A todos nos gusta tener y disfrutar del dinero. El dinero, cuando se utiliza de una manera adecuada, nos ayuda a vivir una vida mejor. Pero, ¿qué pasa cuando la acumulación de este se vuelve obsesiva? Con el nombre de crematomanía denominaron los griegos a la enfermedad, que bajo un impulso obsesivo, solo piensa en la acumulación de bienes y riqueza. En este artículo te contamos todo sobre la obsesión por el dinero, síntomas, causas y el futuro de la investigación sobre este y otros trastornos monetarios.
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¿Qué es la crematomanía?
El dinero es la principal fuente de estrés en la vida de la mayoría de personas. El estrés financiero y económico lleva a muchas personas a buscar asesoría financiera. En algunos casos, el estrés financiero no es simplemente causado por falta de recursos económicos o de educación financiera. Cuando las herramientas tradicionales de asesoramiento financiero no son capaces de ayudar a las personas a cambiar su mala relación con el dinero, se puede considerar si la persona podría padecer algún tipo de trastorno monetario.
El DSM-V (Manual de Diagnóstico de Medicina Clínica) trata el juego patológico o compulsivo como un trastorno adictivo, el manual anterior (DSM-IV, 2001) lo clasificaba dentro de los trastornos por falta de control de los impulsos. La ludopatía es la única enfermedad relacionada con el dinero clasificada en el manual. Aunque se han descrito más trastornos relacionados con la acumulación de bienes, como la compra compulsiva, el DSM-V no los incluye como tales.
El término trastorno monetario es especialmente controvertido entre los profesionales de la salud mental y, a partir de 2017, el trastorno monetario no es un diagnóstico clínico y no está incluido ni en el DSM ni en el CIE (Clasificación Internacional de Enfermedades). Estos quedan relegados dentro de la categoría de trastorno del control de los impulsos no especificados. Aunque sabemos que se presentan en la mayoría de personas que sufren estrés de forma continuada.
Los tipos de conductas, o "guiones", relacionados con los trastornos monetarios, incluyen la evitación del dinero, la adoración del dinero, y la vigilancia del dinero. Estos trastornos incluyen además de la crematomanía, el juego patológico, el trastorno de compra compulsiva, la dependencia financiera, la negación financiera y el enredo financiero, entre otros. Algunos estudios evidencian que estos trastornos son cada vez más comunes.
Causas
Los orígenes de los trastornos monetarios pueden dividirse en dos polos. Los trastornos de evitación del dinero, que incluyen la negación de problemas monetarios y el rechazo del dinero. Este último tipo de trastorno se asocia a una baja autoestima y la aparición de un sentimiento de culpabilidad a la hora de ganar dinero.
Sin embargo, la crematomanía se asocia a los trastornos que tienen que ver con la adoración del dinero. Este trastorno se presenta cuando el individuo está obsesionado con la acumulación de riqueza, siendo este el motor de su vida, por el cual mide todas las cosas y desatiende relaciones sociales junto a otras necesidades.
La persona crematomaníaca cree que la única forma de conseguir el éxito y el reconocimiento social es mediante el dinero. Para ilustrar este trastorno nos viene a la cabeza Leonardo DiCaprio en el Lobo de Wall Street, donde el abuso de sustancias también se asocia con la necesidad de estar siempre activo y olvidar cualquier clase de valor moral en favor del dinero.
Dicho esto, se podría relacionar crematomanía y sociedad de consumo, que muchas veces atribuye el éxito y la felicidad de las personas a su cuenta corriente. También en los últimos tiempos al medir las enfermedades y vidas en criterios económicos. Sin embargo, cuando hablamos de crematomanía hablamos de una enfermedad. Al igual que hay personas que no pueden controlar su adicción al juego o a las compras, hay personas que no pueden controlar su adicción al dinero, aun cuando esta pueda tener consecuencias nefastas.
Síntomas y complicaciones
«Un trastorno mental es un síndrome caracterizado por una alteración clínicamente significativa del estado cognitivo, la regulación emocional o el comportamiento de un individuo, que refleja una disfunción de los procesos psicológicos, biológicos o del desarrollo que subyacen en su función mental.»
