Los 12 tipos de Amnesia (y sus características)

La amnesia es un trastorno que supone la pérdida parcial o total de la memoria. Veamos cómo se clasifica en función de cómo se produce esta afectación a la capacidad de recordar y almacenar información.

Tipos amnesia

No hay ninguna duda de que los seres humanos somos toda una proeza de la evolución biológica. Y es que la lista de atributos fisiológicos que, para bien y para mal, nos ha hecho convertirnos en la especie dominante del planeta Tierra es prácticamente infinita. Pero entre todos ellos, hay uno que brilla con luz propia. Uno que constituye el elemento fundamental de la naturaleza humana.

Estamos hablando, como no puede ser de otra manera, de la memoria. La capacidad para almacenar información en los rincones de nuestro cerebro en forma de recuerdos y recuperarla de manera tanto voluntaria como involuntaria determina quiénes somos y cómo nos relacionamos con la gente y el entorno que nos rodea. Sin memoria, no somos más que un saco de materia orgánica.

Por ello, todas aquellas situaciones que puedan atentar contra la integridad de nuestra memoria nos genera, como es comprensible, temor y miedo. Y es aquí donde entra en juego la protagonista del artículo de hoy: la amnesia. Un trastorno que supone la pérdida parcial o total de la memoria, afectando a nuestra capacidad de recordar sucesos o de almacenar nueva información.

Así pues, en el artículo de hoy y, como siempre, de la mano de las más prestigiosas publicaciones científicas, repasaremos las bases clínicas de la amnesia, viendo también cómo se clasifica en diversos tipos según tanto la cronología de la pérdida de memoria como las causas detrás de la misma. Veamos qué clases de amnesia existen.

¿Qué es la amnesia?

La amnesia es un trastorno que supone la pérdida parcial o total de la memoria. Es una condición clínica que, por distintas causas, se basa en un déficit en los mecanismos cerebrales asociados a la memoria, por lo que la persona es presenta problemas más o menos graves a la hora de recuperar, conservar o introducir información.

En este sentido, la amnesia provoca una incapacidad parcial o completa de generar nuevos recuerdos, rescatar información que nos era familiar o recuperar recuerdos. En la inmensa mayoría de casos, la amnesia afecta a la memoria a corto plazo, por lo que generalmente no se pierden los recuerdos más lejanos arraigados en la memoria a largo plazo. Por ello, los problemas vienen a la hora de recuperar recuerdos recientes y de almacenar nueva información en el cerebro.

De todos modos, a pesar de que esta afectación a la memoria puede ser grave (la severidad y alcance varía mucho entre personas y según la causa que haya detrás), no existen daños en otras habilidades cognitivas. Y es que a diferencia de otras condiciones que dañan la memoria como por ejemplo la memoria, la inteligencia, la comprensión, la orientación, las habilidades sociales, las capacidades físicas, las funciones motoras, la capacidad de atención o el razonamiento se mantienen intactas.

Por tanto, la amnesia es un trastorno cuyo impacto neurológico se limita única y exclusivamente a la memoria, y en concreto, generalmente solo a la memoria a corto plazo. Además, muchas veces se trata de un trastorno transitorio que surge después de traumatismos o de choques emocionales fuertes pero en el que la memoria se recupera.

Otras veces, sin embargo, es posible que la amnesia sea una condición patológica permanente, pudiendo provocar, dependiendo de lo profunda que sea la afectación, serios problemas en la vida tanto personal como profesional. En estos casos, el tratamiento a través de la terapia ocupacional se hace esencial. Por ello es tan importante conocer qué clases de amnesia existen.

¿Qué clases de amnesia existen?

La amnesia, como hemos visto, es un trastorno que afecta a la memoria, provocando una pérdida parcial o total de la misma. Aun así, por la diversidad que presenta en lo que se refiere a gravedad y alcance, ha sido necesario clasificar las diversas manifestaciones de la amnesia en distintos tipos según tanto su cronología como la causa detrás del trastorno. Y esto es lo que vamos a analizar a continuación. Veamos qué tipos de amnesia existen.

1. Amnesia retrógrada

Según la cronología, es decir, el período que abarca, la amnesia puede ser retrógrada o anterógrada. Empecemos con la primera. La amnesia retrógrada es aquella que se basa en la incapacidad de recordar sucesos previos al inicio del trastorno. Su punto de partida es el pasado, por lo que la persona puede recordar eventos que han ocurrido después, pero no los anteriores al comienzo de la amnesia.

