¿Cómo ayudar a una persona mayor? Los 8 consejos más importantes

Los mayores suelen ser los grandes olvidados de la sociedad. A menudo, conforman el grupo etario menos tenido en cuenta y, paradójicamente, en muchos países occidentales constituyen una mayoría dentro del conjunto de la población. La tercera edad constituye una fase de la vida que se caracteriza por diversos cambios a todos los niveles. La salud puede verse resentida y conlleva el desarrollo de patologías diversas.

Además, la familia no siempre se muestra disponible para brindar compañía. A todo esto, hay que añadir la gran cantidad de tiempo libre del que se dispone, de forma que la jubilación supone para algunas personas una transición difícil. En cierta forma, el individuo puede dejar de sentirse útil y productivo para la sociedad, lo que favorece el aislamiento.

Tampoco podemos olvidar la reducción del poder adquisitivo que muchas personas jubiladas experimentan, lo que se traduce en un estado de precariedad y menor tendencia a salir, hacer planes, etc. Se trata de un momento del ciclo vital en el que la persona puede sentirse abrumada y nostálgica, pues hace repaso de su pasado y ve como muchos amigos y familiares de su misma generación fallecen. Por todo lo que venimos comentando, las personas mayores se encuentran muchas veces en una situación de vulnerabilidad y necesitan más que nunca el apoyo de su entorno.

Muchos ancianos viven y se sienten solos, viviendo en una soledad no elegida que pesa y duele. Por eso, si tienes cerca a una persona mayor es importante que conozcas algunas formas en las que le puedes ayudar. A veces, pequeños gestos significan mucho y pueden marcar la diferencia en su bienestar.En este artículo hablaremos sobre los cambios propios de la vejez y de qué manera es posible ayudar a nuestros mayores en este momento de sus vidas.

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Los cambios de la vejez

La vejez es una etapa compleja en la que se reúnen numerosos cambios simultáneos en diversas áreas de la vida. Los más señalados con los siguientes:

• Cambios en el carácter: Las personas mayores pueden ver modificados algunos rasgos de su personalidad a medida que envejecen, incluso cuando poseen una adecuada salud mental. Esto puede hacerles mostrar menos interés por la vida, aislarse socialmente, rechazar la vejez o volverse más introvertidas.

• Cambios físicos: A nivel físico, la persona mayor muestra también muchos cambios como disminución de su estatura, menor coordinación y velocidad motora, aumento de la grasa corporal y menor cantidad de masa muscular. Añadido a esto, es habitual que aparezcan diversas enfermedades que intensifican la transformación física natural propia del envejecimiento.

• Alteraciones cognitivas: Con el envejecimiento, la persona puede ver mermados sus sentidos, especialmente la visión y la audición. También puede ver reducida su velocidad de reacción, experimentar dificultad para recuperar recuerdos o para procesar los estímulos.

• Cambios sociales: A nivel social, la persona puede vivir cambios importantes. En este momento de la vida muchos ancianos pierden a su cónyuge, lo que produce enorme tristeza y soledad. Además, también se viven duelos por el fallecimiento de amigos, hermanos… y otras personas significativas.

• Cambios familiares: La familia es un pilar fundamental para el bienestar de la persona mayor. Sin embargo, muchas veces los allegados no atienden sus necesidades afectivas de la forma correcta. Es importante que los ancianos puedan tener libertad para escoger dónde envejecer manteniendo su calidad de vida.

• Cambios laborales: A nivel laboral, las personas mayores viven un cambio profundo con la llegada de su jubilación. Dejar su puesto de trabajo puede hacer que el anciano se sienta poco útil y angustiado frente a grandes cantidades de tiempo libre. En este caso, hay personas que llevan esta situación mejor que otras, adaptándose y buscando nuevos hobbies.

8 formas de ayudar a una persona mayor

A continuación, comentaremos algunas formas de ayudar a una persona mayor adecuadamente.

1. Trata a esa persona con educación y respeto

Vivimos en una sociedad que sigue ignorando a las personas mayores o tratándolas como ciudadanos de segunda. Por ello, es importante que ante todo trates a esa persona con toda la educación y respeto del mundo. Lejos de merecer menos por ser mayores, son personas que han pasado por toda una historia vital, cuentan con experiencias y mucho bagaje a sus espaldas. Así, lo menos que podemos hacer es darles el hueco y trato que merecen.

