Es posible que en alguna ocasión hayas intentado estudiar a la vez que escuchas música. Esta costumbre está bastante extendida, aunque siempre se ha debatido si es un hábito que favorece o, por el contrario, entorpece el rendimiento. Cada vez son más las personas que huyen del entorno de estricto silencio de bibliotecas y centros de estudio mediante el uso de auriculares.
Esta tendencia ha empezado a extenderse incluso al entorno laboral, aunque es una alternativa que no siempre es viable, pues hay puestos de trabajo que exigen comunicación con el resto de compañeros. Sea en estudiantes o en personas ya activas en el mercado laboral, la música es para muchos una estrategia que parece servir para aumentar la concentración y la eficacia a la hora de abordar tareas de estudio. Sin embargo, el debate no parece estar nunca resuelto y en este sentido es la ciencia la que debe tener la última palabra.
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¿Es bueno estudiar con música? ¿O es malo?
La balanza parece estar bastante igualada. Por un lado, hay expertos que han defendido el papel de la música como elemento relajante que permite una mayor retención de la información. Por otro lado, hay quienes afirman que escuchar melodías y canciones solo contribuye a dividir nuestra atención, lo que hace más difícil mantenerse concentrado. También hay quienes adoptan una postura intermedia en esta discusión, y consideran que su idoneidad como herramienta de estudio depende de factores como el tipo de música o el dispositivo que se utilice para reproducirla
Si quieres averiguar si la música es o no compatible con rendir al cien por cien en tus horas de estudio, continúa leyendo. En este artículo vamos a repasar ventajas e inconvenientes de utilizar música mientras estudias.
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Ventajas de escuchar música mientras estudias
Como venimos comentando, escuchar música durante el estudio parece tener tanto ventajas como inconvenientes. A continuación, vamos a repasar los principales puntos positivos que puede ofrecernos este hábito.
1. Alivia el estrés
La música (siempre que no sea muy cañera o movida) puede ser una herramienta de ayuda para lograr relajarnos. Afrontar largas jornadas de estudio, especialmente cuando los exámenes se acercan, puede generar grandes niveles de estrés. Esto, lejos de ayudarnos a estudiar, puede hacer el efecto contrario y bloquearnos por completo. Por ello, tener melodías a mano que te calmen puede ser una estrategia idónea para manejar esos momentos de mayor alteración sin que tu concentración se vea afectada.

2. Aumenta la motivación
Muchas veces el estudio se puede hacer cuesta arriba y escuchar algo de música puede ser el empujón necesario para concentrarnos mejor. Una canción motivadora puede ayudarnos a afrontar este momento con una disposición más adecuada, lo que repercute en nuestra capacidad para concentrarnos, asimilar y retener la información.
3. Aísla de distractores ambientales
En muchas ocasiones, lograr un entorno de silencio absoluto es prácticamente imposible, pues ni siquiera en la biblioteca hay ausencia total de ruidos o elementos distractores. Por este motivo, la música puede ser un apoyo muy útil que permite mantener la concentración al margen de lo que suceda alrededor.
4. Favorece la atención sostenida
Si eres estudiante sabrás que hay jornadas de estudio que pueden volverse eternas y muy desgastantes. A veces, mantener la concentración durante varias horas puede parecer imposible. No obstante, recurrir a la música puede hacer más llevadera tu sesión de estudio, reducir la fatiga y mantener tu motivación durante mucho más tiempo.
5. Ayuda a asimilar la información
La memoria y las emociones guardan una estrecha relación. Cuando tratamos de recordar algo, será más sencillo que lo logremos si estamos experimentando un estado de ánimo positivo en ese momento. Escuchar música puede ayudarnos a sentir más emoción cuando nos enfrentamos a los apuntes, lo que indirectamente favorece la retención de la información.
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Inconvenientes de escuchar música mientras estudias
Nada en esta vida es blanco o negro, y este caso no iba a ser la excepción. Escuchar música también puede ser problemático por algunos motivos, vamos a conocerlos.
1. Cuidado con la música con letra
En el uso de la música durante el estudio no todo vale. Escuchar música puede ofrecer ventajas, pero si se trata de canciones con letra (sobre todo si son muy pegadizas), esta impedirá que podamos concentrarnos en nuestra tarea, por lo que la distracción está asegurada. De alguna forma, este tipo de melodías con letra fuerzan a nuestro cerebro a dividir sus recursos atencionales entre dos tareas (cantar y estudiar), por lo que tu rendimiento como estudiante puede verse negativamente afectado.
2. Baja el volumen
Además de lo ya mencionado, el volumen es otro factor que debes cuidar. Escuchar música demasiado alta o movida puede interferir en tu comprensión lectura e incluso en tu estado de ánimo, lo que merma tu concentración. En otras palabras, la música escandalosa es para tu cerebro un ruido que te distraerá e impedirá que te concentres correctamente.
3. Precaución con la recuperación de información
Como comentábamos antes, escuchar música puede ser interesante para memorizar, pues las melodías pueden despertarnos emociones que favorecen la retención de la información. Sin embargo, recurrir a la música para memorizar un contenido en particular puede ser problemático de cara a recuperar esa información en el momento del examen. En el clima de silencio de la prueba, podemos quedarnos en blanco y ser incapaces de recordar esa información si no es escuchando música.

