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La Navidad es una época asociada con la celebración, las reuniones familiares, los regalos y la alegría. Sin embargo, hay muchos estudiantes universitarios que viven estos días de manera agridulce, pues saben que a su vuelta a clase tendrán que afrontar los temidos exámenes finales. Esto implica la necesidad de organizarse y compaginar las horas frente a los apuntes con el ajetreo social propio de estas fiestas.
Sin embargo, conseguirlo puede hacerse complicado e incluso puede costarnos la incomprensión de otras personas. En este artículo hablaremos acerca de algunas claves esenciales que pueden ser de ayuda para preparar los exámenes durante la Navidad sin fracasar en el intento.
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Los 11 consejos definitivos para preparar los exámenes en Navidad
Cuando llega la Navidad es el momento de reunirse con la familia y los amigos. Nuestra agenda suele llenarse de citas y compromisos para poder ver a todas esas personas que el resto del año vemos menos. Añadido a esto, tenemos que organizar la compra de regalos o colaborar en la cocina para recibir a los invitados.
En definitiva, son momentos de mucha interacción social. Por ello, estudiar en Navidad se puede convertir en un enorme desafío, sobre todo si no disponemos del apoyo y la comprensión de nuestro entorno más cercano. Mantener la disciplina en el estudio costará más si cabe, pues alrededor siempre tendremos distracciones tentadoras. Por ello, son días en los que tendremos que aprender a marcar límites, decir que no y saber posponer la recompensa. No gestionar bien estos aspectos puede hacernos sentir emociones como la culpa o la frustración, ya que sentimos que no estamos todo lo disponibles que nos gustaría.
Entre el turrón, los villancicos y tus familiares pululando por casa puede que no sientas el mayor nivel de concentración. No te preocupes, es normal. Sin embargo, debes ser consciente de que tendrás que hacer alguna que otra renuncia si deseas aprobar con éxito tus exámenes. Por ello, es aconsejable que adoptes algunas medidas.
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1. Habla con tu entorno sobre ello
Un buen primer paso para organizarte es hablar con tus familiares y amigos al respecto. Explícales que tienes exámenes al finalizar la Navidad y necesitas estar enfocado en el estudio una gran parte del tiempo. Dar esta simple explicación ayudará a que entiendan tu situación y no crean que no te reúnes con ellos porque no quieres. Además, informar a los allegados de nuestra intención de estudiar también puede ayudarnos a tener algo más de “presión” y por ello estar más motivados y tener más disciplina.
2. Intenta mantener estudio constante antes de Navidad
Ser previsor es siempre una buena idea para triunfar en el estudio. Mantener un hábito de estudio constante durante el resto del curso te permitirá llegar a la Navidad más aliviado, con la situación bajo control. De esta manera, no tendrás que dedicar tantas horas de golpe a los apuntes en días señalados. Además, mantener esta constancia te permitirá consolidar mejor tu aprendizaje, asimilar la información de manera profunda y por ello aumentar tu rendimiento.
3. Planifica tus ritmos y metas
Antes de que llegue la Navidad, es buena idea planificar los tiempos que vas a seguir en el estudio. Marcar ritmos y pequeñas metas te permitirá no dejarte llevar por la procrastinación y llegar a todo sin fracasar en el intento. Puedes utilizar un planificador en papel para tener una visión global de tu estrategia de estudio.
4. No te olvides del ocio
Aunque tengas mucho temario por estudiar, no deja de ser Navidad, así que recuerda dejar margen para el ocio y el tiempo en familia. Despejar de los libros y los apuntes también es saludable para tu salud mental, pues de esta manera evitarás saturarte o agobiarte demasiado. Es importante que trates de disfrutar esos momentos de desahogo, de forma que tengas tu cabeza en el momento presente y no en todo lo que tienes que hacer cuando socializas.
5. Busca un lugar tranquilo para estudiar
En muchas familias la Navidad es sinónimo de visitas en casa. Si estás tratando de concentrarte en tus estudios, es posible que tu hogar no sea el mejor sitio para ello. Tus abuelos, tíos y primos pueden armar bullicio y en cierta forma es comprensible, pues son días especiales. Si te sientes incómodo con el ruido puedes optar por usar tapones o auriculares. Si ni siquiera con ello logras centrarte, es recomendable que busques una biblioteca cerca de casa o un centro de estudios donde puedas tener silencio.
