Sabemos perfectamente que la competencia en el mundo laboral es enorme. Y hoy en día, para conseguir cualquier cargo, debemos mostrar a la empresa seleccionadora que, de entre todos los candidatos y candidatas, nosotros somos los mejores.
Esto no es sencillo, está claro. Y es que ahí fuera hay gente muy preparada que, día a día, están luchando para ser los mejores en aquello que nosotros queremos también ser los mejores. Por ello, debemos dar el máximo ya no solo cuando nos contratan, sino antes.
En este sentido, el primer paso para llamar la atención del personal seleccionador es disponer de un currículum a la altura, pues es la primera toma de contacto que tendrán con nosotros. Y en caso de haber conseguido esto, llegará la tan ansiada (y a la vez temida) entrevista.
La entrevista de trabajo es la última puerta a abrir antes de empezar nuestro sueño. Por lo tanto, es normal que surjan las dudas, miedos e inseguridades. En el artículo de hoy, y de la mano de las más reputadas publicaciones científicas (que puedes consultar en el apartado de referencias), te ofreceremos los mejores consejos para triunfar en cualquier entrevista laboral que hagas.
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¿Cuáles son los mejores consejos para superar una entrevista de trabajo?
Evidentemente, no existe una fórmula mágica. De haberla, todos seríamos contratados siempre. Para seleccionar a alguien, la empresa se fijará especialmente en la experiencia y la formación. Y eso ya es cosa tuya.
De todos modos, lo que sí que podemos hacer es ayudarte en todo lo demás. Todo lo que tiene que ver con la actitud y la expresión a la hora de afrontar una entrevista. De acuerdo a los estudios que hemos consultado, muchas veces, la decisión de contratar o no a alguien se toma en los primeros 30 segundos. Veamos qué hacer para alzarnos por encima de la competencia.
1. Busca información sobre la empresa
Cuando llegas a una entrevista, no puedes presentarte sin saber nada (o muy poco) de la empresa que quieres que te contrate. Si no muestras interés en ellos, ellos no tendrán interés en ti. No hay más. Por ello, desde que te llamen para hacerla, busca información. No se trata de hacer un trabajo de investigación, pero sí cosas clave acerca de ella. Hoy en día, con apenas 10 minutos por Internet podemos saber mucho.
2. Documéntate sobre las preguntas que más se suelen hacer
Si buscas por Internet, encontrarás portales donde recogen las preguntas que más comúnmente se hacen en una entrevista de trabajo. Documéntate sobre ellas. No solo perderás el miedo y la incertidumbre (sabrás más con qué te encontrarás), sino que podrás preparar tus respuestas, es decir, traerlas de casa.
3. Cuando te digan “háblame sobre ti”
“Cuéntame más sobre ti”. Momento peliagudo. No hay una fórmula mágica, pero sí que habría que tratar tres puntos claves. Primero, hablar de tu situación actual. Quién eres y dónde estás. Segundo, explica tu trayectoria personal. Quién has sido y dónde has estado. Y tercero, conecta tu pasado con tu interés por el puesto. Quién quieres ser y dónde quieres estar.
4. Practica con algún familiar o amigo
Es muy útil pedirle a algún familiar o amigo que adopte el papel de entrevistador para así simular una entrevista. Puedes darle las preguntas típicas (lo que hemos visto en el punto 2) para así hacer que sea casi como una entrevista de trabajo real.
5. Consigue referencias
Si ya tienes experiencia laboral previa y buena relación con tus antiguos jefes, puedes pedirles que te den referencias. Es decir, un documento en el que se avalen tus aptitudes. Si traes referencias a la entrevista, seguro que tienes mucho ganado.
6. Prepara preguntas para el personal seleccionador
Solemos pensar en la entrevista como una situación comunicativa unidireccional. Una persona solo pregunta (el entrevistador) y una solo responde (nosotros). Pero esto no debe ser así. Mostrar proactividad e interés es la clave. Haciendo preguntas al entrevistador acerca de tus dudas (es perfectamente legítimo preguntar sobre el sueldo) no solo te beneficiará a ti, sino que hará que vean que de verdad quieres estar ahí.
7. Trae algo para apuntar
Si nada más sentarte sacas una libreta y un bolígrafo, aunque después no la vayas a utilizar, ya estás transmitiendo el mensaje de que quieres aprender y de que eres de verdad una persona con interés. Y si ya tomas anotaciones, muchísimo mejor. Estamos en una entrevista, no en un bar.
