Los 10 tipos de seductores (y sus características)

En “El arte de la seducción”, el psicólogo Robert Greene describe diferentes arquetipos de seductores que, si bien apelan a clichés que por suerte están desapareciendo, resultan curiosos de identificar. Veámoslos.

Tipos seductores

Por suerte, la sociedad está progresando y ya estamos muy lejos de la ridícula figura del galán que debe comportarse como todo un seductor lleno de virilidad y masculinidad para conquistar a la dama. Hoy en día, autodenominarse “seductor” resulta casi ridículo y, como es normal, genera el rechazo de muchas personas.

Ya no vemos las relaciones afectivas como un acto en el que un hombre (con todos sus clichés de género) debe seducir a una mujer, pues como sociedad hemos abierto nuestras miras y ya no solo es que sepamos que el amor no solo se expresa entre hombre y mujer, sino que ser uno mismo y tratar bien a la persona que te gusta pasa por encima de cualquier “técnica” de seducción promulgada por los (ridículos) gurús del amor.

Aun así, todo lo que tiene que ver con la seducción resulta, al menos desde el punto de vista de la Psicología, curioso. Y es que es interesante ver cómo algunos hombres, anclados todavía en el pasado, conciben el “ligar” como un arte de la seducción. Y fue precisamente en base a esto que el psicólogo Robert Greene escribió, en 2001, “El arte de la seducción”.

En este libro se dan las claves y las estrategias para seducir a alguien de acuerdo a la Psicología, tanto en el ámbito del amor como en cualquier otro aspecto de la vida. Y de él, se desprende la existencia de 10 tipos de seductores que, en el artículo de hoy, analizaremos en profundidad.

¿Cuáles son los principales arquetipos de seducción?

Un seductor es una persona que cautiva, atrae y gusta, siendo una figura arquetípica vinculada generalmente a un hombre y en el contexto del amor. Así pues, la seducción es el acto a través del cual una persona es capaz de modificar la opinión o comportamiento de alguien con el fin de lograr lo que uno quiere. Como vemos, esto se separa bastante de las modernas (y más acertadas) concepciones del amor, aunque se puede aplicar también a cualquier ámbito de la vida.

Sea como sea y pese a que se trate, al fin y al cabo, de puros estereotipos, Robert Greene, psicólogo y escritor estadounidense de origen judío especialmente conocido por sus tratados sobre poder y seducción humanas, publicó, en el año 2001, un best-seller: “El arte de la seducción”. Y en él, se describen los siguientes tipos de seductores.

1. El amante ideal

El amante ideal es aquel seductor que juega con los deseos que tenemos, especialmente cuando somos jóvenes, acerca de encontrar a la pareja perfecta. Ellos se presentan como si lo fueran, reflejando en su comportamiento y apariencia las fantasías de relaciones utópicas que algunas mujeres tienen, creando ilusiones de perfección.

Venden que un romance con ellos sería idílico, sin fisuras ni imperfecciones. Solo amor y cosas buenas. Pero, en realidad, son ilusionistas. Magos que, pese a que todo es una fachada artificial, muestran trucos de seducción para vender una imagen perfecta de sí mismos que no existe. Hace sentir a la mujer deseada y se muestra como alguien que, más que hablar, sabe escuchar. Siempre mostrando una cara perfecta que, en realidad, es falsa.

Amante ideal

2. El libertino

El típico “macarra”. El niño rebelde que hará vivir a una dama de buena clase social todas aquellas experiencias salvajes del mundo de los “malos”. ¿Hay algo más estereotípico? Es un seductor que se muestra como un tipo de duro, usando nada más que su virilidad para conquistar a una mujer. Un seductor anclado, seguramente, en el paleolítico.

Se muestra como alguien que vive el límite, ajeno a las normas de la sociedad, y en búsqueda constante de adrenalina, viviendo, según él, en libertad y sin que nadie maneje su destino. Intentará que la mujer se enamore de él cometiendo todo tipo de locuras. Ah, y siempre que pueda, se quitará la camiseta para enseñar abdominales.

3. La sirena

Por supuesto, también hay mujeres que se adaptan a los estereotipos de la seducción. Una sirena es aquella seductora que utiliza su poder de cautivar para arrastrar a hombres responsables a cometer locuras y dejarse caer en los brazos de su amor. Como los cantos de la sirena. Pero sin matar al hombre. Esperemos.