6. Haz una jerarquía con los contenidos
Normalmente, se recomienda empezar por los temas más difíciles para luego acabar con los más sencillos. Sin embargo, esto puede hacer que te estanques al inicio en lo más complejo y sientas mucha frustración. Por eso, puede que sea más inteligente recurrir a la estrategia contraria, es decir, empezar por los temas más sencillos y acabar con los más complicados. Además, esto te ayudará a tener los contenidos más enrevesados recientes en tu memoria.
7. Disfruta pero evita los excesos continuados
Estudiar en Navidad puede hacerse más difícil porque, generalmente, estos días son sinónimo de exceso con la comida y la bebida. No se trata de que evites disfrutar en los días más señalados, pero sí de que trates de llevar una alimentación más estándar en el día a día durante las vacaciones. Abusar del alcohol o las comilonas te hará sentir más somnolencia y reducirá tu energía para enfocarte en el estudio.
8. Cuida tu descanso
El descanso es un aspecto que siempre debemos cuidar, aunque si estamos estudiando en Navidad se hace aún más relevante. Las fiestas suelen implicar quedarse hasta tarde y tener horarios distintos a los habituales. Sin embargo, las alteraciones de este tipo pueden entorpecer bastante tu capacidad de concentración. Por ello, es importante que por norma general procures dormir bien. El sueño de calidad te dará la energía suficiente para poder sobrellevar la jornada frente a los apuntes.
9. Busca el apoyo de compañeros
En ocasiones, la familia y los amigos pueden ser poco comprensivos con la dificultad que entraña estudiar en Navidad. Por ese motivo, puede ser buena idea contar con el apoyo de personas que estén en una situación similar a la nuestra, como por ejemplo compañeros de universidad. Trata de sacar partido a las redes sociales para contactar con ellos, esto os ayudará a daros consejos y apoyo moral en el proceso. Incluso podéis quedar para estudiar juntos en la biblioteca y así hacer el esfuerzo algo más liviano. Podéis intercambiar apuntes e incluso haceros preguntas entre vosotros para entrenar de cara al examen.
10. Sé ordenado
Es cierto que esta pauta se podría aplicar a cualquier época del año. Sin embargo, en vacaciones solemos estar más relajados y descuidar aspectos como el orden. Tener un espacio de estudio ordenado y una buena clasificación de los apuntes te ayudará a tener todo mucho más controlado y ver la situación como más manejable y accesible.
11. Flexibiliza
Son momentos especiales y es normal que puedan surgir algunos imprevistos. Puede que esa cena familiar se alargue más de lo normal o que un viejo amigo llegue de visita sorpresa. Hay situaciones en las que es conveniente flexibilizar y ajustar nuestro plan de estudio. No se trata de descolocar todo, sino de adaptarse a cambios concretos y puntuales. A veces, esta decisión nos beneficia porque mejora nuestro estado de ánimo y nos da más ganas de seguir estudiando.
Conclusiones
En este artículo hemos hablado acerca de algunas claves importantes para poder estudiar con éxito durante la Navidad. Estas fechas del año son típicamente un momento de alegría, felicidad, reuniones familiares y regalos. Sin embargo, para muchos universitarios son momentos complicados porque los exámenes se encuentran a la vuelta de la esquina. En este sentido, las fiestas pueden hacer más complejo que nunca el mantener la disciplina y la concentración, pues son muchas las distracciones que acechan alrededor.
Por ello, es interesante tener ciertas pautas para organizarnos adecuadamente. Es esencial avisar al entorno de que estamos en proceso de exámenes, ya que así podremos favorecer que nos entiendan. También se aconseja mantener un hábito de estudio constante para llegar a las vacaciones con menos presión y materia pendiente. Planificar nuestros ritmos, ponernos metas, tener un lugar tranquilo para estudiar y no procrastinar es igualmente clave. Es además destacable la importancia de flexibilizar y amoldarnos a las circunstancias, aprendiendo a disfrutar los momentos de ocio con la mente concentrada en el momento presente.
También nos haremos más llevadero el estudio si tenemos un descanso de calidad y, además, evitamos tener demasiados excesos con la comida y la bebida. Podemos empezar por los temas más fáciles para coger energía, y dejar los más difíciles para el final, ya que así podemos avanzar más deprisa, evitamos frustrarnos y tenemos los contenidos más complejos más recientes en la memoria. Por supuesto, el apoyo de compañeros de clase se hace fundamental para sobrellevar mejor el esfuerzo, darse ánimos y practicar simulacros.