Haciendo referencia a esta definición del DSM, la crematomanía tiene puntos en común con otros trastornos. La persona crematomaníaca no puede dejar de hacer lo que hace, también su trastorno puede ser fuente de vergüenza y quedar oculto para sus allegados. Donde quizás presenta una diferencia con otros trastornos impulsivos es que la sociedad a veces puede justificar la crematomanía, ya que a casi todos nos gustaría tener más dinero del que tenemos.
Por lo tanto, la persona enferma muchas veces puede no darse cuenta de su problema, al igual que el entorno, que simplemente pueden ver a alguien que quiere hacerse rico. Como hemos visto, no existe un criterio diagnóstico, pero se pueden relatar los siguientes síntomas:
- Siempre necesitan más de lo que tienen.
- Pensamientos obsesivos e intrusivos con el dinero.
- El dinero es la medida del éxito y de todas las cosas.
- Las personas también son vistas como objetos monetarios.
- Frustración, buscan obsesivamente el reconocimiento social.
- Insatisfacción con la vida lograda.
- Resentimiento hacia las personas más exitosas según su criterio.
- Todas sus actividades giran en torno al dinero
- Autoestima baja.
Un síntoma que también se ha descrito en otros trastornos monetarios es la infidelidad financiera. Se define como la tendencia a no ser claro sobre las finanzas, utilizando varias tarjetas de crédito, o manejando diferentes cuentas, pidiendo préstamos sin que su pareja o cónyuge sepa de sus gastos y acumulando deudas secretas.
La infidelidad financiera puede estar en aumento, según un estudio de 2005, el 30 por ciento de los encuestados mintieron sobre la información financiera y el 25 por ciento la ocultó, mientras que un estudio de 2008 mostró una tendencia al alza, la mitad de los encuestados cometieron algún tipo de infidelidad financiera.
La crematomanía al igual que otros trastornos monetarios presenta una gran comorbilidad, se pueden presentar otro tipo de trastornos como: adicción al juego, compras compulsivas o trastorno por acumulación. Además, este trastorno se relaciona en algunos casos con comportamientos adictivos y abuso de sustancias. También la persona podría acabar sufriendo una depresión.
Tratamiento
El Dr. Bradley T. Klontz, psicólogo experto en comportamiento financiero de la Universidad de Creighton, ha publicado varios trabajos de investigación en el área de los trastornos monetarios. Gracias a sus estudios se evidencia que la crematomanía presenta una gran comorbilidad y se suele dar acompañada de otros trastornos, siendo los más comunes: los trastornos del juego, las compras compulsivas o el trastorno por acumulación.
El tratamiento de la crematomanía puede ser complejo. En parte, eso se debe a que la mayoría de las personas tienen dificultades para admitir que tienen un problema. Un componente importante de la terapia es trabajar para reconocer que la persona admita su enfermedad. Es fundamental recibir terapia para evitar cualquier situación que pueda derivarse del trastorno como endeudamientos familiares, depresión o desarrollo de adicciones.
Se recomienda para este tipo de trastornos la terapia cognitivo-conductual. Donde el psicoterapeuta ayudará al paciente a desarrollar una autoestima independiente de sus bienes. Se ha demostrado que el tratamiento con terapia cognitivo-conductual es eficaz para reducir los síntomas compulsivos. La terapia cognitiva conductual se enfoca en identificar creencias nocivas, irracionales y negativas y reemplazarlas con creencias positivas y saludables. La terapia familiar también puede ayudar.
Investigación futura
Aunque, como ya hemos mencionado, este trastorno, al igual que los demás trastornos de origen monetario, no están reconocidos clínicamente por el DSM ni por el ICE, pero hay abiertas varias vías de estudio. Quizás con el tiempo y la investigación suficiente, que apoye su publicación, los trastornos monetarios terminen por aparecer en el DSM.
Existe evidencia y estudios que sugieren que los individuos que experimentan trastornos de dinero o problemas de tensión financiera, también son más propensos a experimentar síntomas relacionados con la depresión, como mayor sensación de soledad, baja autoestima, pérdida de sentido y falta de control de los impulsos. Además de esto, las personas que sufren de un trastorno monetario también dicen experimentar una mala calidad del sueño y presentan una peor salud que la media de la población general.
