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La discriminación, en todas sus expresiones, es uno de los mayores problemas a los que se están enfrentando todos los países del mundo. Y es que de acuerdo a un estudio realizado entre los años 2014 y 2019 por parte de la ACNUDH (Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos) en un total de 31 países, 1 de cada 5 personas afirma haber sido discriminada a lo largo de su vida.
Así, el 20% de la población mundial ha sufrido, en sus carnes, la discriminación, uno de los peores atentados contra los derechos humanos y que queda definida como el trato desigual y generalmente peyorativo sobre una persona o grupo de personas por cuestiones asociadas a su raza, edad, religión, cultura, orientación sexual, sexo, género.
Y es precisamente en estos últimos conceptos que nos vamos a detener. Pues una de las más extendidas, dañinas y, en ocasiones, insidiosas formas de discriminación es el sexismo, aquella actitud discriminatoria que consiste en infravalorar, denigrar o desarrollar y perpetrar prejuicios contra otras personas con motivo de su sexo o género. La ONU estima que 9 de cada 10 personas en el mundo tienen prejuicios sexistas.
Ahora bien, ¿el sexismo se manifiesta siempre de la misma forma? No. Ni mucho menos. Y es precisamente por ello que en el artículo de hoy y, como siempre de la mano de las más prestigiosas publicaciones, vamos a repasar las bases y naturaleza de las distintas formas de sexismo que existen. Veamos, pues, qué clases de actitudes sexistas pueden darse en la sociedad. De este modo, a través del conocimiento, podremos combatir esta tan dañina forma de discriminación.
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¿Qué es el sexismo?
El sexismo es la discriminación basada en el sexo y/o género de una persona. Así pues, se trata de una actitud discriminatoria en la que se infravalora, denigra o desarrollan prejuicios contra personas con motivo de su sexo o género y se promueven los estereotipos de roles de género, es decir, todos aquellos estereotipos que tradicionalmente se han establecido por las diferencias sexuales.
Este sexismo, también conocido como discriminación sexual o discriminación de género es, más que una actitud individual, un problema muy arraigado en los cimientos de la sociedad, pues históricamente el hombre ha ejercido dominancia sobre la mujer y este denigrante legado es lo que da argumentos para estas actitudes sexistas.
El concepto nace en la década de los sesenta a raíz de los movimientos feministas, que vieron esta forma de discriminación como la vía que pretendía fomentar la superioridad de los varones por encima de las mujeres. De ahí que el sexismo se defina como el conjunto de actitudes, comportamientos, conductas, prejuicios, creencias, símbolos y costumbres que fomentan la discriminación de las personas en función del sexo y/o del género.
Como puntualización, el sexo es el conjunto de características biológicas que definen a varones y mujeres, respondiendo a la anatomía del sistema reproductivo (es, decir, los órganos sexuales de la persona) y a todas aquellas características sexuales secundarias que dependen de las propiedades hormonales y fisiológicas. En cambio, el género es una etiqueta que nace de las expectativas de roles sociales basados en el sexo de una persona, es decir, el conjunto de comportamientos, actitudes, atributos y vestimenta que la sociedad considera adecuados para varones o para mujeres, siendo así la construcción psicosocial del sexo.
Así pues, el sexismo es cualquier forma de discriminación que se ejerce sobre una persona o colectivo en función tanto de su sexo como de su género, fomentando los prejuicios y actitudes discriminatorias basadas generalmente en la idea de la supremacía de los hombres sobre las mujeres.
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¿Qué clases de sexismo existen?
Tras esta introducción, seguro que las bases del sexismo han quedado más que claras. Aun así, esta sobresimplificada definición de un problema social tan extenso y con tantos matices no hace justicia a la realidad. Por ello y con el objetivo de poder identificar las conductas sexistas, a continuación vamos a detallar los distintos tipos de sexismo que existen.
1. Sexismo benevolente
El sexismo benevolente es aquel que pasa más desapercibido, pues se expresa con comportamientos que son vistos como actos de amabilidad. Pero, en realidad, tratar a una persona de forma distinta por cuestión de su sexo o género no deja de ser una forma de discriminación. Tratar a las mujeres como si fueran más frágiles o tuvieran necesidad de protección es sexismo benevolente.
2. Sexismo hostil
El sexismo hostil es aquel que más se adapta a la idea que tenemos de discriminación, pues son todas aquellas conductas de agresividad, hostilidad y violencia física o psicológica ejercida sobre una persona o grupo por cuestiones de sexo o género. Por desgracia, la violencia de género y la violencia por cuestiones de orientación o identidad sexual siguen presentes en las sociedades más avanzadas.
