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El de “narcisismo” es un concepto que, en general, usamos demasiado a la ligera. Es habitual escuchar cómo personas se refieren a sí mismas o hablan de otras como si fueran narcisistas, creyendo que esto apela a cualquier situación en la que se tiene un ego desmesurado. Pero esto no es así. Narcisismo y egocentrismo no son, en absoluto, sinónimos.
Y es que cuando hablamos de narcisismo, estamos hablando de un trastorno de la personalidad, no de un rasgo. Una patología mental que quienes la padecen experimentan un sentido desmesurado de su propia importancia, una profunda necesidad de atención y de admiración, una carencia evidente de empatía para con las personas con las que conviven y una excesiva valoración de sí mismos.
Una persona narcisista exagera sus logros y talentos, mostrando delirios de grandeza y una profunda prepotencia que enmascara una autoestima frágil. Sentimientos irreales de grandeza, arrogancia, superioridad y fantasías de éxito y de poder. En esto se fundamenta esta condición patológica que tiene un profundo impacto negativo en las relaciones de la persona a nivel tanto personal como profesional.
Ahora bien, ¿todas las personas narcisistas presentan los mismos rasgos asociados a este trastorno de la personalidad? No. Ni mucho menos. Y es que en función del modo cómo se expresa la “sintomatología”, el narcisismo puede clasificarse en distintos tipos. Y en el artículo de hoy, de la mano de las más prestigiosas publicaciones científicas y con la voluntad de crear conciencia acerca de que el narcisismo no es un rasgo de la personalidad, sino un trastorno, vamos a analizar los distintos perfiles de personas narcisistas.
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¿Qué clases de narcisistas existen?
Una persona narcisista es aquella que sufre un trastorno de la personalidad descrito como narcisismo. Una patología mental fundamentada en una devoción patológica de la propia imagen, con la creencia de que todo se le está permitido, con un profundo egoísmo, con falta de empatía, con delirios de grandeza, con la necesidad constante de admiración y de atención, con una excesiva valoración de sí mismo y con un sentido desmesurado de la propia importancia.
Todos los narcisistas son egocéntricos, pero narcisismo y egocentrismo no son sinónimos. El egocentrismo es simplemente un rasgo de la personalidad; el narcisismo, un trastorno. Además, mientras que una persona egocéntrica no necesita la aprobación de los demás, un narcisista la necesita. Y desarrolla conductas tóxicas cuando percibe que no recibe los elogios y admiración que, según él, merece.
Ahora bien, más allá de estas definiciones generales, lo cierto es que toda la psicología detrás del trastorno narcisista de la personalidad esconde muchos matices que son importantes de conocer. Por ello, a continuación vamos a describir los rasgos de los principales tipos de narcisismo reconocidos. Empecemos.
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1. Narcisista poderoso
El narcisista poderoso es aquel que, como principal rasgo del trastorno de la personalidad, necesita demostrar continuamente su superioridad. En esta forma de narcisismo, impera la voluntad de someter a los demás mostrando continuamente su poder. Estos narcisistas encuentran placer cuando las personas de su alrededor quedan sumisas a ellos. Les gusta tener el control de lo que ocurre y disfrutan viendo cómo los demás son sometidos a su voluntad y mandato.
2. Narcisista fantasioso
El narcisista fantasioso es aquel que vive en un mundo imaginario donde su imagen de sí mismo se corresponde con sus fantasías. Esta forma de narcisismo se caracteriza porque las personas, al darse cuenta de que realmente son mediocres en su vida, necesitan resolver, a través de fantasear constantemente, solucionar esta incongruencia entre lo que creen que son y lo que realmente son en su día a día. Escapan de la realidad a través de sus fantasías donde son como ellos querrían ser.
3. Narcisista dependiente
El narcisista dependiente es aquel que busca constantemente la atención, validación y admiración de los demás. Como hemos dicho, esta necesidad es un rasgo común en todos los perfiles narcisistas, pero se hace especialmente evidente en esta forma de narcisismo. Consideran que necesitan un trato especial y se frustran cuando no obtienen toda la aprobación que creen merecer. Tienen una extrema necesidad de admiración externa y consideran como “injusto” no recibirla.
4. Narcisista embaucador
El narcisista embaucador es aquel en el que el perfil psicológico asociado al trastorno de la personalidad se basa principalmente en engañar a los demás para obtener un beneficio propio. Es, seguramente, la forma de narcisismo más asociada a la psicopatía, pues sienten placer al mentir y jugar con las otras personas. Consideran que su habilidad para engañar a los demás es algo envidiable.