4. La música puede ser la protagonista
Cuando escuchamos una canción, nuestro cuerpo tiende a entrar en sintonía con la melodía que estamos oyendo. Si estamos escuchando un tema movido, nuestro corazón se acelerará al compás de la música. Muchas veces, las emociones que la música despierta en nosotros pueden eclipsar nuestra concentración. De esta forma, lejos de ser una herramienta de apoyo, puede pasar a ser un potente distractor.
5. Otras distracciones en el dispositivo
El dispositivo que empleamos para reproducir la música también puede determinar si esta nos ayuda o no a concentrarnos. Lo más recomendable es emplear auriculares, ya que utilizar altavoces no nos permitirá tener el efecto aislante del entorno. Tampoco es adecuado que escuches la radio, ya que las pausas entre canciones y las voces de los locutores te distraerán.
Consejos para estudiar con música
Como hemos visto, la utilidad de la música a la hora de estudiar depende de muchos matices. Para que puedas utilizarla adecuadamente como herramienta para facilitar la concentración, aquí te damos algunas pautas útiles.
1. Elige el género adecuado
Un primer paso fundamental para que la música te ayude a concentrarte es elegir el género adecuado. La clave es que escojas música que no sea demasiado relajante (para evitar dormirte sobre tus apuntes) ni demasiado movida (te impedirá concentrarte). Como ya hemos comentado, lo mejor es que sea música sin letra, por lo que puedes emplear, por ejemplo, música clásica. Si este género no te convence mucho, puedes encontrar temas de música ambiental más actuales que te darán el mismo efecto. Otra idea es escuchar sonidos (el mar, la naturaleza…), que puedes encontrar en formato audio en internet. Aunque no son música, pueden ofrecerte las mismas ventajas.
2. Usa auriculares
Como ya hemos comentado, es importante que escuches tu música con auriculares. Hacerlo con altavoz puede que no te sirva mucho, ya que no tendrás la sensación de estar aislado y no recibirás la melodía de forma tan directa en tus oídos.

3. Controla el volumen
No olvides que el protagonista debe ser el estudio. La música solo es un complemento que te ayuda a favorecer la concentración, por lo que el volumen debe ser medio-bajo. Subirlo demasiado hará que la melodía se vuelva la protagonista y que tu atención se divida.
4. No cambies continuamente la canción
Si vas a acompañar tu estudio con música, te recomendamos que elabores previamente una playlist. Si vas a estar cambiando de canción cada cinco minutos, sobra decir que te será muy difícil concentrarte. Trata de hacer una lista larga para que no te aburra ni se haga repetitiva y así no te veas en la necesidad de buscar más música en medio de la jornada de estudio.
Conclusiones
En este artículo hemos hablado acerca de la utilidad de la música en el estudio. El hábito de escuchar música mientras se memorizan los apuntes está muy extendido entre los alumnos de todos los niveles, aunque hay debate acerca de si esta costumbre beneficia o perjudica la concentración. Esta cuestión no es dicotómica, pues depende de diversos factores. Entre ellos destacan el género musical, el volumen, el dispositivo que se emplea para escuchar la melodía, etc.
Lo ideal para que la música sea una ayuda y no un distractor en el estudio es que esta sea melodía sin letra, con un ritmo ni muy relajado ni muy movido. Debe reproducirse en un volumen medio-bajo, ya que no debe robar protagonismo a la información de los apuntes. De igual manera, es importante preparar con antelación una playlist con temas para estudiar, ya que de lo contrario deberemos buscar cada poco tiempo la música que queremos oír y esto impedirá que nos concentremos.
No se recomienda oír la radio (los locutores y anuncios son grandes distractores) ni tampoco escuchar la música en altavoz, pues es preferible hacerlo con auriculares para lograr aislamiento del entorno. Siguiendo estas pautas, la música puede ser un medio para favorecer la asimilación de la información, reducir el estrés durante el estudio y facilitar el aguante en sesiones largas de trabajo.