2. Paciencia y empatía

Muchas personas adultas menosprecian a los mayores y muestran un trato frío e impaciente con ellos. Ante todo, es importante entrenar la empatía y ponernos en su lugar. Puede que en algunos momentos necesiten más tiempo para hacer las cosas o que haya aspectos que les cuesten más. En cualquier caso, debemos siempre tratar a los mayores con paciencia y cariño sin hacerles sentir culpables por sus posibles limitaciones.

3. No le infantilices

Muchas veces, personas mayores perfectamente sanas a nivel físico y mental deben tolerar un trato infantil hacia su persona. No se les tiene en cuenta para decisiones importantes o se habla con ellos desde la condescendencia. Sin embargo, los ancianos son personas adultas que merecen ser tratadas como tal. Escuchar su voz, especialmente cuando se trata de decisiones que les repercuten de forma directa, es una manera de respetarles.

4. Realiza actividades gratificantes junto a esa persona

Las personas mayores pueden tener menos iniciativa a la hora de hacer actividades y salir de la monotonía. Por ello, es importante que el entorno cercano sea quien estimule a la persona para que realice ciertas tareas agradables. Esto le permitirá obtener momentos de gratificación, sentirse útil y mejorar su estado de ánimo general. Ejemplos de estas actividades pueden ser salir a pasear, hacer labores y manualidades, cocinar o jugar a algún juego de mesa.

5. Fomenta su contacto social con la gente

Las personas mayores pueden caer en el aislamiento social con mucha facilidad. Por eso, su entorno cercano debe trabajar para que esto no suceda. Acompáñala a lugares donde pueda reunirse con otras personas mayores y estimula que mantenga contacto con los demás de manera fluida. Incluso en la distancia, puedes ayudarle a hacer videollamadas y escribir mensajes.

6. Interésate por la persona mayor

Con mucha frecuencia, las personas mayores se sienten muy solas. Aunque pueden estar rodeadas de gente, es posible que nadie les pregunte cómo están, qué necesitan, etc. Por eso, otra excelente manera de ayudar consiste en preguntar y mostrar interés genuino hacia esa persona. Puedes pedirle que te hable de su vida, sus aficiones, sus ilusiones y su pasado. Incluso podéis pasar un rato observando fotos antiguas y dejando que esa persona se abra y hable de sí misma. A veces, escuchar es la mejor manera de ayudar a otra persona a sentirse mejor.

7. Hazle sentir útil

Las personas mayores muchas veces se sienten un estorbo o una carga, perciben que ya no pueden aportar nada a su entorno ni a la sociedad en general. Para evitar este tipo de sentimientos, lo mejor que se puede hacer es ayudar a esa persona mayor a sentirse útil. Para conseguirlo, basta con asignar algunas tareas o cosas que hacer que se ajusten a su capacidad. Algo tan sencillo puede lograr que la persona se sienta más válida y mejor consigo misma.

8. Échale una mano con las tecnologías

Las personas mayores han tenido que adaptarse a cambios muy profundos en el mundo moderno. Las tecnologías son un claro ejemplo de ello. Si bien las generaciones más jóvenes saben dominar perfectamente cualquier dispositivo, para un anciano esto es todo un reto. Son aparatos desconocidos para ellos y cada vez son más los trámites que se digitalizan. Por eso, una buena forma de ayudar a esa persona puede ser echarle un cable a la hora de lidiar con las nuevas tecnologías. Puedes colaborar con ella para que aprenda a utilizar la app de su banco o para hacer alguna compra por internet. Gracias al dominio de estos dispositivos, las personas mayores pueden evitar el aislamiento y conseguir mucha mayor autonomía.

Conclusiones

En este artículo hemos hablado acerca de algunas claves para ayudar a una persona mayor. La vejez es un momento de la vida en el que se producen infinidad de cambios a todos los niveles. Las personas mayores viven cambios en su físico, en su salud, su memoria, sus relaciones sociales, su situación laboral e incluso su familia. Por ello, se sitúan muchas veces en una situación de gran vulnerabilidad. En estos casos, el entorno cobra un papel esencial a la hora de ayudar a la persona mayor en determinados aspectos.

Todo debe partir siempre de una base de respeto y empatía. A partir de ahí, es clave adoptar una postura paciente y empática desde la que tratar al mayor como un adulto, sin infatilizarlo. Es decir, es esencial tener en consideración su opinión, especialmente en las decisiones que le afectan de forma directa. También es una buena manera de ayudar el realizar junto a esa persona actividades gratificantes, ayudarla con las nuevas tecnologías y fomentar su vida social para romper el aislamiento. Añadido a esto, siempre es positivo que la persona mayor se sienta útil e importante, por lo que es recomendable interesarse por ella y sus necesidades de forma genuina.