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El panorama laboral ha experimentado una importante transformación en los últimos años. Aunque el mundo avanza y progresa, lo cierto es que la calidad de vida de los empleados de todos los sectores parece estar en peligro. El avance de las tecnologías, la cada vez mayor competitividad en el mercado laboral y la llegada del teletrabajo tras la pandemia de COVID-19 han creado el escenario propicio para que el plano personal y el profesional se fusionen sin límites claros.
Parece que cada vez es más difícil separar quienes somos de nuestra carrera profesional, de manera que progresivamente la vida fuera del trabajo se ve amenazada por unas exigencias cada vez mayores en los puestos de trabajo. Cada vez se pide más tiempo, más esfuerzos y más compromiso a los trabajadores, hasta límites que ponen en peligro el bienestar personal de las personas y su salud mental.
De esta manera, el trabajo termina por invadir espacios personales hasta ahora respetados, lo que ha llevado a muchas empresas y trabajadores a replantearse la necesidad de tomar medidas al respecto. Es en este escenario donde entra en juego el concepto de work-life balance, que no es otra cosa que el equilibrio armónico entre el desarrollo laboral y la vida personal.
En este artículo vamos a hablar acerca de este nuevo concepto y detallaremos algunas pautas que pueden ser útiles para marcar límites entre ambos planos de nuestra vida.
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¿Qué es el work-life balance?
El work-life balance hace referencia al equilibrio entre el tiempo dedicado a nuestro trabajo y aquel que se destina al resto de nuestra vida. Este concepto ha llegado para quedarse ante los evidentes cambios que se están produciendo en el mercado laboral, donde las jornadas de trabajo parecen tener límites cada vez más desdibujados.
Esto está ocasionando consecuencias negativas en la salud mental de las personas, por lo que implementar cambios en el sistema parece necesario para que los trabajadores disfruten de bienestar físico y psicológico y una vida personal satisfactoria.
Los empleados que disfrutan de límites claros entre sus vidas personales y profesionales no sólo son más productivos durante su jornada, sino que además tienen capacidad para conciliar su vida familiar con su profesión, una red social más sólida y tiempo de ocio y descanso de calidad.
Equilibrar ambas áreas de la vida implica que los trabajadores tienen bien delimitados sus tiempos, sin estrategias que les hagan dedicar a su profesión más recursos de los que deberían (por ejemplo, estar activos telefónicamente fuera del horario, hacer horas extras desde casa o disfrazar relaciones profesionales como si fuesen personales).
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¿Cómo se puede mejorar el work-life balance?
En primer lugar, es importante tener en cuenta que las propias empresas deben contar con programas y medidas que traten de regular esta cuestión y protejan el bienestar de los trabajadores, respetando sus horarios sin exigirles más de lo correspondiente. No obstante, los propios empleados pueden adoptar algunas pautas de autocuidado que les permitan definir esos límites entre la esfera personal y la profesional. Vamos a verlas:
1. Identifica si sufres burnout
El síndrome de burnout, también conocido como el síndrome de desgaste profesional o estar simplemente “quemado”, es la reacción emocional que experimentan los trabajadores que perciben una discrepancia entre sus expectativas y la realidad de la vida laboral. Es especialmente común en aquellas profesiones que requieren contacto habitual con otras personas y que tienen un marcado componente asistencial.
Esta condición implica un estado de estrés crónico que puede hacer a los empleados sentirse agotados, poco productivos y, en general, devastados a nivel físico y emocional. Es importante que trates de observar si experimentas síntomas tales como irritabilidad, cansancio, o desgana ante actividades que en condiciones normales te producen disfrute. Si este es el caso, esto significa que te encuentras sobrepasado por la ausencia de límites firmes entre tu vida personal y profesional, por lo que es momento de actuar para recuperar tu bienestar.
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2. Aprende a delegar
Aunque parezca fácil, delegar puede ser difícil para muchos trabajadores. Muchas veces queremos dar lo mejor de nosotros mismos, abarcarlo todo y demostrar que somos valiosos como profesionales.
Sin embargo, esta ambición puede llevarnos a asumir más carga de trabajo de la que podemos tolerar, lo que indudablemente nos resta tiempo de ocio y descanso y perjudica nuestra salud física y mental. Por todo ello, es esencial aprender a soltar las riendas en algunas ocasiones e identificar esas tareas que podemos depositar en otros con la confianza de que ellos también sabrán tomar decisiones acertadas.
