Las 6 diferencias entre Machismo y Misoginia (explicadas)

Por desgracia, el machismo y la misoginia siguen estando presentes en la sociedad. Pero aunque estén relacionados y los consideremos prácticamente sinónimos, lo cierto es que son conceptos muy distintos.

Diferencias machismo misoginia

Hasta que a mediados del siglo XVIII, en el contexto de la Revolución Industrial y de la Ilustración, uno grupo de mujeres europeas escritoras y pensadoras lanzaran idean sobre la naturaleza de la mujer, cuestionaran la jerarquía de sexos y marcaran así el inicio del tan importante movimiento feminista, la mujer había sido vista simplemente como un objeto dedicado exclusivamente a la crianza de los hijos y al cuidado de las tareas del hogar.

Y es que históricamente, los hombres han ejercido superioridad sobre la mujer, considerando a esta como un ser inferior que carece de los mismos derechos que el hombre. Y aunque por suerte el mundo avanza y la sociedad es cada vez más feminista, abogando por la plena igualdad de sexos, todavía nos queda mucho camino que recorrer. La figura de la mujer cada vez es más respetada, pero sería de necios decir que ya se ha logrado todo.

Porque no podemos negar la evidencia de que, incluso en las sociedades más avanzadas del mundo, siguen existiendo dos fenómenos que, entre todos, debemos combatir: el machismo y la misoginia. Dos términos que, pese a que están relacionados y que los consideramos generalmente como sinónimos, hacen referencia a dos realidades distintas.

Por ello, en el artículo de hoy y con el más sincero objetivo de concienciar acerca de su existencia y de la necesidad de combatirlos, vamos a definir exactamente qué es el machismo y qué es la misoginia y a ver cuáles son las principales diferencias entre ellos en forma de puntos clave. Vamos allá.

¿Qué es el machismo? ¿Y la misoginia?

Antes de entrar en profundidad y presentar las diferencias entre términos en forma de puntos clave, es interesante (a la vez que importante) que nos pongamos en contexto y entendamos, individualmente, en qué consisten ambos. Por ello, vamos a definir, de la manera más clara y concisa posible, los conceptos de machismo y de misoginia. De este modo, tanto su relación como los aspectos que hacen que sean distintos empezarán a quedar mucho más claros.

Machismo: ¿qué es?

El machismo es una ideología que promueve la superioridad del hombre sobre la mujer a través de todas aquellas creencias, prácticas sociales y conductas que consideran a la mujer un ser inferior. Se trata de un fenómeno histórico estrechamente asociado a los roles de géneros, que históricamente han establecido que la mujer es un objeto que debe dedicarse al cuidado del hogar y a la crianza de los hijos.

El machismo se fundamenta en la identificación que las personas con esta ideología hacen entre el sexo de las personas y sus funciones en la sociedad. Y en lo que a la mujer se refiere, el machismo la considera como un ser inferior al hombre y la relega a un papel secundario con distintas obligaciones y sin los mismos derechos que los hombres.

Aun así, el machismo puede manifestarse de muchas formas distintas. Y hay veces, incluso, en las que se expresa de maneras que, ya sea porque tenemos ciertas ideas muy arraigadas a nivel social o simplemente por desconocimiento, ni siquiera nos damos cuenta de que una actitud o comportamiento es machista.

De hecho, hay descritos una veintena de machismos diferentes: familiar (familias que tienen una estructura patriarcal muy marcada donde la mujer tiene más restricciones y obligaciones), sexual (considerar que la mujer, en el sexo, debe ser sumisa y pasiva, sin derecho a disfrutar), histórico (ocultar la importancia de la mujer en la historia), intelectual (creer que la mujer es inferior intelectualmente al hombre), paternalista (sobreproteger a la mujer), violento (agredir físicamente a una mujer por el simple hecho de serlo), económico (tener más dificultades en el ámbito laboral) y, entre muchos otros, por misoginia. Es decir, por odio hacia la mujer. Y ahora que hemos introducido este concepto, es el momento de hablar de él en profundidad.

Machismo

Misoginia: ¿qué es?

La misoginia queda definida como el odio irracional hacia la mujer. Así pues, un misógino es un hombre que siente aversión hacia las mujeres, desconfianza hacia ellas, odio, rechazo o prejuicios. Es una creencia personal que emerge por distintas causas (tanto personales como sociales) y que hace que la persona considere a la mujer como el origen de todos los males.

Así pues, la misoginia es la actitud de odio hacia la mujer por el hecho de ser mujer y todos aquellos prejuicios arraigados contra la mujer. Se trata del homólogo sexista de la misandria, que es el odio hacia el hombre. Esta misoginia puede tener un origen personal, en la que un hombre desarrolla esta actitud por malas experiencias, o por un origen más social o histórico, en cuyo caso estaría más asociado al machismo que hemos visto.

