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Los seres humanos somos seres sociales, lo que se traduce en que necesitamos relacionarnos con los demás para poder sobrevivir. Las relaciones que formamos a lo largo de la vida determinan lo que somos y son esenciales para cubrir nuestras necesidades afectivas. Somos capaces de formar vínculos de todo tipo. Cuando nacemos, el más importante es aquel que formamos con nuestros padres. Con el tiempo, vamos ampliando nuestro abanico relacional y empezamos a formar las primeras amistades.
Cuando hacemos un amigo, encontramos en él un espacio de desahogo, apoyo, alegría y afecto mutuo. Cuando formamos una amistad, tejemos con esa persona un lazo cálido y basado en la confianza. Si bien la adolescencia es la etapa en la que el papel de los iguales destaca más, las relaciones de amistad son necesarias a lo largo de todo nuestro ciclo vital. Como cualquier tipo de vínculo, este puede cambiar y evolucionar a través de los años, pero es nuestra responsabilidad cuidar de nuestros amigos. Así, podríamos decir que la amistad es algo así como una flor que debe ser regada con frecuencia para no marchitarse.
Sin embargo, las circunstancias de la vida a veces pueden complicar que nuestras amistades perduren. Estar físicamente lejos de un amigo puede enfriar la relación si ambas partes no se esfuerzan por conservar el contacto. Por eso, en este artículo comentaremos algunas claves que pueden ayudar a mantener la amistad incluso en la distancia.
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La amistad a lo largo de la vida
Como ya adelantamos, la manera en la vivimos las relaciones de amistad va cambiando en función del momento vital que atravesamos. Cuando somos adolescentes, los amigos cobran un papel central, pues en este momento de la vida son los iguales el punto de referencia que marca lo que debemos o no hacer. En cambio, los padres pasan a un papel secundario, siendo habitual el distanciamiento con los hijos o el aumento de los conflictos entre ellos. Así, en el camino hacia la edad adulta los amigos son los que más influyen en la configuración de nuestra personalidad y valores. Ellos actúan como un modelo que tratamos de imitar, además de constituir la fuente principal de apoyo emocional.
Cuando ya alcanzamos la madurez de la etapa adulta, las amistades pasan a tener un papel más secundario. De hecho, los cambios y el incremento de las obligaciones hacen que muchas veces sea todo un reto poder crear y mantener las relaciones de amistad. El curso de la vida puede hacer que, en ocasiones, nos veamos faltos de tiempo para quedar con nuestros amigos e incluso puede llevarnos a vivir en lugares geográficamente alejados. Es decir, las circunstancias favorecen el distanciamiento, por lo que la red de amistades puede verse seriamente mermada si no se toman cartas en el asunto.
Mantener la amistad en la distancia: 9 consejos para hacerlo posible
Como venimos comentando, mantener la amistad en la distancia puede ser todo un reto. Sin embargo, los amigos son una parte muy relevante de nuestra vida, nos dan apoyo, alegría, comprensión, risas… hasta el punto de que muchas veces son tanto o más importantes para nosotros que nuestra propia familia. Sin embargo, cuando estamos físicamente lejos de un amigo las cosas pueden complicarse y puede ser difícil mantener la conexión. Sin embargo, esto no significa que sea imposible. Siempre que haya interés por ambas partes, es viable tomar medidas para seguir enriqueciendo la relación. Veamos algunos consejos para conseguirlo.
1. Acepta la situación
Sentirse alejado de alguien a quien se quiere nunca es fácil. Sin embargo, se hace esencial aceptar esta realidad con naturalidad, ya que hoy en día es muy frecuente que nuestros seres queridos se encuentren en distintas zonas geográficas. Lamentarnos por no poder ver al otro sólo nos servirá para amargarnos la vida. En su lugar, debemos analizar la situación y ver de qué forma podemos buscar mantener el contacto con la distancia de por medio.
2. Organiza visitas y viajes
Una excelente manera de mantener el contacto con un buen amigo es organizar visitas y viajes. Si tu amigo se encuentra en otra ciudad o país, acudir a verle puede ser, además, una manera genial de hacer algo de turismo. Puedes reservar un fin de semana para pasar algo de tiempo juntos, poneros al día y sentir que nada ha cambiado entre vosotros.
