¿Qué es la Terapia Psicodinámica? Definición y principios

Hablar de psicoanálisis implica hacer referencia a una de las principales corrientes que han influido en el desarrollo de la psicología contemporánea, siendo su principal impulsor y representante Sigmund Freud. Por un lado, el psicoanálisis constituye un conjunto de teorías sobre el funcionamiento psíquico del ser humano.

Estas formulaciones han tratado de estudiar, describir y entender cómo funciona y se estructura la mente de los individuos. Particularmente, los marcos teóricos psicoanalíticos ponen el acento en los aspectos inconscientes del ser humano. Más allá de Freud, son muchos los autores que posteriormente han aportado otros puntos de vista a la escuela del psicoanálisis: Melanie Klein, Heiz Kohut, Jacques Lacan, Erik Erikson…

El psicoanálisis busca intervenir sobre el malestar psíquico de las personas con el objetivo principal de descubrir los aspectos inconscientes detrás de la afección emocional que muestra cada individuo. Mediante el empleo de técnicas como la asociación libre, se pretende identificar los determinantes inconscientes subyacentes que explican los síntomas del paciente, todo ello en el marco de la relación terapéutica establecida entre el psicoanalista y esa persona que ha acudido a él.

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Breve fundamento teórico del psicoanálisis

Habitualmente, el psicoanálisis es concebido por muchos como un conjunto de teorías obsoletas y atrasadas en el tiempo. Sin embargo, esto no es del todo cierto. Como ya hemos mencionado, más allá de Freud son varios los autores que han ido reformulando las nociones del psicoanálisis original con el fin de adaptarse a los nuevos tiempos. Esto ha permitido desarrollar un amplio abanico de variantes psicoanalíticas contemporáneas que permiten comprender mejor la complejidad de los fenómenos psíquicos, desarrollándose lo que se conoce como terapia psicodinámica.

Este tipo de terapia surge a partir de las teorías formuladas por Sigmund Freud, aunque esta reformula muchos aspectos del psicoanálisis que el austríaco propuso en los comienzos. Lo que sí comparte con la escuela tradicional es su foco en la parte inconsciente del ser humano, entendiendo este como el motor de aquello que hacemos y pensamos conscientemente. Frente a otras propuestas terapéuticas, la terapia psicodinámica huye de las categorías estancas, pues considera que el mundo psíquico de cada individuo es puramente subjetivo y por ello no se pueden formular generalizaciones.

Si te interesa conocer más acerca de este modelo de terapia continúa leyendo, porque en este artículo hablaremos acerca de los principios de la terapia psicodinámica y el fin que esta persigue. De acuerdo con la teoría psicoanalítica, la psique humana se asemeja a una especie de balanza en la que lo ideal es hallar un equilibrio entre los componentes conscientes e inconscientes, de manera que nuestras pasiones y deseos más profundos se mantengan contenidos y no dominen nuestra existencia ni perjudiquen nuestra vida en sociedad. Generalmente, Freud hablaba de tres instancias que conforman nuestra psique: el ello, el yo y el superyó.

• El ello hace referencia a la instancia psíquica que nos mueve a satisfacer nuestro deseos más instintivos. Busca el placer y la gratificación inmediatas al margen de los deberes y obligaciones que dicta la sociedad.
• El superyó se refiere a la instancia relacionada con el ideal que se espera de nosotros. Es la que nos empuja a alcanzar la versión perfecta de nuestra persona acorde a los estándares y normas morales de nuestra cultura.
• El yo es la instancia que trata de mediar entre las dos anteriores. Así, se busca balancear las dos tendencias, de manera que la persona pueda llevar una existencia en la que no se caiga en la impulsividad extrema ni en la obsesión por acatar las normas de forma rígida e inflexible. Precisamente, cuando el yo fracasa en esta tarea, es cuando pueden aparecer problemas mentales, pues el sistema pierde su equilibrio y armonía.

El conflicto entre el ello y el superyó es algo que forma parte de nuestra naturaleza. Este “tira y afloja” debe existir, pues como venimos comentando la primacía de un extremo sobre el otro es especialmente problemática. Por tanto, desde la lógica del psicoanálisis se entiende que el conflicto entre las distintas instancias psíquicas es parte del funcionamiento de la mente humana. Ese choque de tendencias es lo que da nombre a la terapia psicodinámica. Así, la psique no es una entidad estática, sino que se encuentra en constante fluctuación y choque.

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¿Qué es la terapia psicodinámica?

La terapia psicodinámica no sólo bebe de las aportaciones de Freud, sino también de otros muchos autores posteriores como Klein, Jung o Lacan. En términos generales, esta se centra en el estudio del inconsciente humano, pues considera que este ocupa un papel de vital importancia en relación a todo aquello que pensamos, sentimos y hacemos.

