forma de ser.
Lo cierto es que el anonimato que estas nos ofrecen puede dar pie a adoptar comportamientos que nunca tendríamos en persona. No obstante, quienes llegan a hacer ghosting a los demás suelen ser personas egoístas, maleducadas o egocéntricas en su vida real, de forma que la tecnología amplifica su personalidad y permite actuar con mayor libertad de herir al otro.
Hay quienes opinan que el ghosting es el resultado de la virtualización de las relaciones. Establecer vínculos afectivos virtuales puede ser cómodo, pero también puede provocar la desconexión con la realidad y la trivialización de la ruptura y todo lo que implica.
Me han hecho Ghosting: ¿qué tengo que hacer?
A continuación vamos a ver algunos consejos que pueden ser de ayuda para afrontar de la mejor forma posible una experiencia de ghosting.
1. Reflexiona acerca de tu relación con esa persona
En el mismo momento en el que sentimos el rechazo de otra persona es natural experimentar dolor y confusión. Sin embargo, es importante que relativices y reflexiones acerca de cómo era vuestra relación y si realmente quien te ha herido era alguien importante en tu vida. Aunque el ghosting siempre produce sufrimiento y nunca está justificado, es de ayuda sopesar de manera objetiva si esa persona era realmente alguien a quien conocíamos o, por el contrario, tuvo un paso fugaz por nuestra vida.
Esto permite también despersonalizar lo que ha pasado, es decir, comprender que el ghosting no ha sucedido por nuestra culpa o por haber sido nosotros mismos, sino porque la otra persona ha decidido actuar de manera inadecuada por cualquier otro motivo. Relativizar es clave para no dejarnos llevar por el dolor de los primeros momentos, pues muchas veces quien nos hace daño es alguien con el que apenas hemos tenido vinculación.
Así, el malestar responde más al malestar por sentirnos rechazados en general que a un sentimiento de dolor porque nos haya ignorado esa persona en particular. Por supuesto, el ghosting puede aparecer también en relaciones bien asentadas donde ha habido química e interacciones previas, y en ese caso es evidente que será un fenómeno mucho más doloroso y difícil de superar.
2. No busques motivos ni esperanzas
Cuando vivimos una experiencia de ghosting lo más habitual es que intentemos hallar una explicación a lo que ha pasado. Cuando sufrimos esta forma de ruptura disponemos de muy poca información y por ello tendemos a completar la ecuación con nuestras propias hipótesis. Sin embargo, intentar buscar respuestas puede ser toda una trampa, ya que esto provoca un gran desgaste mental sin salida.
Nunca sabremos con seguridad qué pudo pasar, pero en cualquier caso buscar explicaciones implica albergar esperanzas de retomar el contacto y justificar lo que la otra persona nos ha hecho. Aunque en casos extremos puede haber sucedido algo grave que impida a esa persona responder a nuestras llamadas y mensajes, no es ni de lejos lo más frecuente. En otras palabras, es fundamental aceptar que el otro ha decidido cortar el contacto para empezar a cerrar ese capítulo y seguir con nuestra vida.
3. No es tu culpa
Ante la incertidumbre y la falta de información y explicaciones, es habitual que intentemos encontrar respuestas. Automáticamente, comenzamos a repasar todo lo que hemos hecho y dicho para encontrar el error que justifique lo que está sucediendo. Sin embargo, ante todo debes grabarte un mensaje a fuego y es que nada de lo que ocurrido es tu culpa. A no ser que haya sucedido algo evidente, si no encuentras explicación al rechazo de la otra persona debes tener presente que el ghosting es responsabilidad de quien lo hace.
4. Prioriza tu bienestar
Por supuesto, todo el mundo tiene derecho a finalizar una relación si considera que ya no desea continuar. Sin embargo, esto no justifica que el ghosting esté bien, ya que la otra persona también tiene derecho a recibir una explicación sin sentirse confusa o culpable por lo que ha pasado. Cuando alguien decide de forma consciente rechazarte o ignorarte sin dar más explicaciones, ignorando cómo te puedes llegar a sentir, debes pasar a preocuparte única y exclusivamente de tu bienestar.
5. Habla de ello
Es natural que en los primeros momentos te sientas muy afectado por lo que ha sucedido. Muchas personas se avergüenzan de haber experimentado esta situación, pero lo cierto es que le puede suceder a cualquiera. Además, tal y como hemos comentado anteriormente, el ghosting no es responsabilidad de quien lo sufre, sino de quien lo lleva a cabo.
Una de las mejores formas de lidiar con el malestar inicial es desahogarte con tus personas de confianza, hablar de tus sentimientos abiertamente y sentirte escuchado. Guardar lo que sientes dentro y reprimirlo para fingir que nada ha pasado no es buena idea, ya que sólo lograrás sentirte peor.
6. Reconoce tu dolor y compréndete
Negar que te ha dolido lo que ha pasado es contraproducente. Está bien que sientas dolor e incluso rabia en los primeros momentos. Aceptar tus emociones y abrazarlas es un primer punto esencial para poco a poco superar esta experiencia.
Sentir malestar es parte de la vida y eso significa que te involucras de verdad en tus relaciones. Establecer vínculos con los demás es necesario y nos brinda mucha alegría y bienestar, aunque en ocasiones sintamos dolor cuando algo no va bien. Son las dos caras de la misma moneda y por ello es crucial saber reconocer cuándo algo nos ha herido.
Conclusiones
En este artículo hemos hablado acerca del ghosting, un fenómeno por el cual una persona corta el contacto con alguien de forma abrupta sin dar explicaciones. Esta forma de romper las relaciones afectivas se ha extendido con el auge de las nuevas tecnologías, que facilitan conectar con la gente pero también trivializan las relaciones con los demás.
Aunque el ghosting se puede dar en todo tipo de relaciones, es especialmente frecuente entre personas que están comenzando a conocerse en un sentido romántico. Aunque las redes sociales contribuyen a que seamos más desconsiderados con los demás, quienes hacen ghosting suelen ser personas egoístas y egocéntricas en la vida real, que no poseen responsabilidad afectiva con el resto y actúan en base a sus propios deseos.
Aunque todo el mundo tiene derecho a finalizar una relación cuando lo desee, lo cierto es que el ghosting es una práctica que nunca está justificada, pues produce un gran daño en quien lo sufre. Lidiar con esta experiencia no es fácil, aunque puede ser de ayuda aceptar los propios sentimientos, no culparse por lo que ha pasado ni buscar posibles causas que lo justifiquen y hablar con las personas cercanas sobre lo que ha sucedido.