3. Sexismo ambivalente
El sexismo ambivalente es una combinación del benevolente y del hostil, pues es aquel desarrollado por las personas que van variando su concepción de las mujeres entre seres inocentes que necesitan protección y personas manipuladoras que deben ser dominadas. En el sexismo ambivalente, se diferencian mujeres “buenas” y “malas” según cómo visten y cómo se comportan.
4. Mansplaining
El mansplaining es una forma de sexismo basado en la condescendencia y el paternalismo. Consiste en las actitudes de los hombres menospreciar a la mujer con la que están hablando, explicando cosas sin tener en cuenta que la persona que está recibiendo la explicación ya conoce el tema del que se está hablando. El mansplaining se fundamenta en la idea de que la capacidad de comprensión de una mujer es inferior a la de un hombre.
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5. Sexismo contra mujeres
El sexismo contra mujeres es la manifestación que más arraigada tenemos de esta forma de discriminación, pues engloba todas aquellas actitudes discriminatorias que los hombres ejercen contra las mujeres por el simple hecho de ser mujer. Va dirigido hacia mujeres cuyo sexo se corresponde con su identidad de género, lo que conocemos como “femenino”.
6. Sexismo contra transexuales
El sexismo contra transexuales es aquella manifestación en la que la discriminación se ejerce sobre personas cuyo sexo biológico no se corresponde con su identidad de género. Por desgracia y pese a que estemos avanzando como sociedad, las personas transexuales son el blanco de muchas actitudes discriminatorias.
7. Sexismo contra personas intersexuales
El sexismo contra personas intersexuales es una forma poco conocida debido a los pocos casos de intersexualidad, una condición en la que los genitales externos o internos no se ajustan a las categorías tradicionales de masculino o femenino o la persona tiene una dotación cromosómica distinta a la XX o XY. Esta ambigüedad a la hora de definir el sexo hace que estas personas sean, por desgracia, el blanco de muchos actos de discriminación.
8. Sexismo contra hombres
El sexismo contra hombres es aquella forma de discriminación basada en la misandria, es decir, el odio o aversión hacia los hombres. Pese a que los hombres sean los que tradicionalmente ejercen el sexismo, también pueden ser víctimas de esta discriminación por motivo de su sexo, es decir, por ser varones.
9. Sexismo ocupacional
El sexismo ocupacional es toda aquella forma de discriminación basada en el sexo o en el género que se expresa en el ámbito laboral. Son todas aquellas actitudes de discriminación que ocurren en el luhar de trabajo, pudiendo manifestarse con problemas en la contratación, dificultades para alcanzar altos cargos o brecha salarial.
10. Sexismo en el deporte
El sexismo en el deporte es toda aquella forma de discriminación que las mujeres sufren en el contexto deportivo y mediático, pues el deporte profesional generalmente ha sido visto como una actividad para hombres donde las mujeres son cosificadas, invisibilizadas, desvalorizadas y estereotipadas.
11. Sexismo normativo
El sexismo normativo es aquel que, si bien no se expresa con violencia como el hostil, se basa en promover todos los estereotipos de roles de género en la sociedad sin mayor justificación que la tradición o la costumbre. Cuando, por ejemplo, nos negamos a comprarle muñecas a un niño, estamos fomentando este sexismo normativo.
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12. Sexismo institucional
El sexismo institucional hace referencia a todas aquellas actitudes discriminatorias que son fomentadas desde las instituciones de un Estado. Son políticas y leyes que, aunque sea de forma indirecta, fomentan la discriminación hacia un colectivo con motivo de su sexo o género.
13. Sexismo interpersonal
El sexismo interpersonal es aquel que, a diferencia del anterior, se fundamenta en las relaciones entre personas. Puede ocurrir en cualquier contexto de la vida personal o profesional, pero son todas aquellas actitudes de discriminación que una persona ejerce sobre otra con motivo de su sexo o género sin que haya detrás ninguna política que lo promueva.
14. Sexismo interiorizado
El sexismo interiorizado es un concepto que hace referencia a la situación en la que una persona que es discriminada con motivo de su sexo o género termina incorporando inconscientemente estas ideas. Así, sin querer, la persona acaba teniendo pensamientos sexistas sobre ella misma.
15. Sexismo opuesto
Por sexismo opuesto entendemos aquella forma de discriminación fundamentada en la idea de que los hombres y las mujeres son dos categorías excluyentes entre sí. Así, el sexismo de oposición se basa en establecer una línea muy marcada entre lo que debe ser un hombre y lo que debe ser una mujer, siendo así la manifestación más clara de los estereotipos de género.