Pero, ¿cómo se expresa esta misoginia u odio hacia las mujeres? Normalmente, una persona misógina tiende a cosificar el cuerpo de la mujer (considera a las mujeres como simples objetos que dan placer, cuidan del hogar y crían a los hijos, pero sin mayor valor humano), denigrar a la mujer por cómo viste o actúa, animar a otras personas a adoptar su postura, hacer uso de la violencia (verbal o física) contra la mujer, ocultar la violencia machista e incluso a criminalizar a las víctimas (decir que la culpa de la violencia machista es de las mujeres), adoptar posturas autoritarias hacia la mujer, rechazar el liderazgo femenino y marginar a la mujer.

En resumen, la misoginia es una actitud personal fundamentada en el odio hacia la mujer. Y como hemos visto, aunque guarde una estrecha relación con el machismo y, de hecho, haya un tipo de machismo basado en este odio, son términos distintos. Por ello, es momento de ver específicamente las diferencias entre conceptos.

Misoginia

¿En qué se diferencia un machista de un misógino?

Tras definir ambos conceptos, seguro que tanto su relación como diferencias más importantes han quedado más que claras. Aun así, por si necesitas (o simplemente quieres) disponer de la información con un carácter más visual, hemos preparado una selección de las principales diferencias entre machismo y misoginia en forma de puntos clave.

1. El machismo es considerar a la mujer un ser inferior; la misoginia, odiarla

La diferencia clave y la que lo resume todo. El machismo es una ideología que considera que la mujer es un ser inferior, promoviendo la superioridad del hombre y relegando a la mujer a un papel secundario limitado a cuidar del hogar y criar a los hijos. Un machista no tiene que odiar a la mujer, pero sí considerarla inferior por el simple hecho de ser mujer.

En cambio, la misoginia no es una ideología que considere a la mujer como un ser inferior, sino que directamente es una postura que consiste en odiarla, rechazarla y adoptar prejuicios contra ella. Por lo tanto, un misógino es aquel que odia a la mujer por el hecho de ser mujer, sin necesidad de considerarla como un ser inferior.

2. La misoginia se basa en el odio; el machismo, no siempre

Como venimos diciendo, la misoginia se fundamenta en el odio y la aversión hacia la mujer. Por lo tanto, un misógino siempre va a odiar a las mujeres. Un machista, no tiene por qué odiarlas. De hecho, incluso hay formas de machismo en las que se las sobreprotege. Y es que aunque es cierto que una vertiente del machismo se da por esta misoginia, el resto de ellas no se basan en odiar a la mujer, pero sí en considerarla inferior.

3. El machismo es un fenómeno social; la misoginia, individual

El machismo es una ideología que, por desgracia, sigue arraigada a la sociedad. Y es que se trata un fenómeno social que perdura debido a las creencias que tenemos acerca de los roles de género y que perduran en el tiempo. En cambio, la misoginia no es tanto ni una ideología ni un fenómeno social, sino una postura individual que surge por experiencias propias que hacen que una persona pase a odiar a las mujer por el simple hecho de ser mujer.

4. El machismo puede ocultarse en amabilidad; la misoginia, no

Como hemos dicho, el machismo no siempre se basa en odiar a la mujer. De hecho, con el machismo paternalista, esta ideología puede ocultarse en una amabilidad que lleva a sobreproteger a las mujeres, algo que puede no tener malas intenciones, pero que no deja de ser una actitud machista. En cambio, un misógino jamás va a mostrarse amable con una mujer. Y es que la misoginia lleva el odio hacia la mujer como bandera.

5. Un misógino quiere alejarse de las mujeres; un machista, no

Como decimos, una persona misógina siente rechazo hacia las mujeres, algo que hace que la misoginia generalmente se expresa con tendencia a alejarse de ellas y a preferir estar rodeado de hombres. En el machismo, generalmente pasa lo contrario. Y es que los machistas disfrutan de la presencia de la mujer para que, considerándolas seres inferiores, les sirvan cuidando del hogar y criando a los hijos.

6. El machismo tiene un componente histórico; la misoginia, no

Uno de los motivos por los que el machismo está tan arraigado en la sociedad es que tiene un componente histórico muy fuerte que se remonta incluso a la época primitiva, cuando las mujeres se encargaban de cuidar de la descendencia en las cuevas. Con el tiempo, el machismo fue evolucionando, pasando a formar parte de las sucesivas sociedades. En cambio, la misoginia no tiene un componente histórico. Es una postura específica de una persona que, por lo que sea, siente odio hacia la mujer.

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