Amnesia retrógrada

2. Amnesia anterógrada

La amnesia retrógrada es aquella que se basa en la incapacidad para incorporar nueva información a la memoria. Su punto de partida es el presente, pues afecta al modo cómo registramos nuevos recuerdos. Los eventos recientes que deben almacenarse en la memoria a corto plazo y posteriormente a la de largo plazo se desvanecen antes de que se registre. Pero todo lo previo al inicio del trastorno puede recordarse.

3. Amnesia disociativa

La amnesia disociativa es aquella en la que la persona es incapaz de recordar sucesos personales que representaron experiencias negativas o emocionalmente muy estresantes. Se restringe el acceso a un suceso traumático sin que haya detrás ninguna enfermedad más allá de explicaciones psicológicas. Es un trastorno poco común.

4. Amnesia lacunar

La amnesia lacunar es aquella que se basa en “lagunas” de memoria, es decir, en la incapacidad de recordar algún evento del pasado. Se diferencia de la disociativa en el sentido que no se experimenta por un pico de estrés ni por una experiencia traumática. Son simplemente huecos “en blanco” en la memoria.

5. Amnesia postraumática

La amnesia postraumática es aquella en la que la pérdida de memoria ocurre como consecuencia de un traumatismo craneoencefálico. Es decir, la amnesia, que generalmente es transitoria, aparece después de un golpe fuerte en la cabeza. La persona no recuerda lo ocurrido momentos antes del traumatismo, pero no por el choque emocional o psicológico (como la disociativa), sino por la propia lesión física.

Amnesia postraumática

6. Amnesia de fuente

La amnesia de fuente es aquella en la que la pérdida de memoria no se basa en no recordar una cierta información, sino de dónde se obtuvo. Es decir, tenemos acceso al contenido en sí, pero no sabemos su fuente. Lo que hemos olvidado y no podemos recordar es cuándo, cómo y dónde aprendimos algo.

7. Amnesia en el delirium

La amnesia en el delirium es aquella en la que la pérdida de la memoria viene acompañada de delirium, un estado de confusión mental que viene acompañado de alucinaciones, alteraciones del sueño, pensamiento desorganizado, desorientación y agitación. En este caso, la amnesia suele estar relacionada con algún trastorno orgánico como el síndrome de Wernicke-Korsakoff.

8. Amnesia global transitoria

La amnesia global transitoria es aquella que nace de la combinación entre la amnesia retrógrada y la anterógrada. La persona puede recordar aspectos fundamentales de su identidad, pero ha olvidado muchos aspectos del pasado y no puede consolidar nuevos recuerdos. Se trata de una condición poco común y de causa desconocida que tiene una duración de unas 24 horas en los pacientes que la desarrollan, la mayoría de ellos teniendo entre 55 y 75 años.

9. Amnesia inducida por drogas

La amnesia inducida por drogas es aquella en la que la pérdida de memoria ocurre como consecuencia del consumo de sustancias psicoactivas o por efecto del síndrome de abstinencia de las mismas. Aquí se incluyen no solo las drogas recreativas, sino algunos medicamentos como el flunitrazepam que pueden desencadenar amnesia anterógrada.

10. Amnesia por neurodegeneración

La amnesia por neurodegeneración es aquella en la que la pérdida de la memoria es una consecuencia más del impacto que una enfermedad neurodegenerativa tiene en nuestro cerebro. Se trata de una manifestación más dentro de la demencia, el conjunto de daños cognitivos, físicos, conductuales y sociales desencadenados por motivo de la progresiva e irreversible degeneración de las neuronas del cerebro.

Si hay 50 millones de personas con demencia en el mundo, entre el 50% y el 70% de los casos son debido al Alzheimer, la enfermedad neurodegenerativa que es famosa por la pérdida de la memoria a corto, medio y largo plazo que induce. En la amnesia inducida por el Alzheimer o cualquier otra enfermedad neurodegenerativa, la pérdida de la memoria ocurre por los daños lentos pero continuos sobre las células del cerebro.

Amnesia neurodegeneración

11. Amnesia infantil

La amnesia infantil es aquella que se basa en la incapacidad para recordar sucesos y eventos de la niñez, es decir, de los primeros 3-4 años de vida. Aun así, no se considera un trastorno como tal, pues es una consecuencia normal (no patológica) del desarrollo del sistema nervioso central, que hace que olvidemos gran parte de lo que hemos experimentado en la infancia.

12. Amnesia diencefálica medial

La amnesia diencefálica medial es aquella en la que la pérdida de memoria se experimenta como consecuencia de lesiones en el diencéfalo medial, una parte del cerebro que se sitúa en la región medial del cerebro y que conecta los sistemas endocrino y nervioso. Al parecer, los daños se ubican generalmente en el hipotálamo y el tálamo.

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