Si bien se suele asumir que la teoría psicodinámica es igual a la psicoanalítica, la realidad es que discrepan en algunos puntos importantes. Generalmente, la psicodinámica tiene una duración mucho más breve y, lo que es más importante, se encuentra avalada por la evidencia científica. Añadido a esto, es común que los terapeutas psicodinámicos se sirvan de técnicas de otras corrientes en su trabajo, dejando a un lado el modelo de intervención “puro”.

Como venimos comentando, este tipo de terapia gira en torno al concepto de inconsciente, entendiendo este como una instancia donde se almacenan contenidos de la psique a los que la conciencia no llega. En él se encuentran algunos de nuestros recuerdos, emociones, deseos, sentimientos, etc. Siguiendo esta formulación, el fin del terapeuta debe ser el de ayudar a su paciente a recuperar su equilibrio mental, para lo cual será necesario recuperar y dar significado a sus contenidos inconscientes.

En algunos casos, este proceso de recuperación puede ser complejo, debido a que todos mostramos en mayor o menor medida lo que desde el psicoanálisis se conoce como mecanismos de defensa. Estos obstaculizan el acceso a los contenidos inconscientes y algunos ejemplos son los siguientes:

• Represión: En este caso un contenido psicológico es enviado del consciente al inconsciente para evitar que produzca sufrimiento. Se trata del mecanismo principal y el más habitual.
• Proyección: La persona desplaza un impulso interno hacia el exterior o hacia otro individuo. La persona expulsa un contenido determinado para evitar entrar en contacto con él.
• Negación: La persona niega los contenidos desagradables o dolorosos.
• Desplazamiento: La persona sustituye un deseo que le produce ansiedad por otro que no lo hace.

De acuerdo con todo este marco teórico, la terapia debe ser de ayuda para combatir dichos mecanismos de defensa y devolver al consciente algunos contenidos inconscientes, de manera que la persona recupere su bienestar psicológico.

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¿Cuál es el objetivo de la terapia psicodinámica y cómo funciona?

La terapia psicodinámica no busca trasladar la totalidad de los contenidos inconscientes al consciente, pues esto podría ser más perjudicial que beneficioso. Como venimos comentando, el fin último es que la persona pueda recuperar su equilibrio y resolver los conflictos que se encuentran enquistados en su inconsciente y le provocan sufrimiento. Así, el proceso de terapia desde esta visión implica afrontar ciertos contenidos problemáticos, comprenderlos y darles un significado en lugar de reprimirlos, negarlos o esconderlos.

La terapia psicodinámica huye de la concepción biomédica de la salud mental, pues considera que cada individuo es único y que el mundo psíquico es pura subjetividad. Por ello, se rechazan las categorías diagnósticas y se busca mirar más allá de la superficie de los síntomas. En lugar de considerar el sufrimiento humano como una “enfermedad”, se apuesta por profundizar en el mundo psíquico de la persona para identificar la raíz del problema y fomentar la introspección.

Esta forma de terapia se presenta como una alternativa mejorada frente al psicoanálisis tradicional. El fin que se busca es práctico y por ello la duración es mucho más breve. Así, se trata de que el consultante pueda resolver sus problemas con la menor inversión de tiempo posible. No obstante, es innegable que esta forma de terapia comparte raíces con la terapia psicoanalítica, razón por la que emplean técnicas similares, como por ejemplo la asociación libre.

Conclusiones

En este artículo hemos hablado acerca de la terapia psicodinámica. Esta forma de terapia está vinculada al psicoanálisis, aunque presenta diferencias respecto a la terapia psicoanalítica clásica. Frente a esta última, se trata de una intervención avalada por la evidencia científica. Añadido a esto, muestra un carácter mucho más práctico, donde se busca que el consultante resuelva sus problemas con la menor inversión de tiempo posible.

No obstante, ambas terapias poseen puntos en común, pues parten de una concepción de la psique en la que existen instancias contrapuestas (el ello y el superyó) que están mediadas por una instancia central (el yo). Este tipo de terapia se aleja claramente del modelo biomédico y rechaza el uso de categorías y etiquetas diagnósticas cerradas. Considera que la mente humana es pura subjetividad y no se centra en el síntoma.

Por el contrario, trata de fomentar la introspección y hacer un análisis profundo del mundo interior de la persona. Así, el fin último de esta terapia es que el individuo pueda recuperar algunos de sus contenidos inconscientes, comprenderlos y darles un significado, de manera que pueda recuperar su bienestar. En cualquier caso, se asume que la mente no es un sistema estático, sino que se encuentra en constante dinamismo debido a ese choque de fuerzas entre los deseos y las normas que debemos acatar.