3. Trata de tener algo que te recuerde a él/ella
Si un buen amigo vive lejos, puede ser de ayuda para tenerle presente alguna forma de recuerdo. Puedes hacer un mural con vuestras mejores fotos, escuchar una canción que os guste a ambos o elaborar un diario con vuestras mejores anécdotas. De esta manera, podrás tenerle cerca aunque físicamente estéis lejos.
4. Fomentad vuestros gustos en común
Cuando disfrutéis de tiempo juntos en persona, es buena idea hacer que este sea de calidad. Podéis realizar alguna actividad que ambos disfrutéis, como por ejemplo hacer deporte, comer en algún restaurante, ir al cine… Incluso, estos hobbies pueden seguir compartiéndose en la distancia. Podéis probar a ver una pelicula o serie a la vez y comentarla por videollamada. Si preferís la lectura, podéis leer el mismo título y luego poner en común vuestras impresiones, recomendaros otros libros similares, etc.
5. Saca provecho de las redes sociales
Mantener una amistad a distancia no es igual de complejo que hace unos años. Hoy en día disponemos de numerosas facilidades gracias a la tecnología, de manera que podemos hacer videollamada o escribir un mensaje con sólo un click. A veces incluso podéis hablar en un grupo con otros amigos comunes, lo que hace que fluya la conversación con mucha facilidad.
No obstante, si necesitas comunicar algo importante a ese amigo, no dudes en llamarle porque esto es más personal. En definitiva, es clave que no descuides este aspecto y saques partido de las herramientas que tienes. Podéis agendar una videollamada a la semana para poneros al tanto de vuestra vida y contaros las pequeñas cosas cotidianas. Esto ayudará a sentir que seguís tan cerca como siempre.
6. Recuerda las fechas importantes
Cuando la amistad se mantiene a distancia, las fechas importantes se vuelven más clave aún. No descuidar estos días y recordarlos te permitirá hacer que tu amigo se sienta querido y apreciado. Anota en algún lugar visible su cumpleaños, su aniversario y cualquier otra fecha importante.
7. Enfoca la amistad a distancia en positivo
Aunque tener una relación de amistad a distancia puede ser un poco frustrante, también es posible enfocarla en positivo. Tener un amigo lejos hace que revaloricemos su compañía, que disfrutemos cada encuentro con él de manera especial y que haya mucha más emoción. A veces, tener siempre cerca a quienes queremos nos hace dar por hecho su compañía y ello nos hace esforzarnos menos para cuidar la relación. Por eso, la distancia puede ser una oportunidad para mejorar como amigos y demostrar al otro cuánto le queremos.
8. Sorprende con algo menos convencional
Cuando mantenemos una amistad a distancia nunca está de más sorprender al otro. Aunque las tecnologías nos hacen muy fácil el contacto, es cierto que están muy vistas. Por ello, puedes darle una sorpresa enviándole una carta manuscrita o una postal en fechas señaladas. Recibir el mensaje en papel físico será para esa persona muy emocionante en tiempos en los que esto ya no está de moda.
9. Empatiza con tu amigo/a
La persona que se va probablemente tenga que enfrentar muchos cambios en su vida al empezar de cero en un sitio nuevo. Por ello, es posible que en los primeros momentos tenga menos disposición para hablar y conectar, ya que debe concentrar todas sus energías en organizar su nueva vida. Respeta sus tiempos y no te tomes esto como una señal de que no le importas. Simplemente empatiza con esa persona y su realidad y confía en que en cuanto se adapte las cosas vayan volviendo a su lugar.
Conclusiones
En este artículo hemos hablado acerca de algunas claves que pueden ser de ayuda para cuidar una amistad a distancia. Las relaciones de amistad son importantes a lo largo de la vida, ya que en nuestros amigos encontramos afecto, apoyo, comprensión, alegría… hasta el punto de que a veces ellos llegan a ser la familia que elegimos. Sin embargo, las circunstancias de la vida pueden complicar el mantenimiento de una amistad. Si un amigo se marcha a otro lugar y hay distancia física, puede que nos sintamos agobiados por miedo a perder a esa persona.
No obstante, mantener la relación con distancia de por medio es viable siempre y cuando haya interés por ambas partes. Es recomendable recurrir a las redes sociales, hacer viajes y visitas para verse en persona, no descuidar las fechas importantes, fomentar las cosas que se tienen en común, enfocar la distancia como una variable positiva en la relación y también tener empatía hacia el amigo que está empezando una vida nueva en un sitio diferente. Añadido a todo esto, puede ser de ayuda tener algo cerca que nos recuerde a ese amigo (fotos, una canción…).