Se muestran como mujeres divinas y encantadoras, pero inaccesibles. Próxima y distante. Es el perfil que hace perder la cabeza a los hombres que, de nuevo, siguen anclados en los estereotipos de las películas malas de los años 80. Pero ahí las tenemos a las sirenas.

4. El dandy

Como La sirena pero en hombre. Un sireno, podríamos decir. Un dandy es, a parte de un nombre que, por sus connotaciones actuales (un dandi era un arquetipo de persona de la burguesía muy refinada al vestir), da vergüenza ajena, un tipo de seductor que juega con la masculinidad y la feminidad. Son impredecibles y, aunque juega con los cánones del amante ideal, de repente puede cambiar y comportarse de forma totalmente opuesta a la perfección.

Hacen ver que no tienen un rol definido y que su personalidad y comportamiento son muy fluidas, jugando con el misterio y con desaparecer de repente para que la dama pregunte por ellos. De nuevo, parece que estemos ante un culebrón muy malo. Pero es así. Quieren despertar deseos usando la ambigüedad como arma de seducción y de fascinación.

5. El carismático

El carisma es un don innato para las relaciones sociales, una capacidad con la que se nace y que no puede explicarse por un perfil específico pero que hace que una persona, casi sin buscarlo, atraiga la atención de las personas y atraiga a la gente de su alrededor. Pero el seductor carismático lo busca. Le gusta saber que es carismático y usa el carisma natural que tiene para seducir a la persona que le gusta.

El carismático es aquel seductor que sabe que es el centro de atención y que todo el mundo quiere estar cerca ya que tiene don de gentes, es divertido, es confiado, es inspirador y nadie se aburre cuando está con él. A través del dominio del arte de la comunicación, seduce a aquellas personas por las que siente atracción, a la espera de que se derritan ante su carisma.

Seductor carismático

6. La estrella

La estrella. La estrellita. El estrellado. Es el seductor que se muestra como una persona increíblemente exitosa que tiene la vida que todos desearíamos. Se comporta como una celebridad e intenta mostrarse excéntrico, que es lo que debe ver en sus ídolos. Todo con él es sinónimo de lujo y de experiencias costosas. Te llevará a una cita al restaurante más caro de la ciudad pero luego le costará llegar a final de mes. Y ahora, con lo de “sé tu propio jefe” y los gurús de las criptomonedas, los encuentras hasta debajo de las piedras.

7. El encantador

El más listillo de todos. El encantador es el seductor que promete dar todo sin esperar nada a cambio. Un seductor que, dice, no buscar ni siquiera sexo. Solo ser una buena persona. ¿Alguien se cree esto? Especialista en hacer sentir cómoda a la mujer, halagar, mostrarse como un amigo más que como una potencial pareja, aconsejar, ayudar, escuchar, comprender, mostrar el lado más sensible y, en definitiva, ser más falso que un billete de tres dólares. En cuanto la mujer cae en sus redes, todo el encanto desaparece.

8. El coqueto

El coqueto o la coqueta son aquellos seductores que se muestran como una recompensa inalcanzable. Quedan contigo pero cancelan la cita. La posponen y cuando llega el día, llega tarde. Juegan con la esperanza y la frustración para ser objetos de deseo y así lograr que la persona que les gusta las persiga. Cuanto más logra la atención, hace ver que menos la quiere. Pero tampoco quieren sentirse ignorados. Quieren dar poco pero recibirlo todo. Y lo peor es que normalmente somos tontos y lo consiguen.

9. El cándido

El seductor que se muestra como un niño inocente. Un alma pura que se lo toma todo como un juego y como una diversión. Se muestran como personas sin malicia y usan este carácter juguetón y dócil como arma para lograr atraer a la persona que les gusta para que lo vean como un ser de luz. Un ser de luz que, como todos los otros, solo quiere acabar en la cama contigo, por cierto.

10. El anti seductor

El verdadero campeón. El que seduce haciendo todo lo contrario que, en teoría, debe hacerse para atraer a alguien. Son antipáticos, no escuchan, no se saben comunicar, se muestran enfadados siempre, hablan cuando tienen que callar y se callan cuando tienen que hablar, tienen exceso de confianza o carencia total de la misma, no dominan las habilidades sociales, no se muestran afectivos… A veces, esto nos descoloca tanto que nos acaba atrayendo alguien que no tiene ninguna habilidad (y muchas veces, ni intención) de seducir. Así somos. Y así son los estereotipos.

Antiseductor
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