10 Fenómenos Psicológicos sorprendentes (que quizás no conocías)

Nuestro cerebro es un órgano de gran complejidad que no deja de sorprendernos. Su funcionamiento nada tiene que envidiar al de complejas máquinas hechas por el ser humano, motivo por el cual nunca conocemos suficiente sobre él. En el campo de la psicología y las neurociencias siempre se trata de poner a nuestro cerebro en “apuros” en contextos de laboratorio, con el objetivo de entender los procesos que en él se llevan a cabo.

Esta potente maquinaria que poseemos y llamamos cerebro es altamente eficiente, pues logra siempre actuar de la manera más rápida y adaptada posible. Sin embargo, la perfección no existe y nuestro cerebro no iba a ser la excepción. Muestra de ello son los errores y sesgos que muchas veces cometemos de una forma inconsciente. Este tipo de errores son atajos mentales que nos permiten pensar rápido y adaptarnos al medio, aunque no siempre van de la mano de la lógica.

Así, muchas veces, nuestro cerebro nos conduce a interpretar la realidad de forma sesgada. Aunque de primeras esto pueda parecer incomprensible, lo cierto es que tiene un sentido. Nuestro cerebro es un órgano de gran capacidad, pero esta tiene un límite. Dado que no podemos almacenar la totalidad de información que recibimos, el cerebro se encarga de simplificarla y resumirla para facilitar la asimilación de la realidad. Es así como entran en juego nuestros prejuicios, sesgos y estereotipos.

Este modo de funcionamiento resulta muy interesante para la ciencia, ya que ha dado pie a numerosos fenómenos psicológicos que nos dejan muchas veces con la boca abierta. Si te interesa conocer aquellos más sorprendentes, continúa leyendo, porque vamos a repasar los 10 fenómenos psicológicos más impactantes.

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Una selección de fenómenos psicológicos que te sorprenderán

Existen diferentes fenómenos psicológicos que se producen como consecuencia de esos atajos que nuestro cerebro utiliza para funcionar. Vamos a conocer los más sorprendentes.

1. Efecto Placebo

El efecto placebo tiene lugar cuando creemos que una intervención o sustancia ha generado efectos en nosotros, aunque esta en realidad haya sido inocua. Este efecto es impactante, pues se producen efectos reales en la salud como consecuencia de la percepción y confianza del paciente sobre el placebo que se le administra, que puede ser una pastilla, una terapia o una simple afirmación.

Es decir, que los cambios observados en ningún caso se explican por efectos específicos de la intervención, sino por toda la situación en torno al tratamiento, que hace al paciente adoptar esa creencia de que está recibiendo una intervención sanitaria real y que por ello debe mejorar.

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2. Disonancia cognitiva

Este fenómeno es todo un clásico. La disonancia cognitiva se produce cuando nuestras acciones y nuestras creencias entran en contradicción. Cuando esto sucede, es habitual que nos sintamos culpables, incómodos o ansiosos. Al darnos cuenta de esa oposición entre lo que pensamos y lo que hacemos, de manera inconsciente hacemos lo posible por recuperar la armonía.

Para ello, argumentamos y justificamos nuestra decisión, con el fin de autoengañarnos y convencernos de que no hemos quebrantado nuestras creencias. Justificarnos nos permite reducir la tensión por haber actuado de esa manera incoherente con nuestra forma de pensar. Si por ejemplo estamos intentando dejar de fumar y recaemos, podemos decirnos que “por un cigarrillo no pasará nada” para dejar de sentirnos mal por haber vuelto a consumir tabaco.

3. Obediencia a la autoridad

Otro de los fenómenos extraños que se han estudiado en psicología tiene que ver con la obediencia a la autoridad. Cuando recibimos instrucciones de alguien con un uniforme (por ejemplo, de policía), aceptaremos aquello que nos manden por el hecho de que nuestro cerebro asocia esa vestimenta con la legitimidad de sus órdenes. De igual forma, cuando alguien que sabemos ocupa un puesto de poder nos manda hacer algo, tendemos a aceptar llevar ese algo a cabo de forma ciega.

Cuando los seres humanos recibimos instrucciones de alguien a quien atribuimos esa legitimidad, no reflexionamos demasiado acerca de ellas y las llevamos a la práctica de una forma casi automatizada. El investigador Stanley Milgram realizó un experimento muy conocido donde demostró empíricamente este curioso fenómeno y las implicaciones que puede tener.

4. Alucinaciones

Aunque siempre solemos vincular las alucinaciones con el consumo de sustancias o psicopatologías como la esquizofrenia, lo cierto es que todos en algún momento podemos experimentarlas. Esto sucede porque, en muchas ocasiones, nuestro cerebro recibe información confusa o incompleta. Ante esta situación, opta por rellenar la parte que falta con contenido propio, dando pie a alucinaciones de todo tipo (visuales, auditivas…).

