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La conciencia respecto a la importancia de la salud mental ha aumentado notablemente en los últimos años. No es para menos, ya que un porcentaje muy elevado de la población padece algún tipo de problema psicológico. El momento actual que estamos atravesando ha trastocado profundamente el panorama en lo que a salud mental se refiere. La pandemia no sólo ha arrasado con la vida y la salud física de las personas, sino que también ha supuesto un importante mazazo para el bienestar emocional de la población de todo el mundo.
Durante el primer año desde la llegada del virus, alrededor del 6% de la población acudió a un profesional de salud mental, siendo en el 40% por ciento de las casos debido a problemas de ansiedad y en el 35% debido a sintomatología depresiva.
Esta realidad sobrepasa, con creces, los recursos disponibles para abordarla. Los servicios de salud mental se encuentran en todo el mundo colapsados, siendo esto especialmente notable en aquellos países en los que ya existía un déficit previo. Debido a la enorme importancia que la salud mental tiene para el bienestar de las personas, en este artículo vamos a repasar aquellos trastornos psicológicos más comunes en la población actualmente.
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¿Cuáles son los trastornos psicológicos más frecuentes?
Antes de detenernos a repasar los trastornos psicológicos más extendidos en la población, es interesante aclarar qué entendemos por problema psicológico. Aunque esta definición no es en absoluto sencilla, podríamos decir que un trastorno mental es una disfunción psicológica por la cual una persona experimenta sentimientos y pensamientos desagradables, déficit en su funcionamiento normal y conductas que no se ajustan al contexto sociocultural de la persona. No obstante, como decimos, definir de manera universal y genérica que es un trastorno psicológico resulta complejo, ya que la manifestación de un problema de salud mental varía profundamente dependiendo de cada persona.
Ahora que ya tenemos una idea aproximada de qué es un trastorno psicológico, vamos a repasar los 10 más frecuentes en la población.
1. Trastornos de Ansiedad Generalizada (TAG)
Como ya adelantamos al comienzo del artículo, uno de los problemas psicológicos más extendidos en la población es la ansiedad en sus diferentes manifestaciones.
El TAG es uno de los problemas que más consultas motiva en salud mental. Los pacientes que sufren este trastorno sienten una ansiedad excesiva y persistente que no refiere a un objeto o situación concreta. La persona se muestra continuamente preocupada, ansiosa y temerosa ante los acontecimientos. Es habitual que se muestre indecisa, pues teme continuamente equivocarse. También encontrará problemas para concentrarse o relajarse, ya que es incapaz de dejar de lado sus preocupaciones.
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2. Depresión
Sin duda, la depresión es uno de los trastornos psicológicos más conocidos. La persona que la sufre tiene un malestar emocional en el que predominan los sentimientos de tristeza, la anhedonia o falta de disfrute, la pérdida de la energía, los sentimientos de culpa o la pérdida de apetito.
En la actualidad se trata de un problema bien conocido, que suele abordarse mediante terapia psicológica, que es combinada con psicofármacos si se considera necesario. No obstante, cuando la depresión se presenta de forma severa puede ser muy peligrosa, ya que pueden aparecer ideaciones e intentos de suicidio, por lo que es fundamental que el paciente reciba el apoyo de un profesional que valore el riesgo en cada caso.
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3. Trastornos de la conducta alimentaria (TCA)
En este listado no podían faltar los, por desgracia, archiconocidos trastornos de la conducta alimentaria, entre los que encontramos la anorexia, la bulimia o el trastorno por atracón, entre otros. Este tipo de trastornos se caracterizan por la aparición de sintomatología relacionada con los hábitos alimentarios que afecta a la salud y el funcionamiento normal de la persona.
Aunque los aspectos más visibles de estos trastornos tienen relación con la comida, lo cierto es que la raíz del problema reside en aspectos emocionales relacionados con la autoestima, la calidad de los vínculos afectivos, el funcionamiento de la familia, entre otros.
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4. Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)
Este trastorno se encuentra especialmente extendido en la población infantil y adolescente. Es considerado un trastorno del neurodesarrollo que afecta a la falta de atención, el control de los impulsos y el grado de actividad. Estos niños suelen comenzar a mostrar síntomas desde edades tempranas, y aunque en la niñez la intensidad de estos alcanza su pico, se conoce que con el paso del tiempo estos tienden a suavizarse.
No obstante, es fundamental que los niños con este trastorno reciban atención profesional precoz, con el fin de evitar repercusiones en su desempeño social y académico y en su propio bienestar emocional.