5. Narcisista amante
El narcisista amante es aquel cuyos rasgos del trastorno narcisista de la personalidad se hacen especialmente relevantes y destructivos en las relaciones de pareja. Su excesiva valoración de la imagen propia hace que no toleren una relación de amor que no sea idílica y perfecta y que desarrollen actitudes tóxicas vinculadas a los celos: interrogar a la pareja, revisar el móvil, no tolerar el rechazo…
Hace creer a su pareja que nunca encontrará a nadie tan perfecto como él y que la quiera tanto, idealizando la relación y a sí mismo. No toleran las imperfecciones en la relación ni los problemas. Y cuando estos aparecen, no están dispuestos a adoptar una mentalidad constructiva.
6. Narcisista centrado en el cuerpo
El narcisista centrado en el cuerpo es aquel que centra los rasgos del narcisismo en una valoración excesiva de su aspecto físico, considerando que tiene un “cuerpo perfecto” que todas las personas querrían tener. Esta excesiva y distorsionada valoración de la estética propia se plasma también en la necesidad constante de recibir halagos. Su frágil autoestima está totalmente ligada a su imagen, obsesionándose con su cuerpo.
7. Narcisista mártir
El narcisista mártir es aquel que construye toda su personalidad alrededor de la proyección de ser una víctima o el superviviente de algún suceso horrible. Para buscar la atención constante, se centra en su dolor, haciendo ver que jamás sanará las heridas. Así pues, se convierte en un mártir que busca atención todo el tiempo, exagerando su dolor y viendo su existencia como un sacrificio.
8. Narcisista salvador
El narcisista salvador es aquel que proyecta una imagen a los demás de ser una persona con el poder de transformar vidas. Llegan a considerarse “entes especiales” capaces de ayudar y cambiar la vida de las personas, proclamándose como los únicos capaces de tal cosa. Y aunque parezcan altruistas, siempre tienen la intención de conseguir algo a cambio.
9. Narcisista furioso
El narcisista furioso es aquel en el que el trastorno de la personalidad se proyecta con una excesiva y tóxica hipersensibilidad que hace que, ante la menor ofensa, tenga ataques de rabia. Son incapaces de controlar sus emociones y tienen una tolerancia mínima a la frustración cuando considera (sea real o imaginario) que alguien les ha faltado al respeto.
10. Narcisista estafador
El narcisista estafador es aquel que proyecta una personalidad encantadora pero que, en realidad, esconde un gran egoísmo, pues solo utiliza su don de gentes para explotar a los demás. Además, un rasgo importante es que su autoestima aumenta mucho cuando percibe que ha sido capaz de utilizar a otras personas usando su encanto. Consideran que están por encima de las normas de la moral.
11. Narcisista inconsciente
El narcisista inconsciente es aquel que se caracteriza por negar todas sus debilidades. Tiene una imagen totalmente distorsionada de sí mismo, con una tóxica actitud de grandiosidad, de arrogancia, de prepotencia y de auto enaltecimiento.
12. Narcisista vulnerable
El narcisista vulnerable es aquel que más se separa de la idea que tenemos de una persona con narcisismo. Y es que si bien necesita atención constante, esto no ocurre porque quiera sentirse admirado, sino porque tiene sentimientos profundos de inferioridad.
13. Narcisista encubierto
El narcisista encubierto es aquel que no proyecta la imagen propia del narcisismo pero que, siendo especialmente controladores, poco empáticos y desconfiados, suele acercarse a los demás para, haciendo uso de su encanto, satisfacer sus necesidades de admiración externa.
14. Narcisista impulsivo
El narcisista impulsivo es aquel que tiene respuestas muy desproporcionadas ante lo que les sucede, sin filtrar sus emociones ni sentimientos. Tienen una muy baja tolerancia a la frustración y ante cualquier menosprecio, empiezan a crear un clima interno de hostilidad que, si bien no siempre se proyecta con violencia verbal o física (como el narcisista furioso), sí que hace que tengan muchos problemas para establecer relaciones sanas con otras personas y que tengan tendencia a meterse en conflictos y problemas por malentendidos. No filtran lo que hacen ni lo que dicen.
15. Narcisista perverso
El narcisista perverso es aquel al que a todos los rasgos propios del narcisismo habría que añadir una parte de “maldad”. Y es que estas personas actúan de forma perversa para con los demás sin pensar en las consecuencias que sus actos malignos pueden tener en las personas. Así pues, se comportarán mal con las personas de su entorno, controlándolas y siendo hostiles y vengativos cuando estas no se adapten a sus exigencias.