8. Lleva tu currículum
Una muy buena decisión es llevar contigo tu currículum. De este modo, aunque sea simplemente como apoyo, puedes acompañar tu discurso verbal con lo que está plasmado en él. No es un punto muy clave, pero todo suma, sin duda.

9. Llega 15 minutos antes
Damos por hecho que jamás llegarías tarde a una entrevista de trabajo. Partiendo de esta base, se recomienda no solo ser puntual, sino planificarlo todo para llegar entre 10 y 15 minutos antes. De este modo, no solo mostrarás iniciativa y ganas, sino que irás más tranquilo, pues si hay cualquier imprevisto, seguirás llegando a la hora. Tampoco habría que llegar mucho tiempo antes.
10. Sonríe
Sí. Puede parecer algo sin importancia, pero todos los estudios de comunicación demuestran que la sonrisa tiene un poder más grande del que creemos. No solo damos imagen de ser una persona más sociable, sino incluso más apta. Paralelamente, generamos en el entrevistador un estado emocional positivo (y cuando piense en nosotros para seleccionarnos o no, volverá a sentir esas emociones agradables), sino que en nosotros mismos hace que produzcamos endorfinas (para sentirnos mejor a nivel emocional) e incluso reduce la presión arterial (para que nos sintamos más tranquilos).
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11. Cuida tu vestuario
No hay que ir a una entrevista como quien va a una boda. Es más, lo mejor es que, si puedes, inspecciones redes sociales de la empresa para ver cómo va vestida la gente. Si puedes conocer el código de vestuario, mejor. Y si no puedes, lo que no falla es vestir formal pero sin pretender ser alguien que no eres. No vayas con traje si nunca has ido con traje y no planeas ir ni un solo día a trabajar con él.
12. Emana positivismo
No puedes ir a una entrevista de trabajo como quien va a renovarse el pasaporte. Por muchos nervios que tengas, la imagen que tienes que dar es de positivismo. No solo porque así generas emociones positivas en el entrevistador, sino porque tu propio cerebro acaba adquiriendo el optimismo que desprendes. Tienes que dar la imagen de que, con alegría, quieres comerte el mundo. Ser serio e inexpresivo no te hace parecer más apto. El personal seleccionador busca seres humanos, no robots. Y si te ve como una persona positiva, sabrá que generarás buen ambiente en la plantilla.
13. Cuida el lenguaje corporal
La comunicación no verbal es un mundo. Y no podemos abarcarla toda. Aun así, estos son los mejores consejos de lenguaje corporal: espalda recta, tira el pecho hacia delante, gesticula con las manos, no te muerdas las uñas, no te toques el pelo, evita tics nerviosos (como temblar las piernas), no te cruces de brazos, mantén las manos siempre por encima de la mesa, ves asintiendo con la cabeza a lo que te dicen, sonríe…
14. No hables mal de tus antiguos jefes
Si hablas mal de tus antiguos jefes o compañeros, el personal seleccionador se quedará con la imagen de que eres alguien que critica a las espaldas y que seguramente harás lo mismo en esta empresa. Por ello, no hables mal de nadie. Por muy mal que te hayan tratado en un sitio, no tienen por qué saberlo.
15. Pedir información sobre qué pasará después
No te cortes en preguntar qué tienes que esperar después de la entrevista. ¿Me llamaréis? ¿Cuándo sabré algo? ¿Qué planes tenéis? ¿Queda mucho proceso de selección? No solo te irás sin menos dudas, sino que, de nuevo, mostrarás ser alguien con ganas de verdad.
16. Envía un mensaje de agradecimiento después
Si tienes el correo personal del entrevistador, no olvides mandar un mensaje privado agradeciéndole la oportunidad de hacer la entrevista, diciendo que has estado muy a gusto. Esto no es hacer la pelota ni mucho menos, sino que el entrevistador seguirá vinculando tu persona con emociones positivas.
17. Cuidado con el “¿Cuál es tu mayor debilidad?”
Es una pregunta que no falla. Y si planeas decir la respuesta típica y tópica de “soy demasiado perfeccionista”, olvídala. No sirve. Es un truco barato. Di la verdad. Habla sobre algo de ti que no te guste, dando, eso sí, la sensación de que estás intentando corregirlo. De nuevo: el personal seleccionador busca seres humanos, no robots. Nadie es perfecto. No tienes que fingir serlo.
