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En los últimos años hemos asistido a una concienciación cada vez mayor acerca de la importancia de la salud mental y el papel de los psicólogos. Sin embargo, aún siguen existiendo dudas y desconocimiento respecto a la labor de estos profesionales y la forma en la que ayudan a las personas. Muchas veces, la ignorancia sobre esta cuestión hace que mucha gente no se atreva a acudir a terapia y, si lo hacen, llegan a su primera sesión con miedos, temores e incertidumbre sobre lo que va a suceder.
La realidad es que los psicólogos no son magos ni adivinadores, por lo que antes de poder ayudar a una persona es preciso que puedan recolectar información sobre el caso en cuestión. Por ello, en la primera toma de contacto entre psicólogo y paciente suele producirse una entrevista clínica. Gracias a ella, el profesional utilizará sus habilidades de escucha y comunicación para entender la historia de esa persona y la razón por la que ha acudido a consulta.
La entrevista es una técnica muy versátil, motivo por el cual no sólo los psicólogos recurren a ella. Esta es empleada por más profesionales de la salud, además de ser ampliamente utilizada en ámbitos no sanitarios, como el periodismo. Sin embargo, aunque en todos los casos la entrevista implica un diálogo entre dos o más personas, los matices y la manera en la que esta se desarrolla serán marcadamente diferentes dependiendo de su función. No cabe duda de que el objetivo de una entrevista periodística está claramente alejado del que persigue una entrevista clínica. Por ello, las habilidades y estrategias requeridas por cada profesional serán distintas a la hora de entrevistar.
En este artículo nos centraremos en la entrevista psicológica, una de las técnicas de evaluación más utilizadas en esta disciplina, especialmente en el ámbito clínico. Esta permite recabar información sobre el paciente y conseguir así distintos objetivos, como conocer su demanda, comprender el por qué de su comportamiento, realizar un diagnóstico o hacer un seguimiento. Concretamente, a continuación hablaremos acerca de algunas pautas que pueden ser de ayuda para que un psicólogo lleve a cabo una buena entrevista clínica.
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¿Qué es la entrevista psicológica?
En una entrevista psicológica se produce una relación entre dos o más personas, donde una de ellas es un profesional de la psicología capacitado para realizar preguntas y recabar información sobre la cual tomará decisiones relevantes. En el curso de este tipo de entrevista el paciente presenta una demanda con el fin de que el profesional pueda ayudarle a resolver su problema.
La ventaja de la entrevista es que es una técnica muy versátil que puede realizarse con un grado variable de flexibilidad, permitiendo acceder a contenidos no observables de la persona. Las preguntas que se realizan en ella también variarán dependiendo del objetivo principal que se persigue y los datos que se deseen conocer. Por ejemplo, hay preguntas abiertas que permiten al paciente extenderse sobre un tema en particular, mientras que las cerradas solo dan cabida a respuestas breves y concretas para matizar y aclarar puntos concretos de la conversación. Como venimos comentando, la entrevista permite lograr una serie de objetivos. Entre ellos podríamos destacar los siguientes:
- Crear un entorno acogedor y propicio para que el paciente se sienta cómodo para comunicarse de forma fluida.
- Observar la conducta del paciente en su conjunto, atendiendo no sólo al contenido verbal, sino también a señales no verbales como los gestos, el tono de voz, la postura corporal, etc.
- Poner en práctica la escucha activa, por la cual el terapeuta trata de comprender no sólo el mensaje literal del paciente, sino también los contenidos menos evidentes como son sus sentimientos, pensamientos o deseos subyacentes. Para ello, el psicólogo tratará de brindar feedback mediante elementos como las paráfrasis, los reflejos o los resúmenes. Además, es esencial que el profesional no interrumpa a su paciente, que le escuche sin juzgar o contraargumentar y manteniendo su atención en todo momento evitando distracciones.
- Estimular la expresión verbal. En la línea de lo anterior, si el terapeuta es capaz de llevar a cabo la escucha activa, esto contribuirá a que su paciente se sienta cómodo para extenderse y profundizar en sus respuestas.
- Definir el problema de manera operativa, de manera que el motivo central de consulta quede bien delimitado.
- Realizar un primer análisis funcional de la conducta, esbozando posibles antecedentes y consecuentes que puedan estar influyendo en la conducta problema. Además, conocer soluciones intentadas por parte del sujeto con anterioridad.
Si bien la entrevista permite hacer una primera toma de contacto y recabar información, puede ser necesario profundizar en algunos aspectos a través de otras técnicas más específicas.