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5. Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)
Este trastorno se encuentra también entre los más conocidos. En este caso, la persona experimenta pensamientos e imágenes de carácter intrusivo que interfieren en su vida normal. La persona siente una elevada ansiedad cuando estos aparecen, por lo que estas obsesiones desencadenan la realización de los llamados rituales, que son acciones compulsivas que permiten al paciente aliviar el malestar que dichas ideas obsesivas le provocan.
El TOC suele referir a ciertos temas habituales. Entre los rituales más frecuentes destacan las comprobaciones reiteradas, contar, lavarse, colocar objetos de cierta manera, etc.
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6. Trastorno Bipolar
Este trastorno no solo es bien conocido, sino que además cuenta con un enorme estigma. Si bien nunca es fácil reconocer la existencia de un problema de salud mental, el trastorno bipolar suele generar un profundo rechazo en los demás.
Las personas que sufren este problema experimentan estados anímicos extremos que se alternan por etapas. La persona experimenta episodios de manía, durante los cuales se siente eufórica y desborda energía. Estos se pueden alternan con fases de hipomanía, en las que la persona siente una profunda desesperanza, anhedonia y tristeza que puede llegar a tener un carácter delirante.
Este trastorno es una condición crónica, aunque se puede manejar con un buen plan de tratamiento, en el que habitualmente se pautan fármacos y hábitos de vida ordenados que se combinan con terapia psicológica de apoyo.
7. Trastornos psicóticos
Los trastornos psicóticos constituyen uno de los tipos de psicopatología más severos e incapacitantes. En este caso, los pacientes pueden carecer de conciencia de que sufren un problema de salud mental, ya que muestran una desconexión más o menos intensa de la realidad.
Los síntomas más habituales son las alucinaciones y los delirios, por lo que la persona vive en un mundo guiado por ideas y creencias erróneas y desajustadas. Las alucinaciones pueden hacer a la persona oír voces o ver los estímulos de forma distorsionada. Los delirios hacen que que tenga creencias como que alguien le sigue, que desean hacerle daño o que es superior a todos los demás.
Entre estos trastornos el más habitual y conocido es la esquizofrenia. Este problema requiere siempre el apoyo de la medicación, ya que esta contribuye a reducir los síntomas.
8. Trastornos de la Personalidad
Los trastornos de la personalidad constituyen un fenómeno muy complejo de abordar, ya que abarcan toda la existencia de la persona. Estos afectan a los patrones de conducta de los pacientes y constituyen un problema crónico que se hace notable en todos los escenarios en los que el individuo se desarrolla.
Existen numerosos trastornos de personalidad, como el antisocial, el esquizotípico, el narcisista, el dependiente… Cada uno cuenta con unas características definitorias, aunque todos ellos comparten su cronicidad y su complejidad.
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9. Trastorno del Espectro Autista (TEA)
Los trastornos del espectro autista (TEA), implican una alteración del neurodesarrollo que genera problemas en las relaciones sociales, la conducta y la comunicación. La capacidad intelectual de las personas con TEA es variable, ya que algunas cuentan con una elevada capacidad concentrada en islotes de conocimiento, mientras que otras encuentran grandes dificultades para aprender. De igual manera, será variable en cada persona el grado de autonomía y desempeño en la vida cotidiana.
En la actualidad TEA es un concepto paraguas que recoge en un amplio espectro diferentes afecciones que anteriormente eran consideradas como entidades diagnósticas separadas. Entre los trastornos que se engloban bajo el nombre de TEA se encuentran el antiguo Síndrome de Asperger, el trastorno autista o el trastorno generalizado del desarrollo no especificado.
10. Trastorno de Pánico
Este trastorno pertenece al grupo de los trastornos de ansiedad y puede llegar a generar un enorme sufrimiento en los pacientes que lo sufren. La característica central del trastorno de pánico es que aparecen episodios de temor y malestar muy intensos que se producen de forma súbita. Estos ataques se pueden dar en cualquier momento y situación sin previo aviso.
Durante el episodio de pánico, la persona siente que está perdiendo el control debido a un miedo desbordante que se acompaña de sintomatología física como taquicardia, mareos, dificultad para respirar, etc. Debido al carácter súbito e impredecible de estos episodios, la persona teme volverse loca y comienza a evitar lugares y escenarios por temor a revivir lo sucedido. Es decir, hay una fuerte anticipación y una consiguiente conducta de evitación.
