Cómo tratar a una persona con Alzheimer (7 consejos)

La enfermedad de Alzheimer (EA), también conocida como demencia senil de tipo Alzheimer (DSTA), es una enfermedad de carácter neurodegenerativo. Esta cursa con un severo deterioro cognitivo al que además se suman problemas conductuales. Esta enfermedad constituye una de las causas más comunes detrás de la demencia en personas mayores y su efecto en el paciente y su entorno es devastador, pues el Alzheimer es una patología irreversible que no tiene cura.

Suele iniciar de forma insidiosa y cada vez va mermando con mayor intensidad la capacidad cognitiva de la persona, que comienza a ser incapaz de recordar, pensar y razonar. Esta condición suele empezar a despuntar pasados los 65 años, aunque pueden existir algunos casos con un inicio más precoz.

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¿Cómo afecta a una persona la enfermedad de Alzheimer?

El descubrimiento de la enfermedad de Alzheimer es relativamente reciente. Fue a comienzos del pasado siglo, en 1906, cuando un doctor alemán llamado Alois Alzheimer examinó el cerebro de una paciente fallecida que en vida había mostrado problemas de memoria, lenguaje y comportamiento. Lo que el doctor descubrió fue que en su cerebro existían unas masas y ovillos extraños.

Hoy sabemos que lo que este médico observó fueron placas amiloides y ovillos neurofibrilares, ambos resultado de la acumulación anormal de proteínas. Por un lado, las placas se deben a que las proteínas forman un agregado en el espacio extraneuronal, de manera que las neuronas se degeneran y se dificulta la conexión entre ellas. Por otro lado, los ovillos constituyen un agregado proteico que se forma dentro de las neuronas .

Las placas, los ovillos y las inadecuadas conexiones neuronales que provocan son los tres rasgos definitorios del Alzhéimer. Sin embargo, los síntomas evidentes no se manifiestan hasta que han transcurrido varios años desde que inició el daño a nivel cerebral. Por este motivo, hablamos de una patología que rara vez es detectada en sus inicios, ya que a veces no hay ninguna pista que pueda indicar que algo no va bien.

Los síntomas cognitivos y conductuales suelen hacer acto de presencia cuando los ovillos y las placas se forman en zonas particulares del cerebro y las neuronas dejan de funcionar con normalidad. Al tratarse de una enfermedad degenerativa, con el paso del tiempo las neuronas no solo dejan de funcionar, sino que terminan muriendo. La peor fase de la enfermedad llega cuando quedan afectadas regiones centrales para la formación de nuestros recuerdos, como por ejemplo el hipocampo.

En lo que respecta a sus características visibles, el Alzhéimer conlleva una considerable pérdida de memoria que progresivamente se va haciendo más evidente. La muerte neuronal hace que muchas áreas del cerebro sean incapaces de funcionar, por lo que el paciente será cada vez más dependiente del resto.

Cuando hablamos de la enfermedad de Alzhéimer no podemos olvidar el papel de los cuidadores, especialmente de aquellos informales, que atienden a la persona porque posee un vínculo familiar o emocional con ella. Atender diariamente las demandas de una patología degenerativa cuya duración media ronda los diez años es una tarea más que desafiante. Si te encuentras en esta situación o conoces a alguien que esté cuidando de una persona con esta enfermedad, es importante seguir unas pautas para realizar los cuidados diarios correctamente. Por ello, en este artículo vamos a recopilar algunos consejos para tratar de manera adecuada a un paciente con Alzheimer.

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Consejos para cuidar y comunicarse con una persona que sufre Alzheimer

Como hemos comentado, la enfermedad de Alzhéimer es una patología muy dura no sólo para el paciente, sino también para su entorno. Cuando un ser querido deja de recordar y comienza a olvidar y depender de los demás para las tareas más esenciales, es importante que las personas que vayan a asumir sus cuidados estén preparadas.

Aunque hay personas que se dedican al cuidado profesional de personas mayores con esta enfermedad, lo cierto es que en muchas ocasiones son los propios allegados los que asumen este papel. Si este es tu caso, continúa leyendo, porque vamos a recoger algunos consejos útiles para afrontar el día a día como cuidador de un enfermo de Alzhéimer.

1. Intenta flexibilizar

Es importante que, aunque en casa exista una rutina y orden, aprendas a ajustarla acorde al estado de la persona con Alzhéimer. El paciente atravesará momentos de mucha agitación emocional, pero también otros de calma y tranquilidad. Si es necesario abordar alguna tarea difícil, procura que esta se lleve a cabo cuando la persona se encuentre serena. No le fuerces a hacer algo en un momento de tensión o confusión, ya que esto solo servirá para acrecentar su malestar y el tuyo. Aprovecha los momentos de mayor lucidez para lograr que haga esas actividades más complejas.

