¿Cómo entrenar las habilidades sociales en los niños? En 6 estrategias

Es bien sabido que los humanos somos seres de naturaleza social. Por lo tanto, la satisfacción y desempeño en el área de nuestras relaciones interpersonales es clave para una adecuada salud mental. Por este motivo, no sorprende que en la mayoría de problemas psicológicos se encuentre muy comprometida la faceta social del individuo. Una parte importante de la población general muestra dificultades a la hora de relacionarse con los demás, lo que repercute en el bienestar y el éxito que conseguimos en las diversas esferas de la vida.

Hay quienes parecen tener un talento natural para triunfar en sus relaciones sociales. Sin embargo, es importante saber que este tipo de habilidad es susceptible de ser entrenada desde los primeros años de la vida. Poner en práctica las habilidades para socializar en los niños les ayudará a construir relaciones más positivas y satisfactorias, lo que les permitirá sentar las bases de su bienestar psicológico presente y futuro.

Si tienes hijos, es probable que te estés preguntando cómo es posible entrenarlos en habilidades sociales. Lo cierto es que los pequeños tienden a asimilar una gran parte de información a través de los procesos de observación e imitación. Por tanto, los niños más hábiles en sus relaciones sociales son aquellos que crecen en entornos prosociales que en la vida cotidiana interactúan positivamente.

En otras palabras, nuestra mayor o menor facilidad para relacionarnos con otras personas depende en gran medida de nuestras experiencias relacionales en casa y los aprendizajes que de ellas se derivan. En este artículo vamos a comentar algunas estrategias interesantes que permiten brindar a los más pequeños herramientas para saber relacionarse correctamente con otras personas.

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La importancia de las habilidades sociales

¿Qué son las habilidades sociales? Pues bien, podríamos definirlas como el conjunto de conductas y actitudes que una persona realiza a la hora de interactuar con otras personas. Así, estas condicionan la manera en la que cada uno expresamos nuestras opiniones, sentimientos y deseos.

Los primeros años de la vida son esenciales, pues en estos momentos del desarrollo es cuando empezamos a experimentar nuestras primeras interacciones sociales. Por ello, lo ideal es enseñar habilidades sociales de la forma más precoz posible, ya que así se favorece un desarrollo emocional más saludable, con consecuencias positivas no sólo en el presente sino también en la edad adulta.

Las personas que sufren carencias en sus habilidades sociales suelen experimentar malestar y estrés con frecuencia, llegando incluso a desarrollar algún tipo de problema psicológico. Por este motivo, poseer un adecuado bagaje de habilidades sociales permite disfrutar de un mejor equilibrio emocional y, por ende, reducir la vulnerabilidad a sufrir problemas de salud mental. Poseer habilidades como estas es requisito para vincularnos de forma saludable con los demás, defender nuestros derechos y opiniones y expresar de manera adecuada nuestras emociones.

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Cómo entrenar las habilidades sociales en los niños: 6 estrategias

Como ya adelantamos anteriormente, las habilidades sociales pueden adquirirse por distintos canales durante la infancia. Esencialmente, destacamos las siguientes:

• Observación: Cuando un niño ve cómo las personas que le rodean se comportan, interioriza esa dinámica y la aplica en sus propias situaciones cotidianas.
• Experiencia: La prueba de ensayo y error es una de las claves para aprender habilidades sociales. Así, cuando los niños ponen en marcha cierta habilidad y obtienen buenos resultados, tienden a repetirla.
• Aprendizaje verbal: Este tipo de aprendizaje se produce cuando los adultos dicen a un niño cómo debe comportarse en un contexto social. Las explicaciones verbales son otra gran fuente de aprendizaje.

De acuerdo con esto, a continuación vamos a comentar algunas estrategias útiles para entrenar las habilidades sociales de forma natural en casa.

1. Predica con el ejemplo

Para que los hijos desarrollen habilidades sociales es esencial que sus padres sean un modelo a seguir en este sentido. Por ello, es clave que el entorno en el que el niño se desenvuelve en la vida cotidiana funcione de manera empática y asertiva. La observación e imitación de este comportamiento puede hacer maravillas.

En el día a día puede ser difícil ser siempre asertivo, especialmente cuando nos sentimos estresados o agobiados por las obligaciones y la rutina. Sin embargo, es necesario hacer un esfuerzo y tomar aire antes de expresarnos de forma agresiva con los demás delante de los niños. De la misma manera, es crucial saber poner límites de manera firme y serena a la vez.

