¿Cómo prevenir el Síndrome de Burnout? En 5 consejos (y claves)

Nuestro trabajo ocupa una gran parte del tiempo que tenemos. Por ello, la forma en la que nos sentimos en el entorno laboral tiene una enorme repercusión en nuestra salud física y mental. Son muchas las personas que se sienten desmotivadas, irritables y cansadas. Muchas veces, este malestar encuentra su origen en una profunda insatisfacción con el empleo que se desempeña. Cuando un trabajador siente estrés constante en relación con su profesión, aparece un conjunto de síntomas que configuran lo que se conoce como Síndrome de Burnout.

Este síndrome afecta a un gran número de trabajadores, especialmente en los sectores asistenciales. Los profesionales que tienen un contacto directo con las personas y su dolor suelen ser los más derrotados a nivel físico y emocional, sobre todo cuando las condiciones laborales son deficientes. En este artículo hablaremos en profundidad acerca del síndrome de Burnout, sus síntomas, causas, consecuencias y cómo prevenirlo.

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¿Qué es el síndrome de burnout?

El burnout, también conocido como síndrome de estar quemado, hace referencia a una respuesta emocional que aparece cuando un trabajador se siente insatisfecho con su vida laboral. La persona se siente desbordada por el estrés crónico en el trabajo, lo que acaba generando un profundo desgaste psicológico. Todo ello se traduce en una serie de síntomas físicos y emocionales que acaban por mermar el rendimiento y la salud de la persona.

Generalmente, las personas más afectadas por el burnout son aquellas que se dedican a profesiones asistenciales y de ayuda a los demás. Muchas veces, existe una importante distancia entre las expectativas y la realidad que se vive en el día a día dentro de ese trabajo. El burnout no es una simple respuesta puntual de estrés en el trabajo. En realidad, se trata de un cuadro mucho más complejo que se deriva de unas circunstancias persistentes que acaban deteriorando el bienestar de la persona incluso en su faceta personal. En definitiva, las características centrales del burnout son las siguientes:

• El burnout constituye un proceso gradual, no es estático ni se mide en términos de todo/nada.
• Responde a una situación de estrés laboral crónica y persistente, no puntual.
• El burnout suele ser propio de trabajadores que idealizan su profesión y muestran unas altas expectativas sobre su trabajo asistencial.

Síntomas del síndrome de ‘burnout’

Los principales síntomas del síndrome de burnout son los siguientes:

1. Agotamiento

Las personas quemadas en sus trabajos se sienten agotadas a nivel tanto físico como mental. El individuo puede mostrar todo tipo de alteraciones y dolencias relacionadas con su continuo estado de estrés: migrañas, problemas gastrointestinales, dolores musculares, etc. A nivel emocional, la angustia puede dar lugar a ataques/crisis de ansiedad, cuadros depresivos, insomnio… problemas que pueden interferir seriamente con la calidad de vida de la persona.

2. Despersonalización y cinismo

El burnout hace que la persona pierda su ilusión por implicarse en lo que hace. Esto se traduce en una actitud de desapego e indiferencia que merma la forma de relacionarse con compañeros y clientes. Las formas y el trato se vuelven fríos e incluso agresivos y acaban por generar un clima de tensión y conflicto alrededor de la persona. Este carácter agrio también puede acabar calando en la vida personal, enturbiando las relaciones con la familia, la pareja o los amigos.

3. Descenso en la productividad y desmotivación

Todo lo anteriormente comentado conduce a una menor productividad laboral. El rendimiento en el trabajo se viene abajo y esto retroalimenta la insatisfacción de la persona con su situación. En el día a día se vuelven frecuentes los olvidos, los retrasos y la lentitud en el desempeño. La continua procrastinación termina por hacer más grande la montaña de preocupaciones y el deseo de abandonar el trabajo.

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Causas del síndrome de burnout

Lo cierto es que no existe una causa única que explique la aparición del burnout. Este síndrome suele resultar de la interacción entre las características de la persona y las que tiene su puesto de trabajo. Entre ellas destacamos las siguientes. Por un lado, variables relacionadas con la persona:

• Los individuos con menor tolerancia al estrés y la frustración serán más proclives a sentirse quemados en sus puestos.
• Cuando hay escasas estrategias de afrontamiento también será más fácil que las situaciones estresantes cotidianas se vivan como desbordantes.
• Un escaso apoyo social también hará a la persona más vulnerable al estrés, ya que carece de espacios de desahogo cuando sale de la jornada laboral.
• Perfeccionismo: Los empleados más volcados en su trabajo y con mayor sentido de la responsabilidad son los más sensibles a desarrollar burnout.