¿Cómo hacer una buena entrevista psicológica?
A continuación, vamos a comentar algunos consejos útiles para todo psicólogo que desee realizar una entrevista clínica de calidad.
1. Tener una actitud cálida
Una entrevista clínica en psicología no debe parecerse a un interrogatorio. Por el contrario, la persona debe sentirse cómoda y tranquila para poder hablar de manera fluida y espontánea. El psicólogo que brinda este clima acogedor logra un tono de voz audible, seguro y tranquilo, muestra una postura corporal relajada y serena, mantiene en todo momento el contacto visual y no juzga a la persona que tiene delante. La primera entrevista es un momento clave para poder formar una adecuada alianza terapéutica, lo cual incrementará la adherencia del paciente a la terapia y su satisfacción con la misma.
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2. Hacer las preguntas adecuadas
Hacer una buena entrevista psicológica requiere saber preguntar de forma correcta. Es importante que estas se planteen con naturalidad y precisión, sin ambigüedades. Dependiendo de la información que se desee obtener, se debe recurrir a preguntas más abiertas (dan pie a una respuesta extensa) o cerradas (incitan a responder de forma breve). Las abiertas suelen emplearse al inicio, de manera que la persona pueda expresarse de manera amplia.
En cambio, las cerradas se suelen realizar con el fin de matizar detalles puntuales. Es fundamental no hacer preguntas sugeridas, por las que se puede condicionar la respuesta del entrevistado y sesgar la información que se obtiene. El psicólogo deberá escuchar con toda su atención las respuestas, de manera que no cometa el error de repetir preguntas ya respondidas con anterioridad.
3. Manejar los silencios
Estamos habituados a demonizar el silencio, ya que este se asocia con momentos de incomodidad. Sin embargo, los silencios pueden ser muy interesantes en el curso de la entrevista clínica. El psicólogo puede tomarse unos segundos para razonar sus preguntas, siendo esta pausa preferible al titubeo o las preguntas mal formuladas.
De la misma manera, el entrevistado puede que necesite unos segundos para pensar, tomar aire y plantear su respuesta. Es fundamental que la entrevista tenga un ritmo calmado, de forma que la persona no tenga la sensación de que hay prisa por terminar. Por ello, permitir esos segundos de silencio puede ayudar a liberar tensiones y favorece la expresión emocional.
4. Cuidar el tipo de vocabulario
Una buena entrevista clínica es aquella en la que el profesional y el paciente se entienden y sintonizan. Por ello, es importante que el psicólogo utilice un vocabulario accesible para la persona que tiene delante, de forma que ésta comprenda el mensaje perfectamente. Utilizar palabras técnicas no hace que alguien sea más profesional. Por el contrario, favorece el distanciamiento entre ambas partes y denota dificultad para comunicar eficazmente.
5. Aceptación incondicional
Todo psicólogo debe adoptar una actitud libre de juicios hacia su paciente. Esto es especialmente importante, pues la persona que acude a terapia debe sentir que es escuchada, comprendida y aceptada sin condicionantes. En este sentido, es crucial que el profesional muestre apertura, flexibilidad y tolerancia, incluso cuando el paciente muestre unos valores alejados de los suyos propios. En la entrevista esta actitud influye profundamente, pues cuando no existe aceptación es difícil que se produzca el llamado rapport o sintonía entre el psicólogo y la persona que ha acudido a él.
6. Controlar el uso del tiempo
La entrevista psicológica se puede llevar a cabo con un grado variable de estructuración. Realizarla de forma adecuada requiere que el psicólogo tenga habilidad para redirigir la conversación si el paciente se desvía del tema central de forma delicada. De la misma manera, el profesional debe saber medir los tiempos para poder recabar toda la información que necesita en un lapso de tiempo razonable. De lo contrario, es fácil que la entrevista se extienda más de lo necesario y que muchas áreas importantes queden sin explorar correctamente.
Conclusiones
En este artículo hemos hablado acerca de algunas pautas para realizar una adecuada entrevista psicológica. La entrevista es una de las técnicas más empleadas en psicología para recabar información acerca de la persona y su situación. Sin embargo, realizarla de manera correcta requiere una serie de habilidades específicas por parte del profesional. Entre ellas podemos destacar el adoptar una actitud cálida, saber hacer las preguntas pertinentes, manejar bien los momentos de silencio, cuidar el tipo de vocabulario que se emplea, abordar la entrevista desde la aceptación incondicional y saber gestionar el uso del tiempo de manera eficiente.
