Alcoholismo: ¿qué problemas de salud causa? (25 enfermedades asociadas)

El alcohol es una droga aceptada socialmente, pero eso no significa que no sea muy dañina. Y cuando se cae en la adicción, abrimos la puerta a un sinfín de patologías en distintos sistemas del cuerpo.

Alcoholismo problemas salud enfermedades

El alcohol es responsable directo de más de 3 millones de muertes anualmente en todo el mundo. Y es que pese a ser una droga cuyo consumo está aceptado (e incluso bien visto) socialmente, se trata de una sustancia que, en cuanto se cae en la adicción, abre la puerta a todo tipo de patologías que pueden llegar a ser graves.

Desde patologías cardiovasculares hasta problemas renales, pasando por trastornos digestivos, alteraciones de la salud mental, dificultades para dormir, impacto sobre la salud sexual y un casi infinito “etcétera”. El alcohol es un veneno.

De acuerdo a los expertos, el alcoholismo es un factor de riesgo directo de más de 200 enfermedades distintas, teniendo un impacto tremendamente negativo en absolutamente todos los sistemas, órganos y tejidos del cuerpo.

Por ello, en el artículo de hoy y con el objetivo de concienciar acerca de las consecuencias del alcoholismo (evidentemente, no pasa nada por tomar un poco de vez en cuando), analizaremos algunas de las más relevantes enfermedades que tienen el consumo excesivo de alcohol como principal factor de riesgo.

Las principales patologías causadas por el alcohol

El alcohol es una droga depresora del sistema nervioso, por lo que nos hace perder el control de nuestras acciones y agudiza todas las emociones negativas. Paralelamente, se trata de un veneno que, poco a poco, va dañando a un enorme número de órganos: corazón, estómago, intestinos, páncreas, hígado, cerebro, etc.

Como ya hemos dicho, evidentemente no pasa nada por consumirlo de vez en cuando, pues pese a que sigue siendo una sustancia dañina, el cuerpo es capaz de procesarla. Ahora bien, cuando se convierte en una adicción y estamos ante un caso de alcoholismo, empieza la cuenta atrás para el desarrollo de muchas patologías. Más de 200. Como no podemos recogerlas todas en un artículo, hemos seleccionado las que, ya sea por frecuencia o por gravedad, son más relevantes.

1. Cirrosis

El hígado es el órgano más grande del cuerpo y, entre muchas otras cosas, se encarga de depurar el alcohol del organismo. No es de extrañar, pues, que sea el que más sufra las consecuencias del alcoholismo.

En este sentido, la cirrosis es una enfermedad crónica en la que, debido a excesos prolongados por el alcohol, el hígado ha sido muy dañado y, al regenerarse, han quedado muchos tejidos cicatrizados. Si estas cicatrices se acumulan, es difícil que el hígado siga cumpliendo con sus funciones.

El daño es irreversible y los síntomas son dolor abdominal, ictericia (color amarillento en la piel), náuseas, vómitos, fatiga, orina de color oscuro, picazón intensa en la piel, malestar en la zona abdominal, dolor en las articulaciones… En caso de no frenarse a tiempo, la única opción para salvar la vida puede que sea un trasplante.

Cirrosis

2. Hepatitis alcohólica

La hepatitis alcohólica es una enfermedad en la que, debido a un consumo excesivo de alcohol, el hígado se inflama. Los síntomas son los mismos que los de la cirrosis, aunque en este caso sí que es reversible. El problema es que son precisamente las continuas inflamaciones las que pueden favorecer la aparición de cicatrices que conducirán a la cirrosis.

3. Hipertensión arterial

El alcoholismo también provoca hipertensión arterial, una patología cardiovascular en la que la fuerza que ejerce la sangre sobre las paredes de los vasos sanguíneos es demasiado alta. Se trata de un trastorno que no da síntomas hasta que no ha derivado en una enfermedad más grave, pues incrementa el riesgo de insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular, trastornos renales...

4. Insuficiencia cardíaca

El alcoholismo es causa directa de insuficiencia cardíaca. Debido tanto a la hipertensión arterial que provoca como a la acumulación de material graso, el alcohol afecta al funcionamiento del corazón. A la larga, puede provocar que el corazón no bombee la sangre como es debido, afectando a todos los sistemas del cuerpo. Junto a los infartos, la insuficiencia cardíaca es responsable de 15 millones de muertes anuales.