Igualmente, es clave que en casa se utilice un amplio vocabulario emocional y que las conversaciones no se limiten a cuestiones superficiales. Intenta profundizar en las charlas con tu hijo sobre aspectos como sus sentimientos y pensamientos. No te quedes en temas como las notas, las obligaciones o las actividades extraescolares y enséñale que puede hablar de su mundo interior con los demás.

2. Refuerza sus conductas adecuadas

Es importante que cuando tu hijo ponga en marcha sus habilidades sociales de forma correcta le refuerces. Así, favorecemos que esta situación se repita en el futuro y le ayudarás a fortalecer su autoestima y sentimiento de competencia. No des por hecho que simplemente tiene que hacerlo y reconoce su éxito a la hora de lidiar con diversas situaciones sociales.

Lo que para ti puede no tener mucha importancia, para él supone todo un logro. De la misma manera, si tu hijo no gestiona bien alguna situación social, es importante que no le regañes o castigues. En su lugar, debes señalar qué ha hecho mal de forma serena e indicarle cómo lo puede hacer mejor la próxima vez. Si tu hijo no ha sabido responder adecuadamente puede ser que no tenga suficientes herramientas y esto no es culpa suya. En este caso, lo ideal es darle estrategias que le ayuden la próxima vez.

3. Anímale a realizar actividades extraescolares

Una de las mejores formas de hacer que un niño adquiera habilidades sociales es favorecer que las ponga en práctica en situaciones reales. Por esta razón, es clave que puedan relacionarse con sus iguales en actividades lúdicas y divertidas. Busca junto a tu hijo posibles cosas que le puedan divertir, ya sea deporte, pintura, informática, música…Y trata de que se sumerja en un escenario real donde entrenar su asertividad, empatía, capacidad de resolver conflictos, etc

4. Fortalece su autoestima

Es difícil que un niño inseguro y con un mal concepto de sí mismo pueda estar cómodo en las interacciones sociales. Por ello, entrenar en habilidades sociales requiere que los hijos crezcan con una autoestima sólida. En este sentido, los padres ocupan un papel central a la hora de resaltar las cualidades y destrezas de sus hijos.

Para favorecer que los pequeños se sientan válidos y capaces es importante darles responsabilidades acorde a su edad, evitando la sobreprotección. Además, es importante reconocer el esfuerzo que hacen por desenvolverse de manera autónoma incluso cuando el resultado no haya sido el esperado (en ese caso se indica cómo se podría haber hecho mejor).

Por supuesto, una buena autoestima nunca se logra si en casa existen comparaciones o etiquetas continuas. Por ello, es importante que si hay hermanas se reconozca el valor independiente de cada uno, sin crear comparativas dañinas entre ellos. Además, es fundamental corregir conductas sin por ello atacar al propio niño. Así, no es lo mismo decir “No has recogido tu cuarto” que “eres un desastre”.

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5. Enseña la escucha activa

Tener habilidades sociales es algo que no depende únicamente de saber expresar lo que sentimos. También requiere saber escuchar a los demás de forma sincera. Por ello, es importante que en casa se ponga en práctica la escucha activa, enseñando a escuchar al otro respetando los turnos, sin interrumpir ni pisar la palabra. En edades tempranas esto puede ser más difícil de conseguir, pero siempre se debe insistir en que para que nos escuchen debemos aprender a escuchar lo que el otro quiere decir.

6. Pautas de educación básicas

De nada sirve todo lo anterior si no existen pautas de educación básicas. Es importante que se les enseñe aspectos esenciales como dar las gracias o hacer peticiones. En este sentido, la mejor forma de aprender es a través de la imitación en casa.

Conclusiones

En este artículo hemos hablado sobre algunas estrategias que pueden ser útiles a la hora de fomentar las habilidades sociales en los hijos en casa. Aprender este tipo de habilidades es necesario para poder tener un desarrollo socioafectivo adecuado, siendo una excelente manera de fomentar el bienestar psicológico y reducir el riesgo de sufrir problemas de salud mental.

Las personas que carecen de habilidades sociales suelen experimentar un gran sufrimiento al no desenvolverse bien en las interacciones con los demás. Por ello, es altamente recomendable entrenarlas desde los primeros años en casa. Algunas estrategias son muy útiles en este sentido. Especialmente importante es que los propios padres sean un ejemplo y modelo a seguir en materia de asertividad, empatía y expresión emocional.

Es recomendable que los pequeños puedan tener espacios de socialización con sus iguales, como por ejemplo las actividades extraescolares. De igual manera, es clave que los padres cultiven una autoestima sólida en los hijos, que refuercen sus logros y promuevan la escucha activa y la adopción de pautas de educación básicas.