18. Duerme bien la noche antes
Parecemos tu madre con este consejo, ¿verdad? Pero es así. La noche antes de una entrevista de trabajo hay que dormir bien, entre 7 y 9 horas. Si tienes miedo de no poder por los nervios, te dejamos acceso a un artículo en el que hablamos sobre hábitos de sueño saludables para conciliar el sueño más rápido y que este sea realmente reparador.
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19. Sigue a la empresa en redes sociales
Hoy en día, prácticamente cualquier empresa está en redes sociales. Instagram, Facebook, Twitter, LinkedIn, TikTok… No hace falta que te crees cuentas en todas para seguir a la empresa, pero sí seguirla en aquellas redes sociales donde estás registrado. De este modo, muestras mucho interés y, además, puede ser tema de conversación durante la entrevista.
20. Pregunta qué tipo de entrevista te harán
Antes de ir a la entrevista, pregunta al personal seleccionador qué tipo de entrevista te harán. No mucha gente lo sabe, pero existen distintos tipos de entrevista: individual dirigida (te hacen una especie de test), individual libre (eres tú quien lleva el hilo conductor), individual mixta, grupal… Haciendo esto no solo muestras mayor preparación, sino que ya llamas su atención antes de entrar por la puerta. Ya no eres uno más de tantos, sino “el que me preguntó qué entrevista le haría”.
21. Retoca LinkedIn
LinkedIn es la red social por excelencia en lo que a mundo laboral se refiere. Si no tienes perfil, háztelo. Y si lo tienes, actualízalo antes de ir a la entrevista. Sé pícaro y modifica tus aptitudes, resumen personal y habilidades para mostrar aquello que quiere ver la empresa.
22. Muestra qué puedes aportar
En una entrevista, no se trata de ver qué puede darte la empresa, sino qué puedes darle tu a la empresa. Quien tiene interés eres tú, ¿verdad? Pues tienes que saber venderte. Tienes que demostrar que puedes ser una pieza fundamental. Te seleccionarán si te necesitan y de verdad te quieren. Si no ven qué puedes aportar, nunca te cogerán.
23. Sinceridad ante todo
Se pilla antes a un mentiroso que a un cojo. Mentir o tergiversar la verdad no solo te hará estar más nervioso, sino que el personal seleccionador lo detectará al instante. Si te contratan, que sea por quién eres.
24. Elabora una lista de dudas
Como hemos dicho, es importante buscar información sobre la empresa. Y si después de hacerlo, preparas un papel con dudas y lo llevas a la entrevista, mostrarás ser alguien que de verdad quiere ese puesto y tiene interés real por la empresa.
25. El apretón de manos, firme
El entrevistador será quien te dé la mano. Una vez lo haga, el apretón debe ser firme. Dice muchísimo de una persona y será la primera toma de contacto contigo. Tampoco hace falta romperle la mano, pero sí que sea firme. Con decisión. Nada de dejar la mano muerta.

26. Llama al entrevistador por su nombre
Todos queremos que nos llamen por nuestro nombre. No solo crearás un ambiente más relajado y humano, sino que mostrarás que tienes interés por el entrevistador como persona, no solo como un obstáculo al que enfrentarse. Si te trata de “tú”, puedes tratarle de “tú”. Si te trata de “usted”, trátalo de “usted”.
27. Mira a los ojos
El contacto visual es imprescindible. No olvides mirar todo el tiempo a los ojos, tanto cuando hablas tú como cuando habla el entrevistador. Si cuando hablas miras a otro lado, inconscientemente pensará que mientas o que no confías en ti mismo. Y si cuando te habla él miras a otro lado, parecerás un maleducado sin interés por el trabajo.
28. No interrumpas nunca
La educación es, evidentemente, fundamental. Y es muy importante que aunque tengas muchas ganas de intervenir o decir algo, nunca interrumpas. No hace falta que pidas turno de palabra, pero sí esperar a que el entrevistador termine de hablar.
29. Nada de monosílabos
Si el entrevistador quisiera que respondieras con “sí” o “no”, harías la entrevista a distancia y por código morse. En una entrevista, hay que ir más allá. Aunque sea una pregunta sencilla que no se puede responder de forma muy extensa, siempre tienes que añadir algo. No estás haciendo un test, estás demostrando por qué tienen que contratarte.
30. Apaga el móvil
El móvil tiene que estar apagado o en silencio. Norma básica de educación. La entrevista suele durar unos 30 minutos. Y si has seguido todos estos consejos, lo más probable es que cuando vuelvas a abrirlo, sea para decirle a tus seres queridos que el puesto es prácticamente tuyo.