5. Infarto de miocardio

El alcoholismo, por su afectación a la salud cardiovascular, es causa directa de infarto de miocardio, popularmente conocido como “ataque al corazón”. Debido a un taponamiento de las arterias coronarias, el corazón deja de recibir sangre y, evidentemente, no puede bombearla al resto del cuerpo.

Infarto miocardio

6. Cardiomegalia

De nuevo, debido al impacto que tiene a nivel cardíaco y cardiovascular, el alcoholismo puede provocar lo que se conoce como cardiomegalia, que se define como un aumento anormal en el volumen del corazón. A la larga, este incremento de tamaño acaba afectando al funcionamiento del corazón, siendo causa directa de insuficiencia cardíaca.

7. Arritmias cardíacas

El consumo puntual de alcohol provoca arritmias momentáneas, que se definen como una alteración puntual en el ritmo de latidos del corazón, ya sea porque late demasiado deprisa (taquicardia), demasiado lento (bradicardia) o de forma irregular. Si esto es solo de vez en cuando, no pasa nada. El problema es que con el alcoholismo, este estado de arritmias es constante. Y en ese momento sí que se abre la puerta a patologías cardíacas que hemos mencionado antes.

8. Gastritis

Como bien sabemos, el alcohol irrita el epitelio del estómago. Por ello, el alcoholismo provoca lo que se conoce como gastritis crónica, que es una inflamación del tejido de revestimiento estomacal que va ocurriendo lentamente en el tiempo pero de forma constante. En este sentido, el ardor estomacal, la indigestión, las náuseas y los vómitos son muy frecuentes. A la larga, además, puede derivar en la aparición de úlceras y hemorragias estomacales e incluso en cáncer de estómago.

Gastritis

9. Cáncer

El alcoholismo es un factor de riesgo en muchos cánceres distintos. Y es que debido a los daños que provoca en muchos órganos, incrementa las probabilidades de que, al tener que regenerarse constantemente, desarrollen tumores malignos. Se ha demostrado que los excesos con el alcohol aumentan el riesgo de sufrir cáncer de hígado, de mama, de colon, de esófago, de boca, de garganta y, en raras ocasiones, de estómago.

10. Pancreatitis

El páncreas es un órgano que forma parte tanto del sistema digestivo (sintetiza enzimas que digieren las grasas, los hidratos de carbono y las proteínas) como del endocrino (libera hormonas que regulan los niveles de azúcar en sangre).

El alcoholismo provoca su inflamación, por lo que hace que este órgano tan importante no pueda cumplir con sus funciones, provocando, por lo tanto, problemas digestivos y a la hora de ser capaces de regular la glucosa en sangre. Y como bien sabemos, esto abre las puertas a la diabetes.

11. Depresión

El alcoholismo no solo afecta a nivel físico, sino también mental. El impacto del alcohol en el sistema nervioso central es claro, alterando por completo nuestra manera de procesar las emociones, siendo así causa directa de depresión, una enfermedad grave.

12. Ansiedad

El alcoholismo, por este impacto en la salud mental que comentamos, también abre las puertas a la ansiedad. Y es que el estrés, tanto el inducido por su efecto en el sistema nervioso como el que procede de la propia adicción, hace que se entre en un círculo vicioso del que es difícil escapar.

13. Osteoporosis

La osteoporosis es una enfermedad ósea en la que se va perdiendo densidad en los huesos. La matriz ósea se pierde más deprisa de lo que se regenera, teniendo como resultado unos huesos cada vez más débiles. Se trata de una enfermedad natural en la vejez pero que puede inducirse enormemente con el alcoholismo. Esta pérdida de densidad ósea incrementa el riesgo de sufrir fracturas y lesiones.

Osteoporosis

14. Inmunodepresión

El alcohol también afecta al sistema inmunitario. A la larga, el alcohol impide que las células inmunes, aquellas especializadas en detectar y neutralizar a las amenazas, funcionen adecuadamente. Como es obvio, esto nos hace mucho más susceptibles al ataque de patógenos y mucho más propensos, pues, a sufrir infecciones.

