6 consejos para mejorar (y potenciar) tu Autoconocimiento

Son muchas las personas que se levantan cada día sin tener del todo claro quiénes son y qué valores dirigen su vida. En estos casos, la vida se experimenta desde la inercia del piloto automático, sin realmente tener conciencia de cómo somos y qué dirección queremos darle a nuestra existencia. En este sentido, el autoconocimiento juega un papel crucial. Las personas que se conocen bien tienen claro lo que desean para sí mismas.

Esto les permite gestionar sus emociones de una mejor manera y ser más resilientes ante la adversidad. Por el contrario, las personas que no se conocen suelen sentirse como un barco a la deriva que navega en función del viento. Cuando logramos desarrollar un adecuado autoconocimiento nos convertimos en una embarcación fuerte, que tiene un patrón al mando que capea bien el temporal porque conoce el rumbo que quiere tomar.

Vivir sin entender verdaderamente quiénes somos y qué queremos puede desembocar en una crisis existencial. Esto nos hace estar en el mundo sin saber realmente cuál es nuestro propósito, qué nos mueve y qué podemos dar a los demás. Trabajar en el autoconocimiento es esencial para nuestra salud mental. Al conocernos también conseguimos adquirir mayor inteligencia emocional, mejoramos nuestra capacidad de reflexión e introspección y vivimos la vida desde una perspectiva mucho más enriquecedora. En este artículo vamos a comentar algunas acciones que puedes introducir en la vida cotidiana y te permitirán mejorar tu autoconocimiento.

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¿Qué es el autoconocimiento?

En primer lugar, vamos a empezar por explicar qué es el autoconocimiento. En términos generales, este podría definirse como la capacidad de conocer y ser conscientes de nuestros estados internos, de forma que nuestras acciones van en consonancia con ellos. El autoconocimiento nos permite saber lo que queremos para nosotros, lo que nos ayuda a desarrollar criterio propio y no llevar nuestra vida al son de lo que dictan los demás. Las personas con un adecuado autoconocimiento suelen poseer una adecuada inteligencia emocional. Esto implica que saben identificar y gestionar sus emociones, lo que les permite comprenderse mejor a la vez que entienden aquello que sienten los demás.

Además, poseer un adecuado autoconocimiento es clave para llevar una vida satisfactoria. Cuando nos conocemos actuamos acorde a una serie de valores esenciales que orientan nuestro rumbo como una brújula. Cuando desconocemos quiénes somos y qué queremos es fácil que nos sintamos vacíos, frustrados e insatisfechos. Las personas con escaso autoconocimiento pueden presentar problemas y dificultades como los siguientes:

• Inseguridad: Al no conocernos bien, nos sentimos inseguros y utilizamos el criterio de los demás para guiar nuestras acciones. Así, nos volvemos dependientes de la aprobación externa en lugar de vivir y actuar acorde a nuestros propios valores personales.

• Estancamiento: Cuando no nos conocemos lo suficiente podemos sentirnos estancados e incapaces de crecer y desarrollarnos como personas.

• Dificultad para tomar decisiones: Cuando nos conocemos poco tendemos a encontrar muchos problemas a la hora de decidir. Experimentamos mucha inseguridad y muchas veces elegimos una u otra opción en función del criterio externo en lugar del propio.

• Desperdicio de energía y tiempo: No conocerse puede llevar a destinar tiempo y esfuerzo en actividades que realmente no nos enriquecen como personas. Por ejemplo, podemos estar pasando muchas horas al día en un trabajo que no nos llena lo más mínimo o estar en una relación sentimental poco satisfactoria.

La buena noticia es que es posible trabajar en nuestro autoconocimiento cada día con acciones sencillas que veremos a continuación.

6 acciones para mejorar tu autoconocimiento

Como venimos comentando, es posible mejorar nuestro autoconocimiento con pequeñas acciones cotidianas. Veamos algunas de ellas.

1. Crea un diario emocional

Un diario emocional requiere anotar cada día esas situaciones que vivimos en la vida cotidiana y despiertan en nosotros emociones de todo tipo. Se trata de plasmar por escrito aquello que hemos sentido en diversos escenarios, relacionando los eventos que nos suceden con respuestas emocionales agradables o desagradables. Esta herramienta es muy interesante, pues requiere poca inversión de tiempo y permite aumentar el conocimiento que tenemos de nosotros mismos, nuestras emociones y los aspectos que tenemos que mejorar para gestionarlas de manera adecuada.

Al dejar escrito todo aquello que hemos sentido, somos capaces de ganar conciencia de nuestra forma de ser y la manera en la que reaccionamos ante diferentes situaciones. Lo ideal es que dediques un pequeño rato a anotar tus experiencias al final de cada día. Por ejemplo, puedes dejar tu cuaderno en la mesita de noche y escribir antes de irte a dormir.