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5. Efecto Mandela

Este curioso efecto fue acuñado por la bloguera Fiona Broome. Este hace referencia a algunos falsos recuerdos compartidos por el conjunto de la sociedad. Nuestro cerebro nos juega una mala pasada y nos hace recordar eventos que, en realidad, nunca sucedieron. Algunos expertos creen que nuestros recuerdos son modificados por estímulos externos e internos, de forma que los recuerdos originales se van modificando a lo largo del tiempo

Este efecto se denominó de esta forma por el Nobel de la Paz Nelson Mandela, pues cuando se anunció su muerte en 2013 varias personas afirmaban que este había fallecido en los años 80.

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6. Elecciones mediadas por las emociones

Algo muy curioso que nos sucede tiene que ver con nuestra forma de tomar decisiones. Aunque siempre se ha creído que las decisiones cotidianas o referentes a cuestiones más serias (como por ejemplo la economía) son tomadas desde la pura razón, lo cierto es que en absoluto es así.

Las personas nos movemos por nuestras emociones, y en muchas de nuestras decisiones nuestro cerebro decide en base a instintos y rutas emocionales en lugar de elegir aquella alternativa más adecuada desde el punto de vista lógico. Aunque este sistema nos permite decidir de forma rápida y ahorrar energía y recursos en muchas ocasiones, a veces puede perjudicarnos y hacernos tomar decisiones poco adecuadas sin valorar realmente todas las opciones disponibles.

7. El Brainstorming no es eficaz

La técnica del brainstorming para hacer una lluvia de ideas colectiva está muy extendida. Sin embargo, la ciencia no parece estar muy de acuerdo con esta estrategia, pues los resultados que ofrece no parecen ser tan buenos como se cree. Esto se explica porque las personas, al encontrarnos en grupo, diluimos nuestra responsabilidad con el objetivo final (hallar una idea brillante). Nos volvemos más perezosas y pensamos menos. Además, podemos sentirnos cohibidas por temor a lo que los otros piensen. Esto se traduce en que somos más eficientes cuando pensamos ideas brillantes en solitario.

8. Pareidolia

Este fenómeno tan curioso consiste en ver una cara o forma conocida cuando observamos un estímulo poco estructurado. Este fenómeno tiene una explicación adaptativa, pues para nuestra especie reconocer caras es de vital importancia para la supervivencia. Esta tendencia a buscar caras en los estímulos se ha ido transmitiendo de generación en generación hasta hoy. Los ejemplos más típicos de pareidolias son aquellos por los que vemos caras en la luna o en las montañas, así como formas de animales en las nubes.

9. Efecto Bandwagon

Este efecto, que también se conoce como efecto de arrastre, se produce cuando una persona o grupo sigue el comportamiento de un individuo. Este efecto es el que explica el tirón de las modas, por el cual un famoso comienza a llevar una prenda que enseguida se extiende por toda la población. La lógica que se esconde detrás de este efecto tiene que ver con el sentido de pertenencia al grupo. Seguimos modas para encajar y sentirnos aceptados, motivo por el que las modas son tan marcadas entre los adolescentes.

10. Efecto del Lago Wobegon

Este efecto también se conoce como efecto galatea. Tiene que ver con la forma en la que cada uno de nosotros percibimos nuestro grado de inteligencia en comparación con la media. La mayoría de personas tienden a considerarse por encima de la media, mientras que sólo unas pocas creen tener una inteligencia media y muy pocas se reconocen como personas menos inteligentes que la media. Los científicos creen que este sesgo de corte optimista tiene una función protectora de nuestra autoestima.

Conclusiones

En este artículo hemos hablado de fenómenos psicológicos sorprendentes. Nuestro cerebro es un órgano muy eficaz y complejo. Trata siempre de ofrecer respuestas lo más rápidas posible, por lo que recurre con frecuencia a atajos mentales. Aunque estos son adaptativos en muchas ocasiones, a veces pueden conducirnos a error.

Este tipo de vías rápidas pueden distorsionar nuestra percepción de la realidad, pues nos llevan a verla de manera sesgada y, muchas veces, a actuar de una forma ilógica. La perfección nunca es posible, y nuestro cerebro no iba a ser la excepción. Aunque esta potente maquinaria que poseemos en el cráneo logra cosas maravillosas, este tipo de fenómenos curiosos son el precio a pagar por una capacidad de procesamiento eficiente.

Muchos de estos sesgos pueden ser ilógicos, pero también pueden cumplir una función reguladora y protectora. Percibir la realidad con ciertos sesgos puede ser de ayuda en ocasiones, por lo que hablar de estos fenómenos no es siempre algo negativo. Todos ellos son cometidos de una forma, además, inconsciente, por lo que no reparamos en ellos en el momento en el que se producen. Seguro que al leer nuestra lista te has identificado con alguno. Si no es así, tampoco nos sorprendería, pues existen muchos sesgos más, aunque estos son los efectos más comunes en la población.