Por otro lado, variables relacionadas con las condiciones de trabajo:

• Empleos asistenciales: Los trabajos que tienen contacto directo con personas y van enfocados a ayudar y sostener a otros suelen ser los más afectados por el burnout.
• Sobrecarga: No todo el mundo tiene sobre sus hombros la misma carga de trabajo. Hay quienes tienen asignadas más tareas de las debidas, lo que genera unos altos niveles de ansiedad por no poder abarcarlo todo.
• Falta de prevención de riesgos laborales: Cuando no hay medidas que protejan a los trabajadores de los posibles riesgos de su empleo, es más probable que haya desgaste y burnout.
• Clima laboral inadecuado: Trabajar en un clima donde las relaciones con los compañeros son tensas o distantes hace que estar quemado sea algo mucho más probable.
• Falta de oportunidades de aprendizaje, mejora y desarrollo: Cuando la persona no ve que puede progresar en su trabajo o adquirir nuevos aprendizajes, es probable que se sienta estancada y aburrida. Por ello, trabajar se hace más tedioso y es fácil estar quemado.
• Horarios: Cuando el trabajo posee unos horarios rígidos, demasiado prolongados o difíciles de compaginar con la vida personal (por ejemplo, turno nocturno) es más fácil que aparezca desgaste emocional y estrés.
• Exigencia: No todas las empresas ni profesiones plantean las mismas exigencias. Hay trabajos que requieren una gran implicación por la responsabilidad que conllevan. En estos casos, la persona puede sentirse más desbordada por la presión a la que está sometida.

Prevención del Síndrome de Burnout: 5 claves

Lo cierto es que el burnout no es algo inevitable. Por el contrario, es posible prevenirlo adoptando algunas medidas. Entre ellas podemos destacar las siguientes:

1. Establecer límites

Marcar límites en el trabajo es esencial para no colapsar por estrés. Es aconsejable que recuerdes que mereces descansar y tener tiempo de calidad para ti. Conoce tus derechos y no exijas a tu mente y cuerpo más carga de la que puede soportar. Sin salud no podrás ser un buen profesional, así que cuida de ella como merece.

2. Pide ayuda

Si en estos momentos ya estás sintiéndote identificado con las señales de burnout, es momento de pedir ayuda a un profesional de salud mental. No te avergüences por ello, ya que se trata de algo extremadamente habitual. Pedir ayuda a tiempo te permitirá adquirir estrategias y recursos para manejar la situación, revisar qué puedes cambiar de tu realidad laboral y empezar a sentirte mejor para disfrutar de la vida.

3. Disfruta de tiempo de calidad para ti

Tan importante como saber trabajar eficientemente es aprender a descansar cuando toca. Utiliza tu tiempo libre para desconectar de verdad. No revises tu móvil de empresa ni tu bandeja de entrada y dedica tiempo de calidad a ti y a las personas que quieres. Sal a la naturaleza, haz actividades agradables y recarga pilas.

4. Mantén hábitos de vida saludables

Llevar un estilo de vida saludable te ayudará a partir de un estado de salud adecuado. Tu organismo lidiará mejor con el estrés cotidiano si comes bien, haces ejercicio y descansas las horas necesarias. Estos pilares básicos son indispensables y no debes renunciar a ellos si quieres evitar estar quemado.

5. Plantéate un cambio de trabajo

El síndrome de burnout tiene, como ya hemos visto, mucha relación con las características del empleo en sí mismo. Es importante recordar que no existe un único modelo de trabajo y que una fórmula puede servir para un trabajador y no para otro. Piensa qué tipo de empleo te haría más feliz y reflexiona si el que tienes ahora mismo encaja con tu ideal.

Conclusiones

En este artículo hemos hablado acerca del síndrome de burnout, un fenómeno que afecta a un gran número de trabajadores. Se trata de un conjunto de síntomas que aparecen en profesionales sometidos a estrés crónico. Esto es especialmente frecuente en profesiones de carácter asistencial y entre personas con unas expectativas desajustadas a la realidad en lo que refiere a sus empleos. No obstante, son muchas las variables que influyen en la vulnerabilidad al burnout.

Algunas características personales, como el perfeccionismo o la baja tolerancia a la frustración, así como las condiciones de trabajo, también pueden favorecerlo. El síndrome de burnout suele llevar a la persona a un profundo malestar emocional que se traduce en un menor rendimiento y en un profundo desapego. Aparece desmotivación y un trato frío o agresivo hacia los compañeros y clientes. No obstante, algunas medidas pueden ayudar a prevenirlo. Entre ellas, es importante marcar límites, saber desconectar, llevar un estilo de vida saludable o reflexionar acerca de un cambio de trabajo que nos encaje mejor.