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2. Reflexiona sobre tus cualidades y defectos

Quizá pensar sobre las cualidades y defectos te parezca algo demasiado simple. Sin embargo, es común que pensemos en esto mucho menos de lo necesario, ya que como venimos comentando tendemos a afrontar el día a día con el piloto automático encendido. En este sentido, puede ser de gran ayuda tomarte un tiempo para ti cualquier día normal y hacerte con algo de papel y boli.

Es recomendable que apuntes en dos columnas todas las cualidades y defectos propios que se te vengan a la cabeza. Si eres una persona insegura o con escasa autoestima, verás que se te hace muy complicado identificar tus virtudes. Por otro lado, si te cuesta reconocer tus defectos o errores este ejercicio puede ayudarte a ver las áreas en las que necesitas trabajar un poco más para mejorar.

3. ¿Qué te mueve y te llena?

Conocerse también requiere identificar aquello que nos llena, nos mueve y da vida. Hay personas que tienen una marcada vocación profesional o alguna actividad que les hace evadirse y sentirse plenos. Trata de pensar qué es aquello que te motiva y te hace sentir bien y procura dedicarle tiempo en tu vida cotidiana.

4. Identifica tus prioridades y áreas debilitadas

Es frecuente que a veces dejemos ciertas áreas importantes de la vida desatendidas. La inercia del día a día, nuestro estado emocional y otras circunstancias pueden llevarnos a olvidar partes de nosotros. Para hacer un análisis de las esferas de tu propia vida puedes tomar papel y boli y dibujar un quesito con varias porciones. En cada uno deberás indicar un área: familia, trabajo, ocio, pareja, amistad, ejercicio, alimentación, espiritualidad, etc.

Una vez construido tu quesito, debes puntuar del 1 al 10 (de manera totalmente honesta) tu implicación en cada área. Esto te permitirá ver qué aspectos sueles priorizar, así como los ámbitos que tienes más aparcados. Es posible que estés centrándote mucho en el trabajo y, sin embargo, estés dejando a un lado otras cuestiones como tu familia o tu espiritualidad. Hacer este ejercicio te ayudará a tener una panorámica de tu vida en la actualidad y te permitirá reflexionar sobre qué cosas podrías modificar para sentirte más pleno y feliz. Quizá vivir solo para trabajar te está desconectando de otras cosas que valoras más en tu vida, por ejemplo.

5. Iníciate en el mindfulness

El mindfulness es una práctica que tiene sus raíces en la meditación oriental tradicional. Esta permite entrenar la atención plena, es decir, focalizar únicamente en el momento presente. Gracias a este tipo de ejercicio, es posible ver nuestros propios pensamientos desde una perspectiva nueva, libre de juicios, basada en la aceptación y la compasión.

Muchas veces, vivimos nuestra vida desde la evitación de nuestras experiencias internas. Si sentimos algún tipo de malestar o pensamiento, tratamos inmediatamente de reprimirlo o esconderlo. Sin embargo, esto nos impide conectar con nosotros mismos y nos lleva a sufrir mucho más de lo necesario. Aprender a mirar hacia adentro y aceptar los contenidos de nuestra mente es clave para conocernos mejor.

6. Haz un repaso de tu trayectoria vital

Otra forma de profundizar en el autoconocimiento es hacer un repaso de tu trayectoria vital hasta la fecha. Para ello, puedes hacer una línea de vida, que consiste en trazar una recta sobre un papel y marcar en ella los hitos más importantes que has atravesado en orden cronológico. Hacer un análisis de todo eso que llevas en tu mochila vital puede ayudarte a recordar cómo te sentiste, qué habrías hecho diferente, por qué actuaste así y no de otra manera, etc. En definitiva, este simple ejercicio puede ayudarte a conocerte mucho mejor.

Conclusiones

En este artículo hemos hablado acerca de algunas acciones útiles para mejorar el autoconocimiento. Conocerse a uno mismo es importante para llevar un rumbo vital, entender y gestionar nuestras emociones y, en definitiva, llevar una vida satisfactoria. Cuando vivimos con el piloto automático activado es fácil que nos sintamos poco satisfechos con nuestra existencia, pues hacemos las cosas de manera automática, siguiendo muchas veces el criterio de los demás antes que el propio.

Por ello, es importante tratar de trabajar en nuestro autoconocimiento cada día con pequeñas acciones. Entre las estrategias que pueden servir se encuentra el hacer un diario emocional, practicar mindfulness, reflexionar sobre tus cualidades y defectos o crear una línea de vida. Este tipo de ejercicios no llevan mucho tiempo ni requieren grandes recursos, y sin embargo tienen un gran efecto en el conocimiento que tenemos de nuestra persona. Mirar hacia dentro nos ayuda a sentirnos más seguros, crecer como personas, tomar mejores decisiones y enfocarnos únicamente en aquellas cosas que nos enriquecen.