3. Desconecta de verdad
Con el avance tecnológico, cada vez parece más difícil encontrar un momento real de desconexión. En el mundo laboral la oficina se ha trasladado a nuestra casa mediante el uso del correo electrónico, las reuniones virtuales y el uso de otras tantas aplicaciones. Sin embargo, esta invasión de nuestro tiempo libre es tremendamente perjudicial, pues nos impide descansar y desconectar una vez superada la jornada laboral.
Por tanto, acumulamos estrés y tensión de manera continua con lo que esto supone para la salud. Por todo ello, es importante bloquear las notificaciones y alejarnos de las pantallas cuando no estamos en nuestro puesto, pues de lo contrario será imposible tener un descanso de calidad.
4. El trabajo no es toda tu vida
Si eres de los que siente una enorme vocación hacia su trabajo estás de suerte. Es cierto que dedicamos una gran parte de nuestras horas al trabajo, y por ello es importante que este nos haga disfrutar y sea apasionante. Sin embargo, este interés puede jugarnos una mala pasada y llevarnos a hacer del trabajo el centro total de nuestra vida, olvidando todo lo demás.
Recuerda que eres más que tu profesión y que hay áreas vitales que también merecen ser cuidadas para disfrutar de un bienestar pleno y una buena salud. Aunque tu profesión te haga feliz, trata de respetar siempre esos tiempos de ocio y desconexión que resultan tan necesarios, pues a largo plazo lo agradecerás.
Conclusiones
En este artículo hemos comentado algunas pautas que pueden ser de ayuda para equilibrar la vida profesional y la personal. En la actualidad los límites entre ambas esferas cada vez se encuentran más desdibujados, debido a la cada vez mayor competitividad en el mercado laboral y el avance de las tecnologías y el teletrabajo. Esto ha dado pie a que muchas empresas impidan a sus empleados disfrutar de un tiempo libre de calidad sin interferencias, lo que tiene importantes consecuencias en su salud física y mental.
Las organizaciones tienen la responsabilidad de desarrollar planes y medidas que permitan a los trabajadores tener unas jornadas laborales bien delimitadas, sin estratagemas para invadir su espacio con horas extras camufladas. Este sistema puede aumentar los beneficios en el corto plazo, pero a medio y largo plazo perjudican no solo a las personas, sino también a las empresas que deben asumir los costes de una salud precaria en su plantilla.
Balancear la vida laboral y la personal es un derecho de todos los trabajadores, con independencia de la situación personal de cada uno de ellos. Todas las personas requieren tiempo de esparcimiento para descansar, recomponerse y desarrollar otras áreas de su vida muy importantes, como las relaciones sociales o las actividades de ocio.
Aunque estas pautas que hemos comentado pueden parecer simples, lo cierto es que en la práctica pueden no ser fáciles de llevar a cabo. Muchas veces la cultura de la meritocracia y la feroz competitividad a la que nos enfrentamos nos llevan a ser extremadamente exigentes con nosotros mismos. Así, muchas veces los propios empleados se fuerzan a trabajar más horas, dar más de sí y sacrificar más por su trabajo.
Esto es especialmente común en los autónomos, que debido a su mayor precariedad deben hacer sacrificios que pueden suponer un enorme obstáculo para separar el trabajo de la vida privada, con las consecuencias que esto acarrea para su bienestar físico y emocional. En este sentido, aprender a delegar, alejarnos de las pantallas, prevenir el burnout y priorizar otras áreas de la vida frente al trabajo puede ser más fácil si contamos con el apoyo de una red social sólida de amigos, familiares e incluso profesionales de salud mental.
La sociedad en la que vivimos actualmente y la manera en la que esta se encuentra organizada nos llevan muchas veces a entrar en esta espiral de trabajo excesivo sin apenas ser conscientes. Esto puede llegar a ser tan tóxico que ni siquiera somos capaces de disfrutar del descanso y del no hacer nada, pues nos han enseñado que debemos producir continuamente como si fuésemos robots.
Ante todo, las personas somos seres humanos y como tal necesitamos cultivar otras facetas más allá de nuestro trabajo. Disfrutar de hobbies, deporte, relaciones sociales, planes de ocio o simplemente un descanso profundo son aspectos fundamentales para tener una buena salud. El trabajo es una parte muy importante de nuestra vida, pues representa un elevado porcentaje de nuestras horas, pero no es en absoluto lo único que tenemos. Cuidar nuestra esencia, conectar con nuestros valores más profundos, marcar límites y prioridades es un ejercicio de autocuidado indispensable en los tiempos actuales.