2. Apóyate en los profesionales

Aunque tú serás quien aborde los cuidados en casa cada día, eso no significa que no debas apoyarte en los profesionales de referencia. No te cohíbas a la hora de preguntar tus dudas en consulta, ya que los expertos son un pilar fundamental para sobrellevar el proceso de cuidado. Conocer la enfermedad y tener toda la información disponible sobre ella te dará mayor competencia para cuidar del paciente. Además, también puedes contactar con asociaciones y grupos de apoyo específicos para pacientes y familiares, donde podrán orientarte y brindarte la ayuda cercana que tanto necesitas.

3. Cuida la comunicación

Aunque las personas con Alzhéimer puedan mostrar dificultades en el lenguaje, eso no significa que no se deba cuidar la comunicación. Es importante seguir unas pautas mínimas cuando hables a la persona. Es fundamental utilizar su nombre para dirigirte a ella y captar toda su atención cuando le hables, así como el empleo de un tono cálido, amable y pausado.

Trata de dejarle tiempo para que pueda encontrar las palabras que quiere decir, no le apresures para que se exprese y empatiza con su dificultad. Si en algún momento no es capaz de dar con las palabras que quiere decir, puedes pedirle que señale las cosas para que seas tú quien las nombra en su lugar.

4. Fomenta las actividades agradables

Un punto fundamental para favorecer el bienestar de la persona con Alzhéimer es proporcionar espacios de desahogo y entretenimiento para ella. Intenta planificar actividades que sean simples, ajustadas a su capacidad, y que le resulten placenteras. Algunos ejemplos pueden ser hacer algo de ejercicio, bailar, hojear un álbum de fotos o jugar a un juego de mesa simple.

Además, también es muy interesante que se haga partícipe a la persona en aquellas tareas domésticas que aún puede realizar. Por ejemplo, se le puede proponer poner la mesa, limpiar los platos o cocinar una receta sencilla. Esto favorecerá que se sienta útil e integrado en el entorno, algo fundamental en el curso de la enfermedad.

5. Reorganiza la casa

Cuando en casa vive una persona con Alzhéimer, es importante adoptar algunas medidas y cambios. Por supuesto, no es posible aplicarlos todos a la vez, así que intenta armarte de paciencia y ve aplicando poco a poco algunos de ellos.

Un aspecto esencial es evitar hacer cambios drásticos en casa, ya que estos pueden contribuir a generar un mayor sentimiento de inseguridad y extrañeza en la persona. También es importante limitar el peligro en toda la casa, por lo que debes evitar los muebles con cristales o esquinas afiladas, los asientos inestables y cualquier obstáculo que pueda complicar a la persona caminar por la casa.

Especialmente importante es mantener controlados los electrodomésticos y cualquier aparato peligroso, como objetos con fuego, tóxicos o afilados. La persona con Alzhéimer puede utilizarlos y olvidar apagarlos o hacerse daño con ellos, con lo que esto puede suponer. Este mismo control debe aplicarse a las ventanas, las puertas y los accesos a balcones, a los que se les pueden aplicar dispositivos de control que impidan al paciente abrirlos sin ayuda.Si vives en una comunidad, es interesante que informes a los vecinos de la condición de la persona, con el fin de que sepan cómo tratarle y qué hacer si le encuentran confuso o asustado.

6. Cuida los estímulos

En casa es importante medir la estimulación a la que la persona con Alzhéimer se encuentra expuesta. Es necesario evitar ruidos y sonidos estruendosos. Es útil apagar la televisión cuando esta ya no se esté viendo, ya que puede favorecer el aturdimiento y la confusión. Un objeto particularmente problemático para las personas con Alzhéimer son los espejos. Estos le pueden generar angustia al no reconocerse, por lo que se recomienda taparlos o evitarlos.

Es útil que exista un reloj grande en alguna zona común de la casa y un calendario visible en el que se vayan marcando los días. También puedes utilizar carteles sencillos (mejor con dibujos), que sirven para señalar dónde se encuentra cada cosa. Si la persona tiene varias tareas por hacer, puedes utilizar una pizarra para anotarlas. Intenta ser conciso y dejar solo unas pocas, sin saturar a la persona con muchas cosas por hacer, ya que esto le confundirá.

7. Maneja los momentos difíciles

Como comentamos con anterioridad, las personas con Alzhéimer pueden atravesar momentos de calma, pero también momentos difíciles donde pueden encontrarse perdidas, confusas e incluso enfadadas. Aunque es importante que te apoyes en los profesionales para conocer la mejor manera de lidiar con estos momentos, te podemos adelantar que siempre es importante validar y responder a los sentimientos de la persona. No restes importancia a su malestar e intenta ofrecer alternativas para que se calme: hacer algo que le guste, salir a tomar el aire…