15. Intoxicaciones

No es una enfermedad como tal, pero es bien sabido por todos que el consumo de alcohol puede derivar en intoxicaciones que constituyen una emergencia médica. Además, también hay que vigilar con los medicamentos, pues muchos de ellos interaccionan con el alcohol aumentando el riesgo de efectos secundarios adversos.

16. Enfermedades neurológicas

Como ya hemos comentado, el alcohol tiene un profundo impacto en el sistema nervioso, siendo responsable directo de una pérdida de neurodegeneración. Esto provoca tanto complicaciones físicas (entumecimiento de extremidades y pérdida de control motor) como psicológicas, estando directamente relacionado con la demencia, la pérdida de memoria y las alteraciones del pensamiento.

17. Patologías en la médula ósea

La médula ósea es una estructura interna de los huesos largos del cuerpo donde tiene lugar la hematopoyesis, que es el proceso de formación y liberación de las células sanguíneas. El alcoholismo afecta directamente a su funcionalidad, por lo que puede acabar provocando niveles bajos de glóbulos rojos (problemas para oxigenar la sangre), plaquetas (problemas para coagular la sangre ante heridas) y glóbulos blancos (de ahí que dijéramos que provoca problemas en las células inmunes)

18. Aborto espontáneo

Está más que comprobado que el alcoholismo en mujeres embarazadas aumenta el riesgo de sufrir un aborto espontáneo. El consumo excesivo de alcohol es uno de los factores de riesgo más importantes detrás de una interrupción del desarrollo embrionario.

19. Problemas de vista

El alcoholismo también afecta a los ojos, los órganos responsables del sentido de la vista. Especialmente por los daños neurológicos que causa, es común que el consumo excesivo de alcohol derive en visión borrosa y/o movimientos oculares involuntarios y rápidos.

20. Disfunción eréctil

En hombres, debido a los problemas cardiovasculares que provoca en la circulación sanguínea, incrementa enormemente el riesgo de sufrir disfunción eréctil, con el evidente impacto que esto tiene en la vida sexual y, por lo tanto, la salud psicológica. También puede provocar una disminución del apetito sexual.

21. Interrupción de la menstruación

En mujeres, además de una disminución del apetito sexual y de problemas para lograr una lubricación óptima, tiene un enorme impacto en la salud sexual. Y es que el alcoholismo puede provocar una interrupción de la menstruación o amenorrea, una situación clínica en la que la mujer “se salta” un mínimo de tres periodos menstruales.

22. Accidentes cerebrovasculares

Debido a la afectación que tiene a nivel cardiovascular, el alcoholismo incrementa también el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular o ictus, una situación clínica en la que se interrumpe el suministro de sangre a alguna región del cerebro, con la consecuente muerte neuronal. Estos ictus representan la tercera causa de muerte en el mundo y el alcoholismo es uno de los factores de riesgo más importantes.

Ictus

23. Problemas sociales

No es una enfermedad, pero no podemos olvidarnos del impacto que tiene el alcoholismo a nivel personal y social. Problemas con los amigos y seres queridos, disputas familiares, pérdida de parejas, dependencia psicológica de la droga, abuso de otras sustancias, aislamiento, imposibilidad de tener un trabajo… El impacto del alcohol en la vida personal y profesional es inmenso.

24. Enfermedad por hígado graso

La enfermedad por hígado graso es una patología hepática en la que se produce una acumulación de grasa en este órgano, dificultando, igual que la hepatitis y la cirrosis, su funcionamiento. El alcoholismo es una de las principales causas detrás de los casos más graves. A la larga, esta acumulación de tejido graso puede provocar que el hígado pierda por completo su funcionalidad, momento en el que quizás haya que recurrir a un trasplante.

25. Anomalías congénitas en el embarazo

Se ha comprobado también que el alcoholismo en mujeres embarazadas incrementa el riesgo de que el bebé nazca con anomalías, pues el embrión también sufre las consecuencias del alcohol y puede nacer con problemas físicos, de desarrollo e intelectuales que arrastrará el resto de su vida.

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